Europa, focalización y politica industrial

Europa, focalización y política  industrial

Politica industrial:hoja de ruta para 2024 -Juan Moscoso del Prado

La política industrial ha vuelto al centro del debate internacional y la carrera entre las distintas regiones del mundo por atraer las industrias del mañana ya ha comenzado. En este podcast, el director de EsadeGeo, Angel Saz-Carranza, habla con cinco voces expertas de la industria, el sector público y el mundo del pensamiento para conocer los retos que afronta Europa frente al retorno de la política industrial. 

En esta primera entrega, contamos con las intervenciones de Emiliano López Achurra, consejero externo de Repsol y presidente de Petronor; Juan Moscoso del Prado, Senior Fellow de EsadeGeo; Raquel Jorge Ricart, investigadora del Real Instituto Elcano; Elena Bou, cofundadora de EIT InnoEnergy, y Francisco Conde López, miembro del Congreso de los Diputados. 

 Claves para una política industrial europea | Esade - Do Better

 España tiene que definir qué actuaciones son las que mejor atienden a sus intereses al mismo tiempo que las alinea con las que adopte la UE

 Durante 2024 se adoptarán decisiones cruciales que van a condicionar el crecimiento económico y posicionamiento estratégico de nuestro país durante muchos años. 

España, como Estado miembro de la UE, deberá defender qué esquema de política industrial sintetiza mejor sus objetivos e intereses con los europeos. 

Ello implica decidir, en primer lugar, qué esquema de política industrial europea debemos apoyar para que Europa supere con éxito las vulnerabilidades y dependencias que la Autonomía Estratégica ha identificado. En segundo lugar, qué medidas no son sólo las más adecuadas, sino que resultan imprescindibles para que el sistema tecno-industrial español se refuerce en un contexto europeo.

Para la primera cuestión, se trata de aterrizar la Declaración de Granada del Consejo Europeo Informal del pasado 6 de octubre y, para la segunda, de actuar desde los intereses españoles en el desarrollo de los objetivos estratégicos marcados por Resilient EU2030 para toda la UE.

Para ambas cuestiones existe un amplio consenso tanto sobre el diagnóstico, la trascendencia de la situación, como sobre los instrumentos y políticas disponibles. Toca elegir y acertar.

Sobre el primero de esos asuntos, la estrategia de dimensión europea, las decisiones críticas van a contar con dos grandes inputs: los informes sobre Mercado Único y sobre Competitividad que están elaborando Enrico Letta y Mario Draghi, respectivamente. Del primero surgirán mimbres que deberán ser aprovechados para impulsar la creación de la Unión de Mercados de Capital y de nuevos instrumentos financieros europeos capaces de reemplazar a los fondos NextGenerationEU porque, en caso contrario, Europa no podrá financiar las transiciones digital y ecológica-energética ni resolver las dependencias y vulnerabilidades identificadas frente a los empujes chino y estadounidenses. La fragmentación del Mercado Único en compartimentos financieros estancos dominados por una lógica nacional de ayudas de Estado – atención a Alemania– enterraría definitivamente cualquier expectativa europea de consecución de esos fines bajo el espejismo de una endeble financiación de la economía, y sería letal para España.

La Ley IRA de los EEUU, con su simplicidad e incentivos, muestra el camino a seguir

Hay que aprender de los efectos del enfoque regulatorio de las últimas décadas

Lo mismo debe decirse del modo en el que la UE viene ayudando a sus empresas, sobre las que recae la intransferible responsabilidad de generar riqueza con la máxima competitividad. Enrico Letta ha viaado a EEUU para reunirse con la administración Biden cuyo Inflation Reduction Act, el IRA de John Podesta, y su modelo de simplicidad e incentivos muestra el mejor camino posible, muy distinto al seguido en Europa y que debemos rectificar.

Desde nuestra dimensión española hay que aprender de las consecuencias que para la industria ha tenido el enfoque regulatorio de las últimas décadas. En esta legislatura europea, al carecer de industrias propias –españolas y europeas- en sectores como el digital, se han propiciado regulaciones muy agresivas diseñadas para reforzar y mejorar los derechos de los consumidores (DMA, DSA) más allá incluso de sus propias reivindicaciones, sin atender a las consecuencias que ello podía generar sobre la industria.

Como no hay industrias propias, todo gira en torno al consumidor, pero ojo que por esa vía nunca las habrá. Ese esquema es responsable de que en el sector de las telecomunicaciones el retroceso industrial y tecnológico haya sido más que evidente, reforzado por unas políticas de competencia que han fragmentado al máximo el Mercado Único desde el lado de la oferta. Ello ha debilitado la posición global, competitiva y tecnológica de nuestras empresas, con claros ejemplos de antiguas líderes globales que perdieron esa posición sin que a nadie le importara demasiado (hasta ahora). Si se repite ese esquema en materia digital, donde no tenemos líderes globales como los que tuvimos en telecomunicaciones hace dos o tres décadas, el resultado será mucho peor porque ni siquiera llegarán a existir o desarrollarse. Sobre esto también tendrá que pronunciarse el informe de Enrico Letta.

