¿Son acertados los planes de austeridad de Europa?

La gran duda, es si las medidas de austeridad funcionarán.
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Siguiendo la promesa de Grecia de reducir drásticamente su deuda por medio de una combinación de recortes de gastos y el aumento de impuestos por parte del Gobierno, otros países, entre ellos España, Alemania y Francia —y, recientemente, Reino Unido—, también decidieron seguir por el camino de la austeridad. Aunque muchos se pregunten si un país como Grecia estará en condiciones de cumplir sus promesas sin recurrir a la reestructuración de la deuda nacional, la gran duda, en realidad, es si las medidas de austeridad funcionarán, tal y como proponen sus defensores. 
“Esos países se metieron en la situación en la que se encuentran y ahora no consiguen salir de ella”, dice N. Bulent Gultekin, profesor de Finanzas de Wharton. Eso sólo será posible si reducen los gastos, aumentan los impuestos o ambas cosas, es decir, si adoptan un régimen de austeridad.

La gran preocupación de varios países europeos, durante toda la primavera en el hemisferio norte, era si serían capaces de hacer frente a sus deudas. Hubo una rebaja de las calificaciones de crédito de los países; aumentaron los tipos de interés de la deuda soberana, y se presionó al euro fuertemente. Por último, el 10 de mayo, los ministros de Finanzas de la Unión Europea (UE), junto con el Fondo Monetario Internacional (FMI) tomaron una decisión decisiva: la creación de un fondo de emergencia por valor de US$ 930.000 millones (€ 750.000 millones).
Para diversos expertos, el paquete de ayuda, anunciado mucho después de que estallara la crisis, no llegó en el mejor momento. El 27 de abril, la agencia de calificación de riesgo Standard & Poor’s rebajó la deuda soberana de Grecia hasta el nivel de “bono basura”. Al día siguiente, los ingresos sobre los títulos de diez años del Gobierno griego alcanzaron un 11,24%. Pero el balance patrimonial del país ya había estado deteriorándose desde hacia años. El déficit presupuestario de Grecia este año superará el 10%, el ratio deuda/PIB alcanzó un 112% en 2009, y hay previsiones de que vaya a empeorar aún más durante los próximos años. Mientras tanto, la economía griega se reducirá un 4,6% este año, después de crecer, de media, más del 4% al año entre 1998 y 2007. Cuando se supo que se habían ocultado partes significativas de la deuda griega, el país se vio obligado a reconocer que sus problemas financieros habían pasado de graves a extremadamente graves.
Como consecuencia de eso, el 2 de mayo, el país aceptó el paquete de ayuda ofrecido por la UE y por el FMI por valor de US$ 146.000 millones. Junto con el dinero se impusieron restricciones severas a los socios europeos de Grecia, sobre todo por parte de Alemania. Una de las restricciones más contundentes exigía a Grecia que redujera el déficit anual del presupuesto a menos del 3% del PIB en 2014, una medida que exigirá recortes de gastos del 5,3% del PIB, aumento de los impuestos del orden del 4% del PIB, además de reformas económicas que, se espera, estimulen el crecimiento económico.
Desde que Grecia aceptó la ayuda, ningún otro país europeo se ha visto forzado a recurrir al fondo de emergencia, aunque la UE y el FMI —pocos días después de salvar a Atenas— anunciaron la existencia de un fondo de ayuda por valor de US$ 930.000 millones para países con graves problemas fiscales en la zona del euro. Si un país cualquier decide aceptar esa oferta, sabe que tendrá que enfrentarse a medidas de austeridad semejantes a las de Grecia.

-Recortar gastos para crecer
En el caso de algunos países europeos con problemas financieros, la cuestión de la austeridad tal vez no haya sido nunca un problema. Cosas más graves, dicen los expertos, sobre todo respeto a la escala y al tiempo, así como si la austeridad exigida sería adecuada para la envergadura del problema. En un mundo ideal, un país endeudado simplemente encontraría una solución a sus dificultades por medio del crecimiento. En el caso de Grecia, por ejemplo, la escasa posibilidad de crecimiento económico es considerada por mucha gente como parte sustancial de la razón por la cual el futuro fiscal que espera al país es sombrío.
Una segunda estrategia consistiría en reprogramar o reestructurar la carga tributaria —en realidad, un impago negociado—, pero esa solución es muy problemática. “La reestructuración sería racional en algunos casos”, dice Gultekin, “pero en tales circunstancias, los mercados se quedarían paralizados y francamente desestabilizados”. 
Una tercera opción sería devaluar la moneda, una medida que puede dar vida nueva a la economía abaratando los productos. Pero el país, al estar en la zona del euro, no tiene control sobre su moneda y tendría que dar un paso radical: salirse de la eurozona para hacer posible la devaluación.
Como tales alternativas no están disponibles o son demasiado amargas, los países en dificultades se ven obligados a recurrir a ayudas financieras o a “la bondad de extraños”, observa Richard J. Herring, profesor de Finanzas de Wharton. Sin embargo, es normal que tales paquetes de ayuda traigan consigo medidas de austeridad. Aunque el concepto detrás de la austeridad sea simple, hacer que se cumpla en la práctica no es nada fácil. En primer lugar, los accionistas —principalmente los sindicatos laborales europeos— tienden a resistirse con fuerza a tales medidas. Ese conflicto ha sido muy evidente en Europa durante los últimos meses..... 

El segundo desafío a la introducción de medidas austeras se debe al hecho de que los problemas fiscales, como bien se sabe, suelen manifestarse de forma más grave en los peores momentos del ciclo económico: durante las recesiones y las recuperaciones frágiles. En momentos así suben mucho los gastos del Gobierno, ya que la población desempleada necesita desesperadamente el salario de desempleo y otros servicios. Al mismo tiempo, la recaudación de impuestos sufre las consecuencias de la desaceleración económica. 
El resultado, según los especialistas, son desequilibrios fiscales controlables que pueden, de repente, volverse incontrolables.
Los planes de austeridad son normalmente anunciados en esos momentos, sin embargo una característica desafortunada de las medidas tomadas es que reducen la demanda agregada, lo que puede empeorar las dificultades económicas del país o incluso contribuir al surgimiento de un ciclo de deflación. Muchos historiadores económicos creen que tales políticas contribuyeron a que el mundo tomara el rumbo que llevó a la Gran Depresión.

El gran debate
“Existe una discusión muy grande en torno a las medidas de austeridad: ¿tienen sentido o podrían acabar perjudicando la recuperación del país?”, se pregunta Mauro F. Guillén, profesor de Gestión de Wharton. 
Uno de los expertos que más cuestionan esa austeridad en el escenario económico actual es el profesor de economía de la Universidad de Princeton, Paul Krugman, que ha usado su columna en New York Times para defender la idea de que países como Alemania y EEUU sólo conseguirán profundizar el desempleo recortando gastos en un momento en que la economía mundial se encuentra en una situación de fragilidad. 
Alberto Lesina, profesor de economía de la Universidad de Harvard, tiene un punto de vista diferente: “El recurso a la austeridad en la gestión de los gastos tendrá un efecto limitado sobre el crecimiento, si es que lo tiene”.
No importa de que lado se posicionen las personas, otra cuestión es la forma en que se introducen esas medidas, mucha gente aún asocia ese tipo de cosas a las políticas tan criticadas por el FMI en el pasado. Durante la crisis financiera asiática de finales de los años 90, por ejemplo, el FMI aconsejaba a los países desesperados como Indonesia a no sólo aumentar impuestos y recortar gastos, sino también a elevar los tipos de interés y cerrar bancos. Para Herring, el FMI aplicó “la misma estrategia prefabricada que había aplicado en América Latina y que no tenía cabida en el caso de los problemas a los que se enfrentaba Asia”.

Esas medidas, de acuerdo con Christian Weller, profesor de políticas públicas de la Universidad de Massachusetts, han sido ahora “desautorizadas por aquellos que han seguido de cerca esos problemas”. 
La crisis de la deuda latinoamericana de los años 80 tenía que ver, en gran medida, con préstamos hechos por los gobiernos en moneda extranjera. Pero los gobiernos asiáticos, dice Weller, habían puesto en práctica una disciplina fiscal rigurosa y seguían una política monetaria saludable y, aún así, el FMI les exigió que “introdujeran medidas severas que, a fin de cuentas, empeoraban aún más una situación que ya era mala”. 
La crisis asiática, y también la crisis de Argentina de 2002, tenían que ver con préstamos privados contratados en gran cantidad en moneda extranjera. No se trataba de préstamos públicos. Las crisis estallaron cuando se volvió más difícil contratar nuevos préstamos.

Incluso los defensores del FMI ya no abogan por las medidas que defendían para Asia en los años 90, “han cambiado desde entonces de estrategia prefiriendo el análisis específico de las condiciones existentes”, dice Uri Dadush, director del programa de economía internacional de Carnegie Endowment of International Peace. “Adoptaron una posición minimalista”. De hecho, dice Dadush, las condiciones más severas impuestas a Grecia cuando el país aceptó el paquete de ayuda no fueron consecuencia de alguna imposición del FMI, sino de otras naciones europeas, incluyendo a Alemania, “muy presionada internamente para que Grecia fuera castigada”.

Pero la desconfianza respecto al FMI persiste. Gultekin destaca que, el año pasado, cuando países como EEUU estaban poniendo en práctica medidas sin precedentes de estímulo a la economía en respuesta a la crisis financiera mundial, el FMI no defendía ningún tipo de austeridad. Ahora que los países de la periferia de Europa se enfrentan a dificultades, “el órgano ha cambiado de posición. Por lo tanto, ahora la gente ve cierto cinismo en la institución”. 
Ese cinismo puede convertirse en un obstáculo no sólo para la introducción de medidas austeras, sino también para la adopción de otras reformas que, de acuerdo con muchos economistas, son necesarias para que los países con problemas fiscales en el sur de Europa puedan poner la casa en orden. En primer lugar, son necesarias reformas en el mercado de trabajo como, por ejemplo, la reducción de indemnizaciones elevadas y la eliminación de normas que hacen extremadamente difícil que se despida a alguien. En Grecia, en Portugal, en Italia y en España, dice Gultekin, “despedir a alguien es tan difícil que muchos empleadores prefieren no contratar”. Eso funciona como una especie de barrera al crecimiento, lo que ya es malo, pero también es complicado en términos fiscales porque, según explica Alesina, “cuando hablamos de la relación deuda/PIB, el numerador tiene que disminuir y el denominador, aumentar”.

¿Funcionará?
¿Las medidas de austeridad serán adecuadas para los problemas fiscales de los países del sur de Europa y de otras regiones? 
De acuerdo con los especialistas, la respuesta parece ser un sonoro “sí”, con la posible excepción de Grecia. La crisis fiscal griega es tan grave como se dice. El FMI prevé que la relación deuda/PIB del país llegará a cerca del 150% en 2012, aunque se impongan medidas extremadamente duras. Para algunos, como Dadush, será difícil imaginar una manera de que Grecia se escape del problema de la deuda. Él cree que “el país es el que más oportunidades tiene de necesitar reestructurar la deuda o de conseguir algún tipo de perdón”.

En otros países en dificultades en el sudeste europeo —Portugal, España e Italia—, la presión fiscal es grande, sin embargo menos severa que en la angustiada Grecia. De esos tres, Portugal es el que está en peor situación. Muchos creen que, después de Grecia, el país será el próximo en tener que reestructurar su deuda. 
La situación de España también es grave —el desempleo alcanzó el 19,7% en abril—, sin embargo, de acuerdo con Guillén, “el déficit presupuestario del país no es malo. Se trata de algo que se puede evitar, aunque el desempleo sea grande”. España ya ha empezado a tomar medidas para sanear sus desequilibrios fiscales: de entrada, se comprometió a reducir su déficit presupuestario primario a menos del 3% en 2012, frente a un 9,9% en 2010 y; en segundo lugar, ha dado los primeros pasos para poner en práctica una reforma laboral. 
Italia, por su parte, está en mejor situación que los demás, ya que el déficit del país, dice Dadush, “se encuentra dentro de límites razonables”.
Pero los problemas fiscales derivados de la crisis financiera internacional pueden ir más allá de la zona del euro. En Reino Unido, el primer ministro David Cameron anunció, algunas semanas después de tomar posesión, que sería preciso tomar decisiones dolorosas en relación al presupuesto en el futuro próximo. El día 22 de junio, su Gobierno detalló un plan que preveía recortes de US$ 168.000 millones y un aumento significativo de impuestos sobre ventas. Los gastos medios de los ministerios serán recortados en un 25%, mientras el impuesto sobre el valor añadido pasaría del 17,5% al 20%. Los números, sin embargo, indican que la capacidad de Reino Unido de honrar sus deudas es superior a la de muchos otros países. La relación deuda/PIB, por ejemplo, aunque sea alta — en torno a un 69% —, no es motivo de pánico. Igualmente importante es el hecho de que el RU tiene también una óptima reputación de Gobierno, asegurando a los inversores que, no importa lo que suceda, se les devolverá el dinero.

