Lss teorias economicas
Debate:
¿Que parte de las teorias economicas del siglo XX quedaran caducas?
La curva de Phillips
Esta curva presenta sus resultados comentando que para el cumplimiento existían “ceteris paribus”: “fijar la DA en un valor que mantuvieran los precios del producto en un nivel estable” o “en un valor que mantuviera los índices salariales en un nivel estable”. Para cumplir esto se necesitan otra serie de mecanismos o medidas de control
Friedman (y la escuela de Chicago) la rebatieron, no su trabajo, la curva estable dado que la estanflación (estancamiento+ inflación) mismo era un buen caso de lo contrario.
Ahora la curva como tal está descartada y se sabe que solo se cumple en momentos puntuales, o que la relación no es tan directa.
Fuente Carme Vallberdú
https://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/05/160506_indiana_jones_economia_william_phillips_finde_dv
https://www.bbc.com/mundo/noticias-49912264
https://twitter.com/DavidUbilava/status/1651779823235379204
https://brujulaeconomica.blogspot.com/2023/04/prohibir-la-curva-de-phillips.html
To 'cheer' myself from talking about the debt ceiling, work requirements, recession fears, and credit crunch. I am writing another post on the Phillips Curve. (Preview chart below. Colors.)
https://twitter.com/Claudia_Sahm/status/1651313916843118599/photo/1
Price setting in the Fed's New Keynesian Dynamic Stochastic General Equilibrium model (NK DSGE). It spits out the NK Phillips Curve. Wheee. PS I don't have a problem with the micro-foundation models. But I wish we kicked the tires on the assumptions more.
https://stayathomemacro.substack.com/p/ban-the-phillips-curve
Teoria Marxista Indeterminación
Base matemática de la Economía marxista. Sin derivadas no hay economía marginalista.
Teoria monetaria del circuito
https://brujulaeconomica.blogspot.com/2015/04/teorias-monetarias-del-circuito.html
Minsky?
https://brujulaeconomica.blogspot.com/2009/02/4e.html
Economia ortodoxa-heterodoxa
https://brujulaeconomica.blogspot.com/2009/05/economiabiologia-es-posible.html
https://brujulaeconomica.blogspot.com/2023/06/macroeconomia-heterodoxa-frente.html
https://brujulaeconomica.blogspot.com/2010/04/steve-keen-ecofisica-circuitos.html
Teoria compleja del valor del dinero
https://brujulaeconomica.blogspot.com/2016/11/teoria-compleja-del-valor-economico.html
Mutiplicador monetario
https://brujulaeconomica.blogspot.com/2019/07/multiplicador-monetario-y-dinero.html
Evolución del dinero
https://brujulaeconomica.blogspot.com/2016/10/la-maldicion-del-metalico-ii-jfv.html
https://brujulaeconomica.blogspot.com/2014/12/por-que-importa-el-dinero-randall-wray.html
La Evolución del dinero / Teorías del Dinero Exógeno/Endógeno
https://brujulaeconomica.blogspot.com/2016/04/la-evolucion-del-dinero-teorias-del.html
Dinero sellado
https://brujulaeconomica.blogspot.com/2020/05/keynes-y-su-elogio-al-dinero-sellado.html
La creación del dinero vs las criptomonedas
¿La computación cuántica en un futuro puede afectar a sus algoritmos?
Steve Keen -Minsky-Ecofisica-circuitos dinamicos-dinamica de sistemas ¿TMM?
https://brujulaeconomica.blogspot.com/2010/04/steve-keen-ecofisica-circuitos.html
https://brujulaeconomica.blogspot.com/2012/05/mecanismos-de-transmision.html
https://profstevekeen.substack.com/p/using-system-dynamics-with-minsky
Recomendaciones (o no) de lectura: “Teoría Monetaria Moderna” (MMT) Pretensiones de omnisciencia y omnipotencia
https://brujulaeconomica.blogspot.com/2019/10/recomendaciones-o-no-de-lectura-teoria.html
Keen.Hayek-Krugman
https://brujulaeconomica.blogspot.com/2012/04/keen-vs-hayek-vs-krugman.html
Economia Biofisica
https://brujulaeconomica.blogspot.com/2020/10/economia-biofisica.html
Big data y planifiación economica
Anexo:
La creación del dinero vs las criptomonedas
Central banking in challenging times
os extremismos actuales en teoría económica
Continuamos haciendo un recorrido cándido por las aportaciones recientes de varios economistas, jóvenes y menos jóvenes. La impresión que se obtiene de la revisión de esas aportaciones es que a falta de cosas más importantes que decir o hacer en el terreno de la economía, los economistas actuales se dedican a reactivar viejos debates y viejas polémicas en el terreno de la teoría económica. Se dedican a resaltar las diferencias en planteamientos y en principios básicos, los cuales ninguno es bueno ni malo, ninguno es verdadero ni falso, ninguno es mejor ni peor y ninguno sirve, y esto es lo más importante, para hacer y resolver a corto plazo. Resulta increíble que volvamos a activar debates que ocuparon a los hombres en los años 30 del siglo pasado. Más de 80 años después seguimos discutiendo los mismos puntos de vista unidimensionales, racionalistas y básicos. Parece como si nada hubiera ocurrido desde entonces en el terreno de las ideas económicas.
Para comprobar la pasión que se ha desatado en los últimos tiempos por el liberalismo más extremo y el keynesianismo más básico, sólo hay que acudir a los cientos de libros y miles de artículos que se han publicado en los últimos años sobre estas formas enfrentadas de pensamiento económico. No soy referencia de nada, pero en mi mesa se apilan hoy siete u ocho libros recientes relacionados con estos temas, sobre los que trabajo. Como parte de lo que produzca a partir de ahora en forma de nuevos posts tendrán relación con ellos los menciono a continuación:
1.- “Los errores de la vieja economía. Una refutación de la teoría general del empleo, el interés y el dinero de John Maynard Keynes” de Juan Ramón Rallo (Un joven y destacado economista español, austríaco de pro, alumno, me imagino que predilecto, de Jesús Huerta de Soto y colaborador habitual del hispano-argentino Carlos Rodríguez Braun).
