1-Evidencias empíricas sobre los efectos de aumentar el SMI
Juan
Luis Jiménez
Si modificar el SMI solo tuviera efectos positivos, no sería una política ni cabría discusión. Pero debe tratarse a la sociedad con el grado de madurez que corresponde a esta. Y no se hace.
El SMI no reduce la pobreza salarial.
La pobreza salarial de España no se debe al salario que cobras por hora trabajada, sino a las horas que realmente trabajas. De hecho (datos 2019), el 95% de los trabajadores más pobres tiene contrato a jornada parcial. ¡El verdadero acicate de la pobreza es la temporalidad!
Los aumentos en el Salario Mínimo Interprofesional tienen efectos positivos y negativos. He aquí las evaluaciones académicas más recientes que lo estudian. Reducen desigualdad salarial, mejoran a los que permanecen empleados, reducen empleo...
El aumento del Salario Mínimo Interprofesional en España en 2019, que afectó al 9% de los asalariados, generó:
- Reducción desigualdad salarial.
-Disminuyó el empleo en colectivos afectados.
-Afectó negativamente a personas >30 años y quienes disponían de jornada completa.
Barceló et al (2021) analizan efectos subida 22% SMI en 2019 en España. Resultados:
La subida del SMI de 2019 en España aumentó entre un 7,8 y 9,2% la probabilidad de perder el empleo para los trabajadores directamente afectados. Además, el mayor impacto negativo lo soportan los trabajadores de menores salarios.
Dustmann et al (2021) analizan aumento SMI en Alemania (2010-2016). Por una parte, generó cierre de pequeñas empresas. Por otra, trabajadores pasan de empresas poco productivas a más productivas, mejorando así la economía
El aumento del salario mínimo en Alemania incrementó el salario/hora de los trabajadores afectados (los peor remunerados), pero las empresas redujeron las horas contratadas, por lo que la política fue inefectiva: no aumentó el salario mensual de los empleados con salario mínimo
Un aumento del Salario Mínimo para jóvenes de 20-22 años en Países Bajos...
Un análisis de los aumentos del Salario Mínimo en EEUU (2001-2012) estima que si este aumenta un 10%, los precios en supermercados y farmacias se encarecen un 0,36%. Por tanto, son los consumidores finales, y no las empresas, quienes soportan el coste de los aumentos del SMI
1.1-Evaluaciones recientes de los efectos del Salario Mínimo Interprofesional
El Salario Mínimo Interprofesional es la cuantía mínima que, según el Gobierno de un país, debe percibir cualquier trabajador por cuenta ajena como retribución a su desempeño laboral. Este se aplica en muchos países (aquí la situación del SMI en el contexto europeo) y en España ha aumentado un 48% en una década (de los 641,40 de 2011 a los 950 de 2021).
Aunque el SMI ha sido analizado en múltiples ocasiones en este blog (por Dolado, Jimeno, Jansen, Felgueroso, Ferri, entre otros), el presente post persigue aportar evidencias empíricas recientes para el debate técnico acerca de los efectos que las variaciones en el Salario Mínimo Interprofesional tienen sobre la economía. Sobre el debate político, por desgracia y dadas las vergonzosas evidencias recientes a raíz del informe del Banco de España, que no citamos por vergüenza ajena, dudamos que se genere discusión válida alguna.
¿Por qué hay que estudiar el SMI y sus efectos?
El salario mínimo es una intervención pública en el mercado laboral que genera efectos positivos y negativos. El efecto distributivo del salario mínimo no es un asunto que esté claro, a priori. Las empresas afectadas por el establecimiento o el alza en dicho salario mínimo pueden reaccionar al menos de cuatro maneras a esta nueva situación y cada una de ellas implica efectos distributivos muy diferentes.
Una primera opción para las empresas, y la que más protagonismo tiene en los debates académicos (y no académicos), es la reducción del empleo como respuesta al aumento de sus costes salariales. Esta es la que ofrece un peor resultado en términos redistributivos y, aunque mejore la desigualdad salarial, sus efectos sobre la desigualdad de renta podría ser, en el mejor de los casos, modestos.
La importancia de esta vía de ajuste depende, como varios trabajos ya han demostrado (ver debajo), del grado de poder de mercado que tengan las empresas (monopsonio). De este modo, si el grado de monopsonio en el mercado fuera elevado, los efectos del salario mínimo sobre el empleo serían menores e incluso positivos (Azar et al, 2019 y Ahlfeldt et al, 2019). En el caso de España, como veremos más adelante, se ha documentado que este canal tiene, al menos, una parte importante del peso del ajuste.
Las otras tres opciones son una reducción de los beneficios empresariales, un incremento en los precios o recortes salariales al resto de la plantilla (véase este trabajo acerca de esta última posibilidad). Las dos primeras son de un carácter redistributivo mucho más marcado, especialmente la primera, y ambas se han documentado en países tan diversos como Hungría, Israel, EEUU o Reino Unido y dependen tanto del poder de las empresas en el mercado laboral como de su poder en el mercado de productos en el que tengan su actividad, lo que determina su capacidad de trasladar sus nuevos costes a los consumidores. Pese a todo, al no estar los perceptores del salario mínimo perfectamente concentrados en la parte baja de la distribución de la renta, el efecto distributivo final es modesto, sobre todo en países como España con un desempleo tan elevado.
Efectos sobre el empleo
Como adelantamos, la literatura académica centra la principal crítica a los aumentos en el SMI en la variación negativa en el empleo que pueda causar. En esta línea, múltiples son los trabajos que aportan evidencia en este sentido, aunque hay una línea de la literatura que también muestra resultados neutros o mixtos. De los trabajos recientes destacamos los siguientes.
Kalenkoski (2016) realiza un repaso teórico y empírico a las políticas del salario mínimo, concluyendo que reduce las oportunidades de empleo para los jóvenes, generan desempleo y reducen los ingresos de por vida, al retrasar entrada en mercado laboral jóvenes. Los beneficios podrían venir de la situación en la que una empresa tenga poder en el mercado en cuestión de salarios, donde imponer un salario mínimo sí podría impulsar el empleo entre los jóvenes.
Por su parte Jiménez y Jiménez (2021), dada la evidencia empírica mixta encontrada, realizan un meta-análisis de 588 artículos que analizan cómo el SMI afecta al empleo, todos entre 1900 y 2020. Su principal resultado muestra que el SMI afecta negativamente al empleo, tanto en países desarrollados como en desarrollo.
Para el caso de EEUU, donde la introducción y cambios en el SMI ha sido diferentes por Estados, Neumark y Shirley (2021) realizan una revisión de los artículos que la han estudiado desde 1990. En sus conclusiones señalan que hay una clara preponderancia de los efectos negativos sobre el empleo en dicha literatura, sobre todo para los jóvenes y personas de menor formación.
Tres análisis de países concretos. De una parte, Kreiner et al (2020) estudian el mercado laboral de Dinamarca, donde al cumplir los 18 años el salario por hora debe aumentar a 15$ (aproximadamente). Los resultados de las estimaciones señalan una elasticidad de 0,8-1 que implica que aumenta salario al llegar a los 18 pero disminuye el empleo de los jóvenes de 18. Y, además, esta pérdida de empleo al cumplir los 18 se mantiene al menos dos años después.
El aumento del SMI en EEUU durante la Recesión de 2008 lo estudiaron Clemens y (2019), encontrando que disminuyó el empleo de baja cualificación en aquellos Estados que la aplicaron, redujo el crecimiento de la renta y la movilidad de los afectados. Finalmente, Bezooijen et al (2021) estudiaron un aumento del SMI que tuvo lugar en Países Bajos, centrándose en los jóvenes de 20-22 años. El estimador en diferencias que aplicaron muestra que no supuso reducción en el empleo ni en las horas trabajadas, aumentó más los ingresos a quienes más dependían del trabajo y no se produjo efecto sustitución en la mano de obra.
Otros efectos
Uno de los campos de estudio más prometedores dentro de los efectos del salario mínimo es su efecto en la propia estructura productiva de las economías en las que se aplica. En Dustmann et al, (2020) se estudia cómo el establecimiento del salario mínimo en Alemania produjo una relocalización de los trabajadores afectados entre empresas, transitando una parte de los trabajadores que percibían el SMI de empresas poco productivas hacia empresas con un mayor porcentaje de trabajadores universitarios y un mayor porcentaje de trabajadores a jornada completa, es decir, a empresas más productivas. Esto permite explicar por qué el mismo trabajo no encontró un efecto negativo en el empleo, pues los trabajadores no se quedaron en paro, sino que se movieron hacia empresas algo más alejadas geográficamente pero más productivas, generando ganancias de eficiencia agregadas.
El SMI puede tener otros efectos derivados. Algunos de ellos se centran en precios, sindicación o salud. Sobre lo primero, un aumento del 10% en el SMI se traslada a los precios de los bienes en supermercados, encareciéndose un 0,36% (Renkin et al (2021), con datos de EEUU). Wehby et al (2020), muestran con estimadores en diferencias para EEUU que el aumento salarial mejoró la salud de los niños entre 0 y 5 años, aunque no así en el resto. Clemens y Strains (2020) encuentran un efecto derivado del salario mínimo en EEUU: aumenta la sindicación. En concreto, por cada dolar de aumento en el salario mínimo, los trabajadores más jóvenes (de entre 16-40 años) se afilian un 5% más a un sindicato, principalmente en aquellos grupos de trabajadores no afectados por el salario mínimo.
El SMI en España: el informe del Banco de España
Hace unas semanas, el Banco de España (BdE) hizo público un informe que analizaba los efectos sobre el empleo del aumento en el salario mínimo en España, pero con una visión más amplia que la de los estudios llevados hasta la fecha. En primer lugar, realiza una estimación global de pérdida de empleo mediante una estrategia de diferencias en diferencias, estudiando las tendencias del empleo por tramos salariales afectados y no afectados por el aumento del SMI en 2019. Este análisis es robusto a diferentes especificaciones del grupo de control y tratamiento y, como principal conclusión, arroja un efecto negativo y muy significativo sobre el empleo, pero no dilucida qué canales actuaron en ese peor desempeño del empleo: ¿fue la destrucción del empleo previo o la menor creación de empleo con posterioridad a la medida?
Para saber el protagonismo que tuvieron ambos canales, el BdE estima modelos adicionales para estudiar la probabilidad de los trabajadores afectados de perder el empleo, de ver reducida su jornada o pasar al trabajo autónomo. El estudio encuentra un efecto significativo y positivo sobre la probabilidad de perder el empleo y ver reducida la jornada laboral, con un efecto especialmente grande entre jóvenes y mayores de cincuenta años.
Por último, también se analiza el efecto de la subida en la probabilidad de los desempleados que alguna vez cobraron el SMI de volver a encontrar empleo, encontrando de nuevo un efecto significativo, por lo que ambos canales, tanto la destrucción de empleo como la menor creación, fueron relevantes para explicar el efecto negativo del salario mínimo sobre el empleo.
