Banerjee, Duflo y Kremer, premio Nobel de Economía por su investigación para aliviar la pobreza
La francesa Esther Duflo se convierte en la segunda mujer en llevarse el premio en toda la historia
The Sveriges Riksbank Prize in Economic Sciences in Memory of Alfred Nobel 2019 was awarded jointly to Abhijit Banerjee, Esther Duflo and Michael Kremer "for their experimental approach to alleviating global poverty."
· https://www.nobelprize.org/prizes/economic-sciences/2019/summary/
· https://www.nobelprize.org/uploads/2019/10/press-economicsciences2019-2.pdf
· https://www.nobelprize.org/uploads/2019/10/fig3_ek_en_19_improved_vaccination_rates.pdf
· https://www.nobelprize.org/uploads/2019/10/fig2_ek_19_improved_educational_outcomes.pdf
· https://www.nobelprize.org/uploads/2019/10/fig1_ek_19_differenceProductivity.pdf
El indio Abhijit Banerjee, la francesa Esther Duflo –ambos del Massachusetts Institute of Technology (MIT)– y el estadounidense Michael Kremer –de Harvard– han sido galardonados con el Premio Nobel de Economía por “su aproximación experimental a aliviar la pobreza global”. En el caso de Duflo es la segunda mujer en ser reconocida.
“Su investigación ha mejorado considerablemente
nuestra habilidad para luchar contra la pobreza global”, argumenta la Real
Academia de Ciencias Sueca. Pese a los avances realizados en
los últimos años, “más de 700 millones de personas aún subsisten con ingresos
extremadamente bajos”, se apunta.
Press release: The Prize in Economic Sciences 2019
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14 October 2019
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The Royal Swedish Academy of Sciences has decided to award the Sveriges Riksbank Prize in Economic Sciences
in Memory of Alfred Nobel 2019 to
Abhijit Banerjee
Massachusetts Institute of Technology,
Cambridge, USA
Esther Duflo
Massachusetts Institute of Technology,
Cambridge, USA
Michael Kremer
Harvard University, Cambridge, USA
“for their experimental approach to
alleviating global poverty”
Their research is helping us fight poverty
The research conducted by this year’s
Laureates has considerably improved our ability to fight global poverty. In
just two decades, their new experiment-based approach has transformed
development economics, which is now a flourishing field of research.
Despite recent dramatic improvements, one
of humanity’s most urgent issues is the reduction of global poverty, in all its
forms. More than 700 million people still subsist on extremely low incomes.
Every year, around five million children under the age of five still die of
diseases that could often have been prevented or cured with inexpensive
treatments. Half of the world’s children still leave school without basic
literacy and numeracy skills.
This year’s Laureates have introduced a
new approach to obtaining reliable answers about the best ways to fight global
poverty. In brief, it involves dividing this issue into smaller, more
manageable, questions – for example, the most effective interventions for
improving educational outcomes or child health. They have shown that these
smaller, more precise, questions are often best answered via carefully designed
experiments among the people who are most affected.
In the mid-1990s, Michael Kremer and his
colleagues demonstrated how powerful this approach can be, using field
experiments to test a range of interventions that could improve school results
in western Kenya.
Abhijit Banerjee and Esther Duflo, often
with Michael Kremer, soon performed similar studies of other issues and in
other countries. Their experimental research methods now entirely dominate
development economics.
The Laureates’ research findings – and
those of the researchers following in their footsteps – have dramatically
improved our ability to fight poverty in practice. As a direct result of one of
their studies, more than five million Indian children have benefitted from
effective programmes of remedial tutoring in schools. Another example is the
heavy subsidies for preventive healthcare that have been introduced in many
countries.
These are just two examples of how this
new research has already helped to alleviate global poverty. It also has great
potential to further improve the lives of the worst-off people around the
world.
Illustrations
The illustrations are free to use for
non-commercial purposes. Attribute ”© Johan Jarnestad/The Royal Swedish Academy
of Sciences”
Read more about this year’s prize
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Abhijit Banerjee, born 1961 in Mumbai, India. Ph.D. 1988 from Harvard University,
Cambridge, USA. Ford Foundation International Professor of Economics at
Massachusetts Institute of Technology, Cambridge, USA.
Esther Duflo, born 1972 in Paris, France. Ph.D. 1999 from Massachusetts Institute of
Technology, Cambridge, USA. Abdul Latif Jameel Professor of Poverty Alleviation
and Development Economics at Massachusetts Institute of Technology, Cambridge,
USA.
Michael Kremer, born 1964. Ph.D. 1992 from Harvard University, Cambridge, USA. Gates
Professor of Developing Societies at Harvard University, Cambridge, USA.