2.- “Volver a Keynes. Fundamentos de la teoría general de la ocupación, el interés y el dinero” de Axel Kicillof, el ínclito asesor de la Presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kichner; imagino que asesor en expropiaciones ilegales y otras formas de afanar. El intervencionismo del Estado que Keynes puso de moda, con mucha prudencia y tratando de construir una teoría económica que lo justificara, toma en este ¿político, economista, investigador, autor?, la forma más burda de actuación pública contra el mercado.
Los títulos de estos dos libros muestran claramente por donde van los tiros. La pasión y el “racionalismo”, digámoslo pronto, de estos dos jóvenes autores se dejan ver desde el principio. El primero (1984), que es bastante más joven que el segundo (1971), emplea 318 páginas en explicar lo errado que estaba Keynes y lo acertados que siempre han estado los componentes de la escuela austríaca, con especial referencia a Friedrich Hayek. Y el segundo, que parece ser todavía más racionalista que el primero, dedica 490 páginas justo a lo contrario, incluyendo en sus críticas a los propios keynesianos, que según dice en la Introducción, siempre corrigieron al maestro y se consideraron por encima de él.
Un tercero sería keynesiano también pero menos teórico que los dos anteriores,
3.- “¡Acabad ya con esta crisis!” de Paul Krugman. Presentado recientemente a bombo y platillo en la Fundación Rafael del Pino de Madrid. Acompañando a Krugman, por cierto, e interviniendo a su favor o en su contra, actuaron dos conocidos personajes españoles: Pedro Schwartz y Manuel Conthe
Un cuarto es periodístico pero sumamente interesante por los detalles que da sobre los enfrentamientos Keynes vs Hayek
4.- “KEYNES HAYEK. The Clash That Defined Modern Economics” de Nicholas Wapshott.
Los de Joseph Stiglitz hay que mencionarlos a pares o triples,
5.- “FREEFALL. America, Free Markets, and the sinking of the World Economy” de Joseph E. Stiglitz
6.- “MIS-Measuring our lives” de Joseph Stiglitz, Amartya Sen y Jan-Paul Fitoussi.
7.- “The Stiglitz Report. Reforming the international monetary and financial systems in the wake of the global crisis” de Joseph Stiglitz y miembros de la Comisión de Expertos Financieros de las Naciones Unidas.
Y uno más que habría que situarlo en el terreno de la Economía Mixta y en la línea de las enseñanzas destacadas de Paul Samuelson, un economista de primera magnitud que parece haber sido arrinconado por la virulencia fundamentalista de los últimos tiempos. Se trata de,
8.- “El precio de la civilización” de Jeffrey Sachs.
El más acertado para mi y con el que yo mejor me encuentro a pesar de las críticas profundas del autor a una gran parte de nuestras sociedades y de nuestras economías.
Un panorama en cualquier caso complicado, porque, ¿qué podemos decir de obras tan densas, tan reflexivas, tan bien argumentadas, y, a pesar de ello, tan contrarias y tan enfrentadas unas con otras?. ¿No es esto racionalismo y fundamentalismo?.
¿Qué puede hacer una persona joven que esté tratando de encontrar algo de verdad en la Teoría Económica?. ¿Qué conclusión obtendrá de la lectura de estas obras, una distinta, de que la economía no es un área seria de conocimientos?
https://economiayfuturo.es/los-extremismos-actuales-en-teoria-economica/
En éste y en los próximos posts vamos a tratar de decir algo más específico de lo dicho hasta ahora sobre el contenido teórico de las dos escuelas de economía que están de moda en la actualidad después de muchos años de haber sido formuladas. Me refiero a la Escuela Austríaca de Economía y al Keynesianismo, como bien saben los seguidores de este blog. Son dos escuelas de pensamiento con más de cien años de existencia una y con más de 80 otra, pero que al haber hecho aportaciones básicas en tiempos en los que el pensamiento económico se estaba formando resultan siempre válidas. Al referirse, por otra parte, a principios, concepciones e interpretaciones fundamentales sobre los fenómenos económicos y sobre las políticas de actuación sobre ellos resultan siempre útiles, particularmente en épocas como la actual en las que es difícil saber lo que conviene hacer sobre la economía. Las dos fueron ampliamente utilizadas y debatidas en la época de la Gran Depresión del 29, la cual vista desde el presente resulta muy similar a la que atraviesan hoy los países desarrollados, al menos los europeos.
La Escuela Austríaca de Economía ha hecho aportaciones muy importantes a la Teoría Económica. Personalmente me encuentro muy cerca de esta corriente de pensamiento en muchas cuestiones, aunque como he dicho en anteriores posts, eso no significa nada, ya que también me siento bien viendo salir el sol todas las mañanas y saludando alegre las primeras lluvias de otoño. Muchas de las cosas que dicen los economistas de esta escuela son obvias, como el sol y la lluvia, y nadie puede negarlas. Otras, por supuesto, son obcecaciones. Pero algo parecido ocurre con el Keynesianismo, y también yo me encuentro muy de acuerdo con algunas de las cosas que dicen los partidarios de esta segunda corriente de pensamiento económico y muy en contra cuando se empecinan en cosas que no tienen sentido.
¿Es esto un oxímoron, un contradictio in terminis?. No lo creo. En economía hay sitio para defender el liberalismo económico, por un lado, y la intervención puntual de los estados en la organización y posible regulación de los mercados, por otro. El problema no está en emplear unas u otras concepciones sino en emplearlas bien o mal y en hacerlo con sentido práctico, es decir, si ideología previa y pensando sólo en el bienestar del conjunto de la sociedad.
Igual que en la ciencia y en la tecnología hemos aprendido a combinar el racionalismo con el empirismo y a buscar aproximaciones heurísticas a la verdad relativa — siempre verdad relativa, por favor –, también podemos hacerlo en la economía y quizás en todas las ciencias sociales. De hecho podremos utilizar ese enfoque mucho más en estas ciencias que en las ciencias naturales, ya que en las sociedades constituidas por hombres y en su organización no hay leyes como las físicas. Quiero decir que la libertad es consustancial con el capitalismo y con lo que llamamos economía o procesos de producción, distribución e intercambio de bienes y servicios, pero los mismos que creamos esos mecanismos hemos creado otros como los estados, los gobiernos, las instituciones de todo tipo, las leyes y los órganos reguladores. Aunque lo quisiéramos no es posible tirar por la borda el mundo que hemos creado. Sólo podemos reformarlo, reorientarlo y corregirlo.