Aunque el trabajo aborde más preguntas de las que ningún trabajo previo en España ha tratado de contestar en materia de salario mínimo, las limitaciones que tiene también merecen reseñarse. En primer lugar, grupos importantes de trabajadores como los dedicados a la agricultura y el servicio doméstico quedan excluidos de las regresiones por falta de una muestra representativa. Además, el trabajo no deja claro el efecto final de la subida del SMI sobre la masa salarial y tiene varias dificultades para identificar correctamente a los trabajadores afectados por el SMI por la naturaleza de las bases de datos que emplean.
Resumen: ¿quién mejora y quién empeora?
La respuesta final de a quién mejora y a quién empeora el salario mínimo depende enteramente de qué combinación de los diferentes canales de ajustes hagan las empresas afectadas por el SMI. Si principalmente reducen sus propios beneficios o incrementan sus precios, el resultado que cabría esperar es cierto grado de redistribución desde los hogares de rentas medias y altas hacia hogares de rentas medias-bajas, no habiendo perjudicados entre los perceptores del salario mínimo. Este sería, a priori, el mejor de los escenarios.
Sí, por el contrario, las condiciones del mercado laboral y de productos que enfrentan las empresas es tal que el principal mecanismo de ajuste es el empleo, estaríamos ante una redistribución entre rentas bajas, cuyo efecto distributivo final es más incierto y que generaría perdedores incluso entre los propios perceptores del SMI.
No obstante este debate, no olvidemos un factor muy relevante para España. Como expone Javier Jorrín, la pobreza salarial en este país no se debe al salario por hora sino a las horas de trabajo, dado que el 95% de los trabajadores más pobres tiene contrato a jornada parcial. El verdadero problema está en la temporalidad, donde España tiene tasas mayores para todos los sectores (léase a Lashera y Conde-Ruiz o esta imagen que resume el problema del mercado laboral español).
En definitiva: como cualquier política, el SMI tiene beneficios y pérdidas y valorar ambas es una obligación. Porque, recordemos, nada es gratis.
- https://nadaesgratis.es/juan-luis-jimenez/evaluaciones-recientes-de-los-efectos-del-salario-minimo-interprofesional
2-La insoportable levedad del SMI
El Salario Mínimo Interprofesional (SMI) acaba de aumentar un 4%. Esta subida se añade a otra del 8% registrada en 2017 (que Florentino Felgueroso comentó aquí) y podría tener continuidad, bajo determinadas condiciones, hasta completar un incremento acumulado del 30% en el periodo 2016-2020.
La mayoría de analistas de la economía española han saludado estos aumentos con satisfacción. Por una parte, se considera necesario que los salarios crezcan más, para así impulsar el consumo y para aumentar una tasa de inflación que sigue siendo demasiado baja. Por otra, se concibe como una medida justa, pues ayudaría a revertir el aumento de la desigualdad salarial registrado durante la última década y a menguar la pobreza. Finalmente, el que haya sido el resultado de un acuerdo entre el Gobierno y los agentes sociales genera expectativas de que también se produzcan avances en otras reformas necesarias (legislación laboral, pensiones, etc.)
A riesgo de ser catalogado como un economista (madridista) gruñón, expresaré algunas objeciones (son cinco pero podrían ser más):
En España, el SMI es un instrumento de fijación de salarios poco relevante.
Desde que se introdujo como tal por Decreto 55 1963 de 19 de enero (cuando se fijó para trabajadores mayores de 18 años en 60 pesetas al día y 1.800 al mes), el SMI se concibe como una manera de extender las ganancias salariales de la negociación colectiva a los trabajadores no cubiertos por ella. A este respecto, es sintomático que la Constitución Española reconozca el derecho a la negociación colectiva (artículo 37.1), pero no el derecho a un SMI, y que el Estatuto de los Trabajadores (artículo 26.3) consagre la negociación colectiva como el principal instrumento de fijación de salarios. Por tanto, no debe extrañar que la cobertura del SMI en nuestro país sea muy baja. En el gráfico siguiente se representa el porcentaje de trabajadores que perciben menos del 105% del SMI (fuente: aquí):
Y estas son las tasas de cobertura del SMI estimadas por Floren:
Los aumentos del SMI repercuten marginalmente sobre la masa salarial.
Dada su escasa incidencia, variaciones del SMI se traducen en cambios muy pequeños de la masa salarial. Incluso suponiendo que las subidas del SMI de 2017-2018 acabaran afectando plenamente a un 3% de la población trabajadora (lo que a la vista de los datos estadísticos disponibles parece un tope superior) y que no se tradujeran en pérdidas de empleo, el incremento resultante de de la renta disponible de dicha población sería de alrededor del 0,37%.
Aunque es posible que las subidas del SMI acaben trasladándose a las tarifas salariales pactadas en la negociación colectiva, esto parece poco probable. A este respecto, hay que tener en cuenta que seguirá en vigor la misma regla de afectación del SMI en los convenios colectivos que en 2017, según la cual es el SMI que estaba en vigor en 2016 (y no el resultante tras las dos últimas subidas) el que continuará siendo de aplicación a los convenios colectivos vigentes que lo utilicen como referencia.
Por consiguiente, “normalizar los salarios” sigue siendo tarea de empresarios y representantes de los trabajadores mediante la negociación colectiva, permitiendo que estos suban en aquellas empresas donde las ganancias de productividad así lo permitan. La prevalencia de la negociación colectiva sectorial, a pesar de las reformas laborales de 2010 y 2012, poco proclive a la diferenciación salarial, no construye el mejor escenario para ello.
Estos aumentos del SMI podrían provocar pérdidas de empleo, especialmente entre la población juvenil.
Si los aumentos del SMI causan (o no) pérdidas de empleo es una cuestión muy controvertida. Muchos estudios han encontrado que incrementos del salario mínimo no tienen efectos apreciables sobre el empleo agregado, si bien pueden reducir significativamente el peso relativo del empleo de los jóvenes de baja cualificación (ver, por ejemplo, esto y esto). Según estimaciones de BBVA Research, el aumento acumulado del SMI en 2017-2018, si no se trasladara al resto de salarios y sin ganancias de productividad, podría provocar una disminución del empleo del 0,3% en el largo plazo. Un estudio reciente sugiere que las pérdidas de empleos podrían ser mayores porque incrementos del SMI provocarían la automatización de los puestos de trabajo de baja cualificación.
Dada la coyuntura económica actual y si se cumplieran las condiciones pactadas para los aumentos futuros del SMI (crecimiento anual del PIB superior al 2,5% y aumentos anuales de afiliados a la Seguridad Social de 450 mil), los efectos sobre el empleo no deberían ser motivo de gran preocupación, a pesar de la notable cuantía del incremento del SMI. Sin embargo, para que el SMI de trabajadores adultos pudiera crecer aun más, sin que ello causara efectos negativos significativos sobre el empleo juvenil, sería conveniente la reintroducción de un SMI diferenciado para jóvenes sin cualificación.
Los efectos de aumentos del SMI sobre el consumo, PIB y empleo están sobrevalorados.
A pesar de que los aumentos del SMI repercuten mínimamente en la renta disponible de la población trabajadora, hay quién defiende que sus impactos sobre el consumo, el PIB y el empleo son inmediatos y elevados, aduciendo que la propensión al consumo de la población con salarios bajos es muy alta y que en su cesta de consumo los productos domésticos tienen un mayor peso que las importaciones.
Aun aceptando que la propensión marginal al consumo de la población afectada por subidas del SMI sea casi la unidad (lo que puede no ser cierto dependiendo de la situación financiera familiar en cuestión), el efecto sobre el PIB y el empleo dependerá de los muchos márgenes de ajuste de los que disponen las empresas para hacer frente a aumentos de la demanda (precios, horas de trabajo, etc.); no hay que olvidar que entre las perturbaciones de demanda y de oferta, el crecimiento económico y el empleo hay relaciones turbulentas e incomprendidas.
El SMI no reduce significativamente la desigualdad de renta ni la pobreza.
Aumentos del SMI pueden beneficiar a trabajadores con bajos salarios, pero no necesariamente a familias con bajo nivel de renta. En realidad, tal y cómo se muestra en el gráfico siguiente (fuente: aquí), en España solo un 10% de la población por debajo del umbral de la pobreza son trabajadores que perciben el SMI.
La correlación entre ser un trabajador con bajo salario y ser miembro de una familia pobre es débil por tres razones: i) la mayoría de las familias pobres con cabeza de familia entre 18 y 64 años no tienen ningún miembro con empleo, ii) muchos trabajadores son pobres porque trabajan pocas horas, no tanto porque su salario sea bajo, y iii) muchos trabajadores con bajos salarios, especialmente los más jóvenes, no son miembros de familias pobres.
Para reducir la desigualdad de renta y la pobreza existen otras medidas más eficaces que aumentar el SMI. Una de ellas es un subsidio a las ganancias salariales de las familias de rentas bajas, mediante un complemento salarial o fiscal (a la manera del Earned Income Tax Credit). Aunque no resolvería el problema de la pobreza entre las familias sin ingresos laborales, esto tendría varias ventajas. Primero, al estar dirigido a quiénes más lo necesitan, se podrían implementar transferencias de renta más cuantiosas. En segundo lugar, dado que se financiaría con impuestos, implicaría una mayor redistribución de los perceptores de rentas altas hacia los de rentas más bajas. (Por el contrario, el SMI redistribuye desde los empleadores de trabajadores con salarios bajos, que no suelen percibir rentas altas, hacia los trabajadores que perciben el SMI, que no son necesariamente pobres). Finalmente, los incentivos a sumergir la actividad económica y el empleo son mucho menores con un complemento salarial o fiscal que con el SMI.
En definitiva, que el SMI haya empezado a aumentar de nuevo es una buena noticia por señalizar el comienzo de una necesaria "normalización de salarios" que tendría que materializares en otros ámbitos, pero no por las razones esgrimidas habitualmente. Esperar que en España subidas del SMI impulsen el crecimiento y reduzcan la desigualdad de renta y la pobreza es creer en unicornios. O en los Reyes Magos. Y ya se sabe que la principal labor de los economistas es recordar que los Reyes Magos no existen. No obstante, espero que el próximo fin de semana sus "Majestades de Oriente" sean generosos con todos los lectores de NeG.
http://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php/Minimum_wage_statistics
http://ftp.iza.org/pp124.pdf
Juan Francisco Jimeno
Doctor en Economía por MIT, 1990. Ha sido profesor en varias universidades españolas y extranjeras, investigador en FEDEA hasta 2004 y en la actualidad trabaja en la Dirección General de Economía y Estadística del Banco de España. Es autor de numerosos artículos de investigación y de libros sobre macroeconomía y economía laboral, investigador asociado al CEPR y a IZA y editor del IZA Journal of Labor Policy. Los puntos de vista expresados en mis entradas son estrictamente personales y no reflejan, necesariamente, los del Banco de España
3- ¿Afecta la subida del SMI en el cierre de pymes?
- Depende del sector en el que estés, depende del tamaño de tu empresa...
- Y dependerá otros muchos factores, el incremento de salarios es uno mas (y no creo que sea el mas importante)
El SMI tiene efectos positivos, pero también negativos. La política debería mostrar ambos a la sociedad y explicar que unos se benefician mientras otros se ven perjudicados.