Además del continente europeo, los especialistas señalan a dos países que llaman la atención por la deuda enorme que poseen: Japón y EEUU. Japón, a primera vista, parece ser, entre las principales economías del mundo, la que más problemas fiscales tiene. El ratio deuda/PIB del país es de un asombroso 219%. El nuevo primer ministro japonés, Naoto Jan, anunció el día 11 de junio que la carga tributaria podría llevar, un día, a una situación de crisis semejante a la de Grecia. De momento, sin embargo, observadores de fuera de Japón no parecen muy preocupados con la situación fiscal del país. Eso se debe, en gran medida, al hecho de que la deuda japonesa está denominada en yenes y es financiada en buena parte por los propios japoneses a tasas de interés muy bajas. Por lo tanto, observa Takatoshi Ito, profesor de la Escuela Superior de Economía de la Universidad de Tokyo, “cuando tenga lugar una crisis fiscal en Japón, el resto del mundo también se verá afectado, pero en grado mucho menor que con la crisis subprime en EEUU y en otras crisis parecidas”.
Sin embargo, para un país que tiene una deuda monumental, ¿qué tipo de medida austera estaría en condiciones de resolver su problema? Ito recomienda el aumento gradual del impuesto sobre el valor añadido, cuya cuota actual es del 5%, hasta un 25%. De acuerdo con Dadush, Japón no está bajo una amenaza inmediata de crisis: “Ellos aún tienen algún espacio de maniobra. Pero si de aquí a tres años están en la misma situación de ahora, habrá dificultades”. 

Ito cree que lo mismo vale para EEUU, un país cuyas finanzas se encuentran bajo considerable estrés a causa de la baja recaudación de impuestos como consecuencia de la crisis financiera mundial, además del incentivo a los gastos y del dinero utilizado para financiar las guerras de Afganistán y de Oriente Medio.
Sin embargo, el desgaste más serio y más a largo plazo para las finanzas americanas ocurre como consecuencia del aumento de los gastos de salud, lo que tiene como resultado un escenario fiscal “nada agradable”, dice Kent Smetters, profesor de Seguros y de Gestión de riesgo de Wharton. “Las deficiencias son enormes, especialmente en Medicare”. Smetters resalta que los desfases fiscales proyectados representan, en valores actuales, prácticamente el doble del valor de los títulos de capital del país: sus “tierras, edificios, casas y empresas privadas y públicas”. Pero, como en el caso de Japón, los inversores no manifestaron, de momento, un nerviosismo muy grande en relación a la deuda americana. Gultekin dice que la situación de reserva monetaria mundial del dólar americano “es un factor tremendo de flexibilidad”.

Aunque diversos países, Europa y otros se hayan metido en problemas a causa de préstamos excesivos, “se aprende reparando”, dice Gultekin. “En las democracias, y en cualquier lugar, no se aprende nada si no hay que enfrentarse a sus propios problemas”.
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La crisis financiera actual ¿que debemos aprender de las grandes depresiones del siglo XX?

1-La crisis financiera actual ¿que debemos aprender de las grandes depresiones del siglo XX?

   Observando la experiencia histórica Kehoe y Prescott indican que son las malas políticas gubernamentales las que ocasionan las grandes depresiones...su tesis es que la excesiva reacción del gobierno acaba transformando las fluctuaciones cíclicas, prolongándolas y profundizándolas hasta convertirlas en una depresión. Del libro Great Depressions of the Century (2007) 

    De la crisis del Japón del 90, F.Hayashi y Prescott nos indican que dar vida a bancos insolventes, manteniendo un sistema financiero renqueante de daba crédito a unas empresas y a otras no, y combinándolas con medidas con estímulos fiscales masivos para mantener inversión y empleo hicieron detenerse al Japón.
Finlandia siguió el esquema de Chile, pagando los costes de una reforma y dejando que fuera el merado quien dictara la asignación del crédito en el sector privado.
Es necesario evitar las políticas que deprimen la productividad creando incentivos incorrectos en el sector privado 

El gobierno debe de cumplir su función de proveer liquidez usando los mecanismos de mercado para que estos provean crédito a los tipos de mercado a las empresas productivas.
A las empresas improductivas y no viables no se les debe sostener artificialmente y esto se aplica igual al sector del automóvil como al sector financiero. Los planes de rescate y estímulos financieros mantienen a las empresas improductivas en funcionamiento y deprime la productividad, estas empresas drenan trabajo y recursos financieros que tendrían un mejor empleo en las empresas más productivas.

Los rescates indiscriminados van a recompensar a los que tomaron decisiones equivocadas debido a una mala evaluación del riesgo.
Estos rescates crean problemas de riesgo moral, directamente e indirectamente los rescates masivos e indiscriminados generaran ineficiencias y baja productividad.
En todo este estudio demuestran que las intervenciones masivas en la economía que tienen la finalidad de mantener el empleo y la inversión pueden distorsionar los incentivos hasta el punto de llevar a la economía a una gran depresión. 

Resumen de La crisis financiera actual ¿que debemos aprender de las grandes depresiones del siglo XX?
Gonzalo Fernandez (Univ. Salamanca) Timothy J.Kehoe (UNI de Minnesota)

http://www.crisis09.es/ebook/PDF/02-la-crisis-financiera-actual.pdf


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2- En 1996, Dornbusch indico hay dos opiniones sobre la economía mundial
a- Una nueva edad de oro del capitalismo
b- El capitalismos ha fracasado en le proceso socialmente aceptable para gobernar las relaciones humanas en el mercado
Plantea la dicotomía entre el crecimiento económico y la parte negativa el fracaso social

       Los analistas Bluestone y Harrison ya advertían en 2000, que una expansión económica sostenida hace necesario revertir las enormes desigualdades de ingreso y de riqueza, dependiendo del modelo de crecimiento que se adopte.
        Explican dos modelos el Main Street (décadas 1950-60 basados en la demanda, consumo,inversion,incremento de la productividad y salarios y de de nuevo a mas consumo) y el Wall Street (años 90, una inflación controlada, favorece al mercado de valores, mas riqueza accionarial, estimula a mayor gasto, a mas productividad a mas ganancia empresarial y otra vez a mayor precio de las acciones)
       Para estos autores a finales de los 80, la verdadera causa de una menor inflación fue la productividad del trabajo, los bajos precios del petróleo y una mano de obra con bajos salarios.
El sistema especulativo indica suministro los fondos para el auge de la revolución tecnológica, que supuso mayor productividad del trabajo.

Hace referencia al I.Wallerstein, que indicaba en 1999 (Globalization of The Age of Transition-A Long- Term View of the trajectory of the World System ) que la crisis hegemónica de EEUU seria en 2.025. Decía que era debido a "la anarquía global" que empezó en 2.001. 

- Samin Amir, en 2001, en su libro -Mas allá del capitalismo senil. Por un siglo XXI no norteamericano- indicaba la decadencia del capitalismo al ver al capitalismos financiero y rentista parasitario los indicadores indiscutibles del envejecimiento del sistema. 

-Sandoval Ramirez, en 2002, en el libro -De la globalización al caos y a la crisis -, nos indica basándose en sus estudios de los ciclos largos de Kondatiev, considera que aun falta una gran catástrofe de la economía mundial en 2005 o 2006 y en la aplicación de una nueva energía motriz (hidrogeno-gas natural) para que aparezca un nuevo Kondratiev, sostiene que el neoliberalismo, el predominio de la esfera financiera especulativa y la globalización llevaran al caos y a la crisis del capitalismo mundial; un síntoma seria una próxima crisis de la deuda internacional y el estallido de la burbuja financiera. Prevéia que para el 2008 pudiera iniciarse un Kondrátiev ascendente mundial, después de una gran depresión, mayor que la de los años treinta. 

Una cuarta posición, de origen estadounidense y no marxista ni anticapitalista, mantiene una visión crítica de la hegemonía de Estados Unidos, del mercado, del neoliberalismo, del FMI, y ---proponen alternativas intermedias--- que mejoren el funcionamiento del sistema sin olvidar a los más desfavorecidos.

Soros en su libro- La crisis del capitalismo global. La sociedad abierta en peligro- 1999, advertía mientras sucedía la crisis asiática en 1997, que "la situación actual es poco sólida e insostenible. Los mercados financieros son intrínsecamente inestables y existen necesidades sociales que no pueden satisfacerse dando carta blanca a las fuerzas del mercado.Lamentablemente no se reconocen estos defectos"
Temía que los excesos de los mercados financieros por la "insuficiente" organización política y por el fundamentalismo-liberalismo el capitalismo global se desplome. Decía "el fundamentalismo del mercado es hoy en día una manezada mayor para la sociedad abierta que cualquier ideología totalitaria" debido a que este fundamentalismo hace peligrar inadvertidamente a la sociedad abierta al malinterpretar el funcionamiento de los mercados y encomendarles un papel demasiado importante"..."El fundamentalismo del mercado es el responsable de que el sistema capitalista careaca de solidez y sea insostenible"
Sin embargo aboga por "un equilibrio correcto entre la política y los mercados, entre la elaboración de las reglas y el acatamiento de las mismas"
En resumen fundamentalismos y falta de controles

   P.Krugman, en 1999, en su libro -De vuelta a la economía de la gran depresión-,  argumento que el problema ya no era estructural , ni de recursos, sino de comprensión "creo que los únicos obstáculos estructurales a la prosperidad del mundo son las doctrinas obsoletas que abarrotan las mentes de los hombres" para el se debe de poner énfasis en el problema de la demanda, decía que unas fallas en la demanda de la economía, un gasto privado insuficiente que no utiliza la capacidad productiva disponible se han convertido en una clara y patente restricción para la prosperidad de una buena parte del mundo"
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Hoy el BPI decía que se debía volver a la regla 3-6-3, créditos al 3 %, prestar al 6 % y a las 3 horas que se vayan los banqueros a jugar al golf (tal como hacían en los 50-60) El BPI indica que las tasas negativas de interés influyen con una mayor especulación, un mayor riesgo.

IV-Filosofia y Economia (Soler)

Diálogo de la economía con la filosofía

La economía ha estado impregnada por el pensamiento filosófico predominante en cada época. En sus inicios, la filosofía occidental originada en Grecia en los siglos VI y V a.n.e, se centró en el ser cósmico y la comprensión de los átomos y los cuatro elementos agua, tierra, aire y fuego. Con la consolidación de las ciudades griegas en el siglo IV a.n.e, el interés se desplazó con Sócrates del cosmos hacia los problemas humanos. Platón, en su Academia enfatizó que los números por ser universales y acorpóreos proporcionan un conocimiento más certero que los sentidos e ingenió el método hipotético deductivo que distingue análisis y síntesis. Aristóteles en el Liceo formuló la lógica que estudia las formas de razonamiento y realizó una primera clasificación de las ciencias, en matemáticas, física, biología, psicología, historia, economía y crematística, entre otras. La economía tendría la función de proveer y gestionar adecuadamente la riqueza natural y la crematística sería la acumulación de dinero y la opulencia, considerada como un capricho absolutamente vano.

De los siglos III a I a.n.e, la filosofía grecorromana continuó reflexionando en torno al hombre con especial énfasis en los problemas éticos o de filosofía moral. Destacando aquí de importancia para la economía moderna la escuela epicúrea, para quien el mayor bien es el placer y el mayor mal el dolor.