Pero veamos algunas de las cosas que dicen unos y otros.
Los economistas austríacos tienen, para empezar, una serie de “bestias negras”. Son, por ejemplo, enemigos de los bancos centrales y de los bancos en general; de los gobernantes, especialmente de los socialistas; y de los reguladores, particularmente los del sistema financiero. En relación con esto último recientemente he sido testigo de burlas y mofas extremas sobre Basilea II y Basilea III por parte de un cualificado economista austríaco español. Han sido hechas en una conferencia pública organizada por la destacada Fundación Rafael del Pino en un abarrotado salón de conferencias, trufado de banqueros y jóvenes bancarios, que se venía abajo de aplausos y complacencias, incluso cuando el conferenciante decía que el coeficiente de caja debía ser del 100 % de todos los depósitos de un Banco.
Algún tiempo después, por cierto, he asistido en Madrid al curso de verano organizado por la Fundación Ramón Areces en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid con el título: “La reconfiguración del sector bancario español ante la nueva regulación financiera. Alcance e impacto de la crisis”. Han participado en él importantes personajes del sector bancario nacional e internacional, entre ellos Jaime Caruana, ex gobernador del Banco de España y actual Director General del Banco Internacional de Pagos de Basilea (BIS). He podido ver el impresionante aparato regulador del sistema bancario que se está montando como parte de Basilea III y los múltiples instrumentos a utilizar incluidas las llamadas “políticas macroprudenciales” como complemento a las más tradicionales “microprudenciales” que funcionan a nivel de los bancos aislados. Estas nuevas políticas están pensadas para contener el riesgo sistémico y para actuar sobre él en cuanto se produzcan los más mínimos indicios de su presencia.
Se recordaron también en el curso anterior las condiciones de coeficientes de caja, liquidez y apalancamiento que prevalecen hoy en la mayoría de los países desarrollados, los cuales están a años luz de distancia, especialmente el primero, del 100 % que preconizaba Ludwig von Mises y que defienden hoy sus seguidores. Depende de cómo se mida este indicador pero por lo que se refiere a los países de la Zona Euro, el coeficiente de caja o porcentaje entre los activos del sistema bancario o reservas y los depósitos entregados por los ahorradores al banco es en la actualidad del 2 %, es decir, que por cada 100 Euros depositados en ahorros en una entidad bancaria la entidad tiene que mantener 2 Euros como reservas legales y puede invertir o conceder créditos por un valor de 98 Euros.
Y en cuanto al apalancamiento, si no me equivoco, un banco español puede apalancarse en la actualidad hasta 90 veces el valor de su capital.
Mi queja sobre algunos economistas actuales es que se recluyan en los principios y en los planteamientos básicos. Eso es en gran manera el «racionalismo» que yo critico y que los partidarios de la Escuela Austríaca practican desaforadamente. En cuanto al fallo del «empirismo» lo vemos también con precisión en los empíricos actuales, de los cuales Keynes fue un maestro insuperable por lo que se ve. Se olvidan estos de cualquier teoría y de cualquier equilibrio movidos por la solución de los problemas urgentes que nos acosan. Ni tanto ni tan calvo.
(Continuación del post anteior)
Un ejemplo de la vuelta del racionalismo más rampante lo tenemos en la popularidad adquirida en los últimos tiempos, al menos en España, por la llamada Escuela Austríaca de Economía. Es una corriente de pensamiento económico de finales del siglo XIX y principios del XX surgida del marginalismo y que tiene como origen los trabajos de Carl Menger (1840 – 1921) y la obras destacadas de Eugen von Böhm-Bawerk (1851 – 1914) y de Friedrich Freiherr von Wieser (1851 – 1926). Con autores también muy notables en sus filas como Ludwig Heinrich Edler von Mises (1881 – 1973), Friedrich August von Hayek (1899 – 1992), el mismo Joseph Alois Schumpeter (1883 – 1950), en sus primeros tiempos, y quizás Fritz Machlup (1902 – 1983), aunque este último se dedicó pronto a temas menos teóricos como el etudio económico de la información y el conocimiento.
También lo es la adscripción incuestionable de algunos al keynesianismo, incluidos grandes economistas actuales, premios Nobel, de hecho, como Paul Robin Krugman (1953 – ) y Joseph Eugene Stiglitz, (1943 – ).
Los últimos achacan a los primeros el remontarse a explicaciones económicas antiguas — del siglo XIX, dicen ellos –, pero así así se andan ambos en términos de fechas. La escuela austriaca procede de las explicaciones clásicas de la economía aportadas por Carl Merger a últimos del siglo XIX y las de John Maynard Keynes (1883 – 1946) proceden de unos veinte o treinta años más tarde. El libro más influyente de este último “The General Theory of Employment, Interest and Money” fue publicado por primera vez en 1935, época en la que sus debates con Friedrich Hayek eran popularísimos en Londres, y Keynes, de hecho, tenía menos partidarios entre los grandes economistas de la época que Hayek.
Personalidades como Lionel Charles Robbins (1898 – 1984) se enfrentaron fuertemente a Keynes y la London School of Economics, donde Robbins enseñaba, se transformó en un baluarte contra Cambridge, Keynes y sus seguidores iniciales recluidos en esta segunda universidad. En cierta forma las dos corrientes de pensamiento proceden aproximadamente de las mismas fechas ya que se difundieron y discutieron ampliamente con motivo de las crisis económicas de entreguerras, con particular referencia a la Gran Depresión del 29.
De tales debates ha transcurrido ya casi un siglo y parece mentira que todavía tengamos que acudir a ellos para saber lo que debemos hacer ante la crisis actual. Parece como si desde entonces no haya ocurrido nada nuevo en el terreno de la Teoría y de la Política Económicas.
Los segundos acusan también a los primeros de racionalistas, de mantenerse en los fundamentos de la economía y de acudir sólo a los grandes principios para sus explicaciones, y aquí puede que tengan mucha razón.
Los economistas “austriacos” de nuestros días son bastante fundamentalistas y como tales algo lerdos. Se apoyan en sus concepciones como en verdaderas creencias religiosas, son iluminados y se consideran en posesión de las verdades ocultas de los «alquimistas». Son muy osados y autosuficientes en sus intervenciones públicas y se suelen mofar de todos, especialmente de los políticos y banqueros, en sus conferencias y charlas en radio y televisión.