No se puede generalizar depende del sector, del tamaño de empresa, hay empresas que no se ven afectadas por incremento salarios y otras si.
Incluso hay estudios de países, que en unos estados de EEUU el aumento ha perjudicado en unos y en otros no (en EEUU los ciudadanos suelen moverse de estado para encontrar trabajo)
La mejor forma para aumentar los salarios en España es mejorar el mercado laboral, haciendo la oferta y la demanda más compatible. Por ello, debemos fortalecer las políticas activas de empleo y los modelos duales de formación. También debemos atajar reformas estructurales en el ámbito educativo que permitan una mejor inserción en el mercado laboral.
- https://forosenar.blogspot.com/2024/01/como-impulsar-la-formacion-profesional.html
El problema es que no se puede hacer una subida en todos los sectores, los empresas que tienen perdidas deberían tener mas flexibilidad para aplicar las subidas. Ademas del tema de la productividad.
No pasaría nada si solo fuese un incremento de salarios, el problema es que también suben alquileres, impuestos, energia etc
En
vez de pensar en subidas se debería pensar en incentivos, por cada
nuevo trabajador que contrate la Pyme, un año de rebajas fiscales
Son 14 pagas, que, prorrateadas entre los 12 meses del año, suponen un salario mensual real de €1.323/mes
Entre T3-2019 y T3-2023 los sueldos y salarios del conjunto de la economía española han crecido un 21,2%. En el mismo periodo (sept/19 a sept/23) el IPC creció un 16,8%. El conjunto de los trabajadores españoles tiene hoy mas poder de compra que antes del Covid
Incremento de Alquiler+Nóminas+SS =CIERRE+nuevos desempleados
Es preferible una devaluación fiscal, que se pague menos impuestos relacionados con la nomina
Devaluación fiscal
- https://articulosclaves.blogspot.com/2012/03/devaluacion-fiscal-subida-de-iva-bajada.html
- https://articulosclaves.blogspot.com/2012/05/puede-una-devaluacion-fiscal-solucionar.html
- https://articulosclaves.blogspot.com/2018/03/porque-en-su-momento-no-se-aplico-la.html
SMI
-En diferentes estudios se indica que la subida no afecta, y en otros indican que si afecta
- https://articulosclaves.blogspot.com/2020/03/la-subida-del-smi-y-el-empleo-juan-j.html
Informes en contra: La primera subida del SMI fue evaluada por el Banco de España, que en su informe estimó que había perjudicado a dos grupos especialmente. Primero, a trabajadores entre 45 y 64 años, cuya probabilidad de perder un empleo aumentó entre un 3 y un 5,4%. Segundo, a jóvenes de entre 16 y 24 años, haciendo que fuera más difícil para ellos encontrar un trabajo.
Según el BdE la subidas del SMI impidió de crear 180.000 empleos
- https://articulosclaves.blogspot.com/2021/06/que-nos-dice-y-que-no-el-banco-de.html
Informes a favor:David Card recibió el Nobel de Economía precisamente por demostrar que subir el SMI no destruye empleo necesariamente (David Card has been awarded the 2021 prize in economic sciences “for his empirical contributions to labour economics.”)
Pero esto es lo que indicaba él mismo referente al caso de España
Depende de la proporción de trabajadores que cobren salario minimo (15 % Esp vs 3 % EEUU)
- https://articulosclaves.blogspot.com/2018/10/salario-minimo-mas-datos-para-el-debate.html
- El salario mínimo establecido a nivel federal en Estados Unidos es de 7,25 dólares estadounidenses por hora, aunque existen grandes diferencias de un estado a otro. Esta tarifa se aplica a los trabajadores cubiertos no exentos. El salario mínimo para los empleados que reciben propinas es de $2.13 por hora. La cantidad de propinas más los $2.13 debe llegar a, por lo menos, $7.25 por hora
- Ademas con un 3% de desempleo en EEUU tiene más capacidad negociadora el empleado.
- https://articulosclaves.blogspot.com/2018/10/los-paises-sin-salario-minimo-tienen.html
"Entre 1995 y 2007 llegarón a España 4 millones de inmigrantes. España representaba 13% de población EZ y creó el 35% de todos los empleos de la EZ en ese periodo. El paro no bajó nunca en España de 1,8 millones-Los dos problemas graves de la economía española son la baja productividad y la inmigración no cualificada. Y hay que estar ciego para no ver la relación obvia que hay entre ellos" FR
- https://twitter.com/FernandoRod_07/status/1745831115338752493
- https://articulosclaves.blogspot.com/2022/12/la-subida-del-smi-y-su-impacto-en-el.html
Consecuencias:¿Posible aumento de la economia sumergida ?(mas competencia desleal)
Según este trabajo: http://nber.org/papers/w31963 España es el tercer país de la UE con mayor peso de la economía sumergida, después de Grecia e Italia. El 24% del PIB español (5 puntos más que en evaluaciones anteriores) se encuentra en la economía subterránea. El artículo ofrece un nuevo enfoque para medir el tamaño de la economía informal basándose en los datos del IVA para todos los países de la UE. El trabajo muestra más variación entre los países de Europa que medidas anteriores, incluida la creciente informalidad en Grecia, Italia y España.
https://www.nber.org/papers/w31963
En todo caso ¿ a quien le importa lo que le pase a las pymes? .....
La mayoría de las empresas que echan la persiana para siempre son pymes o micropymes. Así se advierte en los datos que ha publicado Experian sobre las empresas españolas. En concreto, hasta agosto de 2022 habían cerrado más de 46.000 las empresas, la mayoría de ellas pymes y micropymes.
El presidente de la patronal ha afirmado el cierre de unas 26.000 pymes en España (9-mayo 2023)
- https://elpais.com/economia/2023-02-10/el-cierre-de-empresas-en-espana-en-2022-batio-record-26207-disoluciones-un-10-mas.html
Las dos principales conclusiones que extraigo de la última subida del salario mínimo son:
1. El procedimiento está agotado. Negociación tripartita con el Gobierno teniendo la última palabra da mucho más juego a criterios políticos que económicos, y
2. SMI ha alcanzado niveles en los que nuevas subidas hacen que redistribución entre ganadores y perdedores sea perversa: Benefician a grandes empresas, regiones ricas y familias con varios miembros ocupados. Perjudican a pequeñas empresas, jóvenes y hogares con un solo activo
Medir el impacto positivo de subidas del salario mínimo por el número de personas que lo cobran es como evaluar la eficacia de un tratamiento médico por el número de personas que están enfermas
La escalada del Salario Mínimo hasta rebasar el 60% del sueldo medio preocupa a los expertos Proponen recuperar la doble escala del SMI para que no actúe como barrera de entrada para los jóvenes y luchar contra la pobreza laboral por otras vías
- https://www.elmundo.es/economia/2024/01/13/65a16557e85eceae758b45cc.html
Es un factor que afecta a las partes más frágiles del sector empresarial, las PYMES, que además constituyen la enorme mayoría de las empresas del país.Pero cuando hay un cierre no es solo por el aumento de salarios, es por la competencia desleal, es por no poder competir con salarios y productos de otros países, es por la subida de los créditos y la dificultad en acceder al crédito de las pymes, es por las barreras que tienen al crecimiento, es por la subida de la energía, la subida de impuestos, la subida de alquileres....etc etc
- https://brujulaeconomica.blogspot.com/2023/12/las-claves-dimension-empresas.html
- https://www.lainformacion.com/economia-negocios-y-finanzas/pimec-cifra-cierre-26-000-pymes-espana-2022/2885921/
Es un error considerar el todo igual, y no cada parte de modo individual
No
estoy en contra de las subidas, pero no todas las pymes pueden asumir
las subidas. Las pymes con perdidas deberían tener incentivos, en caso
contrario siendo la mayoría de empresas difícilmente contrataran mas. Si
se incentivase a cada pyme por cada nuevo trabajador contratado, con
facilidades el primer año de contratación
Creo que lo que más esta afectando, es arrastrar 3 crisis en poco tiempo (2007-2012 Financiera-2020-2022 Sanitaria-covid-2022-2023 Crisis energetica-inflación)
"El Ejecutivo actúa como el erizo de la fábula, con un solo instrumento que considera que puede aplicar a todos los problemas."Eva
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4-La escalada del Salario Mínimo hasta rebasar el 60% del sueldo medio preocupa a los expertos
Proponen recuperar la doble escala del SMI para que no actúe como barrera de entrada para los jóvenes y luchar contra la pobreza laboral por otras vías
El Salario Mínimo Interprofesional (SMI) se sitúa este año en 1.134 euros en catorce pagas -15.876 euros anuales- después de que el Gobierno haya pactado este viernes con los sindicatos un incremento del 5% para este ejercicio, con el que se acumula una subida del 54% desde 2018 que ha permitido que este indicador llegue al 60% del sueldo medio a nivel nacional y lo rebase en muchas comunidades, algo que preocupa a algunos expertos.
El incremento aprobado en 2019 es el más fuerte de los últimos años -pasó de 735,9 euros a 900 euros en un sólo ejercicio, un aumento del 22% tras un año en el que la inflación se había situado en el 1,7%-, pero dado que se situaba en un nivel inferior al actual afectaba a muchos menos trabajadores. Hoy aproximadamente el 15% de los asalariados en España (unos 2,5 millones) percibe el SMI y, además, este equivale ya al 60% del sueldo medio del país, según ha asegurado el Gobierno y ha certificado su Comité de Expertos. Una vez cumplida esta equivalencia, los expertos advierten de que nuevos aumentos del SMI tendrán mayores repercusiones en la potencial creación de empleo.
"Los incrementos del SMI hasta ahora no han tenido efectos macroeconómicos muy significativos porque su cobertura era reducida. El problema es que el impacto del aumento del SMI en el empleo es no lineal, es decir, a medida que la cobertura va creciendo,el impacto deja de aumentar de forma proporcional y lo hace de forma exponencial. Esto lo sabemos por estudios que se han hecho para Alemania o para algunos estados de Estados Unidos. Cuando el SMI supera de forma significativa el 60% del sueldo medio, las repercusiones para el empleo son mucho más relevantes", alerta a EL MUNDO Juan Ramón García, economista principal de BBVA Research.
Para algunos grupos y en algunas comunidades, apunta, "estamos por encima del 60% del salario mediano, lo que podría tener repercusiones relevantes para el empleo". El servicio de estudios de Cepyme señala que en 13 de las 17 comunidades autónomas y en 38 de las 52 provincias españolas el SMI rebasa ya el 60% del sueldo medio. Destaca Extremadura, donde al ser las retribuciones más bajas el SMI equivale ya al 72,8% del sueldo mediano; seguida de Canarias, donde equivale al 68,5%; Murcia (67,4%); Andalucía (66,5%); Castilla y León (65,9%); Castilla-La Mancha (65,7%); Comunidad Valenciana (65%); La Rioja (65%); Galicia (64,8%); Cantabria (64,6%); Aragón (63,7%); Baleares (61,7%), y el Principado de Asturias (61,6%).