The Prize amount: 9 million Swedish krona, to be shared equally between the Laureates
Further information: http://www.kva.se and http://www.nobelprize.org
Press contact: Eva Nevelius, Press Secretary, +46 8 673 95 44, +46 70 878 67 63, eva.nevelius@kva.se
Experts: Jakob Svensson, +46 70 177 67 17, jakob.svensson@iies.su.se, Torsten
Persson, +46 79 313 39 04, torsten.persson@iies.su.se, members of the Committee
for the Prize in Economic Sciences in memory of Alfred Nobel
The Royal Swedish Academy of Sciences,
founded in 1739, is an independent organisation whose overall objective is to
promote the sciences and strengthen their influence in society. The Academy
takes special responsibility for the natural sciences and mathematics, but
endeavours to promote the exchange of ideas between various disciplines.
Su aproximación pasa por dividir el problema de la pobreza en
cuestiones más pequeñas y manejables. “Han demostrado que se logran mejores
respuestas con experimentos diseñados cuidadosamente”, se expone,
ejemplificándolo en la mejora de la asistencia a los colegios o la salud de los
niños. La Academia apunta que como resultado de uno de sus estudios más de
cinco millones de niños indios se beneficiaron de programas de tutoría en las
escuelas y se han introducido en diversos países subsidios para salud
preventiva.
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“Son solo dos ejemplos de cómo esta investigación ya ha ayudado a
aliviar la pobreza global. También tiene un gran potencial para mejorar aún más
la vida de las personas más pobres del mundo”, se sigue. Con todo, los
resultados que han obtenido en sus trabajos de campo “han mejorado
dramáticamente nuestra habilidad para luchar contra la pobreza en la práctica”.
Ciencias Sociales
Duflo ganó el Princesa de Asturias en 2015
A diferencia de otras categorías, acertar en la quiniela sobre los
favoritos a llevarse este galardón es mucho más complejo. En todo caso, suele
ser un hombre blanco de 55 años y estadounidense. Ese ha sido el perfil del 75%
de los premiados en los últimos 20 años. En toda la historia solo una mujer ha
sido premiada, Elinor Ostrom en 2009, junto a Oliver E. Williamson.
Este año se rompe un poco la tendencia con Banerjee (58 años),
Duflo (47 años, exasesora de Barack Obama y premio de Ciencias Sociales
Princesa de Asturias en 2015) y Kremer (55 años). Los dos primeros son pareja y
autores del libro Repensar la pobreza.
El premio en la categoría económica es particular. Si bien algunos
Nobel se conceden desde 1901, el de Economía no se empezó a entregar hasta 1969
debido a que esta categoría no aparecía en el testamento de Alfred Nobel,
impulsor de los galardones. De hecho, el nobel dedicado a esta disciplina se
bautizó oficialmente como el ‘Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas
en memoria de Alfred Nobel’ pero con los años, y por comodidad, se ha cambiado
para simplificarlo.
El premio consiste en una medalla de oro, un diploma y un cheque
de nueve millones de coronas suecas, unos 830.000 euros. El dinero se lo
repartirán a partes iguales.
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El Nobel de Economía 2019 se lo adjudican tres expertos que analizaron cómo aliviar la pobreza mundial
Autor: R.Martínez/D.Nogales
Lun 14 Oct 2019 | 07:03 am
El indio Abhijit Banerjee, la francesa Esther Duflo y el
estadounidense Michael Kremer se adjudicaron el Premio Nobel de Economía,
informó esta mañana la Real Academia de las Ciencias de Suecia.
Los dos primeros se desempeñan en el MIT, mientras que el tercero
en la Universudad de Harvard y fueron reconocidos por su “aproximación experimental
al alivio a la pobreza global”.
“La investigación realizada por los premiados este año ha mejorado
considerablemente nuestra habilidad para luchar contra la pobreza global. En
sólo dos décadas, su nueva aproximación basada en lo experimental ha transformado
el desarrollo de la economía, que ahora es un floreciente campo de
investigación”, de acuerdo con el comunicado difundido hoy.
Banerjee, nacido en 1961 en India, obtuvo su doctorado en la
Universidad de Harvard. Duflo, que nació en 1972 en París, logró su doctorado
en 1999 en el MIT. Kremer, de 1964, obtuvo su doctorado de Harvard en 1992.
Los tres fueron reconocidos por su habilitad de dividir el amplio
problema de cómo abordar la pobreza global en objetivos más pequeños, dijo el
comité.
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El premio Nobel de Economía de 2019 es para el indio Abhijit
Banerjee, la francesa Esther Duflot y el estadounidense Michael Kremer, ha
anunciado hoy en Estocolmo la Real Academia de las Ciencias de Suecia.
Con este galardón se cierra la ronda de anuncios de los Premios
Nobel, que la semana pasada se concedieron en las disciplinas de Medicina,
Física, Química, Literatura (de 2018 y 2019) y de la Paz.
Los premiados este año, según el comunicado han introducido nuevas
aproximaciones para buscar los mejores caminos para luchar contra la pobreza
global, concentrándose en aspectos concretos y manejables como, por
ejemplo, la búsqueda de las intervenciones más eficaces para mejorar la
salud infantil o la educación.
Con la concentración en campos concretos, y una aproximación
experimental, los investigadores han encontrado métodos más eficaces para
resolver problemas específicos.