Para España, la dependencia tecnológica en materia digital; el potencial energético que demanda conexiones y la Unión Energética Europea; el potencial también del automóvil, o la fortaleza agroalimentaria y en salud y biomedicina combinadas ambas con fuertes dependencias estratégicas, obligan a que el mapa de decisiones europeas encaje con los ámbitos en los que tenemos claras ventajas competitivas. Es preciso acertar con el marco general europeo de política industrial y con el propio. Hay mucha gente en ello: la universidad, el sector privado y los principales think tanks como EsadeGeo, EY Insights o el Real Instituto Elcano, respectivamente, porque merece la pena

Política industrial: hoja de ruta para 2024 - Esade Research

 

Financirizacion

https://dobetter.esade.edu/es/retorno-politica-industrial-gran-reto-europeo


https://www.pressreader.com/spain/actualidad-economica-int/20240204/281930252874940

PressReader.com | Polí­tica indus­trial: hoja de ruta para 2024

Política industrial: hoja de ruta para 2024 - Esade Research

Política industrial europea: Más fondos no es suficiente

Juan Moscoso del Prado Hernández - 16 de Octubre de 2023

Para desarrollar una política industrial europea exitosa en el nuevo marco geopolítico, la experiencia de NextGenerationEU muestra que el aumento de los fondos de dimensión europea debe ir acompañados de cambios profundos en la forma en que se invierten, transformando la cooperación público-privada con el objetivo de elevar la escala de la industria y tecnología europeas (scale up). Europa carece de historias de éxito como las que han llevado a los Estados Unidos (EEUU) a liderar y ejercer tracción tecnológica e industrial a escala global a partir de grandes proyectos espaciales y de defensa.

Si la Unión Europea (UE) pretende tener éxito en su carrera industrial, tecnológica y de generación de riqueza con China y Estados Unidos, deben alcanzarse otros objetivos como la creación de la Unión de Mercados de Capitales, la Unión Bancaria y la Unión Energética, acompañados de un nuevo instrumento financiero o fondo soberano. Nuevos instrumentos y políticas que deberían poder garantizar la eficiencia, sencillez, neutralidad y solidez que EEUU ha alcanzado con el IRA. Europa ha creado demasiados obstáculos administrativos y regulatorios para sus instrumentos financieros.

Europa tiene que cambiar su forma de relacionarse con el resto del mundo, comprometiendo y reforzando su agenda exterior con elementos industriales y de inversión que permitan beneficios claros para sus homólogos de forma equitativa y sostenible (Global Gateway, o la iniciativa UE-EEUU en el G-20 como alternativa la Ruta de la Seda china), al tiempo que defiende el Mercado Único evitando la fragmentación nacional y la competencia entre Estados miembros. También debe evitar la utilización de ayudas nacionales para atraer proyectos de inversión o rescatar empresas de forma asimétrica y contraria a los principios de integración europea.

Trump, el Covid-19 y Rusia han provocado la aceleración de una tendencia geopolítica previa, la necesidad de una nueva política industrial común en Europa, por dos razones principales:

En primer lugar, las restricciones y obligaciones impuestas por la transformación geopolítica global iniciada hace al menos una década y que se hacen evidentes durante el mandato del presidente Donald Trump en EE.UU. y la creciente confrontación entre China y EEUU. Un enfrentamiento cada vez más orientado hacia el comercio, la industria y la competencia en materia tecnológica.

En segundo lugar, la aceleración de esta tendencia provocada por la pandemia global de Covid-19, que puso de relieve los riesgos y consecuencias de la vulnerabilidad industrial y tecnológica que luego quedaron de manifiesto y que la posterior crisis de oferta, los llamados cuellos de botella, agudizó. Este proceso se hizo aún más evidente con la invasión de Ucrania que amplió la vulnerabilidad al sector energético, poniendo de relieve el riesgo que la dependencia rusa había generado en Europa, realidad que, aprovechando los instrumentos de inversión creados para hacer frente a la pandemia, principalmente el NextGenerationEU, condujo a una aceleración de la transición energética europea.

El IRA despierta a Europa

En este contexto han ocurrido otros hechos relevantes, como la aprobación por parte de la administración del presidente Joe Biden de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) en agosto de 2022, y posteriormente, el discurso de Jake Sullivan, Asesor de Seguridad Nacional del presidente Joe Biden, en abril de 2023 en el Instituto Brookings, sobre la renovación del liderazgo económico de Estados Unidos.

La industria como nueva clave para la seguridad nacional

Este discurso ha dejado claro cuál es el nuevo paradigma: la seguridad nacional dicta la estrategia económica -política económica, industrial y comercial- algo impensable hace muy poco tiempo.

La gran pregunta es si la UE puede y debe hacer lo mismo, y si podrá contribuir a configurar un nuevo orden internacional abierto, multilateral y basado en sus valores y principios tradicionales: democracia liberal, Estado de derecho, Estado de bienestar y economía de mercado abierta, y compatible con el vínculo transatlántico, mientras crece la rivalidad entre China y EEUU, y Rusia se convierte en el principal factor desestabilizador a nivel global y también en la vecindad europea.