Por tipos de empresa y sector, en las pymes del sector servicios el SMI de 2024 equivale ya al 70,5% del sueldo medio que se cobra; mientras que en las pymes de la construcción se sitúa en el 68,9%; y en las de industria, en el 63,1%, según la patronal de las pequeñas y medianas.
El Gobierno asegura en cada nueva subida del SMI que es la mejor política para luchar contra la precariedad laboral, pero una vez alcanzado ese umbral los expertos llaman a trabajar en otros campos. "La excusa de la pobreza laboral ya no se puede usar para justificar futuras subidas del SMI. Si ya lo tenemos en el 60% del salario medio pero seguimos teniendo un porcentaje sustancial de trabajadores que están en pobreza laboral, esto no se va a solucionar con más subidas porque la razón principal de esa pobreza es que esos empleados no trabajan a jornada completa. Ahora hay que tomar decisiones de política pública más profunda para actuar sobre eso", apunta a este periódico Javier Martínez, economista e investigador especializado en mercado laboral del think tankEsadeEcPol.
Impacto en el empleo
Este experto recuerda que distintos organismos han certificado que las subidas acometidas hasta la fecha ya han tenido un efecto en el mercado laboral. El Banco de España constató en 2021 que el incremento de 2019 fue "consistente con una pérdida de empleo neta de los trabajadores directamente afectados de entre 6 y 11 puntos porcentuales, lo que equivaldría en este caso a un impacto en el empleo asalariado total de entre 0,6 y 1,1 puntos porcentuales", lo que supone una pérdida de entre 90.000 y 170.000 puestos de trabajo, entre puestos destruidos y empleos no creados.
El centro de investigación ISEAK, creado y dirigido por la catedrática de economía Sara de la Rica, elaboró también un informe por encargo del Ministerio de Trabajo en el que concluyó que "el aumento del SMI de 2019 tuvo un impacto negativo, aunque limitado, en el medio plazo". En concreto, certificaron que un año después de la subida, la probabilidad de perder el empleo de quienes lo cobraban se elevaba en un 1,9% y que, de los que sufrieron alguna consecuencia negativa, dos tercios perdieron su empleo y un tercio sufrió una reducción en la intensidad laboral, es decir, en el número de horas de trabajo. Algo que podría volver a ocurrir en la actualidad.
Miguel Ángel García, profesor de Economía en la Universidad Rey Juan Carlos e investigador de Fedea, avisa de que cuando se produce un incremento de los costes laborales para las empresas -no sólo por la subida del salario, sino también por el incremento en la base mínima de cotización que conlleva-, "o los trabajadores mejoran la productividad o las empresas recortan empleos u horas de trabajo y se produce un aumento de la economía sumergida. Este tipo de medidas, además, afectan más cuando el ciclo económico va a la baja", señala.
Los jóvenes, las mujeres, los trabajadores poco cualificados que ocupan habitualmente puestos poco productivos y los extranjeros son los colectivos en los que el SMI tiene mayor incidencia y, por tanto, son los que podrían verse penalizados a la hora de acceder al mercado laboral, ya que un salario mínimo elevado actúa como una barrera de entrada, o los que podrían sufrir las consecuencias a medio plazo de la mayor probabilidad de perder el empleo.
Para protegerlos, el experto de BBVA propone implementar dos escalas diferenciadas del SMI, como ocurre en otros países o como sucedía en el nuestro hace unas décadas. "Otro aspecto que contribuiría a reducir o moderar estos afectos negativos es tener un SMI diferenciado. El SMI aplica por igual a todos, pero hasta mediados de los 90 no era así y en algunos países de Europa tenemos escalas diferenciadas (por ejemplo, en los Países Bajos, Bélgica, Francia, Irlanda o Luxemburgo), con un SMI diferenciado para jóvenes. La regulación no lo permite actualmente en España pero en otros países es factible y lo era aquí hasta hace unos años. Quizá se pueda retomar".
Es partidario también de que el aumento del SMI se fije de forma plurianual, como ocurre también en algunos países europeos (en Eslovenia se revisa cada 6 años y en Alemania o Luxemburgo, cada dos), lo que permite que las empresas puedan anticipar con más seguridad sus costes futuros, y propone que se cree un organismo independiente que evalúe tanto antes como después qué subida es conveniente y qué impacto tienen los incrementos, como la Low Pay Commission del Reino Unido. "Debería ser diseñado y evaluado, tanto ex ante como ex post, por un organismo independiente que dé recomendaciones sobre una senda compatible con una macroeconomía saneada. Sólo tenemos que seguir esas buenas prácticas de otros países", apunta.
- https://www.elmundo.es/economia/2024/01/13/65a16557e85eceae758b45cc.html
La comisión asesora del SMI, el Gobierno y CCOO están de acuerdo en que con la subida a 1.080€ en 2023 el SMI había alcanzado el 60% del salario medio neto. UGT dice que ese nivel está en 1.215€, pero sin explicar cómo lo ha calculado.
Y los expertos no se ponen de acuerdo, porque unos razonan con grandes empresas y otros en pequeñas, unos en un sector (productividad hora 159 VS productividad hora 45) y en otro sector, (195) en un país en otro país....
Aqui la estructura es con un 99,8% de empresas son PYMES del sector servicios sin gran valor añadido, que un alto salario mínimo SMI, es inasumible para muchas de ellas. Y está claro que van a buscar ese nivel y sobrepasarlo. Sí no hubiera efectos negativos donde estaría el limite?. Donde está el límite es algo que deberían decidir expertos
5-La subida del SMI y el empleo (I): Algunos argumentos teóricos
Salieron la EPA y Contabilidad Nacional de fin de año con datos esperanzadores. Mientras tanto continúa la disputa sobre el impacto que la subida del 22,3% del salario mínimo interprofesional (SMI) en 2019 (añadida al 12,3% de aumento en 2017-18 y al reciente 5,5% en 2020) haya podido tener sobre el empleo en la economía española. En general, se trata de un debate sesgado y algo desordenado. Con frecuencia, se utilizan tanto los argumentos teóricos como la supuesta evidencia empírica de manera torticera por partidarios y opositores. En esta entrada, repaso algunos argumentos teóricos sobre el salario mínimo y el funcionamiento del mercado de trabajo a tener en cuenta en dicho debate. En una siguiente, comentaré varias estimaciones del impacto del salario mínimo en el empleo para el caso español que se citan recurrentemente, señalando sus limitaciones y cómo mejorarlas.
Argumentos teóricos
El efecto del salario mínimo sobre el empleo depende del grado de concentración empresarial en el mercado de trabajo. Es bien conocido el resultado de que, en caso de monopsonio (un solo grupo empresarial contratando en un determinado segmento del mercado de trabajo), un aumento (no excesivo) del salario mínimo resulta en un mayor nivel de empleo.
Hay muchas razones para pensar que el mercado laboral no funciona de la manera competitiva que se enseñaba en los antiguos libros de texto ilustrando el equilibrio en este contexto. ¿Implicaría un recorte de 1 euro en el salario de una empresa el abandono de sus trabajadores hacia otras empresas que no lo hayan recortado? Parece que no. La razón básica se centra en la existencia de costes de búsqueda por parte de los trabajadores. En lo que se conoce como la Paradoja de (Peter) Diamond (Nobel 2010) se obtiene un resultado que puede parecer sorprendente: con empresas idénticas que determinan sus salarios en presencia de dichos costes, la competencia entre ellas por atraer trabajadores puede dar lugar a salarios por debajo del equilibrio competitivo. En efecto, si los trabajadores creen que todas las empresas ofrecen el mismo salario, entonces no se molestaran en buscar otro empleo, dado que es costoso. Ahora bien, si no buscan, entonces la política óptima de las empresas será bajar el salario. Obviamente, este resultado se debilitará si las empresas son capaces de anunciar sus propias acciones (p. ej, a través de comités de empresa que divulguen la información), pero sugiere la gran capacidad de distorsión de la presencia las fricciones en el proceso de búsqueda.
En otras palabras, en aquellos sectores con escasa movilidad laboral, el hecho de que el salario de reserva (outside option) de los trabajadores sea reducido provocará que sean remunerados por debajo de su productividad. En estas circunstancias un salario mínimo apropiado o la propia negociación colectiva pueden incrementar el empleo y los salarios, reproduciendo el equilibrio competitivo. Aunque el clásico ejemplo de la mina en el pueblo haya quedado obsoleto, la creciente concentración de la actividad económica está transfiriendo mayor poder monopsonístico a las empresas, provocando salarios más bajos allá donde los sindicatos sean débiles, un argumento que debería resultar familiar en el contexto del mercado laboral español post-2012.
En el libro de Alan Manning, titulado Monopsony in Motion, se ofrecen muchos ejemplos de casos donde, en línea con el razonamiento anterior, la existencia de costes de búsqueda permite a los empresarios fijar salarios por debajo del equilibrio competitivo mientras todavía se mantiene una oferta suficiente de trabajadores. En un mercado laboral competitivo, como en el que parecen creer los partidarios de no aumentar el SMI, la elasticidad de la oferta de trabajo es muy elevada: los trabajadores se marchan a otras empresas cuando el salario de reduce en 1 euro, de forma de forma que acaban siendo remunerados según su productividad. Este no es el caso en la vida real. Evidencia reciente por parte de Harasztosi y Lindner (2019) muestra que subidas del salario mínimo suelen trasladarse a precios en sectores de bienes no comerciables mientras que, a veces, se traducen en reducciones de empleo en sectores de bienes comerciables (p.ej. en empresas exportadoras). Algunos comentaristas han apuntados que los mayores precios reducirán la subida salarial en términos reales, pero si parte del consumo de estos productos corresponde a los hogares más pudientes, habrá redistribución. Después de todo, la aprobación de un salario digno es un compromiso de toda la sociedad que no solo debe recaer en las empresas. También es cierto que, ante la subida de los costes laborales, las empresas pueden encontrar óptimo invertir en la formación específica de sus empleados, mejorando su productividad en línea con un mayor salario mínimo.
Evidencia empírica
Como decíamos, la debilidad sindical en España, debida a sus propios errores y a la reforma laboral de 2012, apunta a la posibilidad de que las empresas hayan aumentado el poder de monopsonio sobre los salarios de sus trabajadores. En cualquier caso, si la subida del salario mínimo ha aumentado o disminuido el empleo es, al fin y al cabo, una cuestión empírica pero siempre guiada por el tamaño de la elasticidad de oferta de trabajo y la posibilidad de discriminar salarialmente a diversos asalariados.
Apoyándose en el modelo dinámico de búsqueda de Burdett y Mortensen (1998), el trabajo empírico de Weber (2015, con datos a nivel de empresa del U.S. Census Bureau’s Longitudinal Employer Household Dynamics Survey) estima una elasticidad de oferta de 1,1 para el total de la economía norteamericana, un valor mucho más reducido que el que se esperaría en un mercado competitivo. Solamente un 3% de las empresas presentan valores superiores a 5. Cuando se examina el poder monopsonístico por sectores, se encuentra que es reducido en las manufacturas y muy elevado en los sectores de cuidados sanitarios y apoyo administrativo. Finalmente se computa cual sería la distribución salarial contrafactual en ausencia de monopsonio (aumentando en una unidad la elasticidad de oferta de trabajo asociada a cada empresa), encontrando que la varianza de la misma se reduciría en casi un 10 pp.