A partir del siglo I y con la extinción de las economías urbanas, surge la edad media con predominio de las actividades rurales, la disolución del antropocentrismo y el retorno a una cosmovisión con vínculos monoteístas. Fue la filosofía escolástica predominante durante quince siglos, la cual en el terreno económico, fundamentó el justo precio para prevenir la reventa, el acaparamiento y el monopolio privado y condenó el enriquecimiento mediante el cobro de intereses por el dinero prestado, especialmente con el Tomismo, que finalmente cedió ante el avance del mercantilismo al final del feudalismo.

En el renacimiento, con el resurgir de las ciudades y la aparición de nuevos instrumentos, comienza el cuestionamiento de las nociones del cosmos geocentrista con Copérnico y Galilei y la filosofía concentra nuevamente su atención sobre el hombre. En medio del conflicto teológico, se rechaza el mundo celeste de Aristóteles y resurge el espíritu de la razón promulgado por Sócrates, el método cuantitivista de Platón y la moral epicúrea de preferir el placer y huir al dolor.

También se acentuó el proceso en el que la moral se independizó de la política, siendo Maquiavelo el principal exponente de una forma de pensamiento en donde el fin justifica los medios, apoyando abiertamente la intriga y la violencia, que se movía en todas las cortes de Europa, en la lucha por el derrocamiento de la aristocracia y la rapiña por el dominio de otras regiones del planeta. En Inglaterra, el rey Fernando VII declaró en Asamblea realizada en 1534 la iglesia anglicana independiente del pontificado de Roma, iniciando así la ruptura política que sentaría las bases para nuevas ideologías.

A la par que se atacó el poder de la iglesia Romana, también se cuestionaron los principios morales del precio justo y el cobro indebido de intereses, imponiéndose la idea del lucro y la libertad de precios como algo natural y la crematística como la nueva forma de acuñar dinero y grandes fortunas, antaño cuestionada por las escuelas filosóficas, como algo opuesto a la naturaleza y a la economía.

En este contexto, se originó la escuela mercantilista que buscaba la acumulación de oro y plata mediante una balanza comercial favorable. Esta concepción desembocó en “la pugna furibunda por los mercados, la pugna despiadada por el comercio de uno y otro país, la lucha por aumentar el número de colonias y todo esto sumió a las potencias en guerras. En 1690 el arzobispo de Canterbury afirmó: “En todas las disputas y luchas sucedidas en los últimos años, he podido hallar que pese a las intenciones buenas y espirituales, su finalidad última y verdadera fue el oro, la grandeza y la gloria secular” [40]

En Francia, siguiendo la línea de Platón de desconfiar de los sentidos, se desarrolló la corriente racionalista con la publicación del discurso del método de Descartes en 1637, las obras de Spinoza en Holanda y la idea del progreso de Leibniz en Alemania. Leibniz postuló los conceptos de necesidad metafísica o absoluta que es por si misma, la necesidad lógica, matemática o geométrica que implica contradicción, la necesidad física o hipotética con una cadena de causa y efecto y la necesidad moral o teleológica, derivada de los fines establecidos. Y por su parte René Descartes planteó la metodología de la duda metódica, a partir de un punto cero, dividir el problema en sus partes y luego las sumarlas, la cual fué incorporada por las diversas ciencias, entre ellas las escuelas económicas. [41]

En Inglaterra Francis Bacon en 1620, originó la corriente empírista que se apartó de la teología Platónica y de la lógica Aristotélica, planteando una nueva filosofía a través del experimento y el razonamiento inductivo. En su opinión, la necesidad surge de la impresión de la naturaleza en la mente. La realidad imprimiría formas cuantitativas expresadas en razones y relaciones y formas cualitativas de color, olor, sonido, sabor, captadas por los sentidos. En 1686 Newton marcó el punto culminante de esta metodología con una de las teorías más poderosas que ha producido la ciencia, hasta el punto en que en la época se pensó que había llegado a descifrar las leyes últimas de Dios, probándolas a partir de los hechos.

En esta línea, surgieron en la época de la ilustración los empiristas ingleses, entre ellos David Hume, para quien las impresiones influyen en los sentidos y estos a su vez en las ideas de la conciencia, correspondiendo a los sentimientos y no la razón, decidir lo que se dice y hace, diferenciando el “ser” y el “deber ser”. Fue amigo de Smith y en el terreno económico criticó a los terratenientes y el mercantilismo que se oponían con medidas proteccionistas al libre equilibrio de la balanza de pagos.

En 1759 Adam Smith en su “Teoría de los sentimientos morales” analizando los determinantes de la conducta de los hombres afirmó que las acciones de aprobación o condena no obedecen a las leyes ni tampoco a la razón, sino a la conciencia moral que dicta lo que es bueno y distingue lo que es malo. Llegando a la conclusión de que la organización social es el resultado de acciones humanas independientes, de manera que en la economía, aunque las acciones individuales sean movidas por el interés propio, se llega al equilibrio del mercado gracias a una “mano invisible”. John Locke en 1760, ratificó a Petty y a Smith al afirmar que el trabajo es el de da a la tierra la mayor parte del valor y contribuyó a afianzar la idea del oro y la plata como parte sustancial de la riqueza frente los bienes permutables.

Simultáneamente va operando un proceso de división social y técnica del trabajo, donde los oficios agropecuarios y artesanales se van separando unos de otros, generando nuevos sectores económicos y al interior de las empresas se va organizando especializaciones por actividades. De igual forma, las ciencias clasificadas por Aristóteles, se van separando unas de otras, estimuladas por la metodología parcelaria de dividir el todo en las partes, surgiendo así nuevas ramas y disciplinas científicas.

En la segunda mitad del siglo XVIII el filósofo Immanuel Kant, fundador del idealismo alemán, recibe la influencia leibniziana, newtoniana y empirista, separando el conocimiento racional, de la moral y de la religión. Así se profundiza también la separación de la moral y la economía. De otra parte trató de conciliar el empirismo inductivo que lleva a proposiciones sintéticas y el racionalismo deductivo a priori que conduce a proposiciones analíticas, llegando a establecer el carácter absoluto y universal de las categorías a priori de espacio, fuerza, sustancia y tiempo, en las que también se fundamenta la economía.

Así, en esta etapa de la historia, la ciencia económica se nutre de dos vertientes antropocentristas: De una parte, la fisiocracia francesa, en donde el individuo es libre atendiendo a su razón, a partir de la cual proclama del ‘Laissez Faire’ (Dejad hacer, dejad pasar, el mundo va libre). De otra parte, en gran Bretaña la escuela clásica, donde no es la razón o la voluntad del individuo, sino la espontaneidad natural de una mano invisible la que dirige las fuerzas del mercado. Estas vertientes confluyen políticamente en el liberalismo caracterizado por la propiedad individual, la libre iniciativa, el ánimo de lucro, la libertad de precios, la libre competencia de los mercados y de las leyes económicas, supuestamente naturales.

Con las revoluciones modernas, al atacar la moral religiosa, se atacó también la ética que no concordara con esta forma de pensar, relegando a un plano secundario el sistema axiológico de los valores de la honestidad, la justicia, la solidaridad y la responsabilidad, que se erigían como obstáculos para la libre acumulación, otorgando así pasaporte a todas las formas de enriquecimiento individual. Se dio vía libre a los préstamos con intereses y se fueron consolidando los intermediarios que constituyeron el nuevo sector bancario el cual se fue apoderando inicialmente de los capitales locales, luego de Europa y posteriormente de otros países del mundo colonial. [42]

Durante este periodo de la “Ilustración” inglesa, se acentuó la incomunicación entre las ciencias llegando cada una a visiones reducidas a su campo de visión y acción, fraccionándose el cuerpo del conocimiento científico, en diversos organismos, tejidos y células, independientes entre sí.

En medio de la influencia filosófica hedonista y utilitarista encaminada a la consecución de bienes, se desarrollaron contracorrientes filosóficas de ética axiológica, orientadas a la realización de valores, planteando concepciones y vías alternativas. Tal es el caso del inglés John Ruskin quien en su obra “La economía política del arte” escrita en 1857 cuestionó el espíritu mercantil de la época y aportó interesantes teorías sobre la naturaleza, la sociedad y el arte. También los socialistas que cuestionaron la competencia individualista y plantearon otras vías como Fourier y Owen con las cooperativas agrícolas, Saint Simón que propugnaba por un Estado dirigido por hombres de ciencia y Marx y Engels, fundadores del comunismo quienes enjuiciaron desde una perspectiva materialista filosófica y sociológica el origen y evolución del sistema capitalista y sus implicaciones negativas sobre la mayoría de la población, retomando el postulado de que el fin justifica los medios, para derrocar el sistema.[43] De otra parte la corriente de Bakunin, que planteaba no solo sociedades sin clases, sino sociedades sin Estado.

En los años setenta del siglo diecinueve se desató una crisis económica generalizada como consecuencia de la evolución misma de la filosofía liberal que llevó a la concentración en monopolios y en contraposición la adopción de mecanismos proteccionistas y la intervención del Estado, cayendo en desuso los paradigmas fisiócratas y clásicos. Estos hechos y los ataques de los socialistas, originaron la escuela neoclásica, que tratan de superar las anomalías de la escuela clásica, las críticas políticas de la época y atendia a los deseos concientes o inconcientes de cero monopolios.

La escuela neoclásica se nutrió de la corriente filosófica positivista promulgada por su fundador el francés Auguste Comte en 1826, quien fundamenta el conocimiento en los hechos, fenómenos y sus relaciones a partir de la experiencia, rechaza del conocimiento a priori, la intuición y lo metafísico y renuncia a la explicación del qué, del por qué y del para qué de las cosas, interesándose únicamente en el cómo. Los neoclásicos también se fundamentaron en los ingleses James Mill y Bentham quienes en 1823 aplicaron el principio de la utilidad en la economía, según la filosofía epicúrea de la búsqueda de la máxima satisfacción y la minimización el dolor.

Siguiendo en esta línea de Bentham, el economista alemán Hermann Gossen postuló en 1854 las dos leyes de la saturación de las necesidades, la primera la ley de la prolongación, la cual plantea que cuando una necesidad se satisface de forma continua al llegar a cierto punto decrece hasta llegar a cero y la segunda ley de la repetición, la cual afirma que cuando una sensación agradable se repite, el grado de intensidad del placer y su duración disminuyen, tanto más rápido cuanto más se repiten. [44]

La escuela económica marginalista, retomó la primera ley de Gossen y también partió de las intuiciones a priori de Kant, considerando que los valores morales no entran en el núcleo de la teoría pura, la cual presenta una independencia entre el observador y lo observado, al igual que la matemática y la física clásica. Con estos fundamentos filosóficos, el paradigma neoclásico planteó el andamiaje conceptual de las leyes del intercambio sustentadas en la mecánica de la utilidad y el interés propio, a semejanza de las fuerzas virtuales que regulan el equilibrio de una palanca en la física.