En los EEUU voces importantes como Larry Summers han advertido de los riesgos que implicarían para el bienestar de la clase media estadounidense un aumento del proteccionismo y la consolidación de la desglobalización si ello conlleva la pérdida de acceso a bienes industriales y de consumo de menor precio.

La verdadera pregunta que Europa debe plantearse es cómo combinar la nueva geopolítica energética, tecnológica y productiva con el refuerzo del Mercado Único, con sus objetivos y necesidades de seguridad y defensa, sin caer en el proteccionismo, mientras impulsa la adaptación del multilateralismo a la nueva realidad global.

Europa debe proteger su competitividad interna y externa al tiempo que refuerza el atractivo del Mercado Único para inversiones sostenibles o verdes, manteniendo la eficiencia de su proceso de descarbonización interno. Como agente en el exterior debe reforzar su agenda allí donde China no llega o no llega lo suficiente dotando al debate sobre la Autonomía Estratégica Abierta de contenidos reales y prácticos en su dimensión industrial tanto tecnológica como de inversión.

La realidad es que la UE aún no ha tomado un camino claro. La UE debe abordar esta cuestión desde la perspectiva de la cadena de valor europea –tecnología, materias primas, investigación, desarrollo e innovación– y también de la construcción de la Unión Energética Europea, lo que requerirá reformar los Tratados (art. 194).

No es sólo una cuestión de seguridad como en EEUU, para Europa también es una cuestión de supervivencia para mantener su riqueza y bienestar y el modo de vida propio de la sociedad europea.

La insostenible fragmentación regulatoria nacional de los sistemas de fijación de precios y subvenciones de los Estados miembros debilita la capacidad de respuesta europea, en el sector energético más que en cualquier otro lugar, e impide combinar esfuerzos presupuestarios y legislativos.

El enfoque europeo habitual que enfatiza la dimensión regulatoria es insuficiente. El poder blando no es suficiente. El grado requerido de transformación industrial que Europa merece necesita algo más que un incentivo o una camisa de fuerza regulatoria, porque exige complicidad y confianza empresarial para asumir en primera persona complejas inversiones productivas y tecnológicas privadas.

El riesgo de ayudas y subsidios estatales nacionales e incontrolados en Europa

Europa también debe ser consciente de que el volumen financiero que dedica a subsidios industriales de manera no coordinada a nivel nacional es, al menos, equivalente al que EEUU ha puesto en circulación con el IRA (ver cifras en artículo original, 173.000 millones de € sólo en energía en el año 2020 antes de la invasión de Ucrania).

El comercio internacional

En materia de comercio internacional, la UE debe combatir lo peor del IRA -reglas de origen o restricciones de repuestos para vehículos eléctricos- y negociar un acuerdo multilateral sobre subsidios verdes y transición energética, así como sobre aspectos complejos como las tendencias que acentúan la desigualdad y el trabajo de calidad y que amenazan a la democracia. 

Asimismo, en el seno del Consejo de Comercio y Tecnología (TTC) UE-EEUU, es necesario avanzar en temas de fondo y con contenido efectivo que anclen negociaciones abiertas para garantizar los intercambios en sectores industriales y tecnológicos específicos.

Reducir riesgos con China

Respecto a China, en el plano comercial, la presidenta Von der Leyen ha declarado que la UE quiere reducir los riesgos económicos y diplomáticos, pero no desconectarse, (de-risking not decoupling), porque una retirada total como la que parece perseguir EEUU no sólo sería inviable sino también contraria a los intereses europeos

Europa debe saber combinar el refuerzo de su autonomía estratégica en producción, tecnología e industria con el objetivo de no renunciar al mercado chino. Esta voluntad no es exclusivamente europea. Para muchas multinacionales de todo tipo y sector, el mercado chino es imprescindible.

Las lecciones de NextGenerationEU y el caso de EspañaLa capacidad de absorción del sector privado europeo es limitada, esta absorción depende de las expectativas, la experiencia en escalamiento tecnológico (menor en Europa que en EEUU) y las dificultades de los sistemas administrativos nacionales y europeos que asignan fondos a los proyectos. No es tan fácil lograr una cooperación público-privada eficiente que se ajuste a los parámetros del mercado.

La principal razón de las dificultades encontradas es la naturaleza de los proyectos financiados con las nuevas facilidades financieras, mucho más difíciles de ejecutar que los que tradicionalmente han sido financiados con fondos europeos.

Es completamente diferente financiar la provisión pública de un bien -como una carretera- que la transformación de un proceso productivo de una empresa privada que, aunque financiada o cofinanciada, necesita tener sentido y coherencia financiera y de mercado de acuerdo con su especialización competitiva y sectorial, requiere tecnología e implica un riesgo.

Ampliar la tecnología europea

Europa adolece de una grave falta de experiencia en la aplicación práctica de proyectos industriales capaces de escalar su tecnología, escalar tecnología en palabras de James Bradford DeLong -scale up tecnology-, siguiendo directrices como las que han llevado a los EEUU a ejercer tracción desde grandes proyectos espaciales y de defensa.

