España y Europa ante el nuevo orden económico: capacidades sin arquitectura, poder derivado y la centralidad del conocimiento
1. El cambio de época: del mercado al poder estructural
Este analisis, formula la tesis central el orden económico internacional ya no se organiza prioritariamente en torno al comercio, la eficiencia o la ventaja comparativa, sino alrededor del control de arquitecturas críticas. Arquitecturas financieras, monetarias, tecnológicas, energéticas y de datos que estructuran la interdependencia global y determinan quién puede resistir crisis, imponer estándares o condicionar decisiones ajenas.
En este nuevo contexto, el poder económico no se mide solo por el PIB ni por la capacidad productiva, sino por la posición estructural dentro de sistemas jerárquicos de liquidez, financiación, conocimiento y control tecnológico. La economía se ha convertido, de nuevo, en economía política.
2. El caso español como síntesis del dilema europeo
El análisis de España permite condensar muchas de las tensiones que atraviesan hoy a Europa. España no es una economía débil ni marginal. Dispone de capacidades productivas estratégicas en sectores clave del orden económico contemporáneo:
Producción farmacéutica y de vacunas, fundamentales para la seguridad sanitaria.
Industria automotriz y de componentes integrada en cadenas globales.
Liderazgo en energías renovables y componentes eólicos.
Industria de defensa con capacidad exportadora.
Atracción creciente de infraestructuras digitales intensivas en energía.
Sin embargo, estas capacidades no se traducen automáticamente en poder geoeconómico. España ilustra un fenómeno más amplio: países y regiones que producen, pero no controlan la arquitectura que permite financiar, escalar y proteger esa producción.
3. Poder derivado y jerarquía monetaria
Desde la perspectiva de la jerarquía monetaria y financiera, España ocupa una posición intermedia. La pertenencia al euro proporciona estabilidad, acceso a liquidez y protección frente a crisis de balanza de pagos, pero también implica la renuncia a instrumentos soberanos clásicos.
El poder financiero español es, por tanto, derivado: depende de la solidez del Banco Central Europeo, de la cohesión institucional de la Unión y del grado de avance de la unión bancaria y de los mercados de capitales. Esta condición no es una anomalía nacional, sino una característica estructural de las economías europeas no emisoras de activos seguros globales.
La consecuencia es clara: España gana con más arquitectura europea y pierde con una Europa incompleta.
4. De los sectores a la arquitectura: el límite del enfoque industrial clásico
Una de las lecciones centrales del análisis es que no basta con identificar sectores estratégicos. La política económica centrada únicamente en industrias —automoción, energía, defensa, digital— resulta insuficiente si no se acompaña de control sobre:
financiación de largo plazo,
estándares tecnológicos,
propiedad intelectual,
infraestructuras digitales y energéticas,
y capacidad regulatoria con respaldo productivo.
Sin estos elementos, las economías corren el riesgo de quedar atrapadas en una especialización subordinada: producen bienes y servicios estratégicos, pero capturan una parte limitada de las rentas y dependen de decisiones tecnológicas, financieras o normativas tomadas en otros centros de poder.
5. El modelo de las cinco hélices y la desalineación estructural
El modelo de las cinco hélices —universidad, empresa, Estado, sociedad civil y entorno natural— permite comprender por qué España (y Europa) generan capacidades sin convertirlas plenamente en poder.
El entorno natural ofrece ventajas comparativas evidentes, especialmente en energía.
Las empresas están integradas en cadenas globales, pero lideran pocos segmentos tecnológicos.
El Estado regula intensamente, pero planifica estratégicamente de forma fragmentada.
La sociedad acepta las grandes transiciones, pero obtiene retornos productivos limitados.
Y las universidades, pese a su calidad relativa, operan con recursos insuficientes y marcos institucionales rígidos.
El problema no es la ausencia de hélices, sino su falta de alineación sistémica.
6. Universidad, investigación y conocimiento como infraestructura de poder
Si este libro tuviera que condensarse en una sola advertencia, sería esta:
en el orden económico actual, la universidad y la investigación no son un gasto social, sino una infraestructura crítica de poder.
Las economías que dominan la arquitectura global —en tecnología, finanzas o defensa— han situado a sus universidades en el centro de sus estrategias nacionales. No solo como formadoras de capital humano, sino como:
generadoras de conocimiento soberano,
nodos de innovación aplicada,
y plataformas de atracción de talento y capital.
España, y en gran medida Europa, mantienen sistemas universitarios infrafinanciados, con incentivos débiles a la transferencia y con una separación artificial entre excelencia académica y relevancia estratégica. Sin una reforma profunda que incremente recursos, flexibilidad y conexión con sectores críticos, la brecha entre capacidad y poder tenderá a ampliarse.
7. Europa: regular sin poseer arquitectura
El caso español no puede separarse del europeo. La Unión Europea ha construido una de las arquitecturas regulatorias más sofisticadas del mundo, pero sigue careciendo de control pleno sobre:
plataformas digitales,
infraestructuras cloud,
estándares tecnológicos clave,
y una arquitectura financiera plenamente integrada.
De ahí surge una paradoja central del libro:
Europa intenta regular un mundo cuya arquitectura no controla plenamente.
Para países como España, esto no es solo un debate normativo o ideológico, sino una cuestión material de estabilidad, autonomía y proyección futura.
8. Agenda estratégica: de la dependencia a la plataforma
El cierre del análisis apunta a una agenda clara, tanto para España como para Europa:
Invertir en arquitectura, no solo en sectores: finanzas, energía, datos, conocimiento.
Reforzar universidades e I+D como infraestructuras estratégicas, con más recursos y nueva gobernanza.
Profundizar la integración europea en banca, mercados de capitales y política industrial.
Convertir ventajas naturales y productivas en plataformas: energía + industria + computación.
Reducir vulnerabilidades críticas antes de que se manifiesten en forma de crisis.
9. Cierre: una lección general
España no es un caso de fracaso económico, sino un caso de poder incompleto. Produce, innova y se integra, pero aún no controla plenamente las arquitecturas que determinan quién manda y quién depende en la economía global.
La lección final de este libro es aplicable más allá de España y Europa:
en un mundo de interdependencia “weaponizada”, la soberanía ya no es autarquía, sino control de arquitectura.
Y sin conocimiento, universidades fuertes y capacidad financiera, no hay arquitectura posible.
Referencias bibliográficas (selección final)
Aghion, P. et al. (2019). The Power of Creative Destruction. Harvard University Press.
BIS (Bank for International Settlements). Annual Economic Report.
Cohen, B. (1998). The Geography of Money. Cornell University Press.
Farrell, H., & Newman, A. (2019). “Weaponized Interdependence”. International Security, 44(1).
Kindleberger, C. (1986). The World in Depression. University of California Press.
Mazzucato, M. (2018). The Value of Everything. Allen Lane.
Minsky, H. (1986). Stabilizing an Unstable Economy. Yale University Press.
Nelson, R. (1993). National Innovation Systems. Oxford University Press.
Rodrik, D. (2021). Straight Talk on Trade. Princeton University Press.
España y Europa ante el nuevo orden económico: capacidades sin arquitectura, poder derivado y la centralidad del conocimiento
https://brujulaeconomica.blogspot.com/2025/12/espana-y-europa-ante-el-nuevo-orden.html
https://articulosclaves.blogspot.com/2025/12/espana-en-la-arquitectura-financiera-y.html
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