Resolver esta cuestión empírica y otras preguntas relevantes sobre el impacto del salario mínimo sobre la desigualdad y la pobreza es crucial para la toma de decisiones políticas (como recordaba hace unos días un artículo muy recomendable de Carlos Sánchez en El Confidencial). Para combatir la desigualdad y mejorar el empleo, ¿Es mejor utilizar cambios en el SMI (un párrafo en el BOE) que un impuesto negativo a la renta como en EITC en EEUU (más costoso administrativamente pero seguramente más eficiente)?, ¿Por qué no plantear directamente un salario digno (tipo el National Living Wage aprobado en Gran Bretaña en 2016) en vez de uno mínimo?, ¿Por qué no recuperar el salario mínimo para jóvenes entre 16 y 18 años que se abolió en 1998?, ¿ Debe indiciarse el SMI al salario medio o mediano, dada la asimetría positiva de la distribución salarial? Sería deseable que los dirigentes de nuestras instituciones destinadas a informar sobre el impacto de la política económica dediquen más recursos de investigación e información estadística a arrojar luz sobre estas cuestiones. Es preferible que quedar atrapados en aquella famosa frase de Keynes: “Practical men who believe themselves to be quite exempt from any intellectual influence, are usually the slaves of some defunct economist”.
https://nadaesgratis.es/dolado/la-subida-del-smi-y-el-empleo-i-algunos-argumentos-teoricos
6-Por una política de SMI sensata y basada en evidencia
Tras varias semanas de especulaciones, el gobierno y los agentes sociales han llegado a un pacto que eleva el valor del SMI hasta los 950 euros. Con esta subida, el gobierno da el primer paso para cumplir con su compromiso de subir el SMI hasta un nivel de 60% del salario medio al final de la legislatura, situándolo por el momento a un nivel equivalente al 60% del salario mediano tras una subida acumulada de casi 40% en cuatro años. Llegados a este punto, conviene que el gobierno se tome un respiro y cumpla con su segundo compromiso: la creación de una comisión de expertos para asesorarle sobre la evolución adecuada del SMI. En mi opinión, el modelo a seguir sería el de la “Low Pay Commission” (LPC) del Reino Unido.
En concreto, para ser útil – muchos lectores me llamarán iluso por la pretensión que lo sea – la comisión de expertos debería empezar con una evaluación del impacto de las subidas recientes en el SMI en el empleo, los salarios y la pobreza laboral utilizando las técnicas más avanzadas y basándose en las mejores fuentes de datos. Esta evaluación debería servir para formular recomendaciones sobre el ritmo de las subidas futuras en el SMI acompañadas por estimaciones del coste – en términos de empleo – que conllevaría. Pero la comisión no debería quedarse ahí. Convendría dotarla de un mandato amplio que le permita analizar también cual sería el objetivo final más idóneo para el SMI y plantear posibles mejoras en el diseño del SMI. A continuación ofrezco algunas pautas, pero primero conviene explicar el funcionamiento de la LPC.
La trayectoria de la Low Pay Commission
La LPC fue creada en 1998 mediante la ley inglesa que introdujo el salario mínimo, diferenciado por edad y con una tarifa específica para aprendices. El objetivo de la LPC es “recomendar niveles para los salarios mínimos que ayuden al mayor número de trabajadores con salarios bajos sin que ello tenga un impacto negativo significativo en el empleo o la economía”. Y para ello “sus recomendaciones deben estar fundadas en la mejor evidencia posible”.
Los nueve miembros -expertos independientes y representantes de los interlocutores sociales- son nombrados por el Gobierno. En un encargo periódico (remit) el Gobierno especifica los temas que la LPC debería tratar en sus informes anuales. Por ejemplo, el último encargo, encomendado en 2015, tuvo como objetivo la formulación y el seguimiento de la estrategia que debería permitir que el salario mínimo para mayores de 24 años, introducido este mismo año, y conocido como National Living Wage, alcanzara el umbral de 60% del salario mediano en 2020. Algo que se cumplió. El siguiente objetivo es llevarlo a dos-tercios del salario mediano existente en 2014, extendiéndolo a los mayores de 22 años en línea con una de las recomendaciones de la LPC.
La trayectoria de la LPC es todo un éxito. Según sus últimas previsiones, al final del año el principal salario mínimo será un 27% más alto que si hubieran crecido al ritmo de la renta media desde su introducción en 1999. Además, las pérdidas de empleo han sido mínimas según las estimaciones de la LPC y sus informes ponen de manifiesto que las subidas de los salarios mínimos se han traducido en un crecimiento similar de las rentas semanales más bajas. Es decir, no hay evidencia de una disminución relevante en las horas de trabajo, aunque sí un ligero crecimiento en el uso de contratos de cero horas.
Estos buenos resultados demuestran que una política de salarios mínimos sensata y basada en la evidencia es capaz de mejorar considerablemente las condiciones de vida de las personas más pobres sin causar efectos negativos inasumibles. Sin embargo, la misma LPC avisa de que el nuevo objetivo es muy ambicioso y pide prudencia. El coste de imponer niveles demasiado altos (overshooting) podría ser muy elevados porque ningún gobierno se atrevería a reducir el valor nominal del SMI, dejando como única solución la opción de congelar el SMI hasta que su valor real haya bajado lo suficiente.
En este sentido resulta particularmente relevante el informe preparado por Arindrajit Dube, uno de los mayores expertos y firme defensor del salario mínimo. Tras una extensa revisión de la evidencia disponible, Dube formula varias recomendaciones que ayudarían a mejorar la calidad de las evaluaciones del LPC y minimizar el riesgo de overshooting. Una es el mayor uso de datos administrativos. Otra es un llamamiento al Gobierno de adelantar la puesta a disposición de los datos incluso antes de su publicación. Además, Dube aporta muchas recomendaciones metodológicas. En ausencia de variación geográfica en los valores del SMI – como es el caso en España- Dube aboga por la metodología utilizada por el Banco de España para estimar el impacto sobre la pérdida de empleo entre los afectados por una subida no anticipada. Por otra parte, para determinar el impacto en el empleo propone estimaciones que permiten cuantificar como la incidencia previa del salario mínimo condiciona el crecimiento del empleo al nivel de sector-región o sector-provincia. Por último, no faltan referencias a los avances más recientes para medir el impacto de subidas en el SMI en la distribución de la renta y otros aspectos relevantes como el impacto sobre el empleo en pequeñas y grandes empresas o la capacidad de las empresas de trasladar los aumentos en el SMI a los precios.
Los integrantes de la comisión de expertos deberían tomar buena nota de todas estas sugerencias. Lo más sensato sería que la comisión encargue varios estudios a distintos expertos de reconocido prestigio para estudiar el impacto de las últimas subidas en el SMI. Además, estos encargos no deberían impedir la puesta a disposición, en la mayor brevedad posible, de datos administrativos provenientes de la Seguridad Social para que cualquier investigador/a pueda efectuar su propio análisis. De esta manera contaremos por fin con la evidencia necesaria para decidir sobre la futura evolución del SMI, y de paso se daría un impulso enorme a la investigación académica en España.
La fijación de un objetivo razonable
Pero como he adelantado al principio, la comisión de expertos no debería limitarse al estudio del impacto de las subidas del SMI. También debería plantear mejoras en el diseño del SMI, empezando por la fijación de un objetivo razonable.
El umbral de 60% de la renta media (bruta) es una recomendación del Comité de Derechos Sociales del Consejo de Europa, pero no es vinculante y no deja de ser un criterio arbitrario. De hecho, los datos mostrados en el siguiente gráfico, extraído del documento que formaliza la primera fase en la consulta sobre un SMI a nivel europeo, muestra que la gran mayoría de países europeos estában muy lejos de este umbral en 2018. En el mismo documento, la Comisión Europea sugiere varias alternativas menos ambiciosas. La primera sería fijar el SMI al nivel del umbral que marca la UE para el riesgo de pobreza, fijado en 60% del salario mediano. España acaba de superar este umbral, como mostramos en esta entrada conjunta, tras saltar en dos años de la cola a la quinta posición en el ranking mostrado en el gráfico. La segunda opción es la estimación del salario o living wageque permite llevar una vida (mínimamente) digna en los distintos lugares de España. A priori es difícil decir cual de estas alternativas es la más apropiada, pero no parece razonable que España se marque un objetivo que nos situaría a la cabeza de Europa cuando todavía arrastramos una tasa de desempleo del 14%.
La diferenciación del SMI
Otro factor que limita las opciones futuras es el carácter universal del SMI. La diferenciación por edad, que llevo defendiendo desde hace años – por ejemplo, en esta entrada que también hace referencia al LPC – permitiría subir el SMI para adultos y jóvenes a distintos ritmos. De esta manera, España podría adoptar objetivos más ambiciosos para adultos sin distorsionar el mercado laboral de jóvenes. Los riesgos son claros. Tras la última actualización el SMI para menores de 18 años, en su gran mayoría no cualificados, es casi 400 euros más alto que en Holanda. Además, pronto superará también al salario de los aprendices en Alemania si el gobierno insiste en subir el SMI sin excluir a los más jóvenes. La comisión debería estudiar la estructura del SMI en otros países y analizar cual sería la estructura más adecuada en España prestando especial atención a la posición de aprendices y jóvenes no cualificados.
Por último, puestos a pensar en la diferenciación del SMI, conviene considerar también la opción de diferenciar el SMI por regiones. El argumento es similar que en el caso de los jóvenes. La diferenciación del SMI permitiría fijar el SMI a niveles superiores en las CC.AA. con los salarios y los precios más altos sin producir efectos indeseados en las CC.AA. con salarios bajos. Una opción sería que el gobierno fijara un SMI estatal y que las CC.AA. que lo desean pudieran imponer suplementos autonómicos, algo que seguramente será bien recibido por parte de las CC.AA. con las mayores pretensiones de autogobierno. Sin embargo, cambios de esta índole requieren tiempo, y para abarcarlos la comisión de expertos debería contar con un mandato similar al LPC, lo que puede exigir cambios legales.
Marcel Jansen
https://nadaesgratis.es/marcel-jansen/por-una-politica-de-smi-sensata-y-basada-en-evidencia
7-El alza de cotizaciones y el SMI elevan en 1.200 euros el coste por cada trabajador que cobra el mínimo
- La subida destruirá 37.000 empleos entre los más vulnerables: jóvenes, mujeres y extranjeros
- Los expertos indican que los perjuicios no son inmediatos y se verán en los próximos años
- Más claves: el Gobierno ignora el mandato de Bruselas para despolitizar las subidas
El Gobierno ha cerrado un nuevo incremento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) del 5%, elevándolo hasta los 1.134 euros mensuales o 15.876 euros al año para un trabajador a jornada completa. Las empresas afrontan, de esta forma, un recargo adicional que se suma a la subida de las cotizaciones sociales provocada por el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que sube el tipo hasta el 0,7%. Así, el coste del trabajador sujeto al SMI experimentará un incremento de entre 90 y 100 euros mensuales en el coste total desembolsado por la empresa, en total unos 1.200 euros extra al año.