Tecnológicamente y desde una perspectiva industrial por lo menos es necesario unir todo lo “nuevo” a nivel europeo (IA, aeroespacial, computación cuántica, tecnologías de defensa, salud de vanguardia) y escalar la tecnología europea.

Eficiencia, sencillez, neutralidad y solidez

Los incentivos y la sencillez son esenciales, más aún para las empresas españolas y europeas, comparativamente pequeñas y vulnerables. Si hay una cuestión a destacar del IRA americano y las medidas que contempla es su sencillez -administrativa, fiscal y financiera-, y su neutralidad tecnológica respecto de la transición energética.

Conclusiones

Si Europa en su conjunto pretende tener éxito en su carrera industrial, tecnológica y de generación de riqueza con China y Estados Unidos, el principal objetivo de Europa debería ser la necesidad de construir un verdadero ecosistema industrial europeo, siguiendo la línea del viejo debate sobre los distritos industriales europeos.

También son necesarias reformas estructurales complementarias en ámbitos como la calidad del empleo y las cualificaciones, la resolución de insolvencias y quiebras, o la unidad del mercado dentro de los Estados miembros.

Por último, se necesita una gobernanza económica amplia y más orientada hacia ganancias reales de la actividad productiva
, incluyendo la fiscalidad y la tributación, así como la reforma de nuestras maltrechas instituciones en todos los niveles para mejorar su capacidad de ejecución. La renuencia a aceptar el cambio sólo puede llevarnos a un mundo peor.

 

Autonomía Estratégica Abierta de la Unión Europea

El concepto de autonomía estratégica forma parte del léxico convencional de la UE desde hace tiempo. Nació en el ámbito de la industria de la defensa y, durante mucho tiempo, su uso se limitó a cuestiones de defensa y seguridad en relación con el vínculo con los Estados Unidos. Hoy la autonomía estratégica se ha ampliado a nuevos temas de naturaleza económica y tecnológica (EEAS).

La pandemia de la COVID-19 y la invasión rusa de Ucrania han mostrado la excesiva dependencia de la UE en bienes, materias primas o servicios esenciales y que cualquier disrupción futura en las cadenas de suministro podría generar severos problemas de escasez y poner en peligro el crecimiento económico y el bienestar de la ciudadanía europea.

La Autonomía Estratégica Abierta de 2023 surge para dar respuesta a esta amenaza sin caer en el proteccionismo ni renunciar a los valores europeos de competitividad, sostenibilidad y cohesión. Su objetivo es encontrar un nuevo equilibrio entre seguridad y competitividad que garantice la capacidad futura de la UE para "actuar de forma autónoma cuando y donde sea necesario y colaborar con socios siempre que sea posible" (Consejo de la Unión Europea).

Resilient EU2030 es una propuesta para fortalecer la autonomía estratégica abierta de la UE en ámbitos como los semiconductores, las materias primas críticas y las tecnologías de la transición verde. Estas son para las principales vulnerabilidades a las que la UE podría enfrentarse en esta década y señala una serie de bienes, servicios y tecnologías de vanguardia en los que Europa debería desarrollar sus capacidades productivas.

Además, reflexiona sobre el rol de la política industrial y la necesidad de impulsar la innovación, la mejora del capital humano y la integración del Mercado Único. Asimismo, analiza la forma en la que la transición ecológica puede convertirse en un catalizador de la resiliencia europea. Aboga por una nueva expansión del comercio global y por la modernización del sistema multilateral como vías esenciales para garantizar la prosperidad futura de Europa y del resto del mundo Gobierno de España. las capacidades de producción interna de la UE hasta controlar la influencia extranjera en sectores estratégicos y la  infraestructura, pasando por planes de contingencia para futuras escaseces y alcanzar la autonomía estratégica en  oncordancia con la emergencia ambiental. Además, se aboga por la circularidad en la economía, la sustitución de materias primas por alternativas sostenibles para reducir dependencias externas, reconocimiento de la dependencia de la economía global, el reequilibrio de relaciones económicas con China para proteger el Mercado Único y condiciones más equitativas, y el liderazgo de la UE en reforma del sistema multilateral para mitigar vulnerabilidades y defender intereses a nivel global. Estos ejes ofrecen un marco integral para consolidar la posición de la UE en un entorno geopolítico y económico en constante evolución.

Seguridad económica

La Estrategia Europea de Seguridad Económica de 2023 establece un marco común destinado a lograr la seguridad económica mediante la promoción de la base económica y la competitividad de la UE, mediante la protección frente a los riesgos, y mediante la creación de asociaciones con el mayor número posible de países. Tiene el objetivo de abordar preocupaciones e
intereses comunes con un enfoque global en materia de identificación, evaluación y gestión conjuntas de los riesgos para su seguridad económica (Comisión Europea).