En sus artículos y libros se repiten una y otra vez ya que sus argumentos son del tipo de “dos y dos son cuatro y aquí no hay más que hablar”. Es increíble que alguno de ellos tenga objetivos como el Nobel y otros premios. Nunca se sabe pero resulta extraño que se le pueda dar algún premio a alguien que en vez de innovar se dedica a traer de nuevo a nuestros días lo que pensadores ilustres hicieron en los tiempos en los que se creaba el pensamiento económico.
Son partidarios absolutos del libre mercado, del individualismo y de la libertad personal, y creen en el equilibrio de mercado a largo plazo como solución definitiva para la economía. En España se consideran a sí mismos como liberales, sin caer en la cuenta, o quizás olvidándose de ello, de que en otros lugares son considerados simplemente “libertarios”. El Instituto Ludwing von Mises, por ejemplo, institución con sede en Auburn, Alabama, es, con todos los respetos que yo personalmente tengo para cualquier institución y especialmente con la admiración que siempre he mantenido por la obra de Ludwing von Mises (1883 – 1973), una de las instituciones más ultraderechistas de los Estados Unidos. El senador Ron Paul, candidato por tercera vez a presidente en las pasadas primarias republicanas, es un converso de la ideología difundida por el mencionado Instituto. Ideología que no debía nunca haberse unido a la destacada obra de von Mises.
Por supuesto que dicen mucha cosas más y todas ellas muy adecuadas, por cierto, para estos tiempos de burbujas financieras. Lo que impresiona es lo básicas y fundamentalistas que resultan. Y, lo que es peor, la pose de iniciados e iluminados que los seguidores de esta escuela adoptan hoy. Algo parecido, por cierto a lo que ocurre con los keynesianos, de los que yo personalmente soy menos partidario. Con la particularidad de que nuestro pueblo es de por sí, poco liberal, muy socialistón, partidario de la intervención pública y amante de las «sopas bobas», excluyendo de esto último a quien corresponda y defendiendo a los buenos hombres y las buenas mujeres que se buscan la vida a diario y trabajan sin descanso en estos tiempos tan malos.
https://economiayfuturo.es/que-dicen-los-economistas-de-una-y-otra-escuela-economia-austriaca-y-keynesianismo/
https://economiayfuturo.es/la-escuela-austriaca-de-economia-el-keynesianismo-y-otros-fundamentalismos/
Banca privada, banca publica, bancos centrales
https://cincodias.elpais.com/cincodias/2020/11/27/mercados/1606488929_192485.html?id_externo_rsoc=FB_CC&fbclid=IwAR141W4yqpYE72KQxMSYtL7tc49vJSJQ1CHf8Woq4MoTfKYQV3vqVA8z_bo05 mar 2019 |
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16 dic 2018 |
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11 dic 2018 |
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23 sep 2018 |
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24 jun 2018 |
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LA ACCIÓN DEL BANCO CENTRAL EUROPEO
https://brujulaeconomica.blogspot.com/2020/04/banca-privada-banca-publica-bancos.html
https://brujulaeconomica.blogspot.com/2013/06/bis-bcentrales-y-economistas.html
https://brujulaeconomica.blogspot.com/2014/01/bernanke-evito-la-depresion.html
https://brujulaeconomica.blogspot.com/2009/04/el-futuro-del-dinero-por-bernard.html
https://brujulaeconomica.blogspot.com/2010/04/advertencias-del-informe-del-banco.html
https://brujulaeconomica.blogspot.com/2018/06/bis-annual-economic-report.html
https://brujulaeconomica.blogspot.com/2019/10/informe-trimestral-del-bpi-septiembre.html
https://brujulaeconomica.blogspot.com/2014/03/creacion-del-dinero-bcentralinglaterra.html
https://brujulaeconomica.blogspot.com/2011/06/n-221-construyendo-un-futuro-estable.html
- https://en.m.wikipedia.org/wiki/Black_Wednesday?fbclid=IwAR0vO1v72XyWZuV7b2tEztZzC2p_pQiVVod-wr8-JVKi_-Kc6QhKAgtZzlc
- https://brujulaeconomica.blogspot.com/2020/05/teoria-cuantitativa-del-dinero-escrito.html
- https://brujulaeconomica.blogspot.com/2020/04/la-mutualizacion-de-la-deuda-publica.html
- https://www.youtube.com/watch?fbclid=IwAR1h1z_AebUNZlwgmfY5lyX2h-lzQMcEn5umN-ct1nW_nYIJPL04zcsG7bg&v=LGqOH3sYmQA&
- https://evonomics.com/hayek-meets-information-theory-fails/?fbclid=IwAR1LjBuxpBx7aQgkvhQP7dOBLe4mVbJgtSqc043u8QO7csluGmL8NZyAAHI
- http://lml.org.uk/research/economics/?fbclid=IwAR0Okfp3EgPg5sieoMLHGTJiwpNNvidPUlGuaPCU3FzLfVOHJPtD5775TXI
- https://brujulaeconomica.blogspot.com/2016/10/liquidez-interna-y-externa-i-jfv.html
- https://brujulaeconomica.blogspot.com/2016/10/la-maldicion-del-metalico-ii-jfv.html
Debates La “curva de Laffer” tampoco funciona interterritorialmente: regiones que bajan tipos impositivos atraen contribuyentes (sobre todo aquellos con rentas altas) pero sus recaudaciones totales disminuyen. https://voxeu.org/article/taxes-and-labour-mobility-why-lowering-income-tax-rates-might-not-be-winning-strategy | ||||||
- https://en.m.wikipedia.org/wiki/Black_Wednesday?fbclid=IwAR0vO1v72XyWZuV7b2tEztZzC2p_pQiVVod-wr8-JVKi_-Kc6QhKAgtZzlc
- https://brujulaeconomica.blogspot.com/2020/05/teoria-cuantitativa-del-dinero-escrito.html
- https://brujulaeconomica.blogspot.com/2020/04/la-mutualizacion-de-la-deuda-publica.html
- https://www.youtube.com/watch?fbclid=IwAR1h1z_AebUNZlwgmfY5lyX2h-lzQMcEn5umN-ct1nW_nYIJPL04zcsG7bg&v=LGqOH3sYmQA&
- https://evonomics.com/hayek-meets-information-theory-fails/?fbclid=IwAR1LjBuxpBx7aQgkvhQP7dOBLe4mVbJgtSqc043u8QO7csluGmL8NZyAAHI
- http://lml.org.uk/research/economics/?fbclid=IwAR0Okfp3EgPg5sieoMLHGTJiwpNNvidPUlGuaPCU3FzLfVOHJPtD5775TXI
- https://brujulaeconomica.blogspot.com/2016/10/liquidez-interna-y-externa-i-jfv.html
- https://brujulaeconomica.blogspot.com/2016/10/la-maldicion-del-metalico-ii-jfv.html
Hay mucho debate porque el tema no es nada sencillo. En el mundo hay varios modelos, desde el dinero soberano de China, Japon, y en parte UK, a las acciones de las reserva federal de EEUU, las acciones de Rusia, las acciones del banco central europeo.Acciones que crean reacciones.Con acciones que pueden ser logicas, de expansion monetaria, otras veces de austeridad, otras veces dando al interuptor de los intereses, otras veces creando burbujas y otras veces evitando el rescate total de paises.
