Caso Hepatitis C : Precio justo

http://www.elmundo.es/cronica/2015/01/18/54b9689322601d537b8b4573.html
Gonzalo Suarez
  • RAYMOND SCHINAZZI HA GANADO 440 MILLONES CON EL SOVALDI

  • SU PADRE, DE ORIGEN SEFARDI, TRABAJÓ 20 AÑOS EN CAMPOFRÍO

  • ESTARÍA 'ENCANTADO' DE MEDIAR ENTRE ESPAÑA Y LA FARMACÉUTICA QUE COMPRÓ LA PATENTE PARA ACORDAR UN 'PRECIO JUSTO' POR SU FÁRMACO

  • CALCULA QUE QUE SU PÍLDORA CURARÁ DECENAS DE MILLONES DE VIDAS

    Cuando era un joven científico, Raymond Schinazi viajaba cada verano a España para visitar a su familia. Su padre, de nacionalidad egipcia, fue expulsado de su país a principios de los 60 por su sangre sefardí y sólo encontró su refugio en la fábrica de Campofrío en Burgos. Pero los Schinazi no querían que su prometedor retoño se criara en otra dictadura, así que le enviaron a Bath (Inglaterra) para que estudiara Ciencias Químicas.

    Nadie imaginaba que, cuatro décadas más tarde, aquel espabilado chaval se convertiría en el creador de fármacos que salvarían millones de vidas. El más destacado es Sovaldi, su droga contra la hepatitis C, una enfermedad que aniquila medio millón de vidas al año. Nunca ha habido un lanzamiento farmacológico más rentable que la píldora milagro del doctor Schinazi. Pero su astronómico precio -hasta 60.000 euros por tratamiento- ha provocado una polémica a la altura de su eficacia: numerosos gobiernos, incluido el español, se resisten a recetárselo a todos los enfermos.
    -Sí, soy el padre de Sovaldi -proclama orgulloso Schinazi, de 64 años, desde un congreso médico en San Francisco-. Yo fundé Pharmasset, el laboratorio que lo descubrió, contraté a los científicos, conseguí la financiación, aporté las ideas básicas de la investigación...
    Un grueso acento yanki camufla los orígenes egipcios de Raymond Schinazi. Aunque, a veces, salta al castellano que aprendió de sus ancestros para subrayar alguna frase: "Adoro España, ¡es mi segundo hogar!". El químico detalla con pasmosa naturalidad el número de vidas que han salvado los inventos de su laboratorio: "Según mis cálculos, sólo los retrovirales contra el VIH han evitado siete millones de muertes". ¿Y el Sovaldi? "¡Tiene aún más potencial! A largo plazo, curará a decenas de milllones de pacientes. Por eso, no entiendo a qué esperan los gobiernos para dárselo a los enfermos".
    Sovaldi, su droga contra la hepatitis C
    -¿Conoce la polémica que ha provocado su fármaco en España?Los enfermos incluso han organizado encierros para que se lo receten de forma gratuita.
    -Por supuesto. Y creo que el gobierno debe actuar ya. Tiene que recetárselo de inmediato a los enfermos más graves, porque si no morirán. Además, pueden contagiárselo a otras personas, con lo que se agravaría el problema.
    -En pleno recorte sanitario, ¿está justificado pagar tanto por un fármaco?
    -La alternativa es no hacer nada. Unos enfermos morirán, otros recibirán trasplantes, el resto sufrirá cirrosis o cáncer y serán hospitalizados decenas de veces... A la larga, saldrá mucho más caro. Eso sí, los gobiernos deben negociar con la farmacéutica pararebajar los precios todo lo posible.