La Estrategia propone llevar a cabo una evaluación de los riesgos en materia de seguridad económica en cuatro ámbitos: riesgos para las cadenas de suministro, en particular la seguridad energética; riesgos para la seguridad física y la ciberseguridad de las infraestructuras críticas; riesgos relacionados con la seguridad tecnológica y la fuga de tecnología; y riesgos de militarización de las dependencias económicas o de coerción económica.

La Comisión establece un conjunto integral de medidas destinadas a fortalecer la seguridad económica de la Unión Europea. Entre estas medidas se incluyen la identificación y evaluación de tecnologías críticas que puedan afectar la seguridad económica, así como el establecimiento de diálogos estructurados con el sector privado para gestionar riesgos de manera
colectiva. Además, se promueve el respaldo a la soberanía tecnológica y la resiliencia de las cadenas de valor a través de la Plataforma de Tecnologías Estratégicas para Europa (STEP). La revisión del Reglamento sobre inversiones extranjeras directas y sus posibles riesgos, el apoyo específico a la investigación de tecnologías de doble uso y la aplicación del Reglamento sobre controles de exportación son también prioridades, junto con el uso de instrumentos de la política exterior para contrarrestar amenazas híbridas, ciberataques y manipulación de información. Se busca, asimismo, el análisis exhaustivo
de posibles amenazas a través de la Capacidad Única de Análisis de Inteligencia de la UE y la integración plena de la protección y promoción de la seguridad económica en la acción exterior de la UE, intensificando la cooperación con terceros países en estas materias 

El resto del mundo en el nuevo marco geopolítico: el discurso de Jake Sullivan

El discurso de Jake Sullivan, Asesor de Seguridad Nacional del Presidente Joe Biden, en abril de 2023 en el Instituto Brookings, expone la renovación del liderazgo económico de Estados Unidos. Sus ideas reflejan la situación de seguridad actual y cómo afecta a la economía:

_ La política industrial como eje estrategia de seguridad nacional en un nuevo marco de competencia geopolítica con implicaciones directas en la seguridad y economía; el cambio climático y transición energética; desigualdad y amenazas para la democracia; y el comercio y los estándares laborales como elementos de seguridad.

_ Enfoque de bloque: UE-EE. UU., el Consejo de Comercio y Tecnología, Japón, Corea, etc.

_ Generalización del uso de sanciones económicas.

_ Estrategia para el resto del mundo: fomento inversiones y reducción deuda (reacción a China).

Fuente: Geopolítica en los Consejos, un nuevo escenario de seguridad nacional
Juan Moscoso del Prado

  ¿Qué tan preparados están los países europeos para la llegada de la Industria 4.0?

Un análisis perpetrado por Ronald Berger marca una importante diferencia en cuanto a qué tan preparados están ciertos países de Europa respecto a otros, clasificándolos en cuatro categorías en las que se puede distinguir claramente un incremento que aumenta poco a poco. Cada una se calcula a través de un plano cartesiano, en el que el eje horizontal es representado por el porcentaje de la industria en el PIB del país mientras que el vertical es una aproximación al grado de preparación del país para implementar la Industria 4.0, que proviene de un indicador de excelencia industrial. Dicho esto, cada eje se mide en una escala de 1 a 5, donde 1 es el nivel de preparación más bajo y 5 el más alto.

Países vacilantes, cuya preparación para la Industria 4.0 se considera baja y cuya industria tiene un peso bajo en su PIB, como Portugal, España o Italia.

Países tradicionalistas, en los que su industria tiene un peso alto en su PIB pero no cuentan con una preparación alta para la Industria 4.0, como Lituania, Eslovaquia o Eslovenia.

Países potenciales , que cuentan con un peso menor de la industria en su PIB, sin embargo tienen una alta preparación para la Industria 4.0, como Holanda, Reino Unido o Dinamarca.

Países punteros, en los que la industria tiene un peso alto en su PIB y cuentan con una excelente preparación para la Industria 4.0, como Alemania, Suiza, Suecia o Austria.

La hoja de ruta Europea para la implementación de la Industria 4.0 – Sebastian Brau

 Europa, debe focalizarse donde sea competitiva

 Europa, lleva unos 20 años tardando en reaccionar, no ha sabido realizar una política industrial común, para que las empresas aumenten de tamaño, colaboren entre ellas, con una potente banca industrial europea, con unas universidades enlazadas entre ellas y entre las empresas.

Esta claro que ha tenido que resolver problemas serios de países integrantes, 3 crisis en pocos años  burbujas, problemas de abastecimiento problemas energéticos  y ahora conflictos bélicos (ahora Europa debe de comprar GNL estadounidense a precio más alto) Ahora debe de activar proyectos de renovables a través de nuevas regulaciones.

..pero mientras resolvía estos problemas y otros actuales, dinero para agricultura, dinero para Ukrania,  los políticos de EEUU y China, seguían con su estrategia industrial y comercial a largo plazo industrializando sus países, con guerras comerciales más o menos encubiertas entre ellos.

Ya veremos que pasa si Alemania, no se recupera y deja de ser la locomotora de Europa.

1 Europa industrial y su industrialización

1.1¿Por qué el ecosistema digital e innovador de Europa no crea gigantes globales? 