Debe anotarse que Cournot, el padre de la economía matemática, había manifestado sus dudas sobre la posibilidad de expresar la función de la demanda en una fórmula algebraica, por cuanto en aquella influían no solo el precio, sino muchas causas como su naturaleza, la utilidad del bien, la satisfacción que procura, las costumbres de cada pueblo y la riqueza media entre otras. En carta dirigida a Walras le comentó con extraordinaria visión prospectiva: “Mucho me temo que tus curvas de utilidad te lleven solo a un puro laissez faire, es decir, en la economía interior a una tierra despojada de sus bosques y en la economía internacional a la subyugación de los pueblos corrientes por uno privilegiado, siguiendo la teoría de Darwin” [45]

A las controversias internas se sumaron en los albores del siglo XX, los cuestionamientos externos de la física cuántica y la geometría no euclidiana que desmintieron la validez de los conceptos y construcciones de las escuelas económicas, abriendo nuevos caminos a variadas interpretaciones. En 1912, el filósofo Bertrand Rusell describió esta situación en los siguientes términos: “Parecía antes que la experiencia ofrecia a la lógica solo una clase de espacio, y la lógica mostraba que esa clase de espacio era imposible. Ahora, la lógica presenta varias clases de espacios como posibles, independientemente de la experiencia, y la experiencia decide solo parcialmente sobre ellos. Así, mientras que nuestro conocimiento de lo que es, se ha hecho menor de lo que se había supuesto, nuestro conocimiento de lo que puede ser ha aumentado enormemente. En lugar de hallarnos encerrados entre estrechos muros, de los cuales podían ser explorados todos los rincones y todas las grietas, nos hallamos en un mundo abierto, de libres posibilidades, en el cual queda mucho desconocido porque hay mucho por conocer” [46]
En 1926 el campo de los posibles se amplió con el físico alemán Werner Heisemberg, quien al tratar de establecer la posición de una partícula veía que esta se desplazaba al iluminarla; observación que lo llevó a formular el famoso principio de la incertidumbre, el cual afirma que “si medimos de forma precisa la posición de una partícula, tanto más imprecisa es la medida de su movimiento y recíprocamente”. Dado que las perturbaciones del sistema no se pueden reducir a cero, no son despreciables y no existen certezas absolutas, sino solo probabilidades relativas, de manera que no es posible la previsión rigurosa de un fenómeno futuro a partir de un fenómeno actual. [47]. No hay un resultado único, sino una abanico de probables resultados.
En el congreso de física en Bruselas, Einstein, quien también contribuyó a la física cuántica, se opuso a este principio del azar, con su celebre frase “Dios no juega a los dados”. Este principio de la incertidumbre, que aún no ha sido plenamente comprendido y asimilado en la mayoría de las ciencias, asestó un duro golpe a las concepciones causales, lineales y determinísticas clásicas, entre las que se incluyen la física newtoniana, el darwinismo y el determinismo de Laplace. Y también cuestionó seriamente la filosofía y los métodos utilizados por las ciencias clásicas al establecer que no existe una separación artificiosa de objeto y sujeto, sino que son un todo único interrelacionado.

Heisemberg refiriéndose a Kant planteó que “su concepto central de ‘juicios sintéticos a priori’ ha sido completamente destruido por los descubrimientos de nuestro siglo. La teoría de la relatividad ha cambiado nuestra visión del espacio y el tiempo, ha revelado, de hecho, características enteramente nuevas de las que nada contenían las formas a priori de intuición pura de Kant. La ley de causalidad no se aplica ya en la mecánica cuántica y la ley de conservación de la materia no es ya verdad para las partículas elementales”. [48]

Al no existir una separación entre objeto y observador, la objetividad del científico desaparece y por ende la pretendida neutralidad de la ciencia ‘exenta’ de juicios de valor, quedando así cuestionados los núcleos de todas las ciencias, incluyendo los paradigmas económicos tradicionales.

De igual forma Heisemberg planteó que todas las decisiones comportan un elemento de irracionalidad ante la carencia de datos, por lo que estaremos obligados a actuar con información insuficiente. De manera que los a priori neoclásicos de completa información y decisiones racionales de los consumidores pierden su estatuto de objetividad.

Durante varios siglos la ciencia significó conocimiento que se ponía a prueba por el poder del razonamiento o por la evidencia de los sentidos. En la era contemporánea se dio un giro en que los intelectualistas clásicos fueron derrotados por la geometría no euclidiana y por la física no newtoniana y los empiristas también por la imposibilidad lógica de establecer una base empírica, dado que los hechos no pueden probar proposiciones, a lo que se agrega la dificultad de una lógica inductiva infalible. En opinión del filósofo Imres Lakatos, “Los filósofos tardaron en reconocer esto por razones obvias. Los justificacionistas clásicos temían que una vez aceptado que la ciencia teórica no puede ser probada, también tendrían que concluir que constituye sofismas e ilusiones; un fraude deshonesto” [49] Frente a esta encrucijada surgió el probabilismo o neojustificacionismo.

J.M. Keynes publicó “Un tratado sobre la probabilidad”, creando con los filósofos de Cambridge Johnson y Broad la lógica inductiva probabilística que postuló, de acuerdo al axioma del cálculo de probabilidades, que es posible asignar a cualquier par de proposiciones un grado de confirmación que caracteriza el respaldo empírico que la segunda proposición confiere a la primera. Sobre esta base construyó una teoría, que entrelaza lo real a lo posible, mediante la definición de una función de distribución que permite calcular funciones de confirmación.[50] La probabilidad de una teoría, supuesta cierta evidencia, solo puede depender de la teoría y de la evidencia y no del hecho de que la evidencia se obtuviera antes o después de la teoría. Las teorías, ya no tendrían solo dos opciones de probada o rechazada, sino varios grados de probabilidad diferente con relación a la evidencia empírica disponible.

De otra parte, en el ámbito económico Keynes lejos de romper con la concepción crematística, en materia de ética y la estética reiteró que “por lo menos durante los próximos cien años, debemos simular ante nosotros mismos y ante cada uno, que lo bello es sucio y lo sucio es bello, porque lo sucio es útil y lo bello no lo es. La avaricia, la usura y la precaución deben ser nuestros dioses por un tiempo más todavía. Porque solo ellos pueden guiarnos fuera del túnel de la necesidad económica a la claridad del día” [51]

De esta forma la civilización occidental es conducida indicando que solo hay un camino a través del estrecho túnel de la codicia, cerrando el acceso a otras formas de desarrollo económico que incluyeran un sistema de valores éticos y estéticos. El psicólogo suizo Carl Jung, fue uno de los primeros científicos en develar, en el mismo periodo, como este proceso se fue internalizando alquímicamente en el inconsciente colectivo mediante símbolos y mitos, expresión de las experiencias humanas colectivas. El exceso de racionalización y los mitos modernos, fueron desencadenado neurosis en el interior más profundo de las personas, por la separación de las tres esferas de la conciencia, el inconsciente individual y el inconsciente colectivo, impidiendo la plena realización personal.
Esta neurosis colectiva es agravada por el proceso reduccionista de la concepción de las necesidades. Si bien es cierto, en ese periodo, el filósofo Nicolai Hartmann, distinguió, en sentido ontológico, cuatro categorías: la necesidad lógica, que tiene la forma del «si-entonces», la necesidad esencial que se refiere al dominio del ser ideal, la necesidad cognoscitiva, que depende de la lógica y en cuarto lugar la necesidad real, identificada con la física causal. En el caso de la teoría económica ortodoxa, el espacio de las necesidades se fue reduciendo únicamente a lo real, asociandolas con los objetos de alimentos, vivienda, vestuario u otros.

Ls otras necesidades fueron marginadas restringiendo la actuación de la ciencia económica convencional y sus puentes en el campo epistemológico. Así por ejemplo el filósofo austriaco Karl Popper en 1934, demostró que una teoría puede ser científica si no cuenta con una evidencia favorable o puede ser pseudocientífica aunque toda la evidencia científica sea favorable. De manera que el carácter científico de una teoría no depende de los hechos y, en condiciones generales, todas las teorías tienen probabilidad matemática igual a cero, sea cual sea la evidencia.[52] , con lo cual debatió la lógica inductiva probabilistica de Keynes, tema que poco se ha tratado.

Para Popper la ciencia es ‘revolución permanente’ y la crítica o falsación es el criterio de demarcación de la actividad científica. El cambio científico es racional y pertenece al dominio de la lógica de la investigación.. Se debe ser implacable en la eliminación de errores y audaz en las conjeturas. La honestidad intelectual no consiste en probar la posición propia, sino en establecer las condiciones en que se está dispuesto a abandonar el compromiso con la propia posición.

Estos planteamientos se deben en parte al desarrollo de la física contemporánea y particular de la teoría de la relatividad, que contribuyó al desarrollo del pensamiento filósofico y también a una nueva concepción del universo en la cultura postmoderna. “Las derivaciones de esta nueva concepción fueron interpretadas por Ortega y Gassett en 1947, de una forma muy precisa, al considerar que la relatividad proponía una justificación de la ‘multiplicidad armónica de todos los puntos de vista’, así como el respeto de las culturas no europeas en tanto que ‘estilos de enfrentamiento con el cosmos equivalentes al nuestro’” [53] Se reivindican así los caminos de un mundo multipolar, en donde toda la diversidad de formas culturales y económicas tienen igual derecho a existir, sin que por ello se le condene por atrasadas, retrógradas o ‘resistentes al cambio’.

En 1960, el filósofo norteamericano Tomas Khun, se identificó con Popper en que la ciencia no crece mediante la acumulación de verdades eternas, pero se distanció al plantear que la transición de la crítica a un logro, señala el progreso de la ciencia y el compromiso con una comunidad científica. En palabras de Kuhn el término paradigma, creado por él, debe entenderse en dos sentidos distintos, uno sociológico y otro filosófico: “Por una parte, significa toda la constelación de creencias, valores, tecnicas, etc que comparte una comunidad dada. Por otra parte, contempla una especie de elemento de tal constelación, las concretas soluciones de problemas, que empleadas como modelos o ejemplos, pueden reemplazar reglas explícitas como base de la solución de los restantes problemas de la ciencia normal”. [54] El cambio científico de un paradigma a otro no estaría gobernado por reglas racionales y entraría en el campo de la sicología social de la investigación.

Para el filósofo Imre Lakatos, el conflicto entre Popper y Kuhn no solo se refiere a un tema epistemológico de orden técnico, sino que afecta nuestros valores intelectuales y tiene implicaciones no solo en la física, sino también en las ciencias sociales e incluso en la filosofía moral y en la política[55] . En su opinión, lo que sucede es que los programas de investigación progresivos sustituyen a los regresivos. Para Lakatos “La unidad descriptiva típica de los grandes logros científicos no es una hipótesis aislada sino más bien un programa de investigación. La ciencia no es solo ensayos y errores, una serie de conjeturas y refutaciones.” Las conjeturas o leyes constituyen el ‘núcleo firme’ del programa, el cual está protegido contra las refutaciones por un gran ‘cinturón protector’ de hipótesis auxiliares y tiene también una heurística que es una poderosa máquina para la solución de problemas, que con ayuda de técnicas sofisticadas asimila las anomalías e incluso las convierte en evidencia positiva. [56]

A la luz de estos planteamientos, vemos que las ciencias económicas desarrollaron los programas de investigación fisiocrático, clásico, neoclásico y keynesiano, con un núcleo firme fundamentado en categorías similares de producción, riqueza, escasez, utilidad, de donde se derivaron la oferta, demanda y demas conceptos utilizados en la economía, bajo una supuesta objetividad, al existir una independencia del observador respecto al objeto observado.

Con relación a este aspecto del sujeto y objeto, el epistemólogo T. Kuhn analizando los procesos neurales que ocurren entre la recepción de un estímulo y la conciencia de una sensación, planteó que pueden ocurrir tres situaciones heterogéneas: Una, diferentes estímulos pueden producir una misma sensación; dos, a la inversa, un mismo estimulo puede producir distintas sensaciones. Y tres, el camino del estímulo a la sensación está condicionado por la educación. De manera que dos grupos científicos cuyos miembros tienen sensaciones distintas, al recibir los mismos estímulos, en cierto sentido viven en mundos diferentes. Verbigracia economistas y físicos. Para que un grupo vea lo mismo, debe haber compartido educación, idioma, experiencia y cultura, aunque también puede ocurrir que un grupo conciba una visión similar, independientemente de la aplicación de normas y reglas. Por ejemplo la percepción de una crisis económica. De manera que nuestro aparato neural no está programado de la misma manera en la interpretación como en la percepción. [57] “La interpretación empieza, donde la percepción termina. La percepción deja que la interpretación complete”

En el marco de los cuestionamientos epistemológicos a la ciencia tradicional y al burocratismo e intervencionismo estatal, que no atendía adecuadamente las demandas ciudadanas, en los años setenta tomó fuerza la escuela económica neoliberal. Friedman expuso su teoría dividiendo la economía en dos, una la ‘economía positiva’ que se ocupa del ser, con un cuerpo de hipótesis y métodos de razonamiento y otra la ‘economía normativa’ que se ocupa del deber ser, con un sistema de reglas para conseguir un fin. Basándose en los problemas que existen entre el observador y el objeto observado, la medición y los fenómenos que son medidos y el teorema de Gödel, argumenta que en la economía positiva no es pertinente preguntarse por el realismo de los supuestos, pues ellos son aproximaciones a la realidad.[58] Entonces la pregunta solo puede contestarse si la teoría permite predicciones suficientemente exactas. De manera que pueden existir desacuerdos en las bases, pero ello no necesariamente implica que ocurra lo mismo en la economía normativa.