    EL EJEMPLO EGIPCIO

    Así ocurrió en su país natal, donde la hepatitis C es una epidemia colosal: sufren la peor tasa de contagios del mundo -el 10% de la población- por el uso de agujas contaminadas en campañas de vacunación en los años 60 y 70. Schinazi admite que ayudó "indirectamente" al gobierno egipcio para que negociara una rebaja con Gilead, la multinacional que le compró la patente en 2011. Hoy, el tratamiento sólo cuesta 900 dólares a los egipcios, la centésima parte que en EEUU.
    -Otros países, como India, también disfrutan de Sovaldi a precios humanitarios. ¿A qué se debe esta diferencia de precios?
    -La farmacéutica negocia precios asequibles con los países pobres, que no pueden pagar la tarifa estándar. Imagino que nadie estará en contra de ayudar al Tercer Mundo, ¿no? España, pese a todos sus problemas económicos, puede pagar más que Egipto.
    [Los críticos de la farmacéutica argumentan, sin embargo, que estos acuerdos buscan evitar que los fabricantes de genéricos indios copien por las bravas el Sovaldi. Así, Gilead cobra un pequeño canon y, sobre todo, protege los mercados de países de ingresos altos y medios, los más lucrativos para estos fármacos de última generación].
    -¿Estaría dispuesto a mediar para que España, su "segundo hogar", disfrute de mejores precios?
    -Me encantaría. El precio depende del PIB del país. Creo que los españoles pueden acordar una tarifa más baja que Francia. [Allí el tratamiento de 12 semanas cuesta 41.000 euros, mientras que España, según se ha publicado, pagará unos 25.000 euros].
    '35.000 euros me parece un precio justo para España. A largo plazo, se gastaría más dinero en trasplantes'
    -Para usted, ¿cuál es un precio justo para el Sovaldi en España?
    -Creo que unos 35.000 euros por curar a una persona de una enfermedad mortal es asumible para un país rico como España. Además, a largo plazo, te ahorras dinero en trasplantes, en tratamientos oncológicos... Y no olvidemos que el fármaco irá bajando de precio en los próximos años.
    -Pero fabricar el Sovaldi cuesta la centésima parte de ese precio. Explique a los españoles por qué tienen que pagar tanto.
    -El fabricante tiene que recuperar los 11.000 millones de dólares que les costó comprar la patente. También debe costear los fármacos que nunca triunfan en el mercado. Y, por supuesto, ha de obtener beneficios para sus accionistas. Sin eso, nadie financiaría las investigaciones para descubrir nuevos tratamientos. Puede sonar duro, pero es algo que he aprendido a lo largo de mi carrera.
    Esta biografía arranca en 1950 en Alejandría. Cuando nació Schinazi, la ciudad egipcia aún conservaba la tolerancia cosmopolita del viejo Oriente Medio. Pero el paraíso se esfumó con el estridente nacionalismo de Gamal Abdel Nasser y la crisis de Suez de 1956. Los Schinazi, como todas las familias sefardíes de Egipto, vieron confiscados sus bienes a comienzos de los 60. De golpe, esta próspera familia de comerciantes se vio arrinconada en un campo de refugiados a las afueras de Nápoles.
    El padre buscó cobijo en su antigua nación, España, de la que sus antepasados sefardíes fueron expulsados en 1492. A través de un contacto, obtuvo un trabajo en las oficinas de Campofrío en Burgos, donde trabajó casi dos décadas y llegó a ejercer de director de exportaciones. Sin embargo, el joven Raymond se marchó a Inglaterra, donde cursó el bachillerato con la beca de una ONG que ayudaba a los refugiados judíos.
    Raymond Schinazi siempre tuvo clara su vocación científica. La heredó de su tío, André Nahmias, toda una eminencia mundial en el estudio del virus del herpes. Así, obtuvo una plaza en la Universidad de Bath, donde se sacó la licenciatura. Luego completó el doctorado con una tesis sobre la elipticina, un fármaco contra el cáncer extraído de plantas.
    Eso sí, cada verano, Schinazi se reunía con su clan en tierras españolas. Juntos recorrieron todo el país: la playa, las montañas, las principales ciudades... "Estoy muy agradecido a tu país por acoger a mi familia cuando más lo necesitaba", asegura hoy. "Gracias a España, mi padre obtuvo un trabajo, pudo prosperar y mantener a su familia. No lo olvidamos".

    'QUE NOS AYUDE'