https://brujulaeconomica.blogspot.com/2008/09/crash-o-batacazos.html
https://tv.urjc.es/video/579f2ba2d68b1420378b48f8
https://amartinoro.wordpress.com/2010/01/10/econometria-y-escuela-austriaca-parte-1/
Las escuelas de pensamiento económico
La existencia en una ciencia de diversas escuelas que no se ponen de acuerdo supone un toque de atención, puesto que puede significar que no hay datos suficientes para confirmar cuál está en lo correcto. En el mejor de los casos hay un cuerpo de conocimientos comunes más allá de los cuales las distintas escuelas extrapolan de distinta manera para opinar sobre las partes que el estado de la cuestión no alcanza a iluminar. La mayoría de las escuelas económicas son así: unas hacen hincapié en las instituciones, otras en la política monetaria o en la fiscal, otras en el crecimiento, la desigualdad y así sucesivamente. Las razones por las que un economista se adscribe a una escuela o a una línea de investigación son irrelevantes para la ciencia económica. Puede hacerlo porque crea que le dará instrumentos para llevar a cabo unos objetivos que considera deseables, porque crea tener una ventaja relativa en el avance de esa línea de investigación o por haberse encontrado un maestro que le ha señalado un camino. Al final, solo importará lo que pueda demostrar.
Algunas escuelas tienen claramente una componente ideológica. Es decir, prefieren un tipo de sociedad a otro. No debería ser problema si, de nuevo, separan lo que está probado de lo que no lo está. Posiblemente sorprenda al lector saber que economistas célebres y de notoria adscripción ideológica son, en sus artículos publicados, poco reconocibles como representantes de su ideología. Normalmente definen los rasgos más marcados de su escuela en libros o artículos en prensa, fuera de la revisión por pares. En cambio, sí tendremos un problema cuando la ideología oscurece la actividad científica y un número grande de economistas de una escuela presentan una visión sesgada de los hechos para justificar las conclusiones que favorecen su propia ideología. Esto ocurre, por ejemplo, cuando un marxista señala como prueba de la pauperización del proletariado cualquier descenso de los salarios y desestima con justificaciones ad hoc sus aumentos. También será un problema si la escuela económica se dedica a exponer su opinión sobre lo que debe ser. Por ejemplo, si un economista de la escuela austriaca defiende que los impuestos deben ser mínimos porque son un robo estará exponiendo una postura moral, si acaso, pero no estará haciendo ciencia. La ciencia económica debería tener como objeto el decir, modelo en mano, qué consecuencias hay de tener tal o cual impuesto y, con ello, ayudará a que la sociedad, según su organización política y, ahora sí, según sus preferencias morales, tome sus decisiones.
Hoy en día las definiciones de lo que constituye una escuela son demasiado difusas. ¿Qué es un economista marxista? Si alguien, inspirado por Marx, estudia las desigualdades económicas, ¿es marxista incluso si ni sus métodos ni sus conclusiones tienen que ver con los análisis de Marx en El Capital? No abriré una discusión semántica, simplemente señalaré lo dicho anteriormente: si sus estudios sobre la desigualdad satisfacen los criterios científicos, se incorporarán al acervo de la ciencia económica. Si no, no. Empeñarse, sin embargo, en defender el análisis en El Capital de Marx como manera de entender el funcionamiento de una economía capitalista sí será un acto acientífico. Después de siglo y medio de su publicación sabemos que ese análisis era no solo incompleto, sino también inconsistente.
De igual manera, si un economista encuentra inspiración en von Mises, uno de los padres de la escuela austriaca, para sus investigaciones, no hay nada que objetar mientras siga el método científico. Pero si insiste en usar la praxeología como supuesta alternativa al método científico, estará cayendo en una maraña de pensamiento similar a la metafísica, donde al final se acaban justificando las intuiciones con retórica y sin ciencia. Cualquier fuente de inspiración puede ser generadora de hipótesis, pero solo el método científico podrá validarlas.
Las actitudes no científicas no están solo en los extremos. Tomemos por ejemplo a Milton Friedman. Recibió el premio Nobel por sus influyentes artículos en los que estudiaba la política monetaria —la inflación y su control— y la manera en que afecta al comportamiento económico de los individuos y empresas. Por otra parte, sus opiniones sobre la capacidad de autorregulación de los mercados y sobre la libertad económica, de reconocida influencia austriaca, son de sobra conocidas, pero no se exponen en artículos científicos. Todo esto lo recuerda y pone de relieve Paul Krugman en un famoso artículo publicado en el New York Times (y reproducido en español aquí por El País), lo que no deja de ser paradójico, puesto que al propio Krugman le ocurre lo mismo. Recibió el premio Nobel por sus estudios sobre el comercio internacional y sus modelos de localización de la actividad económica. Sus artículos de opinión le confieren su rasgo más conocido para el gran público, artículos que llevan las recomendaciones keynesianas más allá de lo que es dado deducir de la investigación reciente, como le recuerdan y le reprochan sus colegas (por ejemplo, aquí). Por supuesto, Friedman y Krugman tienen derecho a sus opiniones, pero no deberían confundir al público pretendiendo que tienen más base científica de la que en realidad tienen. Y si en algún momento no tienen base científica y son solo intuiciones o extrapolaciones de lo que sabemos, no pasa nada, se dice así y ya está, que todos reconocemos que a veces hay que tomar decisiones con muy poca información.