La nueva base mínima de cotización se actualizará, y pasará de 1.260 euros a 1.323 euros al mes (que suponen 15.876 euros anuales). De esta manera, el trabajador en salario mínimo sigue exento de presentar la declaración de la renta. El cotizante abonará 85 euros a la Seguridad Social cada mes (el 6,45% de su nómina), mientras que la empresa abonará otro 32% adicional, unos 424 euros mensuales. En total, un empleado que cobra el SMI le costará a la empresa 1.750 euros, aproximadamente, al sumar los costes salariales y los costes laborales.
La mayoría del tejido empresarial español, que son las pymes, absorben gran parte del impacto por la elevada presencia de los trabajadores con salarios bajos entre sus plantillas. Por ello, la patronal del sector, Cepyme, alzó la voz ayer recordando que "este incremento impacta de manera especial en las pequeñas y medianas empresas que, por su reducida estructura, su menor productividad e inferior aprovechamiento de las economías de escala, tienen menos recursos para asumir este incremento de costes laborales".
Cepyme explica que un incremento del SMI hasta 1.135 euros, en términos netos, alcanzará el 70% del salario medio en las pymes. "Una carga que resulta excesiva para estas empresas y conlleva riesgos para su sostenibilidad y para el mantenimiento del empleo que generan", denunciaron ayer en un comunicado.
La organización empresarial exige que las mejoras del SMI se aborden acordes a la coyuntura económica. La patronal no es optimista con el clima empresarial y la situación económica: "no es precisamente favorable para las pymes, que deben afrontar el efecto de la inflación en sus suministros y provisiones, además del alza general de las cotizaciones a la Seguridad Social".
En concreto, la evolución de la productividad, uno de los factores que según el artículo 27 del Estatuto de los Trabajadores deben considerarse a la hora de fijar el salario mínimo, ha tenido una caída del 3,8% desde 2018, exponen.
Así impacta en el conjunto de la economía
Los expertos consultados avanzan que las alzas del salario mínimo tensan la cuerda del empleo cuanto más estrechan el cerco con el salario medio, que actualmente supera los 25.500 euros en España y, a la vez, sus consecuencias (positivas y negativas) se magnifican una vez alcanza el SMI a más trabajadores. En juego hay una potencial destrucción de 37.000 puestos por el incremento de los costes laborales o una mayor dificultad de acceso al mercado laboral para los colectivos vulnerables a costa de mejorar la renta de los que ya trabajan.
Una vez se acercan al salario medio o al mediano, los efectos negativos ganan peso en la balanza del análisis a posteriori. Siguiendo la fórmula del Banco de España, que apunta a que cada incremento de un punto en los costes laborales destruye 0,3 puntos el empleo, los cinco puntos de incremento borrarían unos 37.000 puestos teniendo en cuenta que el Gobierno estima que el salario mínimo alcanzará ya a 2,5 millones de trabajadores en España.
Los efectos no son lineales, tampoco inmediatos, pero tocan directamente al eslabón más débil del mercado laboral en las etapas recesivas. A cambio, la evidencia publicada por el Banco de España o BBVA Research apunta a que existen efectos positivos en cuanto a redistribución de renta, reducción de la desigualdad salarial y parcialmente el riesgo de pobreza. El nivel de vida de los salarios más bajos ha crecido un 54% desde 2018, frente una inflación acumulada del 12,9%. También le ha comido terreno al salario mediano, que ha subido hasta 21.770 euros (un 10,5%) y al salario medio, que ha crecido hasta 25.540 euros (un 5%).
"Hasta el momento los efectos [negativos] no han sido relevantes", analiza Juan Ramón García, economista principal de la unidad de España y Portugal de BBVA Research, indicando que los problemas de desigualdad y pobreza no vienen tanto por el SMI sino por la insuficiencia de horas trabajadas (subempleo) o el propio desempleo. Informes de actualizaciones previas apuntaban a una destrucción de 30.000 puestos, según el cálculo de Iseak, grupo de expertos al que la ministra de Trabajo Díaz encargó este trabajo. Datos moderados, como también opinaba el Consejo General de Economistas. Aunque la ganancia de poder adquisitivo bate al moderado impacto sobre el mercado laboral, el análisis precisa de amplitud de miras.
La radiografía de SMI alcanza, principalmente, a un perfil de jóvenes (el 45% de los trabajadores en el mínimo interprofesional tienen hasta 34 años, unos 540.000 perceptores), mujeres o extranjeros con baja cualificación y empresas pequeñas. Es el colectivo que concentra los salarios más bajos y las profesiones de menor capacidad productiva.
El consenso, pues, es que el efecto de las alzas hasta la fecha es moderado, con el matiz de que no es inmediato ni total y se deja notar cuando la marcha de la economía no es tan próspera: en etapas de destrucción de empleo, la tasa de paro de los trabajadores de menor cualificación que conforman el colectivo vulnerable citado y la de los jóvenes se ha disparado. Es el eslabón débil de la cadena.
Tal y como explican empresarios a este medio, un efecto directo del incrementodel SMI es en la agricultura y empleadas del hogar, ambos con un elevado peso en los tramos más bajos. En el campo, en 2022 afectó a prácticamente la mitad de los trabajadores (46,9%) del sector, según las estimaciones del Gabinete Económico de CCOO. En ambos casos, la evolución de los afiliados a la Seguridad Social ha protagonizado un descenso y marca mínimos en al menos una década.
El debate se amplía al poner sobre la mesa el trabajo en b. Fuentes empresariales que han buceado en las estadísticas observan una diferencia notable entre la afiliación y la Encuesta de Población Activa (EPA) que difunde el INE en el caso concreto de las empleadas del hogar. En su caso, además de destrucción de empleo, estaríamos hablando del efecto sumergido.
Entre las mujeres se observa una ligera mejora a través del indicador de la brecha de género, es decir, la relación entre la retribución de las mujeres respecto a lo que cobran los hombres. La mayoría de las personas perceptoras del SMI son mujeres, según se desprenden las primeras estimaciones de CCOO.
Esta actualización del salario mínimo se repartirá de forma desigual por el territorio español. Andalucía ya concentraba en 2023 a unos 400.000 efectivos cuya tabla salarial se encontraba en el mínimo interprofesional y está llamada a ser una de las protagonistas junto con Canarias, Extremadura o Murcia, tres regiones que se colocan en la tabla rasa de retribuciones. Por su parte, la mayor parte de las personas perceptoras del nuevo SMI se encuentran en la rama de actividad de Comercio y Hostelería.
'Subempleo', el gran problema de la desigualdad
"El aumento de costes se ha traducido en destrucción de empleo o de horas en ciertos sectores", constata Juan Ramón García, economista de BBVA Research. Este es uno de los principales efectos ya descontados en sectores como la hostelería. El informe de los asesores de Díaz publicado en 2022 concluyó que las empresas redujeron las jornadas de los trabajadores afectados por el SMI para afrontar el incremento de costes. Como resultado, una de las claves de la desigualdad que apunta BBVA Research: el subempleo, trabajar menos horas de las deseadas y cobrar a razón.
En todo caso, lo que tratan de destacar los economistas consultados es que cuanto más cerca está el SMI del salario medio, más probabilidad hay de provocar efectos nocivos que, por moderados que sean, tocan directamente a los más vulnerables. Aunque el impacto sobre el conjunto de la economía sea reducido, el efecto sobre el grupo de los más vulnerables en concreto es elevado, explica el economista de BBVA Research.
El análisis tiene otra vuelta de tuerca: ¿puede llegar a suponer una barrera de entrada al mercado laboral? "Aunque la destrucción de empleo sea reducida, sí es relevante su capacidad de reempleo en el futuro", responde García. El alza del SMI (que acumulan un 54% desde la llegada de Pedro Sánchez a la Presidencia) supondrían una barrera para la reincorporación o el acceso al mercado laboral en un futuro. "Los incrementos del SMI no solo incrementan la probabilidad de destrucción de empleo, sino que también dificulta la probabilidad del empleo futuro", argumenta el economista.
El sector agrario es el más impactado: beneficia a la mitad de sus trabajadores
No es ninguna novedad que los trabajadores con menor cualificación suelen ocupar los trabajos con retribuciones más bajas y, además, la media los coloca entre los colectivos que más sufren el desempleo o las carreras laborales irregulares.
Los efectos sobre el mercado laboral no son lineales porque dependen de muchos factores, entre otros del poder de mercado de las empresas (capacidad de trasladar al mercado el precio final de sus productos por el incremento del coste laboral). Tampoco es similar en todos los sectores: si el SMI alcanza al mínimo marcado por convenio, el impacto en ese sector en cuanto a costes laborales será mayor en ese determinado sector.
Medida sin control 'ex post' independiente
En definitiva y poniendo el foco sobre el beneficiario, la empresa, el convenio y el conjunto de la economía, García explica que "los cambios en el SMI cuando la cobertura es muy grande tienes efectos mayores sobre la economía", unos efectos que deberían analizarse porque ya afectan a 2,3-2,5 millones de perceptores en nuestro país, según la horquilla de estimaciones de sindicatos, empresarios y Gobierno.
Los expertos con los que ha contacado este medio no han valorado en ningún momento la posibilidad de que el incremento del salario mínimo provoque un terremoto en el mercado del empleo, si bien coinciden en que existe una lucha política que deja de lado cualquier tipo de análisis. Díaz nombró un grupo consultivo de asesores o expertos que relegó a un segundo plano, síntoma del papel político.
"Todo incremento del salario mínimo y toda política económica debería estar evaluado 'ex ante', y esto es algo que adolece en España", reflexionan desde BBVA Research. García destaca que en Reino Unido existe la Low Pay Comission, un organismo independiente que asesora al gobierno sobre el Salario Nacional Vital y el Salario Mínimo Nacional, el equivalente al SMI en España. Es un organismo público e independiente que se financia a través de la cartera económica y cumple una función consultiva. Periódicamente analizan los efectos evidenciales y también realizan previsiones sobre el límite inferior de los sueldos en las islas británicas.
Hay que "hacer compatible las subidas del SMI con una economía saneada", reclama el experto de BBVA Research, que apostaría por evaluar y recomendar los futuros cambios según el impacto y el efecto a posteriori. "El incremento del salario mínimo, igual que otras políticas, deberían ser predecibles y ajustados a otras políticas. Una vez fijado un objetivo, sería deseado que estas subidas fueran preestablecidas para que las empresas pudieran predecir los costes y los trabajadores las mejoras salariales a medio plazo", argumenta García.