Kremer y sus colegas, a mediados de la década de los 90,
demostraron la eficacia que pueden tener las aproximaciones experimentales
utilizando experiencias de campo para evaluar una serie de intervenciones que
pudieron mejorar los resultados escolares en el oeste de Kenia.
Banerjee y Duflo, con frecuencia en cooperación con Kremer, han
realizado estudios similares en otros campos y en otros países.
"Los premiados -y aquellos que han seguido sus huellas en
otros estudios- han mejorado notablemente nuestra posibilidad de luchar contra
la pobreza", dice el comunicado.
Así, por ejemplo, como resultado directo de uno de los estudios,
más de cinco millones de niños en India se han visto favorecidos por programas
para mejorar el rendimiento escolar.
Otro ejemplo son los subsidios para programas preventivos en salud
en algunos países.
Abhijit Banerjee, Esther Duflo y Michael Kremer han sido
los galardonados con el Premio Nobel de Economía 2019 "por
su enfoque experimental para aliviar la pobreza global", tal y como
ha anunciado la Real Academia de Ciencias de Suecia en la mañana de este lunes.
Duflo es la segunda mujer de la historia en lograr este premio.
En nota de prensa, la academia destaca que los tres galardonados
han introducido "un nuevo enfoque para obtener respuestas fiables sobre
las mejores formas de combatir la pobreza mundial".
"Los resultados de la investigación de los galardonados, y
los de los investigadores que siguen sus pasos, han mejorado drásticamente
nuestra capacidad para combatir la pobreza en la práctica", subraya la
Academia sueca.
BREAKING NEWS:
The 2019 Sveriges Riksbank Prize in Economic
Sciences in Memory of Alfred Nobel has been awarded to Abhijit Banerjee, Esther
Duflo and Michael Kremer "for their experimental approach to alleviating
global poverty."#NobelPrize
pic.twitter.com/SuJfPoRe2N
El trabajo de Banerjee, Duflo y Kremer implica "dividir este
tema en preguntas más pequeñas y manejables", como explica la institución
que otorga el Premio Nobel. Los galardonados han demostrado que "estas
preguntas más pequeñas y precisas a menudo se responden mejor a través de
experimentos cuidadosamente diseñados entre las personas más afectadas".
Galardonados
La Real Academia de Ciencias de Suecia destaca que ya a mediados
de los años 90 Michael Kremer y sus colegas "demostraron cuán poderoso
puede ser este enfoque". Llevaron a cabo experimentos de campo "para
probar una variedad de intervenciones que podrían mejorar los resultados
escolares en el oeste de Kenia".
"Sus métodos de investigación experimental ahora dominan por
completo la economía del desarrollo"
Más tarde, Abhijit Banerjee y Esther Duflo, a menudo junto con
Kremer, realizaron estudios similares de otros temas y en otros países,
recuerdan. "Sus métodos de investigación experimental ahora dominan por
completo la economía del desarrollo", destaca el organismo.
Michael Kremer, nacido en EEUU en 1964, trabaja actualmente en la
Universidad de Harvard en Cambridge, Estados Unidos.
Banerjee nació en Mumbai, India, en 1961, y trabaja en el vecino
Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT, por sus siglas en inglés),
al igual que la tercera galardonada, la francesa Esther Duflo.
La segunda mujer
Duflo nació en París en 1972 y se ha convertido en la segunda
mujer de la historia en lograr el Premio Nobel de Economía. También en la
persona más joven en obtenerlo, con 46 años (cumplirá 47 el próximo día
25).
La primera mujer en obtener el preciado galardón fue la
estadounidense Elinor Ostrom hace justo una década, en 2009. Fallecida
en junio de 2012, demostró con sus estudios que "la propiedad local
puede ser administrada con éxito sin ninguna regulación por parte de las
autoridades centrales o la privatización", recuerda la Academia sueca en
su página web.
Historia del Premio Nobel de Economía
La primera vez que la Real Academia de Ciencias de Suecia otorgó
un Premio Nobel de Economía fue en el año 1969. Desde entonces, se han otorgado
un total de 50 galardones a 84 personas diferentes.
Los primeros ganadores fueron Ragnar Frisch y Jan Tinbergen. En 2018, el premio fue otorgado a los
estadounidenses William Nordhaus y Paul Romer por sus trabajos en el
crecimiento sostenible a largo plazo en la economía global y el bienestar de la
población.
El de 2019 se trata del séptimo premio que ha recaído a la vez
en tres personas. Otros 19 premios Nobel de Economía han sido otorgados a
dos personas al mismo tiempo, y los 25 restantes a una sola.
Pese a las ser una de las grandes apuestas de los últimos días, el profesor del CEMFI Manuel Arellano
no se ha hecho finalmente con el prestigioso galardón. Por tanto, habrá que
esperar al menos un año más para que un español logre por primera vez el
Premio Nobel de Economía.