Los tiempos turbulentos han puesto de manifiesto nuevas fragilidades en las economías europeas. Hacerles frente podría ser el catalizador de una nueva ola de competitividad y crecimiento.

  1.2 UE y la autonomía estratégica  Europa reacciona tarde

La "autonomía estratégica",  consiste en "reducir la dependencia que la UE tiene de otros, por ejemplo en cuanto a materiales y tecnologías fundamentales, alimentos, infraestructura y seguridad".

La Comisión Europea ha presentado este miércoles la actualización de su Estrategia de Seguridad Económica.(restringir inversiones extranjeras)

  "La UE desea mejorar la competitividad de su industria a escala mundial y aumentar su autonomía y resiliencia. La UE confía en que su industria dirija las transiciones hacia la neutralidad climática y el liderazgo digital, con el objetivo de que llegue a ser acelerador y motor del cambio, la innovación y el crecimiento" Bruselas

-Han encargado a Mario Draghi, ex primer ministro italiano y expresidente del BCE, un informe que ayude a reforzar esa industria de la Unión.

Brújula Ciencia-Economia-Sociedad: Política industrial-Dani Rodrik- (brujulaeconomica.blogspot.com)

Entre el chantaje y la dependencia: el reto de la autonomía estratégica de la UE Manuel A.Hidalgo

EEUU estimula.China dirige y Europa regula, Aula tecnología. Guillermo Dorronsoro

 "La dependencia europea del GNL estadounidense sólo crecerá si no hay más gas ruso y cataríes no bajan los precios para ganar cuota de mercado"

Europa no encuentra la fórmula para proteger a las empresas de Europa  de la competencia exterior desleal

Mas regulación en la agricultura en la ganadería, cuando otros países no tienen que asumir esta regulación, lleva a la ruina a muchas explotaciones

 1.3 Europa pierde terreno

 Europa, nuestro principal mercado de exportación y de atracción de inversiones, está perdiendo terreno en relación a los otros grandes bloques comerciales. El crecimiento de la zona euro lleva más de un año sin levantar cabeza, de modo que a duras penas supera los niveles de actividad prepandemia. El PIB se sitúa solo un 3% por encima del nivel alcanzado a finales del 2019, cuando la economía norteamericana ya se ha propulsado un 7,3% más allá de ese umbral. Y se vislumbra una divergencia aún más acusada en el próximo año. 

 


 Si Alemania ,el motor de Europa falla...

El ecosistema azul es diferente del rojo X.Ferras  Vs La focalización de Europa

2- Guerra comercial

La carrera contra el tiempo y también contra otros actores internacionales como Estados Unidos o China. El primero es aliado y competidor a la vez; el segundo tiene la etiqueta, directamente, de oponente. 

Una globalización con reglas, fomenta el intercambio de bienes, creando valor para todos. Para ello deben existir instituciones supranacionales que hagan cumplir las reglas. Una globalización mal regulada, puede ser proteccionismo encubierto, con dumping y acciones geopoliticas y geoeconómicas

Instrumento de guerra comercial: La política industrial moderna y la OMC

Pero, ¿qué velocidad lleva la UE en esta competición?

2.1 CHINA

 Por su parte, Daniel Gil, analista en The Political Room especializado en UE, añade que "todo esto es un proceso" pero es evidente que la Unión "va tarde en algunos sectores", como la industria de los paneles solares, en la que con los años el bloque ha perdido el liderazgo que tenía hace años. Este foco se fue yendo "poco a poco hacia China", recuerda Gil. "Es una de las dependencias que hay ahora en Europa, y es una vulnerabilidad en el contexto de la transición energética"

 Inversión en energías limpias

Aumentó un 40% hasta alcanzar los 6,3 billones de yuanes (890.000 millones de $) 

 Esto equivale a la inversión mundial de combustibles fósiles en 2023 o al PIB de Suiza

     https://articulosclaves.blogspot.com/2024/01/la-inversion-de-china-en-energias.html

 A largo plazo pide centrarse "en dos derivadas": con respecto a China "tenemos una relación de interdependencia, y eso hay que tenerlo en cuenta", porque Pekín depende también de la maquinaria europea. "La UE depende del paracetamol que se fabrica en China, pero es que en China se fabrica parecetamol con maquinaria europea", sostiene Gil.

EU-China relations in semiconductors

Que se puede esperar de China

China produce pero sin lucro

Subvenciones al Coche eléctrico chino

 El Banco Popular de China ha inyectado 5 billones de yuanes en préstamos a bancos estatales en los últimos 6 meses. Es la expansión más rápida registrada de su balance

 Las inminentes tensiones comerciales en torno a las subvenciones chinas

2.2  EEUU

En esa carrera es clave la atracción de empresas, lo que trajo ya un choque con EEUU tras la aprobación por parte de Washington de la llamada IRA (Inflaction Reduction Act, en inglés), que pretende dar condiciones ventajosas a las compañías para que se instalen en el país.

 Washington apuesta por programas de mucha envergadura como la Ley de Empleos e Inversión en Infraestructura (con una inversión de 550.000 millones de dólares); la Ley de Semiconductores (280.000 millones); o la mencionada IRA (394.000 millones).

