China VS Europa: Pensamiento sistémico / Ingenieria económica

 

      Los políticos europeos no aplican el pensamiento sistémico, su enfoque es de corto plazo,no es un enfoque estratégico, no existe una política industrial coordinada, el tamaño de las empresas europeas ya resultan pequeñas comparadas con las de EEUU y China

      El caso China es digno de estudio,  esta consiguiendo con la aplicación de la ingeniería economía y el pensamiento sistémico sus espectaculares avances económicos y tecnológicos, con la parte negativa de su sobreproducción, teniendo  el beneplácito de la OMC

 Caso China

 

Durante décadas, los chinos han insistido en las características específicas que hacen única a China, sin especificar el contenido concreto de esta singularidad

 Hemos elaborado planes estratégicos bien concebidos y completos para hacer avanzar la causa del partido y del país en la nueva era

Hemos adoptado el Plan Integrado de las Cinco Esferas y la Estrategia Integral de Cuatro Partes, así como el principio general de perseguir el progreso garantizando la estabilidad, y nos hemos esforzado por perseguir el desarrollo manteniendo la seguridad. Hemos identificado que la principal contradicción a la que se enfrenta la sociedad china es la que existe entre un desarrollo desequilibrado e inadecuado y las necesidades cada vez mayores de la población de tener una vida mejor y hemos dejado claro que cerrar esta brecha debe ser el objetivo de todas nuestras iniciativas. Gracias a estos esfuerzos, hemos avanzado de forma constante en el enriquecimiento y el desarrollo de una nueva forma de progreso humano.

En la última década, el PIB de China ha pasado de 54 billones de yuanes a 114 billones de yuanes, lo que supone el 18.5 % de la economía mundial, un aumento de 7.2 puntos porcentuales. China se mantuvo como la segunda economía del mundo y su PIB per cápita aumentó de 39800 a 81000 yuanes. Es el primer país del mundo en producción de cereales y ha garantizado la seguridad alimentaria y energética de sus más de 1400 millones de habitantes

El sector manufacturero chino es el más grande del mundo, al igual que sus reservas de divisas extranjeras. China ha construido las mayores redes ferroviarias y de carreteras de alta velocidad del mundo y ha conseguido importantes logros en la construcción de aeropuertos, puertos, e infraestructuras de conservación de agua, energía, información y demás.

Hemos acelerado nuestros esfuerzos para aumentar nuestra autosuficiencia y fortaleza en ciencia y tecnología, con un gasto nacional en R&D que ha pasado de 1 billón de yuanes a 2.8 billones, el segundo más alto del mundo. Ahora, nuestro país alberga la mayor cohorte de personal de R&D del mundo.

Hemos reforzado la investigación básica y la innovación original, hemos hecho avances en algunas tecnologías básicas en áreas clave y hemos estimulado las industrias estratégicas emergentes. Hemos sido testigos de grandes éxitos en múltiples frentes, como los vuelos espaciales tripulados, la exploración lunar y marciana, las sondas en aguas y tierra profundas, los superordenadores, la navegación por satélite, la información cuántica, la tecnología de energía nuclear, la fabricación de aviones y la biomedicina. China se ha unido a las filas de los innovadores del mundo.

Necesitamos un enfoque orientado a los problemas. 

Los problemas son la voz de los tiempos. La tarea fundamental de la teoría es responder a los problemas y proporcionar directrices para las soluciones. Los problemas a los que nos enfrentamos hoy en día son considerablemente más complejos y resolverlos se ha vuelto mucho más difícil. Esto supone un nuevo reto para la innovación teórica. Debemos estar más conscientes de los problemas, en especial, de los nuevos problemas descubiertos a través de la práctica, de los problemas profundos que afectan la reforma, el desarrollo y la estabilidad, de las preocupaciones acuciantes del pueblo, de las cuestiones principales del cambiante panorama mundial y de las cuestiones importantes a las que nos enfrentamos en la conformación del partido. Debemos seguir desarrollando nuevas ideas, nuevos enfoques y nuevas formas de abordar los problemas de manera eficaz.

 – Tenemos que aplicar el pensamiento sistémico. 

Todas las cosas están interconectadas y son interdependientes. 

Debemos contemplarlas entendiendo que están universalmente conectadas, que forman parte de un sistema completo y que están en constante cambio, si queremos comprender las leyes que rigen su desarrollo.

  China se esfuerza por lograr la modernización de más de 1400 millones de personas, una cifra superior a la población de todos los países desarrollados del mundo actual juntas. Se trata de una tarea de una dificultad y complejidad sin igual, que, inevitablemente, implica que nuestras vías de desarrollo y métodos de avance sean únicos. Como siempre, tendremos en cuenta la realidad de China a la hora de abordar los problemas, de tomar decisiones y de actuar. No perseguiremos objetivos grandiosos ni seguiremos las reglas del juego. Seguiremos siendo pacientes para avanzar en el curso de la historia y daremos pasos firmes y graduales para mantener el progreso.

Los objetivos generales de desarrollo de China para el año 2035 son los siguientes:

⦁ Aumentar significativamente la fuerza económica, la capacidad científica y tecnológica y la fuerza nacional compuesta; aumentar sustancialmente el PIB per cápita hasta alcanzar el de un país desarrollado de nivel medio.

⦁ Formar parte de los países más innovadores del mundo, con gran autonomía y fortaleza en ciencia y tecnología.

⦁ Construir una economía modernizada; crear un nuevo modelo de desarrollo; lograr una nueva industrialización, informatización, urbanización y modernización de la agricultura principalmente.

⦁ Modernizar fundamentalmente el sistema y la capacidad de gobierno; mejorar el sistema de democracia popular plena; construir un país, un gobierno y una sociedad basados en el Estado de Derecho.

 ⦁ Convertirse en un país líder en los ámbitos de la educación, de la ciencia y de la tecnología, del talento, de la cultura, del deporte y de la salud; reforzar de forma significativa el soft power nacional.

⦁ Garantizar que la población lleve una vida mejor y más feliz; elevar los ingresos per cápita disponibles a nuevos horizontes; aumentar significativamente la proporción de la clase media en el total de la población; garantizar el acceso equitativo a los servicios públicos básicos; asegurar un nivel de vida moderno en las zonas rurales; lograr la estabilidad social a largo plazo; realizar mayores y más sustanciales progresos en la promoción del pleno desarrollo de la población y de la prosperidad para todos.

⦁ Instaurar formas de trabajo y de vida respetuosas con el medio ambiente; reducir constantemente las emisiones de carbono al alcanzar su punto máximo; mejorar fundamentalmente el medio ambiente; lograr, en gran medida, el objetivo de construir una China hermosa.

⦁ Reforzar plenamente el sistema y las capacidades de seguridad nacional; lograr la modernización básica de la defensa nacional y de las fuerzas armadas.

⦁ Después de lograr la modernización básica, seguiremos trabajando duro y haremos de China un gran país socialista moderno que lidere el mundo en términos de fuerza nacional compuesta y de influencia internacional para mediados de siglo.

Los próximos cinco años serán cruciales para dar un buen comienzo a nuestros esfuerzos por construir un país socialista moderno en todos los aspectos. Nuestros principales objetivos y tareas para este periodo son los siguientes:

-Lograr avances cruciales en la promoción de un desarrollo económico de alta calidad; alcanzar una mayor autonomía y fortaleza en ciencia y tecnología; hacer grandes progresos en la creación de un nuevo modelo de desarrollo y en la construcción de una economía modernizada.

-Seguir avanzando en la reforma y la apertura; seguir avanzando en la modernización del sistema y de la capacidad de gobierno de China; seguir mejorando la economía de mercado socialista; establecer nuevos sistemas para una economía abierta de mayor nivel.

-Fortalecer aún más las instituciones, normas y procedimientos de la plena democracia popular; mejorar el sistema del Estado de Derecho socialista con características chinas.