Abhijit Banerjee (1961), Esther Duflo (1972) y Michael Kremer (1956) han sido galardonados hoy con el Premio Nobel de Economía 2019 por sus contribuciones y su "enfoque experimental para aliviar la pobreza mundial". Para la academia sueca, el indio, la francesa y el norteamericano han demostrado que a veces, para entender el conjunto, es bueno y necesario ver las pequeñas partes que lo conforman. Eso no supone en absoluto resignación, conformismo, sino todo lo contrario. " Nuestra ambición en J-PAL (el laboratorio que fundó y dirige en el MIT de Boston) para nada es modesta, es cambiar el mundo. Queremos cambiar en profundidad la vida de los más pobres, proporcionando a quienes toman las decisiones políticas los medios que permitan inventar y elegir las políticas más eficaces para ayudarlos a superar sus problemas", explicó hace cuatro años la experta francesa en su discurso en Oviedo al recibir el Princesa de Asturias. Lo que es, y debe de ser "modesto y pragmático" es el enfoque. "Creemos que no hay ninguna solución milagrosa para el problema de la pobreza: ni la ayuda exterior, ni una apertura total de fronteras, ni el comercio internacional, ni la expansión de la democracia o de la economía de mercado serán suficientes para resolver el problema. Tampoco hay un culpable o un grupo de responsables de esta situación: ni las Naciones Unidas, ni los gobiernos locales, ni las élites pueden, por sí solos, mantener a la población en la pobreza o sacarla de ella. La pobreza adopta múltiples formas y su persistencia se debe a múltiples causas; ser pobre es tener menos información, menos posibilidades de elegir su propia trayectoria y también menos protección contra los propios errores. Todas estas barreras pueden convertirse en trampas en las que los pobres quedan encerrados. Entenderlas nos permite abrirlas, mediante intervenciones bien elegidas", declaró entonces.
Duflo, que contaba ya en su currículo con el Princesa de Asturias de Ciencias Sociales, una medalla John Bates Clark o el Fronteras del Conocimiento del BBVA, se convierte así en la segunda mujer de toda la historia en lograr el máximo reconocimiento de la disciplina y en la más joven de todos los vencedores. Qué mensaje tan simbólico y poderoso en la disciplina que esa distinción haya pasado de un varón, norteamericano y teórico como Ken Arrow a una mujer, europea y eminentemente empírica.
El premio de hoy es un reconocimiento a un enfoque que hoy cuenta con amplísimo respaldo, pero que durante mucho tiempo fue rechazado con condescendencia por alguno de los 'popes' de la Economía y la ayuda al desarrollo. Los que trataban de cambiar el mundo desde el sofá, en vez de remangarse y sudar en el terreno para comprender la realidad.
El enfoque experimental también generó suspicacias entre algunas corrientes ideológicas, que trataban y tratan de explicar todos los fenómenos desde un mismo prisma englobador. Los tres ganadores, en cambio, sostienen que la lucha para aliviar o erradicar la pobreza no se trata de "una cruzada, con un enemigo bien identificado y específico, ya sea el 'capitalismo salvaje', los gobiernos deshonestos, el exceso de reglamentación, el hambre o la malaria. Todo esto probablemente tiene algo que ver con la persistencia de la pobreza. Pero ninguno de los factores es fácil de solucionar y, más importante aún, incluso si se lograra, la pobreza todavía estaría con nosotros".
Duflo y su equipo, que en 2013 recibieron el Daviz Prize, con un millón de dólares, apuestan por un enfoque práctico y concreto. Similar, pero no igual al de otros expertos célebres, como Angus Deaton, premiado en Estocolmo en 2015.
"La lucha contra la pobreza consiste en combatir, con paciencia y deliberación, los muchos problemas que hacen que la vida de los pobres sea difícil: las malas escuelas, el agua sucia, las enfermedades infecciosas, los caprichos del clima y otros desastres naturales, el saneamiento deficiente, la falta de habilidades, la corrupción a pequeña escala, los baches de una carretera. La lista es interminable". sostiene el trío vencedor.
Por eso abogan, en vez de apostar cientos de millones en políticas tan bien intencionadas como a menudo inefectivas, por determinar qué funciona y qué no mediante experimentos ad hoc, desde el uso de vacunas en la India al de mosquiteras en Kenia.
La esencia de su trabajo es "intentar que la lucha contra la pobreza se sustenta en evidencias científicas. A menudo se hace una caricatura de la pobreza y la gente que trata de ayudar no entiende el fondo de los problemas. Se supone que están desesperados o que nos emprendedores. Pero no intentamos entender las raíces interconectadas que lo explican. Nosotros tratamos de abordar los problemas de un en uno, vigorosamente y científicamente. Para entender las razones de problemas particulares, de las crisis, qué funciona, qué no y por qué", ha señalado Duflo esta mañana, declarándose abrumada y sorprendida por el galardón, habitualmente asociado a gente de más edad.
Su filosofía se podría simplificar, con muchísimos matices, en la necesidad de descartar dogmas y grandes sentencias. Ni la ayuda es siempre útil ni siempre inútil. Ni con Jeffrey Sachs ni con William Easterly. Lo mejor de los dos mundos.
https://www.elmundo.es/economia/2019/10/14/5da44741fc6c8354538b4590.html
"A pesar de la mejora en los estándares de vida, más de 700 millones de personas todavía subsisten con ingresos extremadamente bajos.
