El Comercio Internacional y la Crisis reeditado 19 de junio de 2009 Jesus Fernandez-Villaverde

El Comercio Internacional y la Crisis

Uno de los fenomenos más destacados de la actual crisis es la inusitada rapidez de la caída del volumen de comercio internacional, con tasas del -13/-14%. Es demasiado pronto para buscar una explicación clara a esta des-globalización. Se he argumentado que, dado que una parte importante del comercio internacional es en bienes de inversión y duraderos, era de esperar que así fuera en tanto que es en estos bienes en lo que se está concentrando la contracción de la economía mundial. Sin embargo, si miramos la tabla A9 del World Economic Outlook del FMI de Abril del 2009, vemos que las caídas son generalizadas en todas las subdivisiones del comercio internacional. Kei-Mu Yi, un vecino mío en el Philly Fed, argumenta que la razón es el incremento de la especialización vertical: parte de mi Iphone se hace en Taiwan, para ser exportado a China donde se le añade un poco más de valor y se re-exporta a EE.UU., etc… Por tanto, si no me compro un nuevo móvil por aquello de que las cosas no van bien, la caída total del comercio internacional es mucho mayor que la que habría sido hace unos años.
Tenga o no razón Kei-Mu, la contracción del comercio internacional nos golpea en España de manera brutal. Volviendo al Boletín Económico del Banco de España que comentaba el otro dia, he robado este gráfico:




que muestra claramente retrocesos en nuestras expors e impors a tasas interanuales cercanas al 20%. Incluso el turismo, nuestra industria nacional por excelencia, esta sufriendo reducciones del 18.7% en en el primer trimestre del 2009.

Esta preocupante evolución del comercio internacional y el turismo me levanta dudas acerca de cómo España pueda recuperarse antes de que lo haga Alemania y otros de nuestros socios comerciales. Tradicionalmente, cuando nos metíamos en una crisis gorda, la solución favorita de nuestros gobernantes, de Ullastres a Solchaga pasando por Boyer, era la devaluación de nuestra peseta que tiraba de las ventas exteriores de los SEATs y abarataba los hoteles en Benidorm. Esta salida ahora no la tenemos. Una desinflación competitiva, visto lo visto con la negociación de convenios este año sería dolorosísima. Por tanto, mientras Alemania no se nos recupere, nos quedan muy poquitos naipes en la baraja del sector exterior para cantar las cuarenta de la recuperación.

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