-Enriquecer la vida intelectual y cultural de nuestro pueblo; reforzar la cohesión de la nación china y el atractivo de la cultura china.

-Garantizar que los ingresos individuales aumenten a la par del crecimiento económico y que los salarios aumenten en función de la productividad; garantizar un acceso mucho más equitativo a los servicios públicos básicos; desarrollar un mejor sistema de seguridad social de varios niveles.

-Seguir consolidando la seguridad nacional; alcanzar los objetivos establecidos para el centenario del Ejército Popular de Liberación, en 2027; realizar sólidos progresos en la construcción de una China pacífica.

-Reforzar la posición e influencia internacional de China; permitir que China desempeñe un mayor papel en la gobernanza mundial.

Revigorización de China a través de la ciencia y la educación y desarrollo de una mano de obra fuerte para la modernización

 La educación, la ciencia y la tecnología y los recursos humanos son los pilares fundamentales y estratégicos para construir un país socialista moderno en todos los sentidos. Debemos considerar la ciencia y la tecnología como nuestra principal fuerza productiva, el talento como nuestro principal recurso y la innovación como nuestro principal motor de crecimiento. Aplicaremos plenamente la estrategia de revitalización de China a través de la ciencia y de la educación, la estrategia de desarrollo de la mano de obra y la estrategia de desarrollo con base en la innovación. Abriremos nuevas áreas y ámbitos de desarrollo y fomentaremos continuamente nuevos motores de crecimiento y fortalezas.

 Mantendremos el desarrollo educativo como una de las principales prioridades, lo que impulsará la autonomía y la fuerza de China en ciencia y tecnología y seguiremos confiando en el talento para estar a la cabeza como pioneros e impulsar el desarrollo. Aceleraremos los trabajos para construir un sistema educativo sólido, una mayor fortaleza científica y tecnológica y una mano de obra de calidad. Seguiremos esforzándonos por cultivar talentos para el partido y para el país y mejoraremos de manera integral nuestro alcance para cultivar talentos en casa. Todo ello nos permitirá producir innovadores de primera clase y atraer a las mentes más brillantes de todo el mundo

La educación es de suma importancia para el futuro de nuestro país y de nuestro partido. Qué tipo de personas debemos cultivar, cómo y para quién: éstas son las cuestiones fundamentales que debe abordar la educación.

El propósito realmente fundamental de la educación es fomentar la virtud. Aplicaremos plenamente la política educativa del partido, llevaremos a cabo la tarea esencial de fomentar la virtud a través de la educación y daremos a luz a una nueva generación de jóvenes preparados con una sólida base moral, con capacidad intelectual, vigor físico, sensibilidad estética y con aptitudes profesionales que desarrollarán plenamente el socialismo y harán avanzar la causa socialista.

Seguiremos aplicando un enfoque centrado en la gente para desarrollar la educación, avanzaremos más rápido para construir un sistema educativo de alta calidad, impulsaremos el desarrollo integral de los estudiantes y promoveremos la equidad en la educación. Aceleraremos el desarrollo equilibrado de alta calidad y la integración urbano-rural en la enseñanza obligatoria. Distribuiremos mejor los recursos educativos entre las regiones, reforzaremos la enseñanza pública preescolar y especial, garantizaremos el desarrollo diversificado de los centros de enseñanza secundaria y superior y mejoraremos el sistema de ayuda económica para apoyar a los alumnos en todas las etapas de su escolarización.

Promoveremos la innovación colaborativa en la educación profesional, en la educación superior y en la educación continua y fomentaremos la integración entre la educación profesional y la general, entre la industria y la educación y entre la ciencia y la educación. Estableceremos mejor la formación profesional como categoría en el sistema educativo. Nos esforzaremos más por desarrollar las disciplinas básicas, las emergentes y las interdisciplinares y por acelerar el desarrollo de universidades de categoría mundial y de disciplinas sólidas con características chinas. Vamos a orientar y regular mejor el desarrollo de las escuelas públicas.

Intensificaremos nuestros esfuerzos para promover el chino estándar hablado y escrito. Avanzaremos en la reforma educativa integral, reforzaremos la creación y gestión de materiales didácticos, perfeccionaremos los sistemas de gestión escolar y de evaluación de la educación y mejoraremos los mecanismos de colaboración escuela-familia-sociedad en la educación.

Reforzaremos la integridad profesional, la conducta y la competencia de nuestros profesores, fomentaremos el respeto público por los educadores y estimularemos el apoyo público a la educación. Promoveremos la digitalización de la educación y construiremos una sociedad y un país del aprendizaje en el que todos puedan seguir aprendiendo a lo largo de su vida

 Modernización del sistema industrial

Para procurar el crecimiento económico, debemos seguir centrándonos en la economía real. Avanzaremos en la nueva industrialización y aceleraremos la fuerza de China en la fabricación, en la calidad de los productos, en el sector aeroespacial, en el transporte, en el ciberespacio y en el desarrollo digital. Llevaremos a cabo proyectos de reingeniería de bases industriales y proyectos de investigación sobre las principales tecnologías y equipos; apoyaremos a las empresas que utilicen tecnologías especiales y sofisticadas para fabricar productos nuevos y únicos; y haremos avanzar al sector manufacturero hacia una producción de mayor calidad, más inteligente y más ecológica.

Consolidaremos nuestra posición de liderazgo en las industrias en las que destacamos, trabajaremos con mayor rapidez para solucionar las deficiencias en sectores vitales para la seguridad del desarrollo de China y mejoraremos nuestra capacidad para asegurar el suministro de recursos estratégicos. Promoveremos el desarrollo integrado y agrupado de las industrias estratégicas emergentes y cultivaremos nuevos motores de crecimiento como las tecnologías de la información de nueva generación, la inteligencia artificial, la biotecnología, las nuevas energías, los nuevos materiales, los equipos de gama alta y la industria verde.

Construiremos un nuevo sistema de servicios eficientes y de alta calidad y promoveremos una mejorr integración de los servicios modernos con la fabricación avanzada y la agricultura moderna. Aceleraremos el desarrollo del Internet de las cosas y construiremos un sistema logístico eficiente y fluido para ayudar a reducir los costos de distribución.

Aceleraremos el desarrollo de la economía digital, la integraremos más estrechamente con la economía real y construiremos agrupaciones digitales competitivas a nivel internacional. Construiremos un sistema de infraestructuras moderno con mejor disposición y estructura, funciones más eficientes y una mejor integración de los sistemas.

 Mejorar los sistemas de innovación científica y tecnológica

La innovación siempre será el centro de la modernización de China. Mejoraremos el sistema en el que el Comité Central del Partido ejerce la dirección unificada de la labor científica y tecnológica. Mejoraremos el nuevo sistema de movilización de recursos a nivel nacional para lograr avances tecnológicos clave. Potenciaremos la fuerza de China en ciencia y tecnología estratégicas, asignaremos mejor los recursos de innovación y definiremos mejor las funciones de los institutos nacionales de investigación, de las universidades de investigación avanzada y de las empresas de alta tecnología para mejorar su disposición. Estableceremos un sistema nacional de laboratorios, coordinaremos el desarrollo de centros internacionales y regionales para la innovación científica y tecnológica, reforzaremos la capacidad básica de ciencia y tecnología y garantizaremos una mejor aportación estratégica del sector científico y tecnológico, con el fin de impulsar el rendimiento general del sistema de innovación de China

Profundizaremos en la reforma estructural científica y tecnológica y en la reforma del sistema de evaluación del progreso científico y tecnológico. Aumentaremos la inversión en ciencia y tecnología a través de diversos canales y reforzaremos la protección legal de los derechos de propiedad intelectual, para establecer un sistema básico de innovación integral. Alimentaremos una cultura de la innovación, fomentaremos la dedicación a la ciencia, cultivaremos la buena conducta académica y fomentaremos un entorno propicio para la innovación.