    En Burgos, la tierra de sus ancestros, Francisco Javier aguarda inquieto a que Schinazi devuelva el favor a España a través de su píldora mágica. Hace 22 años que le diagnosticaron hepatitis C y sufre una cirrosis galopante, pero aún no ha conseguido que su médico le recete Sovaldi. "Si el doctor ayuda a que el gobierno nos pague las medicinas, le estaríamos eternamente agradecidos", ruega este enfermo de 63 años, sorprendido al descubrir la conexión burgalesa del medicamento que tanto ansía.
    Pero, antes de idear este fármaco, Schinazi tuvo que mudarse a EEUU, donde centró sus primeras investigaciones en las distintas variantes del herpes. Así siguió hasta los años 80, cuando se descubrió que un virus causaba el sida. El científico decidió volcar todas sus energías en desarrollar un fármaco contra la enfermedad más temida del momento. "Habíamos aprendido mucho del virus del herpes, pero nos faltaba aplicar este conocimiento al VIH", explica.
    Su trabajo fue vital para el desarrollo de los cócteles de fármacos que han convertido el letal virus en una suerte de mal crónico. A finales de los años 90, de su equipo salieron retrovirales tan populares como la Emtricitabina. Según los cálculos de la Universidad de Emory (Atlanta), donde se encuentra su laboratorio, hasta el 94% de los que recibieron algún tratamiento contra el virus en aquella época se beneficiaron de drogas diseñadas por Schinazi.
    Mientras el VIH acaparaba la atención popular, la epidemia de la hepatitis C cabalgaba sigilosa. Durante décadas, ni siquiera estaba confirmada la existencia de la enfermedad: hasta 1989, cuando fue identificada formalmente, se la conocía como "hepatitis ni A ni B". Y eso que era -y es- un problema sanitario de primera magnitud: hoyafecta a más de 150 millones en todo el mundo y mata cada año a 500.000 enfermos, de los que 10.000 viven en España.
    Sin embargo, apenas existían fármacos. Los compuestos que se empleaban para combatirlo, como el interferon, tenían una eficacia limitada y terribles efectos secundarios. Pero Schinazi estaba seguro de que si aplicaba sus conocimientos sobre el VIH a este virus, podría desarrollar un tratamiento eficaz: "Me dije a mí mismo: 'Este virus está a la espera de que alguien lo cure'".

    EL MILAGRO

    En 1998, Schinazi creó una empresa, Pharmasset, para financiar sus investigaciones. Su trabajo cristalizó en la molécula PSI-7977, que presentó 13 años más tarde en un congreso médico en San Francisco. La eficacia del fármaco sorprendió a los hepatólogos allí congregados: los 10 pacientes que lo habían tomado durante tres meses se habían curado por completo, sin recaídas. ¿Milagroso?
    Dos semanas después, la multinacional Gilead compró Pharmasset -en realidad, sólo les interesaba la molécula PSI-7977- por 11.100 millones de dólares. De ellos, 440 millones correspondían a las acciones de Schinazi. Fue un negocio lucrativo para todos: en el primer semestre de 2014, Gilead facturó 5.800 millones de dólares por el Sovaldi, todo un récord para un fármaco debutante.
    Hoy, el científico ya trabaja en nuevos medicamentos para otras dos enfermedades. Una es la hepatitis B: "Creo que podremos curarla fácilmente". La otra, el VIH: "Eso es más difícil: no creo que viva lo suficiente para ver la cura definitiva". Pero, si le dieran a elegir un mal que le gustaría exterminar, elige un tercero: "Me encantaría acabar con el virus de la gripe: aunque no le demos importancia, mata a millones de personas al año", reflexiona Schinazi, divorciado, con una hija y dos nietos.

    EXTINCIÓN DEFINITIVA

    Pero la búsqueda de nuevos compuestos no es su única ocupación. También trabaja en la promoción del Sovaldi como herramienta para erradicar la hepatitis C del mundo. Según él, si la OMS se coordinara con las principales potencias sanitarias, el mal podría extinguirse de la Tierra en 20 años. "Aquí no estamos hablando de un retroviral que sólo frena la enfermedad, como con el VIH, sino de una cura completa", argumenta. "Si damos el fármaco a todos los enfermos, ya no se la contagiarán a nadie más. Sería maravilloso".
    En el caso de España, aboga por tratar de inmediato a los enfermos más graves. Luego, crearía un plan a largo plazo -"unos 10 años es suficiente"- para ir curando al resto de infectados antes de que desarrollen cáncer, cirrosis y otras complicaciones. "A largo plazo, saldría más barato", insiste. "También se podría establecer unsistema de copago para los pacientes más ricos".
    -Usted ha cobrado 440 millones por su trabajo. ¿Está justificado tanto beneficio?
    -Cuando estaba mendigando para pagar mis investigaciones, que costaron más de 200 millones de dólares, cualquiera podría haber comprado mi empresa por un precio modesto. Pero sólo me hicieronuna oferta cuando quedó claro que nuestro fármaco iba a ser eficaz y rentable. ¿Eso es justo? Hay que premiar a la gente que asume riesgos. Es la única forma de que la ciencia avance.
    -¿A qué ha dedicado el dinero de la venta de su fármaco?
    -Admito que tengo la vida resuelta. Pero también doné 20 millones a mi universidad, monté una fundación, hago donaciones a organizaciones benéficas y he reinvertido en nuevas investigaciones, porque mi principal deber como científico es salvar vidas... Ah, también pagué muchos impuestos aquel año. ¡Deberían poner mi nombre a una calle!
  • What Good Are Economists? RJS