La aparente innovación de Friedman, no superó en dos siglos a Smith, que separó la conciencia moral como algo independiente del mercado y de Walras que también escindió la economía pura exenta de valores morales, de la producción guiada por el interés de las personas. La ética y la metafísica continuaron ignoradas por el positivismo en las ciencias, siendo suplantadas por la magia de la mano invisible del mercado, mano que más bien pareciera un pié. [59]

Estaríamos en presencia de una economía que tiene una parte racional independiente de juicios de valor y otra sometida a los prejuicios y pasiones, las cuales son independientes entre sí. El núcleo teórico supuestamente no estaría influenciado por el egoísmo, la codicia y la avaricia promulgados por Smith y Keynes. Algo así como una economía con un cerebro en donde el hemisferio derecho racional no estaría interconectado con el hemisferio izquierdo emocional.

El fundamento de Friedman contradice las sólidas argumentaciones sustentadas por los epistemólogos modernos Kuhn, Lakatos, Popper y Feyerabend, quienes al contrario sostienen que los núcleos de todas las teorías científicas, al igual que los icebergs, “se mantienen sobre una parte enorme de ideología sumergida” [60] La moderna filosofía de la ciencia ha develado que no existen hechos objetivos y además de las ideas, las pasiones, las intuiciones y la imaginación conducen a la humanidad. La ciencia ya no es inocente, ha perdido su castidad. Alfed Nobel padeció con tristeza las consecuencias de su invención, la dinamita, pero tal vez el hecho que más contribuyó a desmitificar la neutralidad de las ciencias y su ligazón a las exigencias de los gobiernos poderosos, fue el terrible impacto de la bomba atómica. Ante esta abominación, Einstein, luchó enérgicamente contra la carrera armamentista y a favor del uso de la ciencia al servicio de toda la humanidad y no de intereses particulares. “La energía atómica desencadenada – afirmó- lo ha cambiado todo, menos nuestro modo de pensar... la solución a este problema está en el corazón de los hombres” [61]

¿Cual ha sido el Leitbild o la imagen que ha guiado al mundo occidental moderno, a las ciencias y en particular a la economía ? En opinión de F Schumacher “Todos los temas, no importa lo especializados que sean, están conectados con un centro, son como rayos emanando del sol. El centro está constituido por nuestras convicciones más básicas, por esas ideas que realmente nos empujan hacia delante. En otras palabras, el centro consiste en la ética y la metafísica, en ideas que (nos guste o no) trascienden el mundo de los hechos y no pueden ser probadas o rechazadas por un método científico ordinario” [62]

Teniendo presente que el factor fundamental de todo desarrollo económico proviene de la mente de las personas, una labor de auto análisis de la ciencia, nos ha develado cuales han sido los prejuicios aparentemente universales que obran maquinalmente en el inconsciente colectivo.

Creo haber evidenciado que en la era moderna se fueron imponiendo como algo normal en la sociedad una serie de presunciones transmitidas de generación en generación, que definen la forma como pensamos y como nos comportamos: El antropocentrismo al considerar que el hombre está en la escala superior siendo el rey de la naturaleza. El evolucionismo, ligado al anterior, que además de considerar la superioridad del hombre, le concede licencia a unos para matar las otras especies y en la libre competencia, sujetar y explotar al hombre mismo.

Tampoco ha escapado a nuestra percepción el mecanicismo, que asume el sistema económico monetario, al igual que la naturaleza y el universo, como una gran máquina a la cual la humanidad debe sujetarse y sincronizar sus propios relojes. Intuimos el determinismo que complementa la anterior idea, al plantear que el mundo y el mercado están regido por unas leyes unidireccionales e invariables, a las cuales debe someterse las personas en aras del progreso y el desarrollo económico. Simultáneamente hemos vislumbrado que al profundizarse la división social del trabajo, se configuró una visión reduccionista de la ciencia, el mundo y del conocimiento científico en diversas especializaciones, vendiéndonos estas concepciones como si fueran la única verdad universal, en aras de un supuesto racionalismo que imponía la razón sobre los sentimientos y pasiones.

Todos los anteriores ismos fundamentaron una concepción crematística, según la cual el egoísmo en la búsqueda de la ganancia individual, daría lugar supuestamente a una ganancia y bienestar general. De aquí a las prácticas fraudulentas y la corrupción es posible que haya un solo paso. El filósofo norteamericano Bertand Rusell al respecto planteó: “El egoísmo, en la especulación filosófica, como en todas partes, considera el mundo como un medio para sus propios fines, así cuida menos del mundo que del Yo, y el Yo pone límites a la grandeza de sus propios bienes.” [63]

La concepción egoísta y crematística ha calado tan profundo, que ha envuelto también a los dirigentes de economías socialistas burocratizadas y, en los países del tercer mundo, a los líderes opositores que manifiestan ser los más radicales, pero en la práctica se apropian por diversos medios de tierras, bienes y dinero, desplazando a los que dicen defender y pareciéndose cada día más a los que pretenden atacar.

Durante cuatro siglos, al parecer se nos ha vendido con una etiqueta de economía un producto cuyo contenido en gran parte no corresponde, por tratarse de ingredientes de crematística, para satisfacer ganancias y fortunas particulares. La falsa ecuación que se ha impuesto en el mundo contemporáneo es: Economía = Ganancia. Si los postulados económicos construidos por mercantilistas, clásicos, neoclásicos, keynesianos y monetaristas son movidos en gran medida por el motor de la codicia, es posible que estemos denominando equivocadamente economía a algo que no lo es. Intelectuales con diversos enfoques, al no comprender lo que ha ocurrido, han llegado a asumir que la economía en ‘general’ es nociva para la cultura , las artes y el desarrollo humanístico.

¿ Cuáles han sido las consecuencias de los mitos instaurados por la modernidad?

Los resultados han sido la transformación de un gran volumen de recursos en bienes agrícolas e industriales y la expansión de servicios a niveles insospechados. A finales del siglo XX irrumpieron grandes cambios tecnológicos que han deslumbrado, como son la informática en los años ochenta y las telecomunicaciones en los años noventa, los cuales fueron posibles por el avance de las ciencias y en particular de la física cuántica.

Simultáneamente, se ha forjado un modelo concentrador de fortunas, ciencia y tecnología en pocos monopolios, mediante la apropiación por diversas vías de riquezas naturales y saberes de los países de la periferia. A la par se ha generado la uniformización de las economías del mundo y varios procesos vandálicos de degradación social, desarraigo de culturas y contaminación de los recursos ambientales en amplias zonas del planeta.. [64]

En el preludio del siglo XXI las Naciones Unidas revelan que 1.200 millones de seres humanos están sometidos a las condiciones deshumanizadoras de la pobreza extrema, cien millones de habitantes viven en tugurios, en donde campea la mortalidad materna e infantil. Ciento trece millones de niños no van a la escuela y dos tercios de los analfabetos del mundo son mujeres y el 80% de los desplazados y refugiados son mujeres y niños.

En materia ambiental, se ha diluido el disfrute de ciudades libres de ruidos, congestión vehicular y polución del aire. Al analizar los costos del desarrollo, el economista inglés E. J. Mishan constataba en 1969 que “Otros rasgos desagradables, la mayoría de los cuales son el resultado de la amplia visión de la empresa privada o de la miopía de las autoridades municipales son: la plaga del desarrollo de posguerra, la erosión del campo, la polución de la atmósfera y de los ríos mediante los desperdicios químicos, la acumulación de petróleo en las aguas de nuestras costas, el envenenamiento de nuestras playas por las aguas residuales, la destrucción de la vida silvestre por el uso indiscriminado de insecticidas, el cambio del sistema de cría de animales en el campo, el sistema de granjas industriales, y lo que resulta evidente para todo quien tenga ojos para ver, la irreflexiva destrucción de una rica herencia de bellezas naturales, una herencia que no podrá restaurarse en vida de nuestra generación” [65] El rey Midas son su mano crematística está acabado todo lo útil que nos rodea. La producción se transfigura en destrucción.

Luis Eduardo Mora, Presidente de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales plantea que “Es fundamental abandonar la tendencia a imponer únicamente el criterio de lucro para determinar cuando la extinción de un recurso es económicamente racional. Si tal racionalidad se fundamenta en puntos de vista exclusivos de la ética utilitaria, esta visión puede, a la postre, conducir al agotamiento y aún a la extinción de un recurso de gran potencialidad económica por el afán de obtener mayores ganancias en el plazo más corto posible. ” [66]

En la medida en que se extienden los sistemas mecanizados, van apropiándose del tiempo de las personas, que podrían dedicar a las relaciones familiares, sociales o la recreación, el desarrollo de la cultura y el disfrute de las siete artes. Las formas de consumo masivo han entrado en contradicción con la finalidad de satisfacer necesidades humanas, al encubrir con vallas y mensajes propagandísticos las carencias de los bienes y servicios ofrecidos. Al publicitar en los medios masivos de información productos que no se pueden comprar o que una vez adquiridos no cumplen con las expectativas planteadas, surge la desilusión, la angustia y la ansiedad. El Ser deja de ser importante y el ‘tener’ se convierte en un objetivo en sí mismo. Así, los bienes se convierten en males. En la sociedad mediática la persona no vale tanto por lo que es, sino por el logo o la marca que lleva puesta, convirtiéndose en valla móvil que propagandea gratuitamente los productos.

Esta forma de crecimiento ha producido en el mundo moderno un encuentro con la nada y la desesperación evidenciado en la filosofía existencialista y en la literatura subterranea, que expresan el stress, la neurosis colectiva, la drogadicción y la soledad en medio de la multitud. Es la carga de veneno heredada entre generaciones. En medio de este panorama sombrío, varias mentes y voces en el mundo están demostrando que existen diversos caminos para salir de este túnel sombrío.

E.F Schumacher plantea que “Nosotros estamos confundidos en lo que respecta a la naturaleza de nuestras convicciones. Las grandes ideas del siglo XIX pueden llenar nuestras mentes de una u otra manera, pero nuestros corazones no creen en ellas de todas formas. La mente y el corazón están en guerra el uno con el otro, y, no como se asegura, comúnmente, la razón y la fe. Nuestra mente se ha visto obnubilada por una fe extraordinaria, ciega e irrazonable en una serie de ideas fantásticas y destructoras de la vida, heredadas del siglo XIX. La tarea más importante de nuestra razón es recobrar una fe más veraz que esa” [67].

El economista chileno Manfred Max Neef, seguidor de Schumacher, estudiando la crisis originada por el fracaso de los modelos desarrollistas propone un esfuerzo por integrar líneas de reflexión, de investigación y de acción, como un aporte sustancial para la construcción de un nuevo paradigma, basado en la gente como sujeto y no como objeto del desarrollo. Max-Neef define la necesidad no solo como carencia, sino también como potencialidad y construye una matriz básica con diez necesidades básicas conectadas axiológicamente con cuatro categorías de satisfacción de necesidades. Las diez necesidades fundamentales son: subsistencia, protección, afecto, entendimiento, participación, ocio, creación, identidad, libertad y trascendencia y las cuatro categorías correspondientes al nivel de las satisfacciones son: ser, tener, hacer e interacción.[68] Los satisfactores son las formas para realizar las necesidades y los clasifica en singulares, sinérgicos, inhibidores, violadores y seudosatisfactores.

En resumen, tenemos que las ciencias y con ellas la economía no están exentas de presupuestos metafísicos y del contexto histórico y cultural en que se desenvuelven. La filosofía surge en la antigüedad politeísta alrededor de reflexiones sobre el orden y el caos del cosmos y la naturaleza. A partir del siglo V a.n.e, se consolidan las ciudades y la filosofía se concentra en los problemas ontológicos del hombre, los conocimientos a través de la epistemología y las normas de comportamiento en la ética. Después del año I de n.e, las antiguas polis se extinguen y la filosofía nuevamente se expande hacia la “gran cadena del ser”, con una concepción monoteísta en la que se condena el afán de lucro individual.