Desarrollaremos el intercambio y la cooperación científica y tecnológica con otros países, cultivaremos un entorno de investigación internacionalizado y crearemos un ecosistema de innovación abierto y competitivo a nivel mundial.

Acelerar la aplicación de la estrategia de desarrollo con base en la innovación

Teniendo en cuenta las fronteras mundiales de la ciencia y la tecnología, el desarrollo económico nacional, las principales necesidades del país y la salud y seguridad de la población, debemos acelerar los esfuerzos para lograr una mayor autonomía y fortaleza en ciencia y tecnología

 Para satisfacer las necesidades estratégicas de China, depositaremos los recursos en la investigación científica y tecnológica original y pionera para lograr avances en tecnologías básicas en áreas determinantes. Para mejorar la capacidad de innovación de China, aceleraremos el lanzamiento de una serie de proyectos nacionales a gran escala y de importancia estratégica en una aplicación a largo plazo. Reforzaremos la investigación básica, daremos prioridad a la innovación original y animaremos a los investigadores a participar en la exploración abierta.

Para inspirar una mayor creatividad, invertiremos de manera más eficaz en ciencia y tecnología y avanzaremos en la reforma de los mecanismos de asignación y uso de los fondos públicos de investigación. Fomentaremos una colaboración más estrecha entre las empresas, las universidades y los institutos de investigación, sostendremos los objetivos y fomentaremos la aplicación de los avances científicos y tecnológicose en la industria. Reforzaremos el papel de liderazgo de las empresas en la innovación, daremos pleno alcance al papel de guía y soporte de las empresas clave de alta tecnología, crearemos un entorno favorable para el crecimiento de las micro, pequeñas y medianas empresas tecnológicas y promoveremos una mayor integración de las cadenas de innovación, industriales, de capital y de talento.

  • https://legrandcontinent.eu/es/2022/10/22/el-pensamiento-xi-la-hegemonia-absoluta/

 Economía en el (des)orden mundial: ascenso de China, estancamiento del Norte Global y nuevo paradigma tecno-económico en disputa

En este quinto cuaderno Gabriel Merino, Julián Bilmes y Amanda Barrenengoa se abocan a abordar de forma conjunta dos de las tendencias de la transición histórico-espacial contemporánea del sistema mundial: la crisis económica estructural del capitalismo financiero global y el nuevo paradigma tecno-económico en disputa.

Como se viene planteando, la crisis económica del Norte Global, desatada a partir de la crisis financiera global de 2008, se ha ido dando en paralelo al exponencial crecimiento de China y otros países de Asia. Esto presenta un importante contraste entre, por un lado, el proceso de declive y estancamiento de Occidente, y por otro, la creciente expansión material de China y su región. Ambos procesos son indicadores de la crisis de hegemonía angloestadounidense y con esta, la crisis del orden mundial.

Aquí nos detendremos en cada una de estas, pero son abordadas en su correlación por ser parte de la dualidad de la economía global, para luego remarcar sus efectos para las periferias y semiperiferias del Sur Global, en tiempos de caos sistémico

 Planes quinquenales chinos, aplicación de ingeniería económica y pensamiento sistémico

 China, en la crisis 2007, sufrio unas consecuencias más leves que en las potencias occidentales. Como respuesta, ésta continuó un sendero de búsqueda de crecimiento y desarrollo económico a partir de la innovación tecnológica, el desarrollo social y la protección ambiental. Sus Planes Quinquenales de los últimos años –aunque promovidos desde mediados de la década de 1950–, son una muestra de ello. En particular, el XIII Plan Quinquenal (2016-2020), permite observar la sostenibilidad en el tiempo del ritmo de crecimiento, superando el de la economía mundial. En tiempos de pandemia por COVID-19, China también mostró capacidad de recuperación y sostenimiento, particularmente en los sectores de industria, construcción y exportaciones. Su PBI siguió una senda de crecimiento anual del 6,6% entre 2013 y 2021, superando el 2,6% de la economía mundial.

Con la reorientación del centro de acumulación mundial de Occidente a Asia Pacífico, luego de Japón, fue China quien lideró el crecimiento sostenido por más de 4 décadas, a una tasa del 9,5% anual. A finales de 2014 iría a superar a EE.UU. convirtiéndose en la mayor economía estatal, el mayor exportador de bienes y servicios y la más grande plataforma industrial mundial. En 2019, el PIB industrial de EE.UU. fue de 2.3 billones de dólares (significando el 16,7% del total mundial), siendo superado por los 4 billones de dólares del PIB industrial chino, siendo el 28,4% (Igual a la suma de EE.UU., Japón y Alemania).

A raíz del proceso de transnacionalización y deslocalización propio del modelo de acumulación capitalista transnacional “posfordista”, que híper-especializa y centraliza a partir de las redes financieras globales, China ha logrado convertirse en uno de los principales eslabones productivos (el nuevo gran taller industrial del mundo). Sin embargo, desarrolló a la par su propio modelo de desarrollo y acumulación, eliminando paulatinamente las relaciones de dependencia que implican transferencia de excedente. Existe entonces una relación directa entre el estallido de la crisis, su desarrollo, y el proceso de crecimiento chino, planificado y concebido desde un paradigma particular. Asimismo, la crisis estructural del capitalismo a nivel global se corresponde con situaciones de conflicto y contradicciones al interior del núcleo de poder angloestadounidense.

El gráfico muestra claramente la ruptura entre el aumento de la productividad y la evolución de los salarios en EE.UU., en cuya correspondencia se basaba el gran pacto “fordista” en los países centrales


 

A su vez, el endeudamiento y la híper liquidez, junto con la emisión monetaria en las principales potencias fueron aumentando la burbuja financiera que acentúa aún más la distancia entre la economía real y la ficticia. Durante el año 2020, la Reserva Federal de EE.UU. emitió en 3 meses el equivalente a seis años, lo cual puede ser considerada una nacionalización del mercado de bonos, ya que fue clave el rol del Estado estadounidense para “rescatar” y salvar al sector financiero. Por ello hablamos de una crisis en el corazón del propio sistema, que a su vez plantea como salida la profundización de los rasgos de financiarización que la caracterizan.

A contramano de esto, junto con el proceso de reorientación de la dinámica económica mundial hacia Asia Pacífico y el aumento de las contradicciones en el Norte Global con la crisis del neoliberalismo, China muestra una realidad que tiende a contrastar con estos procesos.

En primer lugar, el componente estatal del modelo chino es uno de los rasgos característicos y sobresalientes. En este sentido, aproximadamente 100 grandes conglomerados estatales chinos están en el corazón de la economía nacional,  controlando las áreas estratégicas. Pero estas a su vez funcionan bajo la lógica del mercado, combinando planificación estratégica con producción de bienes y servicios  en un determinado nivel de eficiencia relativa. Los conglomerados estatales chinos, muchos de los cuales ya tienen una importante presencia global, se destacan por escala y por alcance: energía, petróleo, tecnología, energía, metales y minerales, aerolíneas, construcción naval, banca y seguros, telecomunicaciones, fabricación de automóviles, productos farmacéuticos y tabaco.

Si lo pasamos a números, se observa que las empresas “privadas” de diferentes magnitud concentran el 70% de la actividad industrial, aunque muchas de esas empresas combinan distintas formas propiedad. Por otro lado, unas 160.000 empresas del estado (state-owned enterprises) concentran el 30%. La mayor parte de ese 30% está concentrado en las 38.400 SOE que controla la State-Owned Assets Supervision and Administration Commission of the State Council (sasac) por medio de algo más de cien grandes conglomerados. SASAC es el verdadero centro nervioso del sistema industrial chino. Según Gabriele y Jabbour, más del 70% de los trabajadores en China todavía están autónomos o empleados en empresas no capitalistas y organizaciones públicas

Mientras los Estados de las economías capitalistas centrales no poseen las herramientas suficientes para destrabar la etapa de estancamiento descrita anteriormente y apelan a una mayor financiarización –en tanto el gran capital financiero es una fuerza dominante en el Estado–, el control nacional de las finanzas le permite a China no sólo no perder gran parte del excedente que produce sino tener la capacidad  de sostener programas de inversión masiva, como se hizo en la Gran Recesión de 2008-2009 (aunque  existen  alertas  de  sobreendeudamiento  y  burbujas  en  algunos  sectores),  para  sostener  el  crecimiento  y  aumentar  constantemente  la  productividad.