    What Good Are Economists?

    http://www.project-syndicate.org/commentary/are-economists-good-by-robert-j--shiller-2015-01

    NEW HAVEN – Since the global financial crisis and recession of 2007-2009, criticism of the economics profession has intensified. The failure of all but a few professional economists to forecast the episode – the aftereffects of which still linger – has led many to question whether the economics profession contributes anything significant to society. If they were unable to foresee something so important to people’s wellbeing, what good are they?
    Indeed, economists failed to forecast most of the major crises in the last century, including the severe 1920-21 slump, the 1980-82 back-to-back recessions, and the worst of them all, the Great Depression after the 1929 stock-market crash. In searching news archives for the year before the start of these recessions, I found virtually no warning from economists of a severe crisis ahead. Instead, newspapers emphasized the views of business executives or politicians, who tended to be very optimistic.
    The closest thing to a real warning came before the 1980-82 downturn. In 1979, Federal Reserve Chair Paul A. Volcker told the Joint Economic Committee of the US Congress that the United States faced “unpleasant economic circumstances,” and had a “need for hard decisions, for restraint, and even for sacrifice.” The likelihood that the Fed would have to take drastic steps to curb galloping inflation, together with the effects of the 1979 oil crisis, made a serious recession quite likely.
    Nonetheless, whenever a crisis loomed in the last century, the broad consensus among economists was that it did not. As far as I can find, almost no one in the profession – not even luminaries like John Maynard Keynes, Friedrich Hayek, or Irving Fisher – made public statements anticipating the Great Depression.
    As the historian Douglas Irwin has documented, a major exception was the Swedish economist Gustav Cassel. In a series of lectures at Columbia University in 1928, Cassel warned of “a prolonged and worldwide depression.” But his rather technical discussion (which focused on monetary economics and the gold standard) forged no new consensus among economists, and the news media reported no clear sense of alarm.
    Interestingly, contemporary news accounts reveal little evidence of public anger at economists after disaster struck in 1929. So why has the failure to foresee the latest crisis turned out so differently for the profession? Why has it – unlike previous forecasting failures – stoked so much mistrust of economists?
    One reason may be the perception that many economists were smugly promoting the “efficient markets hypothesis” – a view that seemed to rule out a collapse in asset prices. Believing that markets always know best, they dismissed warnings by a few mere mortals (including me) about overpricing of equities and housing. After both markets crashed spectacularly, the profession’s credibility took a direct hit.
    But this criticism is unfair. We do not blame physicians for failing to predict all of our illnesses. Our maladies are largely random, and even if our doctors cannot tell us which ones we will have in the next year, or eliminate all of our suffering when we have them, we are happy for the help that they can provide. Likewise, most economists devote their efforts to issues far removed from establishing a consensus outlook for the stock market or the unemployment rate. And we should be grateful that they do.
    In his new book Trillion Dollar Economists, Robert Litan of the Brookings Institution argues that the economics profession has “created trillions of dollars of income and wealth for the United States and the rest of the world.” That sounds like a nice contribution for a relatively small profession, especially if we do some simple arithmetic. There are, for example, only 20,000 members of the American Economic Association (of which I am President-Elect); if they have created, say, $2 trillion of income and wealth, that is about $100 million per economist.
    A cynic might ask, “If economists are so smart, why aren’t they the richest people around?” The answer is simple: Most economic ideas are public goods that cannot be patented or otherwise owned by their inventors. Just because most economists are not rich does not mean that they have not made many people richer.
    The fun thing about Litan’s book is that he details many clever little ideas about how to run businesses or to manage the economy better. They lie in the realm of optimal pricing and marketing mechanisms, regulation of monopolies, natural-resource management, public-goods provision, and finance. None of them is worth even a trillion dollars, but, taken together, Litan’s conclusion is plausible indeed.
    The 2010 book Better Living through Economics, edited by John Siegfried, emphasizes the real-world impact of such innovations: emissions trading, the earned-income tax credit, low trade tariffs, welfare-to-work programs, more effective monetary policy, auctions of spectrum licenses, transport-sector deregulation, deferred-acceptance algorithms, enlightened antitrust policy, an all-volunteer military, and clever use of default options to promote saving for retirement.
    The innovations described in Litan’s and Siegfried’s books show that the economics profession has produced an enormous amount of extremely valuable work, characterized by a serious effort to provide genuine evidence. Yes, most economists fail to predict financial crises – just as doctors fail to predict disease. But, like doctors, they have made life manifestly better for everyone.