Con el renacimiento y la aparición de Burgos, se presenta una nueva contracción de la filosofía alrededor de los temas el individuo, con especial énfasis en la epistemología, la psicología y la moral. Desde el punto de vista epistemológico, se desarrollaron dos grandes corrientes, las pasivas, lideradas por el empirismo, que consideran que el conocimiento es el estampado de la naturaleza en una mente rasa, y las corrientes activas, con el racionalismo a la cabeza, que leen el libro de la naturaleza con la actividad mental. Se da un proceso de coagulación en donde se separan la religión de la política, la moral de la política, el conocimiento racional de la moral y la economía de la moral. Con la revolución industrial y la revolución francesa, se extendió la división social del trabajo y de las ciencias y la idea del liberalismo económico que promueve la libertad individual, da vía libre a la codicia y la libertad de los mercados. Las especializaciones de las ciencias afianzaron las concepciones antropocentristas, evolucionistas, mecanicistas, deterministas y reduccionistas, vendiéndose como si fueran verdades universales.

Los efectos de estas concepciones han generado degradación social, económica, ambiental y cultural a escala planetaria. A finales del siglo veinte, se están cuestionando y abandonando estas ideas, a la par que las megápolis han dejado de crecer y se acentúan los procesos de descentralización. En esta nueva era, se están abriendo varios caminos para la expansión de la filosofía hacia la naturaleza y la cosmología, con una visión organicista, multilineal y compleja, en donde las ciencias y entre ellas la economía deberán adecuarse al marco de nuevas relaciones de cooperación, para la consecución de un desarrollo humano y ambiental sostenible.

Bertrand Rusell analizando los problemas filosóficos concluye: “Para resumir nuestro análisis sobre el valor de la filosofía, la filosofía no debe ser estudiada por las respuestas concretas a los problemas que plantée, puesto que por lo general ninguna respuesta precisa puede ser conocida como verdadera; sino más bien por el valor de los problemas mismos, porque estos problemas amplian nuestra concepción de lo posible, enriquecen nuestra imaginación intelectual y disminuyen la seguridad dogmática que cierra el espíritu a la investigación; pero ante todo, por la grandeza del universo que la filosofía contempla, el espíritu se hace a su vez más grande y llega a ser capaz de la unión con el universo que constituye su supremo bien” [69]

En la era de la razón destaco aquella frase que dice que “hay cosas del corazón que la razón jamás podrá entender”, máxima que no fue escrita por una autora de novelas de amor, sino por René Descartes el padre del racionalismo moderno. Las decisiones de cooperar y ayudarnos mutuamente dependen sobretodo de los sentimientos humanos.
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Notas al capitulo 1:
[1] Tambien figuran Luis Ortiz, Gonzalez de Cellorigo, Martin de Azpilcueta, Narcis Felliu de la Penya y Jerómino de Uztáriz
[2] http://www.sosphilo.com/oeuvres_commentees/dossiers/dossier05/fiche.html
[3] Huberman Leo “Los bienes terrenales del hombre” (1936), Ed. Panamericana 1995, páginas 158 ss.
[4] Ver: http://scienceworld.wolfram.com/physics/NewtonsLaws.html
[5] SMITH Adam, “ The Theory of the Moral Sentiments” en http://www.adamsmith.org/smith/tms-intro.htm y “ An Inquiry into the Nature And Causes of the Wealth of Nations” 1776 en http://www.adamsmith.org/smith/won-index.htm
[6] Say J.B, “Traité d’économie politique”, 1803 vol I pag 58 Ver: http://www.eumed.net/cursecon/economistas/textos/say-manual_econom.htm http://visualiseur.bnf.fr/Visualiseur?Destination=Gallica&O=NUMM-89642
[7] Jevons W Stanley “The theory of political economy” prólogo a la primera edición, p. VII Ver: http://socserv2.socsci.mcmaster.ca/~econ/ugcm/3ll3/jevons/mathem.txt
[8] Walras Leon: Ver http://www.ish-lyon.cnrs.fr/labo/walras/Ouvrages/oeuvreswalras/oeuvres.htm
[9] ttp://www.uqac.uquebec.ca/zone30/Classiques_des_sciences_sociales/classiques/walras_auguste/memoire _origine_valeur/memoire_origine_valeur.html
[10] Ver http://scienceworld.wolfram.com/biography/CarnotSadi.html
[11] Cournot A-Augustin “Revue sommaire de la théorie des richesses” Ver http://cepa.newschool.edu/het/profiles/cournot.htm
[12] Jevons Stanley “The coal question”, 1865 y “The solar period and the price of corn”, London: Macmillan and Co. Ver http://www.econlib.org/library/YPDBooks/Jevons/jvnCQ.html [13] La primera ley de la termodinámica fue establecida por Julius al considerar el calor como una forma de energía. La tercera ley de la termodinámica enunciada por Nernts en 1889, plantea que la entropía de todas las sustancias en el cero absoluto puede considerarse que es cero.
[14] Clausius Rudolf “Sobre las reservas de energía de la naturaleza y su valoración para el uso de la humanidad” P. Ver: http://www.physicsdaily.com/physics/Second_law_of_thermodynamics
[15] A manera de líneas discontinuas, por ejemplo cuando observamos la recarga de los celulares [16] Hawking Stephen W . Historia del tiempo. Editorial Crítica. Bogotá 1989. página 44
[17] Keynes J. M., “Memorials of Alfred Marshall”, 1925 , p. 42.
[18] Naredo Jose Manuel “La economía en evolución” Siglo Veintiuno Editores, Madrid 1987, pagina 37
[19] Keynes J M. “Teoría general de la ocupación el interés y el dinero” FCE, 1973, pag. 48-52 [20] Esta corriente ya venia con la escuela de Salamanca y los monetariastas “tempranos” Bodin, Locke, Thornton, Newcomb, Fisher, Laughlin, Simons, Angell, Rueff y Currie y luego por la Escuela de Chicago encabezada por Friedman, Schwartz, Cagan, Phelps, Brunner, Meltzer, Laidler, Johnson y Lucas
[21] Friedman Milton “La metodología de la economía positiva” P 3 http://members.shaw.ca/compilerpress1/Anno%20Friedman%20Positive.htm
[22] Prigogine Ilya e Isabelle Stengers, “Orden out of Chaos”, 1984.
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Notas a los capitulos 2,3 y 4

[1] En un cuaderno personal que desapareció después del siglo XVI, su propósito era el de encontrar un método similar al que había desarrollado los Babilonios para resolver las ecuaciones cuadráticas. Ver:
http://www-groups.dcs.st-and.ac.uk/~history/Mathematicians/Ferro.html

[2] Ver Petty W. http://socserv2.socsci.mcmaster.ca/~econ/ugcm/3ll3/petty/poliarith.html
[3] Cournot Antoine-Agustin “Traité de l’enchainement des idées fondamentales dans les sciences ” Ver http://cepa.newschool.edu/het/profiles/cournot.htm
[4] Gauss Friedrich http://www.mat.usach.cl/histmat/html/gaus.html
[5] Riemann Bernhard. Ver: http://www.maths.tcd.ie/pub/HistMath/People/Riemann/Geom/
[6] Ver: Weierstrass Karl, Ver http://www.wias-berlin.de/about/weierstrass
[7] Peano“Sur une courbe qui remplit toute une aire plane” en Briggs J y Peat F.D “Espejo y Reflejo” Ed. Gedisa, Barcelona 1990, p. 92
[8] Poincaré Henry “Ciencia e hipótesis” 1902 Ver: http://www.lehigh.edu/~dmd1/poincare.html
[9] Poincaré Henry, Ver: http://laberintos.itam.mx/despliega.php?idart=197
[10] Marshall “Principles of economics ”, Mencionado por Naredo J.M., op cit, pag. 199.
[11] Foucault Michel, “Las palabras y la cosas” Ed siglo XXI, México, pag. 165
[12] Georgescu-Roegen “The entropy law” p 235 http://cepa.newschool.edu/het/profiles/georgescu.htm
[13] Ver: http://www.geologia.uson.mx/academicos/olivia/carbonatadas/introduccion.htm
[14] Keynes J.M. “Teoría general de la ocupación el interes y el dinero” FCE, p 29.
[15] Ibid, pag. 52
[16] Cantor George. Ver:http://www.itcr.ac.cr/revistamate/HistoriaMatematica/
ArticulosNumAnteriores/pag2bhilbert.htm
[17] Hilbert David “Grundlagen der geometrie” 1899. Ver: http://www-groups.dcs.st-and.ac.uk/~history/Mathematicians/Hilbert.html
[18] Ver una descripción detallada en Soler Y. : http://coyunturayciclos.blogspot.com

[19] Samuelson Paul “Economics and history of ideas” http://cepa.newschool.edu/het/profiles/samuelson.htm
[20] Friedman M, Ibid.
[21] Schumacher E.F “Lo pequeño es hermoso” Ed. Orbis. 1973, pag. 50
[22] Briggs et al, Ibid, p. 83
[23] Hawking Stephen W . Historia del tiempo. Editorial Crítica. Bogotá 1989. p 78
[24] Thom René, “La biologie aristotélicienne et la théorie des catastrophes”
[25] Ver: http://mathworld.wolfram.com/LyapunovCharacteristicExponent.htlm
[26] Briggs Op. Cit, p. 90,
[27] Aristóteles “La política” Pag. 27
[28] Quesnay Francois “ “Tableau économique” 1758, http://www.econlib.org/library/Enc/bios/Quesnay.html
[29] Constant Benjamin, Citado por Naredo, op cit, P. 122
[30] Darwin Charles, El origen de las especies, Ver: http://www.aboutdarwin.com/index.html Fue Herbert Spencer, no Darwin, quien popularizó el término ‘evolución’ en el siglo XIX.

[31] Humbolt A, “Cosmos” Ver: http://www.avh.de/en/index.htm

[32] Podolinski Sergei “El trabajo humano y la unidad de la energía”
Ver http://www.aleph99.org/chee/ks/t2a3.html
[33] Ver Autobiografía en: http://nobelprize.org/medicine/laureates/1973/lorenz-autobio.html
[34] Margulis L, Ver http://www.biologydaily.com/biology/Endosymbiotic_theory
[35] Augros y Stanciu, Ver: http://66.201.42.16/viewitem.php3?id=81&catid=80&kbid=ionsikc
[36] http://www.uh.edu/engines/epi720.htm
[37] Jantsh Erich, “The self-organizing universe”, 1980
[38] Meadows D, “Los límites del crecimiento” Informe del Club de Roma Ed. FCE, 1982, pag. 11.
[39] Guhl Ernesto “Ciencia, tecnología y sostenibilidad” En revista Innovación y ciancia. Vol XI, No 3, 2004
[40] Huberman Leo, Op. Cit, pagina 158.
[41] http://www.maths.tcd.ie/pub/HistMath/People/RBallHist.html
[42] Eduardo Galeano escribe que en 1864 Paraguay, el país más progresista de América, construía su futuro sin inversiones extranjeras, sin empréstitos de la banca inglesa y sin las bendiciones del comercio libre. La balanza comercial era favorable. No tenía analfabetas, hambrientos, mendigos, ni ladrones. La guerra de la triple alianza acabó con todo y los vencedores quedaron en manos de los banqueros ingleses que financiaron la guerra. “Las venas abiertas de América Latina ”, Pag. 308-337.
[43] Mientras Darwin fue enterrado al lado de Newton, a Engels le negaron enterrar a su amigo al lado de Darwin
[44] Gossen Herman, “Exposición de las leyes del intercambio” 1854
[45] Citado por Spiegel en la “Historia del pensamiento económico” Ver: http://www.uas.mx/departamentos/publicaciones/TEXTOS/pensamiento.htm
[46] Rusell Bertrand, “Los problemas de la filosofía” , Ed. Labor , Barcelona 1970, pág.134
[47] Heisemberg W. Ver: http://soko.com.ar/Fisica/cuantica/Fisica_cuantica.htm
[48] Heisemberg W , “Física y filosofía” http://soko.com.ar/Fisica/cuantica/Fisica_cuantica.htm
[49] Lakatos Imre, “La metodología de los programas de investigación” , Alizanza , 1978, pag 21
[50] Keynes J.M: “A treatise on probability” Cambridge University, 1921, pag. 305
[51] Keynes J.M, citado por Schumacher “Lo pequeño es hermoso” Edic. Orbis, Barcelona 1983, p. 24 y 103
[52] Popper K. “Logik der Forschung ”, 1934 – “Lógica de los descubrimientos científicos”, 1959
[53] Einstein A, Op. Cit. p VII
[54] Kuhn Thomas “La estructura de las revoluciones científicas” (1962) FCE, 1986, pag.269.
[55] Sostiene que la historia de la ciencia los refuta, pues tanto los experimentos cruciales popperianos como las revoluciones Kuhnianas son mitos.
[56] Lakatos Imre, “La metodología de los programas de investigación”, Alianza, Madrid, 1978, pag.65-123
[57] Kuhn Thomas “La estructura de las revoluciones científicas” (1962) FCE, 1986, pag. 298
[58] pag. 12, en http://members.shaw.ca/compilerpress1/Anno%20Friedman%20Positive.htm
[59] Un pié que trata a las personas y los recursos como si fueran un balón. A las patadas.
[60] Ver Naredo, Op Cit, pag. 387.
[61] Einstein Albert “El significado de la relatividad” Ed, Planeta, Bogotá , 1985, p. XI
[62] Schumacher F. “Lo pequeño es hermoso” Ediciones Orbis, Barcelona 1983, pag. 97
[63] Rusell Bertrand, “Los problemas de la filosofía” , Ed. Labor , Barcelona 1970, pág.133
[64] Una ampliación del impacto específico en un país de la periferia se puede consultar en Soler Y. “Los costos sociales, económicos y ambientales del modelo concentrador” AEUN, Bogotá 1984.
[65] Mishan E.J “Los costes del desarrollo económico” 1969, Ed. Orbis Barcelona 1983, pagina 27.
[66] Mora Luis Eduardo, “La biodiversidad y el imperativo de su conservación”, Revista de la ACCE, Abril 2004, pag. 7
[67] Schumacher, Op Cit. ag. 95
[68] Max Neef Manfred, “Economía a escala humana”, Cepaur, Chile, 1991, p. 33 y ss
[69] Rusell B., Ibid, pagina 135
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III- Biologia y Economia (Soler)

