Hace muchos años una amiga me dejó un libro sobre economía de los recursos naturales. El libro estaba magníficamente escrito presentando claramente el modelo básico, la asignación óptima intertemporal de recursos, el monopolio.... A mí, el libro me decepcionó pero no supe por qué. Muchos años más tarde comprendí que una parte nada desdeñable de nuestra historia nos la hemos pasado dándonos garrotazos a ver quién tenía qué. Y que un libro de economía de los recursos naturales que no explicara por qué se producen los conflictos y cómo se pueden arreglar está incompleto. Lo mismo me ocurre con las páginas web que hablan de economía y cine y donde se habla de la información asimétrica, etc. ¿Dónde están las películas de vaqueros? Otros ejemplos de situaciones a las que nos enfrentamos todos los días pero que no cuadran con los análisis tradicionales son coger un taxi, entrar en una institución educativa, un evento deportivo, publicar un artículo, obtener una estrella Michelin...
La economía de las contiendas (EC) estudia situaciones en las cuales los agentes luchan por obtener un bien o premio que, en principio, no tiene propietario. Se distingue así de partes ya muy asentadas en nuestra disciplina como el equilibrio general en la que lo primero que se especifica es quien tiene qué. La EC estudia cómo se asignan los derechos de propiedad y por lo tanto estudia algo más básico: por qué los agentes tienen lo que tienen[2].
Esta lucha se realiza a través de gastos, inversiones, esfuerzos, etc. que no son recuperables y que propician la consecución del premio. Hirshleifer (1994), en un afortunado juego de palabras llamó a las contiendas "The Dark Side of the Force" porque nos ilustra que el egoísmo no sólo tiene los efectos benéficos que conocemos desde Adam Smith. Las guerras también son, en muchos casos, producto de ese egoísmo sin escrúpulos[3].
La economía de las contiendas es un fruto más del frondoso árbol de la Teoría de Juegos como buena parte de la Economía Política, la Organización Industrial, el Diseño de Mecanismos, etc. y como veremos intersecta con esas disciplinas en el estudio de ciertos campos. Puede decirse que las contiendas son un mecanismo de asignación de recursos, diferente de la autoridad y del mercado. La EC se aplica a campos tan diversos como la política (donde los partidos tratan de conseguir la victoria a través de mítines, anuncios, cuando no comprando votos), la guerra o la litigación por un recurso, la búsqueda de rentas, los lobbies, la asignación de un premio o un contrato, las competiciones deportivas o televisivas, las patentes, etc[4].
Las contribuciones pioneras fueron las de Tullock (1967) sobre el coste del monopolio, Krueger (1974) sobre las tarifas como producto de la búsqueda de rentas y Becker (1983),  que estudió los lobbies. A partir de ahí la EC se ha expandido para estudiar problemas que la economía tradicional no era capaz de tratar[5].
La EC ha permitido estudiar el funcionamiento de los grupos de presión. Así Olson (1965)conjeturó que los grupos de presión pequeños tenían un impacto desproporcionado sobre el gobierno debido a que en los grupos grandes existía un problema de free riding en el que cada miembro del grupo grande esperaba escabullirse de sus tareas. Esteban-Marquillas y Ray (2001) probaron que eso sólo ocurre cuando el premio es un bien privado (una subvención) pero no cuando es un bien público (una ley). Amegashie (2018) estudia la conjetura de que hay empresas que son "Too Big to Fail". En su modelo, esto no ocurre ya que, en equilibrio, el Estado no rescata a las empresas más grandes, sólo a las que no alcanzan determinado tamaño. Esto es consistente con el tratamiento del gobierno norteamericano de Lehman Brothers y Bear Stearns en la crisis financiera del 2008-2010.
Un área donde la EC ha sido capaz de generar resultados novedosos es el de la economía del deporte, y en particular del deporte rey, el futbol. Yildizparlak (2017) estudia las siete ligas más importantes del fútbol europeo y encuentra que el impacto en el resultado de jugar en casa es más importante en Italia que en el resto de las ligas, siendo Rusia la liga en la que este efecto es de menor cuantía. Con respecto al talento de los jugadores del club, este es muy importante en la Premier League, mientras que en la liga francesa este factor es el de menos importancia entre todas las ligas. Se encuentra que la calidad del equipo es un factor más importante en los encuentros que se juegan fuera que en aquellos que se juegan en casa (como parece lógico)[6].