China parece tener una ventaja estratégica en este modelo de acumulación y desarrollo. A la vez que se desarrollan relaciones de producción capitalistas –pero con capitalistas que no dominan el Estado y en cuyos directorios de empresas hay representantes del partido y en ocasiones también de trabajadores–, se mantiene la propiedad colectiva de la tierra, los núcleos centrales de la economía están en manos de grandes empresas estratégicas estatales que planifican e invierten de acuerdo a objetivos de desarrollo (no de ganancias aunque operen bajo la lógica de mercado), subordinando como proveedores a muchas empresas capitalistas. A su vez, a partir del fuerte desarrollo que hubo con las TVE o “Empresas de Pueblos y Aldeas”, se desarrolló una importante experiencia de empresas públicas orientadas al mercado bajo el control de los gobiernos locales que fueron fundamentales en la transición de las reformas de mercado al emplear a una buena parte de la fuerza de trabajo y funcionar dentro de la lógica del mercado pero no bajo la modalidad capitalista. Para un importante autor como Giovanni Arrighi, en su ya clásico libro “Adam Smith en Pekín», estas empresas ahora reconfiguradas constituyeron una innovación organizacional empresaria fundamental y pueden haber desempeñado un papel tan crucial en el ascenso económico chino como lo hicieron las corporaciones verticalmente integradas y administradas burocráticamente en el ascenso de los EE.UU. un siglo antes.

El modelo chino combina una gran economía de mercado, con su capacidad para asignar recursos y definir precios en función de la eficiencia relativa (bajo la ley  del  valor que  opera  en  el  mercado mundial y determina al conjunto de las economías particulares), junto con la planificación estratégica estatal y comunitaria con su  capacidad para asignar eficazmente recursos de acuerdo a objetivos de desarrollo de las fuerzas productivas y empleo, y también las formas comunitarias con su  capacidad para asignar recursos de acuerdo al bienestar social relativo. Estos elementos se combinan no sin profundas contradicciones, las cuales se expresan dando lugar a importantes choques de tendencias políticas y horizontes complejos, entre los que se destacan las implicancias de la profundización de la desigualdad, los contrastes territoriales, el problema ambiental o el avance de las tendencias capitalistas que podrían imponerse desequilibrando el modelo de “socialismo de mercado”.

Por otro lado, China ha puesto como elemento central en su modelo de “doble circulación” (interna y externa) los vínculos con el Sur Global –América Latina y el Caribe, Asia y África–, en términos de estrechamiento de vínculos comerciales, inversiones a largo plazo en infraestructura e inyección de recursos económico-financieros, lo cual ha dejado atrás el rol preeminente de EE.UU. o las potencias nucleadas en el Grupo de los 7 (G7). Asimismo, su crecimiento se ha sostenido en las últimas décadas, siendo desde 2013 el principal exportador y comprador de bienes y servicios y financiador e inversor de la infraestructura a nivel mundial. Para dimensionar la magnitud de China en la economía mundial, se puede ver que hacia 2017 consumía el 59% del cemento mundial, 56% del níquel, 50% del cobre, 47% del aluminio, 50% del carbón, 50% del hierro, 47% de la carne de cerdo, 31% del arroz, 27% de la soja, 23% del maíz y 14% del petróleo.

Esto ha significado una ventana de oportunidades para el avance de su estrategia, a partir del desarrollo de una “globalización con características chinas” en contraposición a la crisis de la globalización neoliberal con centro en Wall Street, Londres y al red de nodos financieros globales. Asistimos al despliegue de otro tipo de “globalización”,  atado al proceso de expansión real de la economía china, con otro diseño y dinámica, que también puede contener nuevas asimetrías aunque no bajo la lógica imperialista de tipo occidental, la cual asegura la acumulación “sin fin” de capital bajo un despliegue permanente de poder político y militar.

En otras palabras, la súper-expansión material de China, tanto de su mercado interno como a nivel mundial, tiene como consecuencia una transformación sistémica de la economía (y el poder) global, en tanto China deviene –junto a Asia Pacífico en su conjunto– en el principal polo mundial de desarrollo de las fuerzas productivas, bajo una combinación de modos de producción que se sintetiza en la fórmula “socialismo de mercado” y da lugar a otro modo de “globalización” que coexiste con el viejo proyecto en crisis.

Un ejemplo cabal de ello es el megaproyecto conocido como la Iniciativa de la Franja y la Ruta (Belt and Road Iniciative –BRI–), lanzado por Beijing en 2013, luego de que en 2011 Hillary Clinton y la administración Obama anunciara el proyecto de la Nueva Ruta de la Seda con centro en Afganistán. El total fracaso de este último (que poco se conoce) contrasta con el avance de la iniciativa china, que ya cuenta con 146 países miembros y expresa una nueva realidad en el mapa del poder mundial. Su impronta es económica y apunta al desarrollo de infraestructura bajo la premisa de que “si quieres riqueza primero construye caminos”; pero a la vez, necesariamente, es política y estratégica, siendo para EE.UU. y el Norte Global un desafío sistémico. Porque además, es una suerte de Plan Marshall del siglo XXI pero con foco en el Sur Global.

En paralelo a estos procesos, señalábamos en una publicación anterior el significativo crecimiento de las empresas chinas de acuerdo con el ranking establecido por el índice Fortune Global 500, que marca las principales empresas en función de sus ingresos globales. El proceso de modernización y mundialización de los conglomerados estatales chinos muestra este tipo de globalización con características chinas. De las 500 principales que indicaba el índice, en el año 2020, 124 eran empresas de origen chino y 121 estadounidenses.

De acuerdo con el mismo índice pero para el año 2022, son las empresas chinas quienes lideran el top-10, además de representar la mayor cantidad de empresas en el ranking, de acuerdo con sus niveles de ventas. Como se observa en el siguiente cuadro, se destacan State Grid Corporation (energía) China National Petroleum, Sinopec Group (hidrocarburos), China State Construction Engineering (construcción). Esto implica que, desde 1995, cuando sólo 3 empresas chinas eran incluidas en el índice top-500, se han ido incrementando de manera extraordinaria los ingresos de estas empresas, cuya singularidad está dada por la propiedad estatal y, también, de sus trabajadores (como en el gigante de las telecomunicaciones Huawei donde estos tienen el 99% de las acciones). Asimismo, han superado en cantidad a las estadounidenses, aunque estas se destacan por sus mayores márgenes de ganancias, lo cual muestra también las diferencias de ambos modelos de acumulación. Ello da cuenta del carácter de la disputa, y del avance inminente de China en diferentes áreas, en paralelo al proceso de declive relativo de EE.UU.  y del polo angloestadounidense como centro hegemónico en el marco de la crisis estructural del capitalismo.

De esta manera, el paradigma chino da cuenta de una estrategia a partir de la cual obtiene margen para salirse de la lógica de la financiarización neoliberal, limitar la dependencia estructural y gestionar sus propios excedentes buscando mayores márgenes de autonomía relativa y, aunque suene paradójico, profundizando la interdependencia sistémica. Es decir, al estar nacionalizado su sector financiero, el excedente es gestionado de manera mixta, pero con una fuerte presencia de capitales nacionales.

Como indican distintos autores, la imposibilidad de recuperación, hasta el presente, del ciclo de crecimiento de la economía mundial, da la pauta de los severos problemas de acumulación del ciclo del capital que se vienen transitando y que existían de manera previa a la pandemia. Al no haber crecimiento de la inversión –principalmente en alta tecnología–, al aumentar el endeudamiento y caer la tasa de ganancia, no hay aumento de productividad, y, por ende, no hay crecimiento posible.

