Más allá de las subvenciones: Claves para una política industrial europea

 

Más allá de las subvenciones: Claves para una política industrial europea

El plan NextGenerationEU ha demostrado que, para la transformación industrial que necesita la UE, no basta con un aumento de fondos. Es necesario replantear también la forma en que se invierten.

En julio de 2020, todavía inmersa en la crisis de la COVID-19, la UE aprobó un ambicioso paquete de ayudas presupuestado en 807.000 millones de euros. Más que un mero plan de recuperación, NextGenerationEU pretendía ser “una oportunidad única en la vida para transformar nuestras economías y sociedades y diseñar una Europa que funcione para todos”.  

Sin embargo, la experiencia vivida hasta hoy con NexGenerationEU demuestra que, para poder cumplir con la transformación prometida, el aumento de los fondos europeos debe ir acompañado de cambios profundos en la forma de invertirlos. Así lo expone Juan Moscoso del Prado, investigador senior de EsadeGeo, en un reciente artículo publicado en el Real Instituto Elcano.  

En su análisis, Moscoso del Prado defiende que desarrollar una política industrial europea exitosa que sitúe al continente al nivel de competidores como China o Estados Unidos requiere avanzar en la Unión de Mercados de Capitales, la Unión Bancaria y la Unión Energética.  

Los nuevos instrumentos y procesos que se creen han de estar regidos por cuatro parámetros: la eficiencia, la sencillez, la neutralidad y la solidez. Por el contrario, el investigador advierte que “Europa ha creado demasiados obstáculos administrativos y regulatorios para sus instrumentos financieros”. 

Más allá de regulación y subvenciones 

Uno de los principales escollos para una política industrial europea es la insostenible fragmentación regulatoria de los sistemas de fijación de precios y subvenciones. Al depender da cada Estado miembro, la capacidad de respuesta europea se ve muy limitada (especialmente en el sector energético) e impide combinar esfuerzos presupuestarios y legislativos. 

Europa corre el riesgo de que las ayudas y subsidios estatales proliferen de manera descontrolada

Hasta ahora, el enfoque común europeo ha sido aplicar una regulación común a sus miembros. Sin embargo, Moscoso del Prado argumenta que esta aproximación resulta insuficiente. Una transformación industrial como la requerida por la UE “necesita algo más que un incentivo o una camisa de fuerza regulatoria, pues exige complicidad y confianza empresarial para asumir en primera persona complejas inversiones productivas y tecnológicas privadas”. 

Además, existe un riesgo respecto a la proliferación de ayudas y subsidios estatales incontrolados en Europa. El volumen financiero que los Estados miembros han invertido en subsidios no coordinados a nivel europeo es, al menos, equivalente al que EEUU ha puesto en circulación con la Inflation Reduction Act (IRA), unos 173.000 millones de euros en energía en el año 2020, antes de la invasión de Ucrania.  

“Estas cifras son la mejor demostración de que Europa se juega mucho si su única reacción a los nuevos retos industriales y energéticos consiste en conceder ayudas estatales a los distintos Estados miembros y flexibilizarlos individualmente. De ser así, los Estados miembros del norte no tendrán ningún incentivo para crear un Fondo Europeo de Soberanía, destruyendo el Mercado Único y prolongando la parálisis hasta que haya un nuevo instrumento comunitario único o común”, explica el investigador de EsadeGeo

Las lecciones de NextGenerationEU 

Los fondos NextGenerationEU han hecho patente que no es lo mismo financiar la provisión pública de un bien (como una carretera) que la transformación del proceso productivo de una empresa privada (aunque este públicamente cofinanciada). Esta última requiere tecnología e implica un riesgo mayor. “No es sencillo lograr una cooperación público-privada eficiente que se ajuste a los parámetros del mercado”, explica el autor

En este sentido, la UE carece de experiencia en la aplicación práctica de proyectos industriales con los que desarrollar sus propias tecnologías. El investigador de EsadeGeo cree que sería necesario unir todas las tecnologías emergentes (inteligencia artificial, industria aeroespacial, computación cuántica, tecnologías de defensa, salud de vanguardia, etc.) y escalarlas conjuntamente a nivel europeo para avanzar en esta línea

La UE carece de experiencia en proyectos industriales con los que desarrollar tecnologías propias

Además, "también son necesarias reformas estructurales complementarias en ámbitos como la calidad del empleo y las cualificaciones, la resolución de insolvencias y quiebras, o la unidad del mercado dentro de los Estados miembros”, afirma. 
 