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    ¿Qué puede hacer el BCE? Dos parábolas. Luis Garicano

    ¿Qué puede hacer el BCE? Dos parábolas

    Mientras no entremos en un espiral de deflación, no será necesario ‘tirar dinero desde los helicópteros’

    Mientras en EE UU y el Reino Unido la recuperación es un hecho, la economía de la Eurozona flaquea al borde de la recesión y de la deflación. La decisión de cómo responder a esta situación está ocasionando serios enfrentamientos en el seno del Consejo del Banco Central Europeo entre Mario Draghi y los representantes alemanes, como contaba una reciente exclusiva de Reuters. ¿A qué se debe la existencia de visiones tan radicalmente enfrentadas entre Alemania y los demás países?
    Existen sin duda diferencias de intereses: Alemania, como acreedor,se beneficia de las caídas de precios, mientras que los deudores prefieren mayor inflación. Y también hay diferentes experiencias históricas: la hiperinflación en los años 20 del siglo XX que desembocó en el ascenso de Hitler ha marcado una preferencia absoluta de los votantes alemanes por la estabilidad monetaria.
    Pero hay también una profunda diferencia de diagnóstico de la crisis entre los analistas alemanes y los demás. Para entenderla de forma sencilla, sirven a modo de parábola dos famosas historias reales recogidas en el reciente libro de Tim Harford, El economista camuflado ataca de nuevo (2014). Empezamos con la primera, contada por dos economistas apellidados Sweeney, marido y mujer, en 1978.
    Había una vez en Washington una cooperativa formada por padres que intercambiaban entre ellos su trabajo de canguro para los hijos de los demás. El trabajo se pagaba con un ‘vale’ que equivalía a una hora de trabajo. La idea es buena porque (como el dinero de verdad) permite intercambios amplios. Juan puede hacerle de canguro a Andrés, pero a lo mejor no hay ningún día en el que Juan necesite salir y Andrés esté libre para devolverle el favor. Con este sistema, Juan cobra un vale de Andres, y puede usarlo para pagar a otro miembro de la cooperativa.
    Desgraciadamente, el número de vales en circulación empezó a declinar. Dada la escasez de transacciones y de posibilidades de acumular nuevos vales, los padres empezaron a salir menos para no gastar sus vales. Los vales llegaron a ser tan escasos que la gente sólo los usaba en ocasiones especiales. Es decir, la cooperativa entró en recesión con desempleo (no había trabajo suficiente para todos los padres que querían trabajar).
    Una solución hubiera sido que se ajustaran los precios (‘ven pero te pago medio vale’), pero la presión social en contra (‘ese es un caradura’) imposibilitaron este ajuste.
    Tras varios intentos fallidos, los miembros de la cooperativa dieron con la solución: emitir más vales. Una vez todos los miembros tenían su reserva de vales, la economía de esta cooperativa se puso en marcha de nuevo, y el número de intercambios aumentó.
    Esta economía en miniatura nos sirve para entender las razones para las políticas expansivas del BCE. El diagnóstico (que resulta de observar la caída de precios y el estancamiento de la actividad, junto con el bajo crecimiento del dinero en circulación M3) es que los consumidores y empresas, asustados por el parón económico, prefieren tener dinero en sus manos a gastarlo. Pero, igual que en la cooperativa, mi gasto es el ingreso de otra persona —si yo no gasto, la otra persona no ingresa—.
    La baja actividad (en este diagnóstico) es consecuencia de una ‘disfunción monetaria’ que lleva a la deflación, y una disfunción monetaria tiene que ser atacada con medidas monetarias, como dijo el gran economista Milton Friedman en dos famosos artículos de 1948 y 1969. Su propuesta ante una espiral deflacionista es una expansión monetaria tirando el dinero desde los helicópteros (a helicopter drop) —en la práctica, se trataría de mandar un cheque, financiado con dinero y no con emisión de deuda pública, a los hogares, por ejemplo de 500 euros—.