Cada año, unos cinco millones de niños menores de cinco años fallecen
por enfermedades que podrían a menudo ser prevenidas o curadas con
tratamientos que no son caros. La mitad de los niños del mundo todavía
abandona la escuela con unas capacidades básicas de lectura
y aritmética", recalca la nota de la Academia Sueca. Y señala que los
galardonados de este año han introducido una nueva forma de dar
respuestas fiables a estos problemas. Básicamente, se hacen preguntas
sobre cuestiones concretas que pueden responder con experimentos de
campo. Y de esta manera hallan conclusiones que sirven, entre otras
cosas, para mejorar los resultados educativos o la salud de los niños.
Por ejemplo, Kremer
ha concluido que las familias pobres son muy sensibles al precio y
apenas administran medicina preventiva a sus hijos a menos que sea
gratis.
Kremer es el pionero en esta materia. Y los estudios de los tres dominan la llamada economía del desarrollo. Durante los últimos 20 años, "sus hallazgos han mejorado dramáticamente la capacidad práctica para combatir la pobreza", afirma el jurado del Nobel. En unos experimentos en Kenia con la colaboración de una ONG, Kremer empezó a mediados de los noventa comprobando que los libros de texto y las comidas gratis no ayudaban a mejorar los resultados escolares. En cambio, años más tarde Banerjee y Duflo concluyeron que lo más efectivo eran los programas de apoyo a estudiantes, ayudantes para los profesores y centrarse en los niños con más necesidades.
Gracias al trabajo de Banerjee y Duflo, las tutorías de refuerzo se han extendido a 100.000 escuelas en la India, beneficiando a más de cinco millones de alumnos. Y este tipo de investigaciones se han prodigado en áreas como la sanidad, el acceso al crédito o la adopción de nuevas técnicas agrícolas. En general, sus estudios certifican que ampliar el acceso a agua potable es una de las inversiones más rentables para los países en desarrollo.
Según las conclusiones de los nuevos galardonados, poner más recursos o recortar el número de estudiantes por profesor tiene un impacto limitado en la educación. Por el contrario, funciona mucho mejor si se establecen los incentivos adecuados para los profesores. Un caso: descubrieron que se podía reducir mucho el absentismo de los maestros si se les contrataba de forma temporal, renovándolos según sus resultados. También que la mejor forma de evitar el absentismo escolar consiste en dar a los niños tratamientos contra los parásitos intestinales o lombrices, que provocan gran agotamiento en los niños y, por tanto, que falten a clase.
Estos economistas emplean los métodos tradicionales de los ensayos clínicos de farmacéuticas. Pero lo hacen con decisiones que toman personas en su día a día. Y estudian los incentivos, las restricciones y la información que las motivó, construyendo patrones de comportamiento que pueden generalizarse a todo el mundo. Parte de su trabajo se basa en la Teoría de los Contratos y la economía del comportamiento, que recibieron premios Nobel en 2016 y 2017, respectivamente. Entre sus descubrimientos está que los microcréditos apenas sirven para aumentar la inversión o el consumo.
"Nuestro objetivo es asegurarse de que la lucha contra la pobreza se hace basándose en la evidencia científica", ha dicho Duflo en una rueda de prensa posterior al anuncio. Para el futuro, ha destacado que esta ciencia también debería aplicarse a largo plazo para las situaciones de pobreza en el mundo desarrollado, en especial tras la devastación causada por la Gran Recesión.
Banerjee y Duflo han escrito juntos el libro Repensar la pobreza. Sostienen que la ayuda foránea y la apertura comercial ayudan pero no son decisivas. La primera no tiene el tamaño suficiente salvo para puntuales crisis humanitarias. Y la segunda se ve mermada porque países como China son mucho más productivos.
Los premiados identifican comportamientos que no se explican de forma racional y que hacen que una política de desarrollo fracase. Así, han descubierto que los agricultores en países pobres son reacios a modernizarse y tienden a retrasar la inversión en fertilizantes. Por esta razón, el envío a domicilio de estos productos da magníficos resultados. O saltarse la burocracia e ir directamente casa por casa apuntando a los beneficiarios al suministro de agua limpia en lugar de esperar a que acudan a registrarse. La unidades móviles de vacunación combinadas con el regalo de comida han brindado también muy buenos frutos.
Banerjee y Duflo han creado un laboratorio, el J-PAL del MIT, que asiste en el diseño de ensayos rápidos para medir la eficiencia de políticas concretas de cooperación y desarrollo. Esta especie de auditora de la ayuda al desarrollo permite a ONGs y Estados gastar mejor sus recursos. Y recibió en 2008 el Premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA. En 2015, Duflo obtuvo el Princesa de Asturias de Ciencias Sociales.