Esto se da en el marco de la crisis del orden mundial y las disputas hegemónicas que tienen al gigante asiático como uno de los protagonistas de mayor peso y escala.

En síntesis, mientras el resquebrajamiento del viejo orden se agudiza y no logra no sólo sostenerse sino también contener a otros polos emergentes, China se destaca en su proceso de expansión material con un modelo de acumulación y desarrollo particular. A continuación nos enfocamos en los aspectos vinculados con la revolución tecnológica y las transformaciones de las cuales también China ha sido parte.

 Nuevo paradigma tecno-económico en disputa

 La crisis económica mundial que hemos abordado, a su vez, ha acelerado este nuevo paradigma tecno-económico, plasmándose la “destrucción creativa” cíclica del capitalismo con sus dos caras: de destrucción de valor, por un lado, y de gestación de nuevas fuerzas productivas, por otro. Correr la frontera del conocimiento implica resolver temporalmente la crisis de acumulación, creando nuevos esquemas de valorización y esferas de expansión/mercantilización. La forma dominante de su desarrollo es algo incierto todavía, en tanto dicha transformación puede ser conducida por las fuerzas del capital y las oligarquías financieras hoy dominantes o por las fuerzas del trabajo y los pueblos.

La pandemia, a su vez, en tanto catalizadora de las tendencias de esta transición histórico-espacial contemporánea, ha dado lugar a toda una reingeniería social que consumió el despliegue de las tecnologías digitales, abarcando áreas y sectores que tenían una relación accesoria con las mismas. Ello ha fortalecido el comercio electrónico, la educación a distancia y el lucro asentado en los datos, potenciando lo que ha dado en llamarse capitalismo de plataformas.

No obstante, este nuevo paradigma puede también agudizar la crisis económica en el Norte global. Se han planteado ciertas alertas acerca de los peligros que pueden implicar la aplicación de las nuevas tecnologías a los procesos productivos, pudiendo conllevar la eliminación de millones de empleos –no sólo los de menor calificación sino incluso los de tipo cognitivo o creativo, debido a los avances de la inteligencia artificial al respecto–. Escenarios de este tipo aumentan el malestar económico que ya se viene advirtiendo en las clases trabajadoras de los países centrales a causa de los efectos de la globalización neoliberal en sus condiciones de vida. A la par de lo anterior, al acelerarse los procesos de transformación tecno-productiva en los núcleos más dinámicos de la economía mundial y en Asia-Pacífico en particular, las formas menos productivas o retrasadas quedan desplazadas, van a la ruina o sobreviven como “empresas zombis” mediante el endeudamiento.

Un elemento central para pensar la actual transición tecno-económica es que está abierto y en tensión quién comandará el pasaje a este nuevo paradigma, lo cual se suma a que China, gran contendiente en la lucha por el liderazgo en estas tecnologías, no tiene un patrón de acumulación capitalista clásico, sino que combina distintos modos de producción, dando lugar a un modo particular. Es decir, el salto tecno-económico que transitamos se inserta en la formación social china en relaciones de producción combinadas, que dan lugar a lo que se conoce como “socialismo de mercado”.

Si a fines de siglo pasado y principios del actual se identificaba el “Made in China” (hecho en China) como sinónimo de productos baratos y de mala calidad, en base a la copia de productos y procesos de países “desarrollados” o también como gran fábrica de bajo costo para las empresas transnacionales del Norte Global, ello se ha revertido fuertemente desde entonces. Se aprecia en su economía una importante expansión de sectores capital intensivos y absorción de tecnologías avanzadas, bajo un muy relevante desarrollo científico-tecnológico propio en los últimos tiempos. Como hemos abordado en el segundo cuaderno, ello fue fruto de la construcción de capacidades nacionales desde la revolución de 1949, sumado al aprendizaje realizado de las transnacionales que recibió en sus Zonas Económicas Especiales desde las reformas de 1978, lo cual dio lugar al escalamiento de capacidades industriales, tecnológicas e institucionales, alcanzando la innovación propia en los últimos años.

La importancia en la actual revolución tecnológica en curso y el achicamiento de la brecha con Occidente se observa en varios indicadores: desde 2019 China lidera la solicitud de patentes a nivel mundial y es parte fundamental de la actual discusión sobre los estándares de las nuevas tecnologías, mientras la gigante de telecomunicaciones Huawei lidera la solicitud de patentes por empresas y BYD es líder mundial en la producción de autos eléctricos (un mercado en el que China representa el 38% del mundial) .

En los últimos años, se aprecia el fuerte aumento chino en cuanto a su gasto en investigación y desarrollo (I+D), uno de los principales indicadores utilizados para demostrar el dinamismo del cambio tecnológico y la innovación de los países. Beijing ha aumentado en forma sostenida e incremental su gasto en la materia, alcanzando el segundo lugar en valores absolutos hacia 2017, por detrás de EE.UU., y acercándose a los países centrales si se mide ese gasto en función del PIB (pasó en ello de un 0,5% a mediados de los años ’90 a superar el 2% desde 2014). Un rasgo distintivo es que destina un muy bajo porcentaje a investigación básica (5%), concentrando 85% a desarrollo experimental y 10% a investigación aplicada, lo cual da cuenta de la fuerte orientación de esa inversión –pública y privada– a satisfacer demandas de la economía y de competitividad de las empresas tanto estatales como privadas.

Otro conjunto de indicadores son elocuentes para observar el rápido desarrollo tecno-científico chino y su fuerte apuesta por la ciencia, tecnología e innovación. Hacia 2017, alcanzó el primer lugar mundial en publicaciones científicas, y según ciertas estimaciones ha llegado a liderar la producción científica de alta calidad, en base a la cantidad de citaciones de las publicaciones más influyentes, en campos como inteligencia artificial, nanociencia, química y transporte. En base a esta posición prominente, China busca fijar los estándares, las normas y los patrones técnicos internacionales, en especial en estas áreas emergentes del conocimiento, con miras de garantizar el predominio de sus tecnologías y productos.

A la par de lo anterior, el país subió al puesto 12 en el Índice de Innovación Global 2021 elaborado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual –hacia 2012 ocupaba el puesto 34–. Su creciente poderío en materia de innovación se expresa también en que ocupa el primer puesto en solicitud de patentes, marcas y en exportaciones netas de alta tecnología. En cuanto a las patentes, pasó de apenas figurar en esos registros a, en la primera década de los dos mil, superar a EE.UU., Japón y Alemania.

Otro indicador relevante para considerar consiste en el capital intelectual. Una de las formas de observarlo es la denominada “educación STEM” (acrónimo de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés), en la cual cuenta con entre dos y cuatro veces más graduados que su contraparte estadounidense, y ha llegado a liderar en las clasificaciones internacionales en CyT en los últimos años. Desde principios de siglo, más de cinco millones de jóvenes chinos fueron a estudiar al exterior, en especial en EE.UU. y Europa. Se estima que hace tres décadas, sólo uno de cada veinte de esos estudiantes volvía a su país, mientras que en la actualidad regresa alrededor del 90%, para trabajar en grandes laboratorios y compañías de alta tecnología. Asimismo, las universidades chinas han buscado mejorar su calidad en distintos indicadores en los últimos años, y gradúan la mayor cantidad de doctorados en ingeniería en el planeta.

Los indicadores precedentes están estrechamente vinculados con el desarrollo de industrias intensivas en conocimiento, las cuales crecen fuertemente a nivel mundial. En la última década, China alcanzó el primer lugar en la fabricación de productos de media-alta tecnología, superando el 30% de la participación mundial, y desplazó a Japón y países europeos en la fabricación de productos de alto contenido tecnológico, secundando a EE.UU. en ello (en torno al 24% y 31% de la participación mundial, respectivamente).