Pros y contras: mecanismo: el matching aid.

 A través del mismo, la Comisión ha autorizado a Alemania a dar 902 millones al fabricante sueco de baterías Northvolt para que no se vaya a EEUU, pues también había recibido una 'oferta' para verse beneficiada por la IRA, la norma americana para atraer inversiones. 

Decisión debatible Northvolt

 De la producción americana total unos dos tercios son por el shale oil, esto les ha permitido en la ultima década poder permitirse ignorar Oriente Medio y romper el monopolio sobre el petróleo que tanto daño les hacía.

 -La guerra de los subsidios desatada por EE UU pone a Europa contra las cuerdas

La guerra de los subsidios desatada por EE UU pone a Europa contra las cuerdas | Articulos.claves (articulosclaves.blogspot.com)

 -  La guerra tecnológica EEUU-China y sus efectos sobre Europa E.Feas

 Estados Unidos triplica sus exportaciones a Europa a precios exorbitantes. 

  Sin acceso a materias primas y con altos costes energéticos, las empresas de la UE huyen a EEUU...que además las ofrece subvenciones por deslocalizarse.. Mercedes, VAG.

 

 La UE se vuelca en importar GNL para salvar su industria, construye regasificadoras e implementa política de subvenciones..

Estados Unidos prohíbe nuevos proyectos de GNL bajo el pretexto climático, manteniendo así precios altos y suministros limitados

La UE depende ahora del gas estadounidense. Caro y sólo alcanza para las necesidades básicas

UE importaba aprox. 160 bcm/año gas ruso (1600 TWht términos energía) Esa cantidad en un ciclo combinado obtengo aprox. 500 TWh eléctricos. 

 Incremento electricidad renovable en 2023 respecto 2022 fue 119 TWh  No cuadran los números.

- Del orden 30% del gas se usa como materia prima no para generar Eª 

- Procesos industriales de alta temperatura aún no se pueden electrificar.

https://articulosclaves.blogspot.com/2024/01/las-prisas-acechan-una-union-que.html

La competición tecnológica | Articulos.claves (articulosclaves.blogspot.com)

Geopolitica-fragmentación

 Las dimensiones con las que cada país puede desarrollarse en un sector, son pequeñas comparadas con las potencias de EEUU y China.

Las empresas europeas deberían de estar coordinadas, cooperar entre ellas,con economías de escala y compartiendo conocimiento.

2.3 Otros países

-Y no es solo guerra comercial con China y EEUU, hay que considerar también a Vietnam y a la INDIA 

 3-Escenarios -Riesgos y soluciones

Hay áreas en las que Europa ya llega tarde, el dilema, es si debe de dejar estas áreas en que ya no sera competitiva, porque para ello debería realizar una política industrial europea conjunta y poner mecanismos para que se pudiera desarrollar que implica un proteccionismo no recomendado o bien si es mejor dedicarse a nuevos sectores pero sabiendo que es una estrategia a largo plazo que tardara en dar resultados

El ideal seria avanzar hacia la coopetición (Coopetencia, alianzas atípicas para entornos difíciles) y aplicar modelos de 4-5 hélices

La coopetición con frecuencia es utilizada para financiar la I*D común. Se trata pues de una mutualización de las competencias y posibilidades de dos o más empresas.  Se debería utilizar para mas áreas y mas sectores en Europa

3.1 Tres lineas de acción para integrar la geopolítica en la agenda de los consejos

Para conocer riesgos,  estudiar escenarios, plantear planes de contingencia, siempre se han tenido que tener en cuenta los factores geopolíticos y geoeconómicos

 3.2 La pesada carga de la regulación

“Dinámicas y vulnerabilidades. Riesgos y gobernanza global”

 Hay sectores en los cuales China nos lleva mucha ventaja, si encima actúa con precios son bajos, es imposible ponerse a su nivel .Europa deberá enfocarse a sectores nuevos.

3.3 Enfocarse en sectores donde pueda competir 

Es casi imposible dedicarse en sectores done China lleva 20 años de ventaja

Fabricación módulos fotovoltaicos no es rentable en UE. 

Meyer Burger Technology, empresa suiza que fabrica paneles en Alemania, acaba 2023 con unas pérdidas de 126 M EUR sobre una cifra de negocio de 135 M EUR.  Perdidas casi igualan facturación

 El gigante de los chips NXP (Holandesa) elige Barcelona para crecer en España y busca captar fondos del Perte
 Si China no baja los precios , podría funcionar
 

3.4 Soluciones

Acelerar Europa: Competitividad para una nueva era

Europa tiene un sólido historial en materia de sostenibilidad e inclusión, pero se enfrenta a nuevas presiones sobre su competitividad en 7 dimensiones clave.