El Nobel de Economía es el último de los premios que se entrega cada año, y el único que no falla directamente la Academia sueca de Ciencias. Fue creado en 1968, oficialmente como "premio del Banco de Suecia en ciencias económicas en memoria de Alfred Nobel", para celebrar los 300 años de historia de la institución. El galardón tiene una dotación económica de nueve millones de coronas suecas (831.000 euros), que los premiados se repartirán a partes iguales.
En los últimos 20 años, tres cuartas partes de los galardonados han sido estadounidenses. Y el año pasado también lo fueron: William D. Nordhaus y Paul M. Romer. El primero, por integrar el cambio climático en el análisis económico determinando los costes y beneficios de reducir las emisiones contaminantes. Y el segundo, por hacer lo mismo pero con las innovaciones tecnológicas, explicando qué hace que una economía innove y, por tanto, crezca más que otras. "Sus hallazgos han ampliado significativamente el alcance de análisis económico mediante la construcción de modelos que explican cómo la economía de mercado interactúa con la naturaleza y el conocimiento", dijo entonces el comité de los premios.
El Nobel de 2019 para tres expertos en la lucha contra la pobreza mediante experimentos prácticos
Son el indio Banerjee, el norteamericano Kremer y la francesa Duflo, la segunda mujer de la historia en obtener el galardón
Abhijit Banerjee (1961), Esther Duflo (1972) y Michael Kremer (1956) han sido galardonados hoy con el Premio Nobel de Economía 2019 por sus contribuciones y su "enfoque experimental para aliviar la pobreza mundial". Para la academia sueca, el indio, la francesa y el norteamericano han demostrado que a veces, para entender el conjunto, es bueno y necesario ver las pequeñas partes que lo conforman. Eso no supone en absoluto resignación, conformismo, sino todo lo contrario. " Nuestra ambición en J-PAL (el laboratorio que fundó y dirige en el MIT de Boston) para nada es modesta, es cambiar el mundo. Queremos cambiar en profundidad la vida de los más pobres, proporcionando a quienes toman las decisiones políticas los medios que permitan inventar y elegir las políticas más eficaces para ayudarlos a superar sus problemas", explicó hace cuatro años la experta francesa en su discurso en Oviedo al recibir el Princesa de Asturias. Lo que es, y debe de ser "modesto y pragmático" es el enfoque. "Creemos que no hay ninguna solución milagrosa para el problema de la pobreza: ni la ayuda exterior, ni una apertura total de fronteras, ni el comercio internacional, ni la expansión de la democracia o de la economía de mercado serán suficientes para resolver el problema. Tampoco hay un culpable o un grupo de responsables de esta situación: ni las Naciones Unidas, ni los gobiernos locales, ni las élites pueden, por sí solos, mantener a la población en la pobreza o sacarla de ella. La pobreza adopta múltiples formas y su persistencia se debe a múltiples causas; ser pobre es tener menos información, menos posibilidades de elegir su propia trayectoria y también menos protección contra los propios errores. Todas estas barreras pueden convertirse en trampas en las que los pobres quedan encerrados. Entenderlas nos permite abrirlas, mediante intervenciones bien elegidas", declaró entonces.
Duflo, que contaba ya en su currículo con el Princesa de Asturias de Ciencias Sociales, una medalla John Bates Clark o el Fronteras del Conocimiento del BBVA, se convierte así en la segunda mujer de toda la historia en lograr el máximo reconocimiento de la disciplina y en la más joven de todos los vencedores. Qué mensaje tan simbólico y poderoso en la disciplina que esa distinción haya pasado de un varón, norteamericano y teórico como Ken Arrow a una mujer, europea y eminentemente empírica.
El premio de hoy es un reconocimiento a un enfoque que hoy cuenta con amplísimo respaldo, pero que durante mucho tiempo fue rechazado con condescendencia por alguno de los 'popes' de la Economía y la ayuda al desarrollo. Los que trataban de cambiar el mundo desde el sofá, en vez de remangarse y sudar en el terreno para comprender la realidad.
El enfoque experimental también generó suspicacias entre algunas corrientes ideológicas, que trataban y tratan de explicar todos los fenómenos desde un mismo prisma englobador. Los tres ganadores, en cambio, sostienen que la lucha para aliviar o erradicar la pobreza no se trata de "una cruzada, con un enemigo bien identificado y específico, ya sea el 'capitalismo salvaje', los gobiernos deshonestos, el exceso de reglamentación, el hambre o la malaria. Todo esto probablemente tiene algo que ver con la persistencia de la pobreza. Pero ninguno de los factores es fácil de solucionar y, más importante aún, incluso si se lograra, la pobreza todavía estaría con nosotros".
Duflo y su equipo, que en 2013 recibieron el Daviz Prize, con un millón de dólares, apuestan por un enfoque práctico y concreto. Similar, pero no igual al de otros expertos célebres, como Angus Deaton, premiado en Estocolmo en 2015.