    Pues bien, dada la duración y profundidad de nuestros problemas, el influyente economista catalán Jordi Galí acaba de proponer en un reciente documento de trabajo del Center for Economic Policy Research medidas igualmente drásticas para Europa: una expansión fiscal financiada monetariamente.
    Los alemanes se resisten a este diagnóstico, no ya para hacer algo tan drástico, sino incluso si se trata solo de justificar una expansión monetaria cuantitativa menos drástica similar a la Americana, en la que se cambia dinero por deuda pública para deshacerlo después. Para entenderlo, contrastemos la parábola anterior con la de la recesión que sufrió otra economía en miniatura: un campo de concentración alemán en el que el economista inglés R. A. Radford fue confinado durante la II Guerra Mundial y que él describe en un precioso ensayo publicado en 1945 en la revista científica de la London School of Economics (LSE).
    Existía en el campo una economía perfectamente funcional. Cuando llegaban nuevas raciones de la Cruz Roja, los vegetarianos vendían carne, los no fumadores cigarrillos, los franceses vendían té, los ingleses café, etc. Había tiendas y servicios varios, pagados en cigarrillos. Había incluso exportaciones fuera del campo —se vendía mercancía a los alemanes—. Los precios se ajustaban con rapidez, bajando cuando llegaba un cargamento, subiendo cuando había nuevos presos, etc.
    Al final de la guerra, al acercarse los combates, la Cruz Roja traía cada vez menos paquetes. La economía del campo se empezó a paralizar, decayendo el comercio y la actividad.
    Esta recesión del final de la guerra, contrariamente a la primera, no tiene nada que ver con el dinero. ‘Imprimiendo’ más dinero, no se puede reactivar esta economía. Se ha producido un shock de oferta, los prisioneros deben acostumbrarse a la idea de que son más pobres, ajustar su nivel de vida, y no hay nada que un ‘banco central’ que emita cigarrillos, pueda hacer al respecto. De hecho, emitir dinero en este contexto no puede hacer más que crear inflación.
    Alemania ve el problema actual principalmente como un problema de oferta. Y es indudable que Europa se enfrenta (al menos en parte) a problemas de oferta. Como ha apuntado el economista Rubén Segura de BAML, las cuatro principales economías europeas perderán más del 5% de su población activa en los próximos 15 años, una cifra similar a Japón entre 1995 y 2010. Y más allá del problema demográfico, es indudable que muchos países tienen problemas de productividad, de burbujas pinchadas, de especialización en sectores que han resultado ser menos rentables de lo esperado (el inmobiliario, por ejemplo).
    Además, a Alemania le preocupa que una vez que empezamos a ‘jugar con el dinero’, luego no podremos parar. De hecho, en la cooperativa de Washington terminaron pasándose de emitir cupones y generaron fuerte inflación (algo que Paul Krugman, al que le gusta contar la historia, suele omitir).
    Todo eso es cierto, y sugiere que las reformas de oferta que mejoren la capacidad productiva de la economía siguen siendo cruciales. Pero hay un dato clave que apunta claramente a la necesidad de una respuesta del BCE: habiendo alcanzado el 0,4% en los últimos 12 meses, el crecimiento de los precios en la Eurozona está sistemáticamente por debajo del objetivo de inflación del BCE (el 2%), y el BCE sistemáticamente no ha acertado a predecir esta evolución. Pero los tipos de interés ya han llegado a 0%, es decir, por el lado convencional no hay nada más que el BCE pueda hacer para alcanzar su objetivo.
    Mientras no entremos en una espiral de deflación no es el momento aún de hacer algo tan drástico como comenzar políticas de ‘tirar dinero desde los helicópteros’, aunque hay que tener incluso estas políticas en la recámara. Pero mientras tanto, hay recorrido aún para políticas no convencionales menos radicales de expansión monetaria a la americana. Es hora de que Draghi cumpla los planes que ha estado anunciando y ponga en marcha ya un programa importante de expansión cuantitativa.