Generalmente la contienda se formaliza como un juego en forma normal, esto es, un juego estático. Pero se han usado también juegos dinámicos para estudiar fenómenos como el efecto New Hampshire (ENH), por el que los candidatos a la presidencia de US que vencen en los primeros rounds son una buena apuesta para ver quién ganará la contienda, las contiendas de eliminación (Wimbledon, Champions), donde los premios tienden a concentrarse en las últimas rondas o el efecto desánimo en el que los candidatos rezagados tiran la toalla (como hacen muchos atletas en carreras de fondo que no pueden ganar). También se ha estudiado el efecto Mateo (proveniente de la cita bíblica "porque al que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado") según el cual el éxito temprano en educación, riqueza, fama, citas, etc. provoca un efecto cascada que convierte a esos afortunados en líderes muy por encima de otros. La ocurrencia o no de este efecto depende de la manera de modelizar la contienda, por lo que su existencia (que en algunos foros se toma como garantizada) ha de tomarse con cuidado[7].
Este efecto es distinto del ENH en el que, por ejemplo en una contienda al mejor de tres sets, el perdedor de la primera ronda tiene que ganar dos sets para ganar y por tanto el premio esperado es menor que para el ganador del primer set. El efecto Mateo consiste en que en una guerra en la que un contendiente ha conquistado las fuentes energéticas del otro, el perdedor de esa fase de la guerra tiene todavía peores expectativas para lo que viene al no tener fuentes energéticas.
Palacios-Huerta (2012) ha presentado una aplicación del ENH poniendo en duda la equidad del actual orden de ejecución de penaltis en los desempates futbolísticos ya que, dado que en promedio el 80% de los penaltis acaban en gol, el que ejecuta primero tiene ventaja. Propone que si el orden de los dos primeros penaltis es, digamos, AB, en los dos siguientes se invierta el orden (BA) y así sucesivamente. Tal orden se ha implementado en algunos campeonatos[8].
Finalmente nos encontramos con la pregunta del millón. ¿Cómo organizar una contienda de la manera más efectiva socialmente? La respuesta depende de qué objetivos sociales se consideren apropiados. Se suele considerar que la suma de esfuerzos es un criterio razonable (piénsese en un espectáculo deportivo o televisivo) aunque a veces sólo el esfuerzo de ganador puede ser relevante (piénsese en un concurso de arquitectura en que sólo el diseño ganador se va a implementar). Un resultado típico del primer enfoque es que es óptimo tratar de igualar la contienda lo más posible, poniendo hándicaps a los contendientes más aventajados como se hace en el golf, las carreras de caballos y la NBA, donde los equipos más débiles tienen preferencia a la hora de elegir jugadores y que no se debe excluir a ningún contendiente no importa cuan débil pueda ser. Pero si el objetivo social es el segundo, las prescripciones cambian totalmente y puede ser socialmente óptimo excluir a contendientes débiles, ayudar a los que ya son más hábiles y perjudicar a los menos dotados (Serena, 2017).
En el futuro se perfilan varios temas importantes. Entre ellos destacan las cuestiones de género (Backus, Cubel, Guid, Lopez-Mañas y Sánchez Pages, 2016), los conflictos en redes (Franke y Öztürky, 2015) y la evidencia experimental (Chowdhury, Sheremeta y Turocy, 2014).
Resumiendo, la EC presenta una nueva forma de aproximarse a la comprensión de problemas que ya conocíamos como los recursos naturales, la política, la organización industrial, los deportes, etc., complementando así el acervo del conocimiento existente. Y es capaz de estudiar otras cuestiones que la economía tradicional no había sido capaz de abordar como las guerras, la búsqueda de rentas, los concursos, etc. En ese sentido la EC es un campo prometedor de donde cabría esperar algunas indicaciones para hacer un mundo mejor.
[1] Agradezco a Carmen Beviá sus comentarios que han mejorado enormemente este trabajo.
[2] No me entendáis mal. La economía tradicional nos ha dado un entendimiento profundo de muchos temas importantes como la existencia y eficiencia del equilibrio perfectamente competitivo, las ganancias del comercio internacional, el papel de los precios diseminando información, el oligopolio, etc. Pero sin estudiar las contiendas, la economía está incompleta.
[3] Un magnifico survey sobre las causas de las guerras es el de Jackson y Morelli (2011).
[4] Las contiendas también se usan en biología para modelizar la lucha entre las especies
[5] Una explicación más detallada de estos temas y de otros se halla en mis surveys de 20072017, este último escrito con Marco Serena.
[6] Un resultado curioso es que el parámetro que mide la importancia de los empates prácticamente coincide en todas las ligas con el que maximizaría el esfuerzo de los equipos.... lo que me recuerda el cuento de Bustos Domecq (alias de Borges y Bioy Casares) sobre la realidad del fútbol ("¿Debo deducir que el score se digita?"), "Esse Est Percipi".
[7] Véase Beviá-Corchón (2013) y la generalización posterior de Luo y Xie (2018).
[8] Ver esta entrada en Wikipedia.  Más evidencia del ENH en deportes se halla en Krumer y Lechner (2017).