"La lucha contra la pobreza consiste en combatir, con paciencia y deliberación, los muchos problemas que hacen que la vida de los pobres sea difícil: las malas escuelas, el agua sucia, las enfermedades infecciosas, los caprichos del clima y otros desastres naturales, el saneamiento deficiente, la falta de habilidades, la corrupción a pequeña escala, los baches de una carretera. La lista es interminable". sostiene el trío vencedor.
Por eso abogan, en vez de apostar cientos de millones en políticas tan bien intencionadas como a menudo inefectivas, por determinar qué funciona y qué no mediante experimentos ad hoc, desde el uso de vacunas en la India al de mosquiteras en Kenia.
La esencia de su trabajo es "intentar que la lucha contra la pobreza se sustenta en evidencias científicas. A menudo se hace una caricatura de la pobreza y la gente que trata de ayudar no entiende el fondo de los problemas. Se supone que están desesperados o que nos emprendedores. Pero no intentamos entender las raíces interconectadas que lo explican. Nosotros tratamos de abordar los problemas de un en uno, vigorosamente y científicamente. Para entender las razones de problemas particulares, de las crisis, qué funciona, qué no y por qué", ha señalado Duflo esta mañana, declarándose abrumada y sorprendida por el galardón, habitualmente asociado a gente de más edad.
Su filosofía se podría simplificar, con muchísimos matices, en la necesidad de descartar dogmas y grandes sentencias. Ni la ayuda es siempre útil ni siempre inútil. Ni con Jeffrey Sachs ni con William Easterly. Lo mejor de los dos mundos.
Para
ellos, la única forma de saber qué hace falta, cómo y cuándo es verlo
en la práctica. Y por eso han pasado buena parte de sus carreras en
África o en India. No hay receta mágica, y lo que vale en Sri
Lanka puede fracasar en Swazilandia. Hay elementos políticos,
culturales, económicos, geográficos. Todo pesa y todo debe ser calibrado.
Los recursos son finitos, los problemas monumentales, y por eso es
necesario un método científico que permita averiguar qué estrategia es
la mejor para mantener a los niños en los colegios, mejorar la tasa de
vacunación. ¿Llevar la sanidad a cada pueblo o pagar a los padres?
¿Ambas o ninguna'
En sus primeras palabras, Duflo, la más conocida fuera del mundo académico de los tres, ha apuntado que la ayuda a los menos favorecidos en necesaria, pero debe ir de la mano de aperturas.
Y ha puesto como ejemplo las trabas que la UE pone para que productores
africanos, sin ir más lejos, accedan a unos mercados demasiado
protegidos.
Kremer tiene por su parte un 'paper' muy conocido y
celebrado en el que aborda en qué casos un Estado debe comprar una
patente para ponerla a disposición pública, y cuánto debería pagar por
ella.
Al recibir el Princesa de Asturias en 2015, el año de la
crisis por la llegada de refugiados, Duflo afirmó que esa situación nos
enfrenta "con una realidad que en muchas ocasiones preferimos olvidar:
sean cuales sean nuestras dificultades, los problemas que otros padecen
en países que no están tan lejos como parece, son mucho más urgentes y
mucho más graves. Y en un mundo cerrado no podemos permitirnos el lujo
de darles la espalda".
En la rueda de prensa desde Estocolmo le han preguntado a Duflo qué iba a hacer con el dinero del premio.
Ella ha recordado que Marie Curie, con el suyo, compró un gramo de
radio para seguir investigando. "Tendremos que averguar cuál puede ser
nuestro gramo de radio", ha concluido en un bonito homenaje.
En
toda la historia, apenas hay otros cinco casos de matrimonio y parejas,
como la que forman ella y Banerjee, que consiguen un reconocimiento.
Gunnar Myrdal y su esposa lo obtuvieron, pero él el de Economía en 1974,
mientras que ella el de la Paz en 1982
https://www.elmundo.es/economia/2019/10/14/5da44741fc6c8354538b4590.html
Banerjee, Duflo y Kremer ganan el premio Nobel de Economía por sus estudios sobre la reducción de la pobreza
Madrid
El Banco Nacional de Suecia ha concedido este lunes el Premio Nobel de Economía
a Abhijit Banerjee (Bombay, 1961), Esther Duflo (París, 1972) y Michael
Kremer (EE UU, 1964), "por su aproximación experimental al alivio de la
pobreza global". Cómo reducirla es hoy uno de los mayores retos, y
estos académicos han hecho contribuciones decisivas a las políticas y
los incentivos que hay que aplicar, dice el comité que brinda el
galardón desde 1969. Los dos primeros son profesores en el Massachusetts
Institute of Technology (MIT) en Estados Unidos, son pareja y tienen un
hijo juntos. Kremer posee plaza en la Universidad de Harvard. Y Duflo
es la segunda mujer en recibir el Nobel de Economía, tras Elinor Ostrom.
Además, con 46 años es el premiado más joven.