El incremento del salario mínimo es común para toda la población asalariada. En este punto, BBVA Research explica que el Gobierno podría plantear una diferenciación por sectores profesionales, edad o regiones. ¿Por qué? Para evitar que repercutan de forma diferencial en grupos desfavorecidos, como por ejemplo los jóvenes. La evidencia es que un SMI menor facilita la incorporación para jóvenes al mercado de trabajo. "Sería conveniente repensar esta figura de doble salario mínimo", sentencia el economista.
https://www.eleconomista.es/economia/noticias/12621888/01/24/el-alza-de-cotizaciones-y-el-smi-elevan-en-1200-euros-el-coste-por-cada-trabajador-que-cobra-el-minimo.html
El aumento del SMI y la preparación del terreno para una contrarreforma laboral están monopolizando nuestro panorama laboral local en este inicio de año. Ambos temas están generando toneladas de artículos de opinión que a su vez han suministrado un buena cantidad de combustible para las redes sociales. Me quedo con dos textos, representativos de los dos lados del ring. El primero, tan corto como que es un simple comentario a un tuit, aunque con una buena carga de profundidad. El autor del tuit se quejaba amargamente que se hubiera tomado de nuevo la decisión de aumentar el salario mínimo sin una evaluación previa de los efectos que pudo tener el aumento del 2019. Copio el comentario para no privarles ni de una coma y sólo diré que su autor es académico y no es economista:
Lo primero que pensé al leerlo es que se deberían generar dos series: una de empleo digno, y otra de empleo que no es mínimamente digno. Sería bastante útil, y facilitaría las cosas a la hora de fijar un salario mínimo óptimo. Claro que debería incorporarse a las estadísticas oficiales, y publicarse al menos cada trimestre. ¿Pero, qué incluiríamos en este indicador de trabajo digno? El término "empleo o trabajo digno" es quizás el que más ha utilizado este gobierno. De hecho, ya en los primeros Consejos de Ministros, se aprobó el Plan director por un trabajo digno. Este Plan consta de un conjunto de 75 medidas para combatir los fraudes en la contratación temporal, en la contratación a tiempo parcial, las horas de trabajo impagadas, la economía irregular y los falsos autónomos o los falsos becarios. Medidas destinadas principalmente a supervisar y penalizar, destinando más recursos y reorganizado la inspección de trabajo y de la Seguridad Social. Según el gobierno, el éxito de este plan es evidente: cientos de miles de contratos temporales regularizados, ampliación de jornadas a tiempo parcial, otros tantos miles de falsos autónomos reconvertidos. El éxito de cruzada estaría a la base del buen comportamiento de la contratación indefinida, que, según la EPA, alcanzó su máximo histórico en el último trimestre de 2019 .
El segundo texto, más largo, es un artículo reciente de la Ministra de Empleo y Seguridad Social que encabezó la reforma laboral para celebrar su octavo aniversario. Nos explica primero cómo se originó y en qué consistió y, a continuación, se detiene largamente en alabar la reforma por sus éxitos "indiscutibles":
El artículo de Fátima Báñez, explica que ya se habían convocado a los agentes sociales incluso antes de la investidura del Presidente. De hecho, yo iría más lejos. Desde que el Presidente Zapatero anunció que convocaba elecciones anticipadas en julio de 2011, ya se sabía lo iba a ocurrir, y los miembros del futuro gobierno iban dejando bien claro que lo primero que harían (parecía que lo único) era una reforma laboral profunda. La reforma laboral se aprobó a la misma velocidad que el Plan Director. En nombre del credo de la flexiseguridad, se procedió a desregular. Se apostó así por incentivar la flexibilidad interna, que en el momento aún álgido de la crisis, frenaría la sangría de empleo. Y se apostó a su vez por un conjunto de medidas adicionales que deberían ayudar a crear más empleo en época expansiva. El éxito, les dejo que la Ministra se lo resuma directamente: "Ya no es necesario crecer por encima del 2,5%, como ocurría hasta entonces, para generar empleo nuevo... Esta profunda transformación es la que ha hecho posible que se hayan creado más de tres millones de empleos desde la recuperación y lograr acercarnos a los 20 millones de personas trabajando en España en 2020.
Además, según la ministra, "no hay un crecimiento más social que ese. Y no hay crecimiento más inclusivo que el capaz de crear empleo en todas las provincias, sectores económicos y grupos de edad…." Además, tras ocho años de vigencia de la reforma laboral, podemos afirmar que, con 785.000 ocupados menos, hay más asalariados con contrato indefinido que nunca (12.448.000).
En definitiva, ya sea por el Plan Director de unos, o por la Reforma Laboral de otros, estamos batiendo el record de empleos indefinidos. El problema, como ya explicamos en una entrada anterior, es que la contratación indefinida ya no es lo que era. Más de una tercera parte de los empleos con contrato indefinido no llegan a superar el año, y entre los que superan el primero, cerca de otra tercera parte, no supera el segundo año.
Claro está estas separaciones o destrucciones de emparejamientos entre empresas y trabajadores no son todas motivadas por despidos, también se produce una abundante movilidad voluntaria de los trabajadores hacia otras empresas. Los despidos, y en especial, los improcedentes son, en cualquier caso, la causa principal de las rupturas.
No, la contratación indefinida no debería ser el indicador principal, y menos el único del trabajo digno, ni tampoco como éxito de la reforma laboral. Son muchas las medidas incluidas en el Plan Director que merecerían sus propios indicadores para este tipo de trabajo. No sólo las conversiones y otras regularizaciones logradas con amenaza de sanciones. De hecho, tampoco es éste el primer plan de regularización. Otro similar, aunque menos completo, se desarrolló durante el gobierno de Zapatero. En ese momento Nacho Conde y yo escribimos una entrada bastante crítica, subrayando el hecho de que la economía irregular, el abuso de los contratos temporales y el paro, son en realidad caras de unas mismas monedas. Resultarían más eficaces medidas que ataquen la raíz más profunda de unos problemas tan estructurales de nuestro mercado de trabajo que intentar resolverlo sólo con espadas de Damocles y palos. Quienes dirigen hoy el Ministerio de Trabajo, proceden en su práctica totalidad, del mundo jurídico-laboral, es lógico pues que tengan más fe en la inspección, en la fiscalización y en la ideología, en lugar de probar los beneficios de una buena evaluación. Espero, sin embargo, que no se encierren entre estos muros irremediablemente.
Como mostré en el Estudio sobre la Población Especialmente Vulnerable ante el Empleo, hace aún un par de años, había en España unas 4 millones de personas atrapadas en la trampa del desempleo y de la pobreza laboral, 1,5 y 2,5 millones, respectivamente. El umbral usado en este estudio para fijar la trampa de la pobreza laboral era, residir en un hogar en riesgo de pobreza, y no ser capaz de conseguir una renta laboral equivalente al salario mínimo anual. Este fue un umbral arbitrario que se eligió por ser el SMI (en su momento) más estable que la mediana. Con el aumento del SMI, si se mantuviera este criterio este número de personas se ampliaría notablemente, hasta los 5-6 millones de personas, y podría ser un buen indicador que relacione dignidad en el empleo con riesgo de pobreza.
Por otra parte, y volviendo al Salario Mínimo y al empleo digno. A la hora de evaluar los efectos de la subida del 45% en 4 años, convendría recordar la teoría de las diferencias compensatorias, no sólo los posibles efectos monopsonistas (que no dudo que existan también) y sobre el efecto renta (qué también). Es de manual de los 90: el coste laboral incluye la remuneración del trabajo y muchas más condiciones laborales que también son costosas para las empresas y sobre las que pueden compensar los aumentos salariales (formación, seguridad, higiene, promociones, estatus de asalariado con pago de cuotas a la seguridad social). No se queden sólo en lo cuantitativo, lo cualitativo también importa. En resumen, al menos en teoría, aumentos del salario mínimo pueden atentar a la dignidad del empleo que se pretende promover.
https://nadaesgratis.es/felgueroso/smi-y-reforma-laboral-cantidad-o-calidad
Hablar del salario mínimo es sinónimo de interés. Un ejemplo: ¿ven el Gráfico 1? Pues también lo vieron 300.000 personas en un día cuando lo colgué en Twitter. Mientras sufría con el partido Betis-Barcelona, Messi y yo compartíamos ingresos, aunque los míos tenían forma de ‘impresiones masivas’, como las de un BCE monetizador. Ni siquiera cuando los sindicatos universitarios - que el Rector los guarde en su Gloria - desfilaron uno a uno ante la puerta de mi correo para propinarme lindezas y arrearme apoyos, un tuit mío había alcanzado tanta visibilidad. Otro ejemplo: en Nada es Gratis nos encanta el salario mínimo. Escribir sobre él, quiero decir. En una búsqueda rápida en el Blog he encontrado catorce artículos con esa etiqueta. Volveré más tarde a ellos.
Gráfico 1. Salario mínimo en términos reales y valor añadido bruto por ocupado (1998=100)
Fte: Elaboración propia a partir de datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social (salario mínimo) e INE (IPC, VAB y empleados). 1998=100.
El Gráfico 1 representa la evolución tanto del salario mínimo, corregido de inflación, como del valor añadido bruto por trabajador, o productividad aparente del trabajo. Se trata de números índices con base 100 en 1998. Si calculamos las tasas de crecimiento totales por subperiodos (Gráfico 2) detectamos una relación inversa entre salario mínimo y productividad en los periodos de expansión, crisis y post-crisis, aunque en este último caso muy condicionada por la observación de la productividad durante 2020. No deja de resultar curioso, sin embargo, el ojo clínico de nuestros políticos en el momento de decidir sus arreones con el salario mínimo.
Gráfico 2. Crecimiento acumulado del salario mínimo durante tres subperiodos
(en %)
Fte: Elaboración propia a partir de datos del Ministerio de Trabajo y
Economía Social (salario mínimo) e INE (IPC, VAB y empleados)
El Gráfico 3 recoge la evolución del cociente entre el salario mínimo y el salario medio - índice de Kaitz - desde 2008[i]. Después de ocho años prácticamente inalterado en el 40 por cien, a partir de 2017 el cociente experimentó un rapidísimo aumento hasta situarse en el 60 por cien del salario medio en 2020. Esto ha sido consecuencia de un aumento real de más del 45 del por cien del SMI en los últimos años. Cualquier persona sin el corazón de rosegón olvidado en una despensa se alegraría por ello. Pero ¿cómo afectará este rápido e intenso aumento en el salario mínimo - y los que puedan venir - al bienestar de las personas que queremos proteger? Si resulta que terminaran teniendo problemas en su empleabilidad puede que estemos haciendo una mortadela con un wagyu – si a alguien le violenta la expresión anterior, puede cambiarla por hacer unos macarrones con guisantes.
Gráfico 3. Cociente entre el salario mínimo y el salario medio
Fte: Elaboración propia a partir de datos del Ministerio de Trabajo y
Economía Social (salario mínimo) e INE (coste salarial por ocupado,
IPC)
El efecto del salario mínimo en el empleo ha hecho correr ríos de tinta y de tintorro, que es un buen modo de rematar las discusiones - o empezarlas. Y es que sobre ello ha habido en la literatura económica opiniones para todos los gustos. Digo opiniones porque el veredicto que del conjunto de estudios han realizado muchos autores parece que no ha pasado de ello: impresiones filtradas a partir del tamiz de los a priori de cada uno. Y para muestra, tres botones:
“Simplemente, no existe evidencia de que aumentar el salario mínimo tenga un coste en términos de trabajo, al menos cuando el nivel de inicio es tan bajo, como lo es en América” Krugman (2015).