Después de todo lo anterior, debo decir que no sé a qué escuela se adscriben la mayoría de mis colegas. Sospecho que a ninguna. Desde fuera se acusa a los economistas académicos que publican en las mejores revistas de ser mainstream u ortodoxos que, al parecer, es algo así como “neoclásico”, “neoliberal” o “cientista”, dependiendo de si la crítica la hace alguien que directamente no sabe qué ha hecho la ciencia económica en los últimos 50 años (aquí), un marxista o cercano al marxismo (aquí) o un austriaco (aquí), respectivamente. Desde dentro, siempre propongo a quien no me cree que venga a cualquiera de los seminarios que organiza mi departamento y trate de deducir la ideología del ponente o de los que hacen comentarios o preguntas. Yo no puedo. En cambio, suele ser muy fácil deducir la ideología de la mayoría de economistas que se definen heterodoxos.
Después de todo esto, el lector que no está al tanto de la investigación económica y que en algún momento quiere saber a quién hacer caso, ¿qué puede hacer? No puede estudiar toda la Economía, pero sí puede buscar los indicios y evidencias de buenas y malas prácticas. No son distintas de las que hay en cualquier otra ciencia. En Nada es Gratis hemos hablado de ellas. Lo hace, por ejemplo, Juan Francisco, en sus recomendaciones (o no) de lectura (la última, aquí), o yo mismo en mi entrada sobre el negacionismo económico (aquí). Pero nunca está de más recordar las preguntas clave: ¿dónde están los avances de esa escuela? ¿Cuándo han corregido un error? ¿Cuándo han descartado una hipótesis por encontrar otra mejor? (En este punto, a veces, me han querido vender discrepancias y discusiones como avances). ¿Dónde publican, en una gran variedad de revistas académicas o en libros, artículos de periódico, blogs o, como mucho, sus propias revistas? (En este otro punto, me han querido vender publicaciones que no tienen que ver con los postulados de la escuela). ¿A quién convencen, a una generalidad de economistas o a sus seguidores? ¿Qué datos necesitan para invalidar alguna de sus hipótesis? ¿Acuden a los congresos generales de economía? ¿Se presentan como los únicos que conocen la verdad y todos los demás están en el error? ¿Achacan su escasa presencia académica a una conspiración? ¿Presumen de tener una alternativa al método científico? No hace falta saber Economía para responder a estas preguntas, con prestar un poco de atención uno puede hacerse una idea de dónde hay investigación bien hecha y dónde una agenda ideológica, por muy buenas intenciones que tenga. Tampoco hace falta que falle en todas las preguntas; si no hay enmienda, con hacer una cosa mal basta.
https://nadaesgratis.es/jose-luis-ferreira/las-escuelas-de-pensamiento-economico
Von Mises cree poder deducir muchas cosas del hecho que consiste en que las personas procedemos de manera consciente y deliberada, sea esta fruto de una clara deliberación o de recuerdos olvidados y deseos reprimidos (son expresiones suyas, influenciado como estaba por las teorías freudianas).
Este es el argumento que hace Mises para mostrar que pensando apriorísticamente y sin empiria puede tener un conocimiento preciso y verdadero de la realidad:
El objeto específico de la praxeología, es decir, la acción humana, brota de la misma fuente donde nace el razonamiento. Actuación y raciocinio constituyen realidades cogenéricas y similares; cabría, incluso, considerarlas como dos manifestaciones distintas de una misma cosa. Por cuanto la acción es fruto del raciocinio, resulta que éste puede descubrir la íntima condición de aquélla. Los teoremas que el recto razonamiento praxeológico llega a formular no sólo son absolutamente ciertos e irrefutables, al modo de los teoremas matemáticos, sino que también reflejan la íntima realidad de la acción, con el rigor de su apodíctica certeza e irrefutabilídad, tal como ésta, efectivamente, se produce en el mundo y en la historia. La praxeología proporciona conocimiento preciso y verdadero de la realidad.
No, Mises, del hecho de que la acción humana sea producto del raciocinio no se deduce que el raciocinio pueda estudiar la acción humana de manera certera e irrefutable. Eso te pasa por razonar por analogía y huir de los modelos formales. Le pasarán cosas parecidas a lo largo del libro, como le pasan a sus defensores actuales. Veamos cómo razonan en el Mises Institute sobre el uso de las matemáticas frente al lenguaje normal:
Considérese, por ejemplo, las proposiciones (2) A un precio mayor corresponde una menor (o, por lo menos, no mayor) demanda. (2´) Si p denota el precio de un bien y q su demanda, entonces q = f(p) y dq/dp = f' (p) ≤ 0. Aquellos que encuentran la fórmula (2´) más precisa o “más matemática” que la frase (2) caen en un uno completo error … la única diferencia entre (2) y (2´) es esta: como (2') se limita a funciones diferenciables y cuyas gráficas, por tanto, tienen tangentes … la frase (2) es más general, pero de ninguna manera es menos precisa: tiene la misma precisión que (2´).
Para empezar, en matemáticas se puede expresar que a un precio más alto corresponde una demanda menor sin restringirse a funciones diferenciables (por ejemplo, con correspondencias no necesariamente continuas) y tener la generalidad que quiere el redactor del párrafo anterior. El uso de conceptos más restringidos (que el redactor parece confundir con pretensiones de precisión) simplemente permite tener modelos más manejables, aunque simplificados. Para seguir, el hecho de que una relación se pueda expresar en lenguaje llano y seguirle la pista durante un pequeño razonamiento no implica que todo se pueda hacer así. Por continuar con el ejemplo del párrafo anterior, será muy difícil seguir la pista a un razonamiento que distinga la función de demanda marshaliana de la hicksiana e intente sacar conclusiones acerca de las consecuencias de ayudar a un consumidor según distintos mecanismos de ayuda.