    Imperio de la Ley y Crecimiento Económico -JESÚS FERNÁNDEZ-VILLAVERDE el 21/12/2014


    El jueves di una charla en Madrid sobre imperio de la ley y crecimiento económico. Varias personas me pidieron que colgara las transparencias que utilicé en la charla: aquí están. Sin mi explicación alguna transparencia quizás sea difícil de interpretar. En unas semanas tendré la transcripción de la charla y, después de unos ligeros cambios editoriales, la colgaré también.
    Quiero señalar cuatro cosas interesantes:
    1) El índice de imperio de la ley que empleo, el del World Justice Project coloca a Dinamarca en la cabeza de la clasificación y a Venezuela en el último (aunque solo clasifica a 99 países). Más evidencia empírica del horrible comportamiento que ha tenido Venezuela en todas las medidas que a uno se le ocurra. En esta otra entrada ya repasé el fracaso absoluto de Venezuela en términos de crecimiento económico y de índices de desarrollo humano (por cierto, lean los comentarios: es realmente gracioso la gente que me dijo que iban a buscar datos en los que Venezuela lo hacía mejor; después de varios meses los sigo esperando).
    2) El que Dinamarca y Venezuela estén en los dos extremos de la clasificación es una casualidad maravillosa (no lo sabía antes de mirar el índice de imperio de la ley): siempre son los dos países que Luis Garicano y muchos de nosotros ponemos como dos polos de elección social a la que España se enfrenta.
    3) El imperio de la ley correlaciona bastante bien con índices de libertad económica (algo de lo que no tuve tiempo de hablar en mi charla). Por ejemplo, en el 2014 Index of Economic Freedom de Heritage, Dinamarca es el país número 10 (¡por delante de Estados Unidos!) y Venezuela el 175. Dinamarca es un país con un mercado mucho más libre que España.
    4) Una evidencia de la que no tuve tiempo de hablar fue sobre la superioridad de la common law anglosajona sobre el sistema de derecho continental en términos de eficiencia económica. Existe también una relación entre el common law y la robustez del imperio de la ley, una idea que viene al menos de Bruno Leoni. Esto es algo que deberé de desarrollar algún día en detalle pero mientras tanto, un video muy entretenido.
    http://www.cato.org/events/bruno-leoni-101
    http://nadaesgratis.es/?p=41384
    1) Indice de imperio de la ley: hay componentes de la medida, como seguridad ciudadana, donde España lo hace bastante bien. España es un pais con muy pocos homicidios y otros delitos violentos
    Y a fin de cuentas la mayoria de los derechos fundamentales tampoco estan en peligro agudo.
    2) El indice de Heritage lo empleo para argumentar que incluso Heritage, que puede tener un sesgo anti-escandinavo, encuentra que Dinamarca es mas libre economicamente que Estados Unidos.

    http://nadaesgratis.es/wp-content/uploads/ImperioLey.pdf

    http://politica.elpais.com/politica/2014/12/20/actualidad/1419092965_786067.html

    N-477- Una decada en transición a la nueva revolución del conocimiento

    Hace mas de una decada que estamos en transición a la nueva revolución del conocimiento

    ¿Todas las actuales tensiones financieras, economicas, sociales, de crisis de valores son consecuencia de la adaptación a los nuevos modelos de producción, a los nuevos modelos socioeconomicos, a los  nuevos modelos politicos, a los nuevos modelos energeticos, a las nuevas revoluciones de ciencias pluridisciplinares ?  Esta adaptación, esta transición solo sera posible si sabemos enfocar y divulgar los cambios en los que estamos inmersos.

    La energía del siglo XXI: el talento


    " El talento es la energía de los humanos de este siglo, pero también aquello que diferencia los lugares. En el nuevo tipo de economía en que nos movemos, la base del futuro es el talento, ni los recursos ni el dinero. Lo más importante es qué es capaz de hacer una persona dentro de un territorio. Los humanos conseguimos ese talento a través de la formación y de sus habilidades.Hoy en día, el talento es cada vez más complejo, es algo que se ha vuelto capaz de crear, es un nuevo artesano. Los humanos hemos recuperado esa capacidad, pero esto se ve potenciado muchísimo por las máquinas, por lo que se multiplica hasta llegar a un cambio bestial de la potencia de los humanos. El talento individual, sin embargo, no es lo más importante, pues las concentraciones de talento son las que marcan la verdadera diferencia. " Daniel G -C.Barrabes **http://www.m80radio.com/2014/la-energia-del-siglo-xxi-el-talento-11600.html