Este punto constituye una de sus grandes metas, en donde se ha concentrado su plan de desarrollo industrial, denominado “Made in China 2025”. Su foco está centrado en desarrollar industrias de alta complejidad tecnológica, basadas en la innovación y la capacitación de su personal a todo nivel, a la par que reducir la dependencia de tecnologías extranjeras, apuntando a aumentar el contenido nacional de partes y componentes críticos de la industria al 70% para 2025. Para ello eligieron diez sectores con el fin de fomentar y llegar al “estado del arte” (la vanguardia internacional del desarrollo tecnológico): 1) Nueva tecnología avanzada de información, 2) Máquinas herramientas automatizadas y robótica, 3) Aeroespacial y equipo aeronáutico, 4) Equipamiento marítimo y barcos de alta tecnología, 5) Equipos modernos de transporte ferroviario (estos dos últimos para reforzar el proyecto de la Iniciativa de la Franja y la Ruta o “Nueva Ruta de la Seda”), 6) Vehículos y equipamiento con nuevas formas de energía, 7) Equipos de Energía, 8) Equipamiento agrícola, 9) Nuevos materiales, y 10) Biofarma y productos médicos avanzados.

En torno a este último punto, se pudo apreciar con la pandemia que la potencia asiática compitió por primera vez al máximo nivel junto a otros centros tecnológicos mundiales en el desarrollo de medicamentos y de las vacunas para el COVID-19, a lo que debemos agregar que el 90% de los componentes de los antibióticos se hacen en China y este país provee el 80% de materias primas para todos los medicamentos del mundo.

De esta manera, el desarrollo tecno-científico acelerado le ha permitido a la potencia oriental posicionarse a la vanguardia en áreas y tecnologías clave, como computación cuántica, biología sintética, física de la materia condensada, nanomateriales, investigación con células madre y ciencia molecular, hielo combustible, nuevos equipos de exploración de aguas profundas, entre otros. A su vez, en la última década ha alcanzado logros de gran relevancia mundial, como la colocación de una sonda en el lado oscuro de la Luna, el lanzamiento del primer satélite cuántico y del primer satélite astronómico de rayos X, con su primer laboratorio espacial (Tiangong-2), o la construcción de un “sol artificial” –un reactor nuclear– que logró temperaturas cinco veces más altas que las del Sol.

Al mismo tiempo, China disputa también en el terreno de la economía digital y de plataformas, el sector que más se benefició a nivel mundial de la pandemia, junto al farmacéutico. Recuérdese aquí que, producto de la exacerbación del mercado de valores y la financiarización de la economía ficticia, las empresas tecnológicas estadounidenses de punta Alphabet (holding matriz de Google), Amazon, Facebook, Apple y Microsoft (las denominadas GAFAM), pasaron a representar una quinta parte del índice S&P 500. China compite con este grupo mediante las denominadas BATX (Baidu, Alibaba, Tencent y Xiaomi), a lo cual se debería sumar Huawei.

Estas compañías han tenido un gran crecimiento en los últimos años, y el gobierno adoptó recientemente distintas políticas de control estatal en este sector de gran desarrollo y para el cual el Estado jugó un rol importante en materia de inversión en infraestructura y de exclusión del mercado nacional de las GAFAM. Si Silicon Valley, en EE.UU., representa el epicentro y la “meca” del capitalismo informacional o digital, China le compite con sus propios polos tecnológicos como Shenzen. Esta ciudad, popularizada como el “Silicon Valley chino”, que era una pequeña aldea de pescadores hasta los años ’80, fue una de las primeras Zonas Económicas Especiales del período de reforma y apertura, y de allí han salido gigantes como Tencent o Huawei. Esta última, justamente, resulta un caso paradigmático, por tratarse del mayor proveedor mundial de equipos de telecomunicaciones, con un 28% de participación del mercado y más de 4 mil patentes, y explica por qué es uno de los blancos principales de la guerra comercial lanzada por EE.UU. hacia 2018.

Como se puede ver, China no se limita a ser la gran fábrica del mundo en tanto semi-periferia industrial subordinada a las transnacionales del Norte Global. Bajo la división internacional del trabajo en clave posfordista del capitalismo transnacional,  el centro se especializó desde la década del ’80 del siglo pasado en el diseño, las altas finanzas, la tecnología de punta y la administración estratégica a partir del control de las redes financieras globales y sus empresas transnacionales, deslocalizando procesos económicos de menor complejidad. Beijing ha quebrado este esquema de la nueva división del trabajo posfordista, y se encuentra actualmente en pleno proceso de conformación de uno de los mayores núcleos económico-productivos y tecnológicos a nivel mundial, con grandes niveles de complejidad, lo cual ha generado la agudización de las disputas con EE.UU.

A su vez, la otra cara de la moneda de este proceso de complejización productiva es que los salarios tuvieron un aumento cercano a triplicarse en los últimos doce años. Ello también se explica por el giro político que se produjo desde 2008, tanto para enfrentar la crisis económica global y los límites del modelo de desarrollo centrado en las exportaciones, y para aprovechar el golpe que recibió el núcleo del capitalismo global y avanzar en la propia estrategia de desarrollo opuesta al recetario del Consenso de Washington, como también por la presión de sus movilizadas clases trabajadoras que obligaron a importantes transformaciones en el modelo.

En EE.UU. existe gran preocupación por el creciente rol de China en las tecnologías clave de este nuevo paradigma, y ello se ha venido materializando en los últimos años en informes gubernamentales y de usinas de pensamiento, planes y programas específicos para hacerle frente. Uno de esos informes, realizado por la Universidad de Harvard, alerta que en menos de 25 años, el liderazgo tecnológico estadounidense ha sido revertido por la potencia asiática y presenta un conjunto de indicadores al respecto: en 2020, China produjo el 50% de las computadoras y los teléfonos móviles del planeta, frente al 6% de EE.UU; produce también 70 paneles solares por cada uno construido por su adversario norteamericano y vende cuatro veces más vehículos eléctricos, con empresas que lideran a nivel mundial (especialmente BYD); incluso, tiene nueve veces más estaciones de telecomunicaciones 5G, con redes cinco veces más rápidas que las estadounidenses. Otro informe, por parte del Fondo Carnegie para la Paz Internacional, destaca el liderazgo chino en drones comerciales, dispositivos de internet de las cosas, y ciudades inteligentes, entre otras áreas tecnológicas clave del nuevo paradigma en ascenso y en disputa.

El informe de Harvard alerta sobre el liderazgo chino en tecnologías de vanguardia para la cuarta revolución industrial. Se destacan, por un lado, las aplicaciones de inteligencia artificial, incluyendo tecnología financiera y reconocimiento facial y de voz. También se destaca el liderazgo chino como principal productor, usuario y exportador de las nuevas tecnologías de energía “verde”, garantizándose una posición dominante en la promisoria cadena de suministro de la transición energética en curso hacia fuentes renovables. Se alerta que China posee una posición casi monopólica sobre muchos de los insumos críticos necesarios para paneles solares, baterías y otras tecnologías afines, incluyendo litio químico (50% de la producción global), polisilicio (60%), metales de tierras raras (70%), grafito natural (70%), refinación de cobalto (80%) y refinación de tierras raras (90%). Por último, en áreas donde EE.UU. sostiene su primacía, como en biotecnología, China está avanzando fuertemente, alcanzando y sobrepasando a su adversario en determinadas áreas y rubros, como ciertos aspectos de la edición genética.

Otras voces occidentales también alertan sobre los planes chinos para ganar la carrera tecno-económica, como muestra un video de la agencia Bloomberg sobre transición energética. Se señala allí que China lidera en la producción de energía solar, eólica y nuclear, construyendo megaproyectos de escala nunca vista, en materia de plantas fotovoltaicas, represas hidroeléctricas (“las tres gargantas” es la más icónica) y parques eólicos. A la par, planea construir 150 reactores nucleares en los próximos quince años, lo cual representa más de lo que se construyó en todo el mundo en los últimos 35 años.