Los austriacos han oído, por supuesto, este argumento. He aquí cómo lo desdeñan en el Mises Institute:
A menudo se dice que la traducción de un concepto … del lenguaje ordinario al matemático lleva a una mayor precisión lógica del concepto y a mayores oportunidades de uso. Pero la falta de precisión matemática en el lenguaje ordinario refleja precisamente el comportamiento de los seres humanos en el mundo real…
Has leído bien, querido lector: está diciendo que quien quiera estudiar una realidad imprecisa debe usar un lenguaje también impreciso. Razonamiento ninguno, otra vez hay discurso por analogía. Y todos estos errores de razonamiento son antes de empezar a hablar de economía.
En la historia del pensamiento económico ha habido varios intentos de encontrar la coherencia interna de teorías verbales y siempre se han encontrado problemas con la teoría. Sucede con El Capital de Marx, que se ha mostrado incoherente (las conclusiones no se siguen de los postulados); con la Teoría General de Keynes, cuya modelización es controvertida (el propio Hicks no estaba satisfecho con su modelo IS-LM), y con la Teoría Austriaca de los Ciclos Económicos, que se ha encontrado tan falta de contenido que la mejor aproximación formal conseguida necesita supuestos ad hoc completamente arbitrarios (aquí se puede ver la explicación de Roger Garrison, donde el lector riguroso apreciará cómo cada función en cada gráfico y cada comportamiento se supone sin deducir de ningún modelo de equilibrio general, p.e.). Lo curioso es que, además de todo eso, la teoría de los ciclos económicos austriaca no se ha deducido ni remotamente a partir del axioma de la acción humana.
Esta enemistad con los modelos formales y el recurso a la dialéctica, la retórica, la apelación a intuiciones y, en el caso de los austriacos, a la praxeología, podrá justificarse de la manera que cada uno quiera, pero en la práctica lo que hace es dar rienda suelta a que cualquiera, apelando a la simpatía que generan los rebeldes, se haga llamar heterodoxo y reivindique un lugar en igualdad de condiciones a los que sí se molestan en detectar incoherencias internas en sus modelos, supuestos mejores, y evidencias empíricas. Y con matemáticas, claro.
Aclaración: Siempre que toco estos temas me dicen que hay austriacos que no usan la praxeología implicando no sé muy bien qué cosa. Sobre este asunto, léase mi entrada anterior sobre las escuelas de pensamiento económico.
https://nadaesgratis.es/jose-luis-ferreira/de-los-malos-axiomas-austriacos
Economics is what economists do”. Esta perogrullada se le atribuye a Jacob Viner y es, en esencia, un reconocimiento de lo difícil que resulta delimitar los temas de estudio y las metodologías utilizadas en esa área de conocimiento. Sin embargo, como referencia epistemológica no es muy útil: ¿Quiénes son “los economistas”? ¿Están haciendo lo que deberían hacer?.
Los "economistas que hacen Economía" suelen dedicar poco esfuerzo a explicar lo que hacen y no son especialmente hábiles en dicha tarea. En nuestro país la confusión es aun mayor porque, a pesar de ser una profesión muy denostada, ocurre con demasiada frecuencia que en debates públicos aparece “un economista” que se arroga de la capacidad de presentar las principales conclusiones de la ciencia económica sobre las cuestiones a tratar, si bien en la mayoría de los casos se trata de personajes que no ejercen realmente tal profesión. Por ello, resulta más fácil contestar las preguntas anteriores en un sentido negativo (y, en parte, complementario al de la entrada reciente de Libertad sobre la influencia práctica de la investigación en economía y a la de Santiago sobre el libro Economic Rules de Dani Rodrik).
A tal fin, resulta conveniente definir un nuevo término (que quizá debería ser considerado para su inclusión en una nueva edición del DRAE):
“Econopatías”: Enfermedades que sufren los economistas (y los que pretenden pasar por serlo) en el ejercicio de su profesión. Lo que hacen los economistas (y los que pretenden pasar por serlo) cuando dicen que están haciendo Economía pero en realidad están haciendo otras cosas.
Estoy entre los que piensan que en Economía, como en cualquier otra disciplina científica, solo hay dos tipos de análisis: el que se hace bien y el que se hace mal. Y el malo es especialmente perjudicial porque, además de conducir a conclusiones erróneas, obliga a que haya que dedicar tiempo y esfuerzo a desterrar ideas preconcebidas y equivocadas, y no tanto a objetivos más loables. Por eso creo que hay algo de valor en la catalogación de “econopatías”.
Algunos síntomas...
Muchas enfermedades están causadas por el exceso o el defecto de algún elemento químico. Las “econopatías” también se detectan por excesos o por defectos:
1. El excesivo recurso a los planteamientos morales e ideológicos. La economía nace de la filosofía moral. Los “economistas clásicos” (Adam Smith, David Ricardo, John Stuart Mill, Karl Marx,…) se preocupaban por cuestiones generales tales como las fuentes de la riqueza de las naciones, la distribución de la renta, la inestabilidad del sistema capitalista, el papel del Estado en una economía de libre mercado. La economía moderna es mucho más empírica y pragmática. Ahora se trata de encontrar relaciones económicas reconociendo que el contexto importa (los mercados funcionan en determinadas situaciones, pero no en otras; el Estado puede mejorar la asignación de recursos, resolver imperfecciones de mercado y mejorar la distribución de la renta y de la riqueza a veces, pero no siempre; etc). El trabajo actual de los economistas es entender el contexto, confirmar relaciones económicas conocidas y descubrir otras nuevas, demostrar cuáles son las razones por las que estas relaciones se manifiestan de una manera o de otra e identificar las condiciones bajo las cuales medidas de política económica u otro tipo de perturbaciones tienen los efectos que se les presumen. En Economía no hay verdades absolutas ni un único modelo que pueda explicarlo todo, en todo lugar y en cualquier momento histórico.
1’. La despreocupación por las cuestiones morales. La economía es una ciencia moral. La función principal del economista debería ser ayudar a construir una sociedad y un orden internacional mejores. Eso no se puede hacer obviando cuestiones de justicia social. La metodología individualista, que concibe la sociedad como la suma de individuos que persiguen su propio interés, algunos con éxito, otros sin él, y que no reconocen ningún propósito o responsabilidad común, no sirve para cumplir esa función. El ser humano es un “animal social”. Poner en primer lugar la defensa de los derechos y libertades individuales, confiando en que los asuntos socioeconómicos serán resueltos por la “mano invisible” de Adam Smith, puede estar justificado por dogmas de carácter cuasi-religioso, no por lo que enseña la economía moderna. También es fruto de uno de esos dogmas la concepción de la sociedad como un individuo a escala gigante con sus propios objetivos y preferencias, sin darse cuenta de que las personas tienen aspiraciones distintas que hacen que los conflictos sean inevitables.