3 Diálogo de la economía con la biología


En el occidente, Aristóteles realizó un primer esfuerzo taxonómico, tanto de los objetos como de las actividades del hombre. Clasificó los objetos, en inanimados y seres vivos y estos a su vez en plantas y seres móviles divididos en los animales y los hombres. En la codificación de actividades o artes, diferenció la crematística de la economía afirmando que “Hay dos clases de arte o ciencia de la riqueza: Una que tiene por objeto el tráfico (que es la crematística) y otra cuyo objeto es la economía, esta última es laudable y necesaria, aquella censurada con razón, pues es contra natura” [27] La economía, para el bien vivir se encargaba de proveer, transformar y gestionar adecuadamente la riqueza proveniente de los frutos de la naturaleza, la tierra y los animales, mas no de acuñar dinero, opulencia y grandes fortunas, propio de la crematística y de la codicia del rey Midas.

Durante la edad antigua y media, esta fue la visión predominante. En la mayoría de las culturas, no solo de Europa sino de todos los continentes, predominó la idea organicista de la tierra madre que engendra o produce todos los frutos y del sol como padre fertilizador de la misma.

En la economía del renacimiento se mantiene la anterior cosmogonía en la cual el hombre no producía riqueza, solo la transformaba, transportaba y consumía. El hombre era concebido como una criatura del universo. Según el médico alemán Paracelso el hombre era un microcosmos integrador de todos los procesos, ritmos, fuerzas de la naturaleza y el cosmos; y la práctica médica debía apoyarse en la virtud, la filosofía, la astronomía y la alquimia botánica.

A partir del siglo XVI se acrecienta la transferencia de riquezas agrícolas y minerales desde América y otros continentes hacia Europa y se presenta un desarrollo de las técnicas agrícolas a partir de la nuevas variedades. Las especies botánicas centraron la atención como lo evidencia la creación de grandes jardines botánicos en las cuatro principales ciudades de Italia. En el siglo XVIII, la tierra aun seguía considerándose la matriz de la producción, para lo cual se intensificó el estudio de la botánica y la agronomía y se distinguieron tres clases de actividades, las de los ‘apportatores’ compuestas por los agricultores, pescadores y mineros, la de los ‘conservatores’ que eran los comerciantes y la de los ‘inmutatores’ que eran los artesanos que mudaban o mejoraban las materias.

En 1735 el naturalista sueco Car Linneo, considerado el padre de la botánica moderna por aportar sus primeras bases, constató que la tierra aumentaba en tamaño cada año y estableció el sistema binario de nomenclatura dividiendo los reinos de la naturaleza en minerales, a los que reconoce crecimiento, pero no movimiento; el de los vegetales que crecen y son susceptibles de sensación y el de los animales, que tienen sensaciones y movimiento.

La primera estructuración de la economía como un sistema, fue realizada por los fisiócratas en Francia quienes mantuvieron la concepción natural de la tierra como único factor productivo de riquezas renacientes. [28] El médico Quesnay llamó a este proceso producción o generación de riquezas, al que diferenció del concepto de adición de riquezas que resultaba del trabajo de los artesanos y la industria. En 1758 elaboró el famoso “Tableau économique” que por analogía con el sistema circulatorio de la sangre describe los flujos del excedente de riqueza o producto neto, que perciben tres clases sociales: los trabajadores, los terratenientes y la clase esteril, integrada por industriales y comerciantes. En este sistema el dinero juega un papel de riqueza auxiliar o virtual circulante.

En el siglo XIX surgieron nuevas paradigmas en las ciencias naturales como la teoría celular, la microbiología, las leyes de la herencia y las mutaciones, mientras que el francés J.B Lamarck ideó un sistema de claves dicotómicas que aplicó a los vegetales consolidando el concepto de biología. En 1802 expuso su teoría de la evolución, con la cual fue marginado social y científicamente.

Hasta ese entonces era común la idea de que la naturaleza proveía y el hombre no producía, dado que esto era algo propio de un acto divino entre la madre tierra y el Sol. ¿Cuándo y por qué aparece el concepto de producción?

Desde un siglo antes, venía desarrollándose otra corriente de pensamiento que planteaba que el valor y la riqueza se originaban con el trabajo del hombre. El precursor de esta forma de pensamiento, acorde a las nuevas ideas capitalistas fue William Petty en 1672, quien preservó la idea de la tierra como la madre, pero desplazó la idea del sol como padre fertilizador, reemplazándola por el trabajo.

Estos pensamientos fueron retomados por Adam Smith en 1776, el padre de la economía política, quien atacó la teoría fisiocrática y la concepción organicista que la envolvía y enarboló el estandarte de la nueva teoría del valor y la concepción mecanicista que la fundamentaba. A partir de este nuevo paradigma, la ruptura de la noción de espacio absoluto en Newton va acompañada del abandono del concepto de producción de la naturaleza en Smith, siendo sustituida por el nuevo concepto de tiempo de trabajo como productor de valor y riqueza. La riqueza ya no se produce en el espacio, sino en el tiempo: ‘Time es money’ fue la nueva consigna. Y los relojes mecánicos sometieron a los relojes biológicos.

En este periodo se intensificó la conquista de nuevos espacios con las colonización de América, Africa y Asia y la apropiación privada de recursos naturales del globo terráqueo por parte de las potencias de la época. A ello contribuyeron, conquistadores, bucaneros, piratas y en general fuerzas militares que se encargaron de trasladar por diversos medios, excedentes para el bienestar de las metrópolis. Así, en 1813 el parlamentario Benjamin Constant señaló que “la guerra y el comercio no son mas que dos medios diferentes de alcanzar el mismo fin: poseer aquello que se desea” [29] De esta forma, con el horror de la guerra, se inició el proceso de destrucción de economías naturales en varias regiones del planeta, en aras de la acumulación originaria del mercado monetario.

Para este periodo confluyen varias formas de pensamiento que justifican tanto la teoría económica como las acciones económicas convencionales: La idea mecanicista que atribuye una mayor importancia a las máquinas frente a la naturaleza y los hombres, la idea antropocentrista que asigna al hombre el papel del rey de la naturaleza, con poder para hacer y deshacer sobre ella y la idea euro centrista que atribuye a Europa el papel de superioridad sobre otras razas del mundo. Todo lo anterior reforzado con la idea del racionalismo, con la que supuestamente se actuaría de acuerdo con la verdad. En esta nueva pirámide occidental se sitúan en la parte superior el capital y las máquinas, luego los hombres que dirigen las potencias, subordinando los hombres de otras latitudes y en el escalón mas bajo la naturaleza. Los recursos naturales solo son apreciados en la medida en que contribuyen a los sacrificios en esta nueva pirámide.

A partir de las ideas de Benjamin Fkranklin, en 1815 el anglicano inglés Roberth Malthus publicó la teoría demográfica que sostiene que la población crece cuando aumentan los medios de subsistencia y decrece al disminuir la tasa de natalidad por acciones preventivas, o al aumentar la tasa de mortalidad por el hambre o las guerras. En consonancia con lo anterior, la ayuda a los pobres agravaba las diferencias entre la población y medios de subsistencia. A partir de estos postulados predicaba la libre competencia como un medio de la naturaleza para separar los seres humanos débiles y perezosos, de los industriosos y productivos.

El inglés Charles Darwin leyó la teoría de la población de Malthus y después de su viaje marítimo alrededor de las costas de América del Sur, Africa occidental y Australia y de las reflexiones como naturalista, publicó en 1859 “El origen de las especies”. El Darwinismo planteó el postulado de la competencia, en donde sobreviven por un proceso de selección las especies más fuertes y la teoría de la evolución para explicar la variedad y escalamiento de organismos desde las especies inferiores a las especies superiores, hasta llegar al hombre. [30]
Esta ley de cambio unidireccional, alcanzó el éxito que no logró Lamarck, siendo acogida por la dirigencia del establecimiento de ese entonces, para justificar con estos dos conceptos la diferenciación de las sociedades, el odio y la destrucción de los otros.

Esta teoría fue incorporada por la ciencia económica convencional para reforzar el concepto de competencia en los mercados como un fenómeno natural y también para justificar las diferencias entre naciones, estableciendo parámetros de jerarquización de acuerdo a los niveles de mecanización y crecimiento económico. De esta manera las desigualdades estarían dadas por la naturaleza y no por la sociedad o la economía, que estaría determinada por las fuerzas del mercado, consolidándose una visión parcelaria y no global de la economía.

Para esta misma época, el naturalista alemán Alexander Von Humbolt exploró Centroamérica, los Andes Suramericanos y el Asia Rusa, escribiendo varias obras entre las que se destaca “Cosmos” iniciada en 1845, la cual plantea una concepción organicista que toma distancia frente al mecanicismo al señalar que “Los órganos se determinan uno a otro (y) el organismo todo es a la vez medio y fin (que) vive tanto tiempo cuanto funcionan las partes al servicio del todo” [31] Señalando además las interrelaciones con la naturaleza inorgánica y la relación entre las diversas disciplinas científicas para una mejor comprensión del mundo.

Entre los programas de investigación de Humbolt y Darwin se impuso en Europa este último con la teoría de la evolución por adaptarse a los intereses dominantes de la época. La idea de la libre competencia como algo natural, ha tenido tal aceptación en el mundo occidental que fue acogida por las escuelas económicas neoclásica, Keynesiana y neoliberal. Mas no así otros aspectos relacionados con la biología, incluso más importantes para la economía. Tal es el caso de la Ecología, creada como ciencia por el alemán Ernst Hackel en 1880, quien apoyó la divulgación del Darwinismo, pero enfocó su escuela hacia las relaciones de las comunidades de organismos con el medio físico en que se desenvuelven.

En 1883 Sergei Podolinski en el “estudio del trabajo humano y la unidad de la energía” redescubrió los nexos entre ecología y termodinámica, revelando la interacción de dos procesos, el uno realizado por las plantas al acumular energía a través de la fotosíntesis y el otro la conversión que hacen los animales de la energía en trabajo que luego es liberada al espacio, llegando a la conclusión de que en la época en donde predominan las primeras se acumulan más Stocks de energía por ejemplo en forma de carbón y a la inversa el predominio de animales tiende a dispersar la energía. [32]

Durante cerca de un siglo la ecología no obtuvo el reconocimiento oficial, por cuanto chocaba y sigue chocando con las ideas dominantes de antropocentrismo, mecanicismo, racionalismo parcelario y con la concepción crematística de acumular riquezas monetarias.