Por último, vale detenerse un momento en una de las recientes políticas adoptadas desde EE.UU. para hacer frente al rápido ascenso chino en la carrera tecnológica: la Ley “Chips and Science”, en octubre de 2022. Se trata de un programa de subsidios y créditos por hasta 52 mil millones de dólares para impulsar la producción de semiconductores al interior del país y contrarrestar la dependencia de las fábricas asiáticas, a la par que limita la cooperación con China en determinadas áreas de investigación y fabricación. Los semiconductores constituyen un insumo clave para la economía digital, en tanto “cerebro” de los dispositivos electrónicos –como teléfonos inteligentes, computadoras y tabletas–, y recientemente China ha superado a su contraparte norteamericana en la producción de estos componentes, a la vez que escala también posiciones en el diseño de estos. Habiendo liderado históricamente este rubro, EE.UU. aunque sigue liderando el diseño de semiconductores, vio caer su participación en la producción mundial desde el 37% en 1990 al 12%, mientras que en el mismo período China pasó de menos del 1% al 15%.

Frente a ello, EE.UU. ha implementado distintas políticas, bajo la categoría de “seguridad nacional”, profundizadas desde la guerra tecno-comercial lanzada en 2018 por Trump y continuada desde 2021 por Biden, con el fin de impedir que China avance en el diseño y elaboración de los medios necesarios para la producción de semiconductores, así como en la elaboración de semiconductores avanzados. Baste señalar ciertos ejemplos paradigmáticos al respecto. En primer lugar, el Comité de Inversión Extranjera (CFIUS por sus siglas en inglés) para bloquear las inversiones chinas en EE.UU. y o la adquisición de empresas y, por otro lado, la imposición de controles de exportación a empresas chinas a través de la Lista de Entidades mantenida por la Oficina de Industria y Seguridad (BIS por sus siglas en inglés). Estas agencias han llegado a bloquear operaciones en el extranjero, como la adquisición de la alemana Aixtron por parte de Fujian Gran Chip Investment Fund de China, en 2016, y la venta de chips de TSMC a Huawei. Estas agencias se fortalecerían en años posteriores a través de distintas leyes y medidas, para permitirles emprender acciones contra cualquier empresa que utilice tecnologías estadounidenses que no son fácilmente reemplazables, a la par que aumentan las restricciones para limitar el acceso chino a tecnologías clave y la inclusión de algunas de sus empresas en listas negras.

A la par, la potencia en declive propuso a Japón, Corea del Sur y Taiwán crear la alianza Chip4 para construir una cadena de suministro de semiconductores que excluya a China. Estos “tigres asiáticos” representan otras de las potencias que disputan la carrera tecnológica digital y han sido Estados subordinados estratégicamente desde la segunda posguerra. Taiwán, la isla reclamada como propia por China y que ha concentrado un recrudecimiento de los conflictos político-estratégicos en Asia-Pacífico, en especial a raíz de la guerra en Ucrania, cuenta con el mayor polo tecnológico referido a la fabricación de semiconductores en torno a la metrópolis de Hsinchu, y con el mayor fabricante de chips del mundo, TSMC.

La expansión material de China y la  revolución tecno-económica abren distintos escenarios y desafíos para las regiones  periféricas y semi-periféricas del mundo acerca del rol que el Sur Global puede tener en esta crisis, sin que signifique un aumento de los grados de subdesarrollo y dependencia. En este sentido, un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo de 2021 correlaciona las revoluciones tecnológicas con la distribución del ingreso –medida por PBI per cápita– entre el centro (10-15% de la población mundial) y la periferia (85-90% de la población mundial), mostrando cómo se incrementa progresivamente la desigualdad, esto es, una dinámica propia del sistema mundo moderno capitalista, que el imperialismo refuerza. Ello vuelve fundamental la tarea de cambiar estructuralmente dicha dinámica y construir otro sistema más democrático e igualitario desde el Sur.

  • https://thetricontinental.org/es/argentina/chinacuaderno5/ 

China aplica el pensamiento sistémico en su economía, especialmente en la planificación a largo plazo y en la gestión de su desarrollo económico. El enfoque sistémico implica considerar las interconexiones entre diferentes sectores y elementos de la economía, así como la influencia de factores externos, para lograr un crecimiento sostenible e integral

Planificación a largo plazo:
China ha implementado planes quinquenales que establecen objetivos y prioridades para el desarrollo económico y social, tomando en cuenta las interdependencias entre diversos sectores

 Desarrollo coordinado:

El gobierno chino busca un desarrollo equilibrado entre diferentes regiones y sectores, evitando desequilibrios que puedan generar problemas a largo plazo
 
Integración de políticas:
Se busca una mayor coordinación entre las políticas económicas, sociales y ambientales para lograr un desarrollo sostenible.
 
Consideración de factores externos:
China es consciente de la importancia de la integración con la economía global y de la necesidad de adaptarse a los cambios internacionales
 
Enfoque en la innovación y la tecnología:
El pensamiento sistémico también se aplica en la promoción de la innovación y el desarrollo tecnológico como motores del crecimiento económico a largo plazo
 
Ejemplos de aplicación:
 
-La iniciativa "Un cinturón, una ruta" (BRI, por sus siglas en inglés) es un ejemplo de cómo China aplica un enfoque sistémico para integrar su economía con la de otros países, promoviendo la conectividad, el comercio y la inversión. 
 
-El concepto de "doble circulación" busca fortalecer la economía interna de China, pero también integrarla con la economía global, reconociendo la interdependencia entre ambos. 
 
-El enfoque en "prosperidad común" busca reducir la desigualdad y garantizar que los beneficios del crecimiento económico se distribuyan más equitativamente.  

En resumen, China ha adoptado un enfoque de pensamiento sistémico para abordar los desafíos económicos y buscar un desarrollo sostenible e integral, considerando las interconexiones entre diferentes elementos y la influencia de factores tanto internos como externos

Aspectos clave del pensamiento sistémico en China:

El pensamiento confuciano subraya la importancia de las relaciones jerárquicas y la armonía social, donde cada individuo tiene un rol específico dentro de un sistema más amplio

A diferencia de la concepción lineal occidental, el tiempo en China se percibe más como un ciclo, donde el pasado, presente y futuro están interconectados

La filosofía china incorpora la idea de que las fuerzas opuestas pueden coexistir y complementarse, creando equilibrio y cambio

La moralidad y la virtud son consideradas esenciales para el buen funcionamiento del sistema social y político, tanto a nivel individual como colectivo

La doctrina de Tianxia influye en la forma en que China aborda sus relaciones internacionales, buscando la cooperación y la construcción de un orden mundial más armonioso

La planificación centralizada y la intervención estatal en la economía, aunque se han ido adaptando a un modelo de mercado, reflejan la idea de un sistema que busca el equilibrio y el bienestar general

La estrategia china de desarrollo tecnológico se enfoca en la innovación y el progreso, pero también en la seguridad nacional y la autosuficiencia, mostrando una visión integral del sistema      

  La ingeniería económica en China se refiere al enfoque del país en el desarrollo económico a través de la ingeniería y la innovación tecnológica.

 China ha invertido fuertemente en educación en ingeniería, investigación y desarrollo, y en políticas industriales para impulsar su crecimiento económico. 

    Factores clave que impulsan la ingeniería económica en China:
     
    Inversión en educación e investigación: 
    China ha aumentado significativamente la inversión en educación en ingeniería y en investigación y desarrollo tecnológico, lo que ha llevado a un aumento en la cantidad de ingenieros capacitados y en la producción de nuevas tecnologías.
    •  
  • Políticas industriales:
    El gobierno chino ha implementado políticas industriales que promueven sectores específicos, como la manufactura, la tecnología de la información y las energías renovables, impulsando la innovación y el crecimiento en estas áreas.
     