2. El desdén por el método científico. Como sostiene Javier Sampedro (aquí): “El objetivo de la ciencia es entender el mundo: una locura. Y el método en su locura es tomar datos e interpretarlos bien”. Dado que la economía es una ciencia empírica y contextual, su dependencia del análisis de datos en lugares y momentos históricos diferentes es todavía mayor que la de otras ciencias. Y la interpretación de los datos requiere de una lógica y una disciplina que solo los instrumentos cuantitativos pueden garantizar. Los que desprecian los datos y no se someten a la disciplina de estos métodos representan lo mismo que los homeópatas en la medicina.
2’. La concentración en los desarrollos técnicos. También ocurre que algunos olvidan el objetivo final de producir conocimiento útil sobre cuestiones económicas y acaban convirtiéndose en esclavos de determinadas metodologías, que siendo necesarias, no pueden sustituir completamente a la elaboración de teorías y a la colección e interpretación de datos tomados de la realidad. Tal es el caso, por ejemplo, del excesivo predominio en macroeconomía de la calibración de modelos dinámicos y estocásticos de equilibrio general (DSGEs). Ahora parece que cualquier nuevo resultado macroeconómico debe ser formulado en el contexto de un modelo DSGE, aunque el mecanismo en cuestión no tenga componentes dinámicos ni estocásticos, o lo que pueda aportar el análisis de equilibrio general sea irrelevante. Algo parecido está ocurriendo también el campo de la Economía Laboral, casi completamente conquistada por la obsesión por los “experimentos” (naturales o controlados). Si bien resulta necesario identificar relaciones de causalidad de forma más creíble que lo que se puede hacer con datos del mundo real, en demasiadas ocasiones los resultados de dichos experimentos son irrelevantes desde el punto de vista económico. Se puede hacer Economía mediante ejercicios de naturaleza exclusivamente computacional, estadística o experimental, pero no solo haciendo esos ejercicios. Con algunos de mis colegas mas jóvenes (y más proclives al deslumbramiento técnico) suelo bromear diciéndoles: “Los economistas de verdad no simulan”.
3. El apego a las sabidurías convencionales. Tanto en el mundo académico como en el análisis económico que tiene lugar en organismos económicos, hay un excesivo dominio de ideas poco originales y acomodaticias que se fundamentan en la costumbre. La principal labor de los economistas que se dedican al análisis y a la investigación, al igual que la de cualquier científico, debería ser retar a la sabiduría convencional, especialmente cuando interactúan con los organismos que suelen pecar de un exceso de conservadurismo en dichas tareas,
3’. La heterodoxia indocumentada. En determinados ámbitos la simple mención al análisis económico levanta salpullidos. Por principio, se niega cualquier posibilidad de entender el complejo mundo real mediante la abstracción, la simplificación y el análisis de datos estadísticos. Así, en esos ámbitos predominan las ideas supuestamente alternativas pero que en realidad solo son incoherencias lógicas sin ninguna base en la evidencia empírica. Siendo la Economía una ciencia contextual y empírica, es imprescindible el contraste continuo de teorías, datos, y resultados existentes y la producción de otros nuevos que contradigan a las sabidurías convencionales. Pero esto solo se puede hacer con un entendimiento profundo de las teorías y de los resultados existentes. La heterodoxia solo es útil cuando nace del profundo conocimiento de la ortodoxia. Si tiene cualquier otro origen o justificación, no es heterodoxia, es ignorancia.
y algunas de sus manifestaciones más peligrosas
Tengo la impresión (¿o es una obsesión?) de que en nuestro país se le otorga demasiado predicamento a opiniones sobre cuestiones económicas que son resultado de "econopatías" que tienen algunos de los síntomas anteriores, no de las verdaderas enseñanzas de la Economía. Por ejemplo, el excesivo recurso a los planteamientos morales e ideológicos, el desdén por el método científico, y la heterodoxia indocumentada se observan tanto en las escuelas de pensamiento alineadas con el liberalismo libertario como en las que siguen las doctrinas marxistas-anticapitalistas. Así, proliferan la fiebre liberal austríaca y la vigorexia radical, que solo se distinguen por los dogmas cuasi-religiosos que causan a cada una de ellas. También hay demasiados ejemplos de la enfermedad del Gran Hombre y del divismo sobrevenido, que llevan a que personajes ilustres (o no), por razones de cargo o de reconocimiento profesional en el campo de la Economía o en cualquier otro (o no), se lancen a sostener opiniones económicas basadas en las sabidurías convencionales o en las heterodoxias indocumentadas, y no tanto en la reflexión y el estudio del tema en cuestión. Afecciones parecidas son los síndromes corporativos, causados por un excesivo aprecio de las sabidurías convencionales vigentes en la escuelas de pensamiento, cuerpos o instituciones a las que demasiados "economistas" están adscritos.
https://nadaesgratis.es/juan-francisco-jimeno/econopatiasDebate Oliver Blanchard vs Steve Keen
La contabilidad por partida doble Esta es la base de toda la incomprensión neoclásica de las finanzas públicas segun Keen
"Si tomamos como base razonable que r-g será aproximadamente igual a cero, la estabilización de la relación deuda/PIB requiere un saldo primario de cero. Así pues, la eliminación de los déficits primarios debería ser un objetivo final para todos los países." OB
Está claro que Oliver echaza la idea de que el Estado pueda crear su propia moneda fiduciaria, y por ello razona sobre r vs g
https://www.patreon.com/posts/using-system-to-100669919
"Espero sinceramente que "eliminar los déficits primarios" no signifique literalmente "todos los miembros de la eurozona deben tener superávits primarios", porque eso sería una locura tanto económica como política. Además, por ahí va la ruptura de la unión monetaria.
Estoy de acuerdo en gran medida con las recomendaciones de https://shorturl.at/krwxI2 O.B.
. Tenemos que eliminar los déficits primarios, pero no a costa de la defensa ni del calentamiento global. Ambas son amenazas existenciales.
Los planteamientos radicales de la Economía Austríaca
https://economiayfuturo.es/los-planteamientos-radicales-de-la-economia-austriaca/
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