Kremer es el pionero en esta materia. Y los estudios de los tres dominan la llamada economía del desarrollo. Durante los últimos 20 años, "sus hallazgos han mejorado dramáticamente la capacidad práctica para combatir la pobreza", afirma el jurado del Nobel. En unos experimentos en Kenia con la colaboración de una ONG, Kremer empezó a mediados de los noventa comprobando que los libros de texto y las comidas gratis no ayudaban a mejorar los resultados escolares. En cambio, años más tarde Banerjee y Duflo concluyeron que lo más efectivo eran los programas de apoyo a estudiantes, ayudantes para los profesores y centrarse en los niños con más necesidades.
Gracias al trabajo de Banerjee y Duflo, las tutorías de refuerzo se han extendido a 100.000 escuelas en la India, beneficiando a más de cinco millones de alumnos. Y este tipo de investigaciones se han prodigado en áreas como la sanidad, el acceso al crédito o la adopción de nuevas técnicas agrícolas. En general, sus estudios certifican que ampliar el acceso a agua potable es una de las inversiones más rentables para los países en desarrollo.
Según las conclusiones de los nuevos galardonados, poner más recursos o recortar el número de estudiantes por profesor tiene un impacto limitado en la educación. Por el contrario, funciona mucho mejor si se establecen los incentivos adecuados para los profesores. Un caso: descubrieron que se podía reducir mucho el absentismo de los maestros si se les contrataba de forma temporal, renovándolos según sus resultados. También que la mejor forma de evitar el absentismo escolar consiste en dar a los niños tratamientos contra los parásitos intestinales o lombrices, que provocan gran agotamiento en los niños y, por tanto, que falten a clase.
Estos economistas emplean los métodos tradicionales de los ensayos clínicos de farmacéuticas. Pero lo hacen con decisiones que toman personas en su día a día. Y estudian los incentivos, las restricciones y la información que las motivó, construyendo patrones de comportamiento que pueden generalizarse a todo el mundo. Parte de su trabajo se basa en la Teoría de los Contratos y la economía del comportamiento, que recibieron premios Nobel en 2016 y 2017, respectivamente. Entre sus descubrimientos está que los microcréditos apenas sirven para aumentar la inversión o el consumo.
"Nuestro objetivo es asegurarse de que la lucha contra la pobreza se hace basándose en la evidencia científica", ha dicho Duflo en una rueda de prensa posterior al anuncio. Para el futuro, ha destacado que esta ciencia también debería aplicarse a largo plazo para las situaciones de pobreza en el mundo desarrollado, en especial tras la devastación causada por la Gran Recesión.
Banerjee y Duflo han escrito juntos el libro Repensar la pobreza. Sostienen que la ayuda foránea y la apertura comercial ayudan pero no son decisivas. La primera no tiene el tamaño suficiente salvo para puntuales crisis humanitarias. Y la segunda se ve mermada porque países como China son mucho más productivos.
Los premiados identifican comportamientos que no se explican de forma racional y que hacen que una política de desarrollo fracase. Así, han descubierto que los agricultores en países pobres son reacios a modernizarse y tienden a retrasar la inversión en fertilizantes. Por esta razón, el envío a domicilio de estos productos da magníficos resultados. O saltarse la burocracia e ir directamente casa por casa apuntando a los beneficiarios al suministro de agua limpia en lugar de esperar a que acudan a registrarse. La unidades móviles de vacunación combinadas con el regalo de comida han brindado también muy buenos frutos.
Banerjee y Duflo han creado un laboratorio, el J-PAL del MIT, que asiste en el diseño de ensayos rápidos para medir la eficiencia de políticas concretas de cooperación y desarrollo. Esta especie de auditora de la ayuda al desarrollo permite a ONGs y Estados gastar mejor sus recursos. Y recibió en 2008 el Premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA. En 2015, Duflo obtuvo el Princesa de Asturias de Ciencias Sociales.
El Nobel de Economía es el último de los premios que se entrega cada año, y el único que no falla directamente la Academia sueca de Ciencias. Fue creado en 1968, oficialmente como "premio del Banco de Suecia en ciencias económicas en memoria de Alfred Nobel", para celebrar los 300 años de historia de la institución. El galardón tiene una dotación económica de nueve millones de coronas suecas (831.000 euros), que los premiados se repartirán a partes iguales.
En los últimos 20 años, tres cuartas partes de los galardonados han sido estadounidenses. Y el año pasado también lo fueron: William D. Nordhaus y Paul M. Romer. El primero, por integrar el cambio climático en el análisis económico determinando los costes y beneficios de reducir las emisiones contaminantes. Y el segundo, por hacer lo mismo pero con las innovaciones tecnológicas, explicando qué hace que una economía innove y, por tanto, crezca más que otras. "Sus hallazgos han ampliado significativamente el alcance de análisis económico mediante la construcción de modelos que explican cómo la economía de mercado interactúa con la naturaleza y el conocimiento", dijo entonces el comité de los premios.
- https://elpais.com/economia/2019/10/14/actualidad/1571039274_238817.html
Articulos
anteriores:
- https://articulosclaves.blogspot.com/2015/05/la-ciencia-avala-un-plan-para-intentar.html
- https://articulosclaves.blogspot.com/2015/05/esther-duflo-experimentos-sociales-para.html
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