  • Enfoque en la innovación:
    China ha adoptado una estrategia para convertirse en un líder mundial en innovación tecnológica, invirtiendo en investigación y desarrollo y fomentando la colaboración entre universidades, empresas e instituciones de investigación
     
    Infraestructura:
      China ha invertido fuertemente en infraestructura, incluyendo transporte, energía y comunicaciones, lo que ha facilitado el crecimiento económico y la expansión de las industrias
       
      Financiación del desarrollo:
       El gobierno chino ha establecido mecanismos de financiamiento para apoyar proyectos de ingeniería y desarrollo tecnológico, tanto a nivel nacional como internacional.
       
      Impacto de la ingeniería económica en China: 
       
      Crecimiento económico: 
       
      China ha experimentado un rápido crecimiento económico en las últimas décadas, impulsado en gran medida por la inversión en ingeniería y tecnológica
       
      Transformación industrial:
       
       La ingeniería económica ha llevado a una transformación de la industria china, con un enfoque en la manufactura de alta tecnología y la producción de bienes y servicios avanzados
       
       Liderazgo tecnológico:
       
       China se ha convertido en un líder tecnológico en varios campos, incluyendo la inteligencia artificial, la energía renovable y la infraestructura.
       
      Influencia global:
       
       El enfoque de China en la ingeniería económica ha tenido un impacto significativo en la economía global, convirtiéndola en un actor clave en el comercio internacional y la innovación. 
       
      En resumen, la ingeniería económica en China ha sido un motor clave para el crecimiento económico, la transformación industrial y el desarrollo tecnológico del país, impulsando su influencia en la economía global
  • https://www.eleconomista.es/economia/noticias/7446371/03/16/China-tira-de-ingenieria-financiera-para-dar-salida-a-sus-creditos-malos.html
  • https://www.realinstitutoelcano.org/comentarios/las-dos-teorias-sistema-politico-chino/ 
  • https://dobetter.esade.edu/es/economia-china

El caso de Europa

  Solo una Europa unida en unos estados federados podrá estar al nivel de EEUU y China

Se esta siguiendo el modelo de primero ampliación y después integración.

Los pasos que se deben  dar son otros

1- Integrar a los países actuales en unos estados unidos europeos

2- Acabar la Área monetaria optima

3-Reforma OMC

4-Politica industrial conjunta –Tamaño empresaria

5-Enlazar todas las universidades europeas y centros de investigación europeos con Empresas .Compartir todos los recursos en docencia e investigación.

6- Más programas para jóvenes de dimensión europea

  https://articulosclaves.blogspot.com/2024/06/europa-tiene-decenas-de-retos-si-no.html

  https://forosenar.blogspot.com/2024/06/el-dia-despues-de-nextgenerationeu-que.html

Integrar a los países actuales en unos estados unidos europeos

Europa, tiene que pasar a ser unos Estados unidos de Europa, para completar los pasos que le faltan para ser un Area Monetaria optima

Mario Dragi, cree que hay que defenderse de las políticas chinas y aboga por una gran inversión público-privada para relanzar la industria europea y recuperar la competitividad perdida

El Sismógrafo de la ESG: China amenaza con una guerra comercial contra Europa por los aranceles al coche eléctrico

a sostenibilidad es uno de los grandes desafíos del mundo de los negocios. La creciente importancia de los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) obliga a las empresas a reconsiderar sus estrategias. Europa se enfrenta a un choque comercial contra China, algo que puede afectar a su modelo de gobernanza, basado en el tránsito de mercancías sin restricciones aduaneras.

La UE considera que el Gobierno de Pekin subvenciona los coches eléctricos para venderlos más baratos en Europa mientras que China le acusa de mantener apoyos a la industria, algunos de ellos englobados en los fondos Next Generation. Mario Dragi, que prepara un informe sobre el futuro industrial del Viejo Continente, cree que hay que defenderse de las políticas chinas y aboga por una gran inversión público-privada para relanzar la industria europea y recuperar la competitividad perdida.

https://ideas.pwc.es/archivos/20240621/el-sismografo-de-la-esg-china-amenaza-con-una-guerra-comercial-contra-europa-por-los-aranceles-al-coche-electrico/

  https://www.realinstitutoelcano.org/analisis/la-competitividad-de-la-union-europea-frente-a-estados-unidos-la-brecha-se-agranda/

En el horizonte hay muchas palancas que pueden accionar los países de la UE para avanzar en la integración de los mercados. Entre las cuestiones señaladas por los miembros del Observatorio se encuentran la unión bancaria, del mercado de capitales o de la energía

El problema de la decadencia industrial de Europa por la perdida de competitividad, ante la política subvencionada de China, y la posterior política industrial de EEUU

https://articulosclaves.blogspot.com/2020/04/por-la-europa-de-manana.html

 La geoeconomía podría rescatar a la UE de su crisis de credibilidad

 https://www.elconfidencial.com/mundo/2024-06-24/solo-hace-centimos-por-que-la-ue-debe-mejorar-su-geoeconomia_3904713/

 “Europa no se hará de una vez ni en una construcción de conjunto: se hará mediante realizaciones concretas creando primero una solidaridad de hecho…” Jean Monnet

https://articulosclaves.blogspot.com/2021/08/la-clave-siempre-es-la-mismageoeconomia.html

https://articulosclaves.blogspot.com/2021/11/geoplitica-geoeconomiarelacion-eeuu.html

https://articulosclaves.blogspot.com/2024/06/geopolitica-para-un-mundo-conectado.html

https://articulosclaves.blogspot.com/2024/03/omnishambles-o-la-definicion-de-la.html

https://articulosclaves.blogspot.com/2024/05/la-nueva-geopolitica-del-comercio-global.html

https://articulosclaves.blogspot.com/2024/06/la-geopolitica-corroe-la-globalizacion.html

https://articulosclaves.blogspot.com/2022/03/economia-y-geopolitica.html

https://articulosclaves.blogspot.com/2023/11/20-anos-sin-reaccionar-que-nos-esta.html

https://articulosclaves.blogspot.com/2024/01/la-estrategia-de-politica-comercial-de.html

https://articulosclaves.blogspot.com/2022/03/geoeconomia-geopolitica-2012-2022_23.html

https://articulosclaves.blogspot.com/2022/10/geopoliticageoeconmiacontrol-para-ganar.html

https://articulosclaves.blogspot.com/2022/12/ce-212-china-el-desafio-de-la-nueva.html

https://articulosclaves.blogspot.com/2022/03/mackinderchina-y-el-imperio-gamberro-jm.html

https://articulosclaves.blogspot.com/2024/06/el-quinto-pilar-de-la-union-europea.html

https://articulosclaves.blogspot.com/2024/06/europa-tiene-decenas-de-retos-si-no.html

https://articulosclaves.blogspot.com/2024/06/europa-empezar-la-casa-por-el-tejado_20.html

https://articulosclaves.blogspot.com/2024/06/como-se-acaba-una-guerra-comercial.html

https://articulosclaves.blogspot.com/2024/06/solo-una-europa-unida-en-unos-estados.html

San Martín para el cerdo español: China lo pone en la mira tras el castigo a sus coches eléctricos

  • Aplicar soluciones en un sentido no resuelven el problema, como el caso de la vivienda

Las claves relacionadas con la estructura economía esta muy claras desde hace 25 años

Los más perjudicados los jóvenes y los parados mayores de 55 años

 Aplicar los informes no financieros y los financieros para conocer las relaciones empresa-estado, es viable y útil, si estos informes no financieros se auditan.

 Pensamiento sistemico

  • http://jmonzo.blogspot.com/2006/09/el-pensador-sistmico-volumen-i.html 
  • https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-554X2009000300002

El 'ahora o nunca' de Europa en el estratégico pulso por la IA

  «¿Qué hemos hecho tan mal en España para que nuestra Ciencia y Tecnología esté peor hoy que hace 20 años?»

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