 

 

Accelerating Europe: Competitiveness for a new era- Los 7 ámbitos que definirán la competitividad europea en la nueva era -McKinsey Global Institute-

Articulo completo en:

Beyond subsidies: Keys for a European industrial policy 

The NextGenerationEU plan has shown that, for the industrial transformation that the EU needs, it is not enough to increase funds. It is also necessary to rethink the way they are invested- 

Juan Moscoso del Prado

The NextGenerationEU plan has shown that, for the industrial traation that the EU needs, it

In July 2020, still in the midst of the COVID-19 crisis, the EU approved an ambitious aid package budgeted at 807 billion euros. More than just a recovery plan, NextGenerationEU sought to be “a once-in-a-lifetime chance to transform our economies and societies and design a Europe that works for everyone”. 

However, the experience so far with NextGenerationEU shows that, in order to come up with the promised transformation, the increase in European funds should go hand in hand with profound changes in the way they are invested. Juan Moscoso del Prado, senior fellow at EsadeGeo, set forth this view in a recent article published at the Elcano Royal Institute. 

In his analysis, Moscoso del Prado argues that developing a successful European industrial policy that is capable of putting the continent on a par with competitors like China or the US involves progressing towards a capital markets union, a banking union and an energy union

The new instruments and processes that are created must be governed by four parameters: efficiency, simplicity, neutrality and solidity. Otherwise, the researcher warns that “Europe has created too many administrative and regulatory obstacles for its financial instruments.” 

Beyond regulation and subsidies 

One of the main stumbling blocks for a European industrial policy is the unsustainable regulatory fragmentation of the systems of price setting and subsidies. As they depend on each Member State, Europe’s response capacity is very limited (especially in the energy sector) and budgetary and legislative efforts are hard to combine. 

Europe is at risk of uncontrolled proliferation of state aid and subsidies

Up to now, the joint European focus has been to apply a common regulation to its members. However, Moscoso del Prado argues that this approach is insufficient. An industrial transformation such as the EU needs requires “something more than an incentive or a regulatory straitjacket [...], because it requires complicity and business confidence to assume complex productive and technological investments from the private sector firsthand.” 

Furthermore, there is a risk as regards the proliferation of uncontrolled state aid and subsidies in Europe. The financial volume that the Member States have devoted to subsidies that are not coordinated on a European level is at least equivalent to what the US has put into circulation with the Inflation Reduction Act (IRA), around 173 billion euros in energy subsidies in 2020, before the invasion of Ukraine. 

“These figures are the best demonstration that Europe is risking a lot if its only reaction to the new industrial and energy challenges [...] consists of giving state aid from the different Member States and making them individually more flexible. If so, the northern Member States will have no incentive to create a European Sovereignty Fund, destroying the Single Market and prolonging the paralysis until there is a new single or common community instrument”, explains the EsadeGeo researcher. 

The lessons of NextGenerationEU 

The NextGenerationEU funds have shown that it is not the same to finance the public provision of a good (such as a road) as the transformation of the production process of a private company (even if it is publicly co-financed). The latter requires technology and carries a greater risk. “Efficient public-private cooperation up to market parameters is not that easy to reach,” says the author. 

In this respect, the EU lacks experience in the practical application of industrial projects with which to develop its own technologies. The EsadeGeo researcher believes that it would be necessary to bring together all the emerging technologies (artificial intelligence, the aerospace industry, quantum computing, defence technologies, cutting-edge healthcare, etc.) and scale them up jointly at the European level in order to move forward along these lines. 

The EU lacks experience in industrial projects with which to develop its own technologies

Moreover, he states, “complementary structural reforms are also necessary [...] in areas such as employment quality, the resolution of insolvencies, bankruptcy and market unity within Member States.” 
 
Lastly, “a broad economic governance with a greater orientation towards real productive activity gains is needed, including fiscality and taxation [...]. Also, [...] the reform of the Union’s battered institutions at all levels to improve their capacity to deliver.” 

The EU and its role in the world 

The need for a common industrial policy has been rendered more urgent by the geopoliticatransformation of recent times, at the core of which lies the confrontation between China and the US: a deadlock that is increasingly focused on tradeindustry and technological competition. COVID-19, the war in Ukraine and supply chain disruptions have made an effective European consensus even more pressing. 

In this context, the EU is obliged to change the way it relates to the rest of the world. It must do so by “engaging and reinforcing its foreign agenda with industrial and investment elements that generate clear benefits for its counterparts in an equal and sustainable way.” 

The need for a common industrial policy has been accelerated by current geopolitical shifts

Thus, Europe’s challenge is “how it can combine the new energy, technological and productive geopolitics with the reinforcement of the Single Market, with its security and defence needs and goalswithout falling into protectionism, while it pushes for the adaptation of multilateralism to the new global reality.” 

It is no coincidence that the new international paradigm sees industrial policy as being intrinsically linked to security: more and more, national security dictates economic strategy, “something unthinkable a very short time ago,” in the author’s words. 

In this respect, the EU must protect its internal and external competitiveness while at the same time reinforcing the appeal of the Single Market for sustainable investments, maintaining the efficiency of its internal decarbonisation process. “As an agent abroad, it must reinforce its agenda where China does not go or reach by filling the debate on the Open Strategic Autonomy with real and practical contents in its technological and investment industrial dimension,” says Moscoso del Prado. 

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