Por último, se necesita “una gobernanza económica amplia y más orientada hacia ganancias reales de la actividad productiva, incluyendo la fiscalidad y la tributación, así como la reforma de nuestras maltrechas instituciones en todos los niveles para mejorar su capacidad de ejecución”. 

No en vano, el nuevo paradigma internacional plantea una política industrial íntimamente ligada a la seguridad: cada vez más, la seguridad nacional es quien dicta la estrategia económica. "Algo impensable hace muy poco tiempo”, en palabras del autor

La UE y su papel en el mundo 

La necesidad de una política industrial común se ha visto acelerada por la transformación geopolítica de la última época, en cuyo centro se encuentra la confrontación entre China y EEUU. Un pulso cada vez más orientado hacia el comercio, la industria y la competencia tecnológica. La COVID-19, la guerra en Ucrania y las disrupciones en las cadenas de suministro hacen aún más apremiante un consenso europeo efectivo. 

En este contexto, la UE está obligada a cambiar su forma de relacionarse con el resto del mundo. Para ello, debe “comprometer y reforzar su agenda exterior con elementos industriales y de inversión que permitan beneficios claros para sus homólogos de forma equitativa y sostenible”. 

La necesidad de una política industrial común se ha visto acelerada por los cambios geopolíticos

Así, el reto europeo es “combinar la nueva geopolítica energética, tecnológica y productiva con el refuerzo del Mercado Único, con sus objetivos y necesidades de seguridad y defensasin caer en el proteccionismo, mientras impulsamos la adaptación del multilateralismo a la nueva realidad global”. 

No en vano, el nuevo paradigma internacional plantea una política industrial íntimamente ligada a la seguridad: cada vez más, la seguridad nacional es quien dicta la estrategia económica. "Algo impensable hace muy poco tiempo”, en palabras del autor.

En este sentido, la UE debe proteger su competitividad interna y externa al tiempo que refuerza el atractivo del Mercado Único para inversiones sostenibles, manteniendo la eficiencia de su proceso de descarbonización interno. “Como agente en el exterior, debe reforzar su agenda allí donde China no llega, dotando al debate sobre la Autonomía Estratégica Abierta de contenidos reales y prácticos en su dimensión industrial, tanto tecnológica como de inversión”, afirma Moscoso del Prado.

Juan Moscoso del Prado

Senior Fellow en el Centro de Economía Global y Geopolítica (EsadeGeo)

Claves para una política industrial europea | Esade - Do Better

La lucha contra el cambio climático requiere profundas transformaciones en los sectores de la energía y la industria. Hay quien teme que estas políticas sean demasiado proteccionistas y perjudiquen a la competitividad.

Y señalan que “la UE tampoco puede alegar que es inocente en cuanto a sus prácticas comerciales, ya que impone un arancel del 10% a todos los coches importados (incluidos los vehículos eléctricos) y esto ofrece una ventaja injusta a los fabricantes europeos.” 

Pero, ¿quién ganará la batalla de los mercados de las energías renovables? Según Villoslada Camps y Saz-Carranza, todos la ganaremos. 

“En un contexto más amplio, tanto la IRA como el GDIP son avances positivos en la lucha contra el cambio climático”, afirman. “Aunque es inevitable que algunas empresas se trasladen a EE. UU. tras la ley IRA, la UE sigue siendo un mercado muy desarrollado y bien financiado para las energías limpias.” 

La guerra de las subvenciones: ¿Quién gana en la batalla de las renovables? | Esade - Do Better

¿los centros de datos y empresas de la Nube deben ser consideradas como electrointensivas y perciban ayudas?

No se pueden regalar subvenciones. Una empresa se considera electrointensiva NO porque consuma mucha luz sino porque los costes eléctricos son tan altos en relación al valor de lo producido que la hace caer en una rentabilidad por debajo del coste del capital.

Europa, focalización y politica industrial

 Brújula Ciencia-Economia-Sociedad: Europa, focalización y politica industrial (brujulaeconomica.blogspot.com)

https://articulosclaves.blogspot.com/2024/02/paremos-la-locura-anti-comercial-o-un.html

¿Está la nueva orientación de la política industrial en la UE dañando el mercado interior? Judith Arnal  

El tamaño de la inversión en innovación importa Áurea Rodríguez

The future of innovation is blue

Caught in Geopolitical Fragmentation: How to De-risk Germany´s Economic Model / Divided We Fall: Differential Exposure to Geopolitical Fragmentation in Trade | Articulos.claves (articulosclaves.blogspot.com)

 

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