    Economia en red
    https://www.youtube.com/watch?v=jiaCnGF2AsE
    https://www.youtube.com/watch?v=BwXdUPHti6c
    http://i2tic.net/es/equipo/joan-torrent-sellens/videos-entrevistas/
    http://www.uoc.edu/uocpapers/8/dt/esp/torrent.html
    https://www.youtube.com/watch?v=dLSCa8idsfw


    Nanotecnologias
    https://www.youtube.com/watch?v=vPDqtCkELt0
    https://www.youtube.com/watch?v=bNhDRJ_Y75g

    Biotecnologias
    https://www.youtube.com/watch?v=F2sGW3CTiq4
    https://www.youtube.com/watch?v=ewjPsvDw4zk

    Bioeconomia
    https://www.youtube.com/watch?v=mHVn2I3nN14 
    https://www.youtube.com/watch?v=nOG8vM1mZuo

    La energia del futuro - Eficiencia Energetica

    https://www.youtube.com/watch?v=bVQh4tKTshU
    https://www.youtube.com/watch?v=60mPhahQ7v8
    https://www.youtube.com/watch?v=60mPhahQ7v8
    https://www.youtube.com/watch?v=iJPzHyhyYQE
    https://www.youtube.com/watch?v=GpbG4FjFSEs


    Robotización
    https://www.youtube.com/watch?v=7xbH62f9DRk

    Econofisica
    https://www.youtube.com/watch?v=eNh8DE7lbl4
    https://www.youtube.com/watch?v=S-C9FMHGa0c

    Neuroeconomia - Economia de la conducta- Teoria de incentivos
    https://www.youtube.com/watch?v=qn0XULSpdJo
    https://www.youtube.com/watch?v=p-yAVM7AKtE
    https://www.youtube.com/watch?v=-DabBFa9wMY
    https://www.youtube.com/watch?v=U1SJ3uGcciY
    http://economicspsychologypolicy.blogspot.com.es/2012/04/lecture-on-identity-motivation-and.html

    Economia del conocimiento
    https://www.youtube.com/watch?v=vLJF2w3cFsw
    https://www.youtube.com/watch?v=t5Q-N--hahk
    https://www.youtube.com/user/canalHelix3c/videos

    Interelaciones Globales, Globalización, Geopolitica-Geoeconomia-Geoestrategia, Economia mundial, Teoria de juegos, , Reforma de las Instituciones Supranacionales, Economia de la informacion-información asimetrica, Historia economica
    https://www.youtube.com/watch?v=rVvPb3MEgbk
    https://www.youtube.com/watch?v=kPoG5KVmkuM
    https://www.youtube.com/watch?v=kPoG5KVmkuM
    https://www.youtube.com/watch?v=cD2u437fGJM 


    Teoria de sistemas  - Economia Ecosistemas-Pensamiento sistemico
    https://www.youtube.com/watch?v=IxP6Jyc6nzo
    https://www.youtube.com/watch?v=ZWWWxFR0iEw
    https://www.youtube.com/watch?v=uY5zjI_-sEY
    https://www.youtube.com/watch?v=P4V0SNCqqrA

    Previsiones
    Juan Ignacio Crespo explica con claridad meridiana, los 10 años (más o menos) que lleva ajustar un gran desequilibrio económico que comenzó en 2007 (enero 2012) 2007-2017 
    https://www.youtube.com/watch?v=LieTjK0fZ_w
    https://www.youtube.com/watch?v=hlhMNve1qAY
    https://www.youtube.com/watch?v=Srn_LlKQ_Zo


    Postcapitalismo - Economia colaborativa -Economia institucional-Bienes comunes - Economia circular
    https://www.youtube.com/watch?v=qNrnGldinYM
    https://www.youtube.com/watch?v=J7bkYZv5wdQ
    https://www.youtube.com/watch?v=0Ly4852cXrU
    http://www.ellenmacarthurfoundation.org/circular-economy/circular-economy



    Mas enlaces en:
    http://articulosclaves.blogspot.com.es/2014/12/visualizamos-la-revolucion-actual-de-la.html
    http://notistecnicas.blogspot.com/
    http://transicionsocioeconomica.blogspot.com/
    http://forosenar.blogspot.com/
    http://brujulaeconomica.blogspot.com/
    https://www.facebook.com/pages/Investigaci%C3%B3n-Cientifica-Social-Socioeconomia/136263473108164?fref=ts

      Mario Draghi en Bruselas un año después: texto íntegro ...