En 1960 Withman Rostow, en su libro “Las etapas del crecimiento económico” incorporó el concepto de evolución Darwinista a los sistemas económicos, al hablar de cinco estadios del crecimiento, que inician con las sociedades tradicionales, pasando por el despegue hasta llegar al consumo en masa. De acuerdo a esta conceptualización lineal todas las economías crecen siguiendo la misma evolución hasta llegar a la fase superior alcanzada por los países “desarrollados” o economías “fuertes”. En consonancia con este paradigma se cuestionaron como resistentes al cambio una gran diversidad de formas económicas no monetarias o no capitalistas que se oponían a una modernización que apuntaba no solo a destruirlas económicamente, sino a arrancar sus raíces sociales y culturales. Los resultados fueron un desplazamiento masivo de la población del campo, pérdida de saberes ancestrales, crecimiento monetario del PIB y formación de cinturones urbanos de desempleo y miseria en la mayoría de países del llamado tercer mundo.

Por esa misma década Konrad Lorenz, quien inicialmente se dedicó al estudio de los animales, en su madurez se interesó por el comportamiento humano y la cultura, ante la destrucción que el hombre hacía del ambiente natural y el círculo vicioso de devastación por la competencia comercial y el rápido crecimiento económico. [33] Con respecto a la cultura y considerando sus perturbaciones a la luz de las enfermedades, lo llevaron a la opinión en que la amenaza principal a la existencia de humanidad era la neurosis colectiva y que los problemas principales con que la humanidad se enfrenta, son los problemas morales y éticos

El evolucionismo ha estado muy entrelazado al determinismo que sustenta la sujeción a leyes exclusivas, eternas e invariables. Sin embargo las ciencias modernas han encontrado crecientes evidencias de la relatividad de las leyes. Así, por ejemplo, una estrella no va a conservar e irradiar energía eternamente. El sol dejará de brillar en 5.000 millones de años y con el desaparecerán las leyes del sistema solar formuladas por Kepler. En un planeta donde no haya ninguna forma de vida, no existen las leyes de la biología.

En años recientes, la teoría evolucionista ha sido cuestionada desde la misma perspectiva biológica. La microbióloga Lynn Margulis planteó en 1981 que la célula que apareció hace 2000 millones de años para convertirse en la base de todas las plantas y animales, no fue el resultado de una mutación genética, sino de una simbiosis. No fue producto de una brutal competencia por la supervivencia del más apto, sino de la cooperación.. Las cianobacterias, expelieron residuos de oxigeno en tal magnitud que provocaron su propio holocausto, obligándolas a aceptar en su interior otros organismos que les permitieran desarrollar su capacidad para sobrevivir usando el oxígeno como fuente energética. [34] Después de analizar otros casos de realimentación simbiótica, entre ellos el cuerpo humano, Margulis “llega a la conclusión de que, aunque nos consideramos seres autónomos, somos –desde el cerebro a los pies- una compilación de microbios eslabonados por cooperación simbiótica. De hecho toda vida es una forma de cooperación, una expresión de la realimentación surgiendo del flujo del caos

En 1986 Roberth Agros y George Stanciu en su libro “La nueva biología”, cuestionaron que el Darwinismo que aplicó el método reduccionista cartesiano de separar el todo en sus partes, visualizando plantas y animales individuales en competencia por sobrevivir. Estos autores, después de analizar diversas especies animales, llegan a la conclusión de que la mayoría no luchan a muerte con “dientes y garras” , sino que interactúan con el medio ambiente y entre sí, de un modo no competitivo sino cooperativo manteniendo un tamaño natural, definido por unos nichos, unas habilidades, unos territorios, como lo tiene un organismo individual. [35] “La naturaleza sabe que en la lucha, se pierde tiempo, se gastan energías, se arriesgan lesiones innecesarias, y no tiene ningún sentido”. El intelectual ruso Petr Kropotkin escribió “Si preguntamos a la naturaleza quienes somos los más aptos, si los que continuamente guerrean entre sí, o los que se respaldan mutuamente, vemos de inmediato que los animales que adquieren hábitos de socorro mutuo, son indudablemente los más aptos” [36]

La cooperación no es solo entre seres vivos, sino entre estos y lo materiales inertes.
El científico Lovelock, al analizar la composición de gases de la tierra, ha postulado que hay un sinfín de mecanismos biológicos que permiten una homeostasis o situación estable de la tierra. Un ejemplo de ello es el plancton, microorganismo oceánico que emite un gas sulfuroso a la atmósfera posibilitando la formación de nubes que reflejan hacia el espacio la luz solar evitando el calentamiento del planeta. El plancton opera así como un termostato para mantener la temperatura terrestre dentro de ciertos niveles.

El científico de sistemas Erich Jantsh, retomando las ideas de Margulis, Lovelock y McClintock, escribió que “La historia de la vida en la tierra expresa la coevolución de macro y microsistemas autoorganizativos en grados cada vez mayores de diferenciación. Aquí vemos una espiral de coevolución donde cambios en pequeña escala crean cambios en gran escala y viceversa.” [37]

Así la hipótesis Gaia, que considera la tierra como un gran ser viviente, va ganando creciente aceptación en el ámbito mundial. Las teorías coevolucionistas o de morfogénesis, han demostrado un mayor poder explicativo y predictivo que la teoría evolucionista, la cual ha venido cediendo terreno, entrando a formar parte de casos particulares en la biología.

De manera que la ideología evolucionista aplicada para justificar la libre competencia generalizada y la sujeción de todas las economías “no desarrolladas” a unos modelos de crecimiento económico considerados como evolucionados, va perdiendo su asidero en el mismo campo de la biología donde se originó. La idea sostenida por Rostow sobre las etapas del crecimiento se vuelve insostenible a la luz de los recursos disponibles, pues si todos los países asumieran el derroche de consumo energético de Estados Unidos, el sistema económico mundial se volvería inviable en un lapso no muy largo de tiempo.

Tenemos que la distribución de los recursos naturales y los ingresos monetarios no es un hecho objetivo o natural, sino que depende de factores subjetivos de carácter social, psicológico e institucional. La producción tal como está concebida encubre el control de la información, la ciencia y la tecnología para la apropiación de materias primas renovables y no renovables, por parte de pocos. Y también la degradación del ambiente con la desertificación de tierras, contaminación de aguas y polución del aire, en aras de una supuesta evolución hacia progreso.

La crisis energética en el inicio de los años setenta fue un primer campanazo de alerta acerca de la sostenibilidad de los sistemas económicos. Llamaron la atención sobre el problema, el “Manifiesto para la supervivencia”, la conferencia de las Naciones Unidas en Estocolmo y el informe del Club de Roma sobre los límites del crecimiento. En este último, realizado en 1971 bajo la dirección del profesor Dennis Meadows, a partir del análisis mundial de cinco variables como son la población, los recursos naturales, el capital, la producción industrial y la contaminación ambiental, expresó el mensaje de crear conciencia a partir del problema central “de la capacidad del planeta en que convivimos para hacer frente, mas allá del año 2000 y bien entrado el siglo XXI, a las necesidades y modos de vida de una población mundial siempre creciente, que utiliza a tasa acelerada los recursos naturales disponibles, causa daños con frecuencia irreparables al medio ambiente y pone en peligro el equilibrio ecológico global – todo ello en aras de la meta del crecimiento económico, que suele identificarse como bienestar” [38]

La intensificación de los conflictos bélicos de los años setenta de los principales Gobiernos de occidente con los árabes, de los ochenta con Irán y de los noventa con Irak en torno al petróleo, es una expresión de la crisis del sistema económico basado en Stocks de recursos no renovable y en general de un sistema de crecimiento mecánico que marginó la economía orgánica-biológica en aras del paradigma industrializante y contaminador.

Hemos visto que el modelo económico clásico y neoclásico prescindieron de los recursos bióticos y abióticos libres y abundantes que no son apropiados y valorados en términos monetarios. En contraposición, los nuevos desarrollos de la biología también ponen en entredicho el concepto de escasez, pues desde la nueva óptica lo útil es más abundante y la vida biológica se nutre de bajos niveles de entropía, de manera que sobre esta base la economía no sería la ciencia de la escasez como la denominan lúgubremente los economistas ortodoxos, sino por el contrario la ciencia de la abundancia.

Dado que los seres vivos no son independientes del medio abiótico, desde una óptica energética, habría que construir un sistema económico que distinga los Stocks renovables sobre la corteza terrestre y los no renovables depositados en la corteza terrestre, de los flujos renovables provenientes de la energía solar, que es la fuente primaria de toda energía sobre la tierra.

En el ámbito de la economía aplicada, el geógrafo colombiano Ernesto Guhl destaca que se está generando una tendencia mundial que plantea la reducción del consumo de materia y energía por unidad de producción, para satisfacer las necesidades de la población de una manera sostenible. Se propone “adelantar un proceso de desmaterialización de la economía con base en mejores diseños, en la investigación y desarrollo de procesos industriales mas eficientes, en términos de consumo de recursos y en el desarrollo de equipos y de bienes de bajo impacto ambiental. Los estudios realizados sobre el tema han utilizado el concepto de Demanda Total de Materiales (DTM) de una economía que se define como el total de flujos de recursos naturales primarios y los flujos indirectos que ellos implican, tanto locales como importados, incluyendo las alteraciones deliberadas del paisaje. La DTM también es una medida de la presión que ejerce la economía sobre el medio ambiente.” [39]

Aunque economía y ecología tienen la misma raíz Oikos que significa casa, en este caso nuestra aldea global, las dos disciplinas han permanecido divorciadas y apenas comienzan a establecer diálogos que pueden ser bastante creativos y productivos. La interrelación de las categorías biológicas, físicas y económicas requieren un enfoque sistémico u holístico que permita establecer la naturaleza heterogénea de sus elementos, sus interacciones no lineales y las características de los procesos que operan no en sistemas cerrados, sino abiertos. El reto es grande porque deben integrarse las concepciones de un sistema económico cerrado, autónomo y equilibrado con un sistema ecológico abierto, dependiente y desequilibrado.

La microbióloga norteamericana Lynn Margulis declara en oposición a la libre competencia, que para sobrevivir a la crisis ecológica y social causada por la codiciosa interferencia, quizá tengamos que iniciar empresas cooperativas drásticamente nuevas. Poco a poco se ha creado una conciencia gradual, en los campos teórico, institucional, empresarial y social para crear sinergias de retroalimentación positiva entre economía y medio ambiente.

Como conclusión, se observa que buena parte de la historia de la humanidad se caracteriza por una concepción orgánico biológica del mundo, la cual comenzó a ser sustituida a finales del siglo XVIII con la irrupción de la revolución industrial y la consolidación del paradigma mecanicista. En este ámbito se consolida la ciencia economía ortodoxa, la cual es reconocida por el establecimiento, al confluir en su interior el desplazamiento de la naturaleza como productora de riqueza, asignando al trabajo y posteriormente al capital una productividad y poder de producir. De lo biológico, se articulan a la economía los conceptos de libre competencia y evolución, los cuales justifican desde una óptica natural procesos sociales de diferenciación y subordinación y procesos de degradación ambiental.

El pensamiento moderno marginó la concepción integral de la naturaleza expuesta por Humbolt, desarrollada en la ecología por Hackel y en sus relaciones con la termodinámica por Podolinski y otros autores. Después de mucho tiempo de ostracismo han vuelto a salir a la luz pública para complementar la nueva biología que está demostrando al mundo la parcialidad de la teoría de Darwin, dejando sin piso los conceptos de competencia y evolución, bases centrales de las escuelas económicas tradicionales y posibilitando la consolidación de nuevas formas económicas a partir de criterios de convivencia y solidaridad.

De lo visto hasta este capítulo se desprende que la economía puede abordarse desde perspectivas mucho más amplias que la de la simple maximización de las utilidades que hizo de la economía una ciencia sombría. Pues ya hemos visto que las ciencias económicas se pueden apreciar desde la óptica de la física, la matemática, la biología y el humanismo con una gran variedad de posibilidades. Se requiere en consecuencia una transformación de las ideas predominantes y un cambio en el enfoque de la investigación económica

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