“En la literatura económica, después de la publicación de Mito y Medida, ha sido aproximadamente tan probable encontrar efectos positivos como negativos del salario mínimo, con la estimación típica muy cercana a cero” Card y Krueger (2015).
“Existe un apoyo considerable [en la literatura] a la hipótesis del mercado competitivo de que un salario mínimo efectivo provocaría un menor empleo…Sin embargo, algunos pocos estudios han reportado una respuesta neutra o incluso positiva a salarios mínimos más elevados” Liu et al (2016).
Estas citas las he extraído de un estudio de Neumark y Shirley (2021) - NS en adelante - acabado de salir del horno – me está quedando un post muy gastronómico. La motivación de su trabajo es muy sencilla. Existe mucho ruido sobre lo que la literatura mayoritariamente dice en relación al efecto del salario mínimo en el empleo. Krugmanenses, CardKruegerianos y Liunitas no pueden estar todos ellos en lo cierto. Por lo tanto ¿por qué no hacer un análisis cuidadoso del conjunto de la literatura para ver cuál de estas tres razas de la guerra de las galaxias del salario mínimo se acerca más a la realidad? Antes de continuar, les propongo un juego: adscríbanse a una de las corrientes anteriores. Y no, no vale un Mandalorian (sobre Mandalorians y escalopes con patatas ver esto).
A propósito, volvamos a los posts publicados en Nada es Gratis sobre el salario mínimo. De mi relectura de todos ellos mi impresión es que, cuando reflejan o tratan de dar una impresión acerca del estado de la literatura, los CardKruegerianos son mayoritarios, con algún Krugmanense y ningún Liunita - si hay alguno que gruña ahora o more en las arenas para siempre.
La investigación sobre los efectos del salario mínimo cambió radicalmente a partir del Simposio sobre la Nueva Investigación del Salario Mínimo (1992) y el estudio Myth and Measurement de Card y Krueger (1995), que proporcionaron nuevos enfoques metodológicos, considerados superiores, en la identificación de la relación causa-efecto. Esta estela metodológica fue seguida, entre otros, por el joven Arindrajit Dube, que ha reconocido públicamente la ascendencia intelectual que Krueger ejerció sobre él. Con el tiempo Dube se ha convertido en el líder de los CardKruegerianos y referencia espiritual del movimiento “Fight for $15”. Mientras, David Neumark se ha erigido en la némesis de Krugmanenses y CardKruegerianos, y protector de Liunitas, desde que su respuesta al artículo Myth and Measurement demostró que los resultados obtenidos en dicho artículo no soportaban ciertas pruebas de robustez, como el tipo de información utilizada.
NS rastrean en su análisis los resultados de todos los trabajos desde la aparición de la Nueva Investigación del Salario Mínimo que satisfacen ciertos criterios: (a) que no estén basados sólo en series temporales, pues la capacidad de identificación del efecto se considera inferior; (b) que estén publicados o vayan a publicarse en una revista científica; (c) que se centren en la economía de Estados Unidos; (d) que proporcionen alguna estimación del efecto sobre el empleo. En total incluyen 66 trabajos, aunque los autores también ofrecen la lista de los trabajos excluidos.
El estudio de NS no es un meta-análisis al uso. La principal diferencia es que en su disección de cada trabajo se quedan sólo con la estimación nuclear. Es muy frecuente que en un artículo de investigación se presenten los resultados intermedios, antes de ofrecer la estimación que los autores consideran la más importante. De hecho, Neumark y Shirley enviaron una carta a los autores de todos los trabajos revisados para preguntarles cuál era en su opinión la estimación central. Los resultados de este ejercicio se ofrecen en términos de distribución de frecuencias para el conjunto de estimaciones centrales.
Su principal conclusión es que la distribución de los efectos del salario mínimo sobre el empleo es absolutamente asimétrica, y claramente orientada hacia el signo negativo. Es decir, aumentos del salario mínimo reducen el empleo en la inmensa mayoría de los estudios. Del conjunto de trabajos, más de un 79 por cien ofrecen un coeficiente negativo. Para un 55 por cien del total de la literatura revisada el coeficiente negativo es significativo al 10% y para un 48 por cien es significativo al 5%. Por el contrario, sólo un 5.8 por cien del total de trabajos estiman un coeficiente cero o con signo positivo con un p-value menor de 0.1, y sólo un 4.1 por cien con el signo positivo tienen un p-value menor de 0.05. Además, el mensaje anterior es robusto a la fuente de variación utilizada para la identificación, al grupo de trabajadores objeto de análisis o al tipo de industria.
Aunque de mi lectura del trabajo de NS me parece claro que su principal interés radica más en ofrecer información cualitativa sobre la distribución de los efectos del salario mínimo en el empleo que en calcular el efecto medio o mediano, la crítica rotunda de Dube al mismo a través de Twitter - recomiendo el hilo directo completo - se ha centrado en posibles problemas de agregación entre estudios y en la ausencia en la revisión que hacen NS de algunos trabajos recientes, como este de próxima publicación de Alan Manning. Con un nivel más bajo de actividad, Neumark ha dejado en esta misma red social algunos precedentes del conflicto entre CardKruegerianos y Liunitas, encarnado por ambos líderes en la batalla de la Puerta de Tannhäuser: aquí y aquí.
Por si el debate no estaba ya bastante calentito, la Oficina de Presupuestos del Congreso de Estados Unidos (CBO) acaba de publicar sus estimaciones sobre los efectos de aumentar paulatinamente el salario mínimo hasta los 15$ en 2025: una reducción del empleo de 1.4 millones de trabajadores (0.9%), y una reducción de 0.9 millones en el número de personas consideradas pobres. Ante estas noticias, Dube no ha tardado en reaccionar indicando que la elasticidad implícita en la estimación de la CBO queda bastante alejada del rango de estimaciones de un trabajo que el propio autor acaba de hacer público.
Jesús Fernández-Villaverde adopta una visión aparentemente reconciliadora en esta Star Wars de economistas. Su impresión es que probablemente los efectos a corto plazo en el empleo de subidas temporales y moderadas en el salario mínimo son negativos pero pequeños. Sin embargo, la distancia entre la realidad y estos conceptos – corto plazo, temporal y moderada – aumentarían la probabilidad de observar efectos negativos más importantes. De este modo, casi con toda seguridad habrá que esperar muchos años hasta que los efectos del “Fight for $15” se muestren con plenitud.
En España el “Fight for 60%” se ha producido en un tiempo record. Los efectos dinámicos completos de equilibrio general también tardarán en mostrarse. Ojalá el experimento sea positivo y la evaluación que pueda hacerse con el tiempo de la medida corrobore sus beneficios. El último trabajo de Neumark y Shirley supone un claro ataque a las naves de Krugmanenses y CardKruegerianos. Por el contrario, las últimas estimaciones de Dube y compañía proporcionan munición extra para éstos. Mi impresión es que el principio de moderación es fundamental. Si no aplicamos criterios de prudencia en la elevación del salario mínimo podemos estar condenando al colectivo que queremos proteger al destierro más cruel: el planeta de los desempleados sin remedio, adonde creo que van a llegar no pocos Liunitas desterrados desde España en los próximos años.
https://nadaesgratis.es/javier-ferri/otra-mirada-al-salario-minimo
10-El salario mínimo español en el contexto europeo
8 mins - 28 de Junio de 2021, 18:21
Los salarios mínimos en 2021
¿Es alto el salario mínimo español? Ocupa la octava posición entre los 22 países europeos con este instrumento (primera columna de la ilustración 1, comparando salarios mínimos mensuales prorrateados en 12 pagas). Su nivel (950 euros, o 1.108 en 12 pagas) es claramente superior al de otros países del Mediterráneo (Malta, Portugal y Grecia) y, sobre todo, al de los países del este (que van de los 642 euros de Lituania a los 332 euros de Bulgaria).
Sin embargo, se encuentra ligeramente por debajo del de Eslovenia y muy alejado del grupo de los siete países en cabeza, con niveles entre los 2.200 euros y los 1.550 (Luxemburgo, Reino Unido, Irlanda, Holanda, Bélgica, Alemania, Francia). El SMI español también se encontraría por debajo de la media existente en algunos de los países europeos donde no existe un único salario mínimo nacional, sino diferentes suelos salariales negociados por los agentes sociales a nivel sectorial (Austria, Dinamarca, Finlandia, Italia, Suecia), con lo que se situaría en una posición más intermedia entre los países europeos. Aunque es verdad que las diferencias entre los países se suavizan cuando se tienen en cuenta sus diferencias del coste de vida en cada uno de ellos, la posición española relativa en el contexto europeo es la misma.
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España ha sido precisamente uno de únicos cuatro países europeos (junto con Bélgica, Grecia y Estonia) donde no se han mejorado los salarios mínimos en 2021 (segunda columna de la Ilustración 1). El resto de los países europeos sí lo hicieron, aunque con más cautela que en años anteriores como consecuencia de la pandemia: si el aumento medio en 2020 fue del 8,4%, este año ha sido del 3%. Las subidas han sido mayores en algunos países de Europa del este (Letonia, Eslovenia, Polonia, Eslovaquia, Bulgaria y Lituania) y más moderadas, por debajo del 5%, en el resto de los países.
¿Hay margen para seguir aumentando el SMI en España? Seguirá ajustándose en los próximos años para mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores que menos ganan, y la magnitud de estas subidas dependerá de la evolución del conjunto de los salarios, de la inflación o de la recuperación de los niveles de empleo. Pero hay dos factores que sugieren que existe la capacidad de acomodar futuras subidas del SMI. Por un lado, España ha sido tradicionalmente un país donde éste ha afectado a una proporción relativamente pequeña de sus asalariados, porque la negociación colectiva suele fijar suelos salariales superiores en los distintos sectores. Por ejemplo, se estima que la gran subida del SMI en 2019 afectó a menos de un 10% de los asalariados.
Por otro lado, España ocupa una posición intermedia entre los países europeos en un indicador que expresa el nivel del SMI como porcentaje del salario mediano del país (el salario que gana la persona que estaría en el medio de una hipotética fila que ordenara a todos los asalariados según su nivel salarial). El SMI representa en España menos de la mitad (49%) del salario mediano, lejos del más del 60% en Francia (tercera columna de la ilustración 1). Sin embargo, este indicador era tan sólo del 41% en 2018, por lo que la gran subida en 2019 del SMI español ha sido un hecho muy relevante en el panorama europeo, como se verá ahora.
Los salarios mínimos en la última década
¿Cómo han progresado los salarios mínimos en los últimos años? En la mayoría de los países europeos, el SMI ha crecido fuertemente en la última década y su evolución ha sido más positiva que la del salario medio (Ilustración 2), lo que significa que los empleados peor pagados han experimentado un crecimiento salarial más alto que el asalariado promedio. Sólo hay un pequeño grupo de seis países donde el progreso del SMI no ha superado al del salario medio: Alemania, Bélgica, Francia, Irlanda, Luxemburgo y Malta.
España es el país donde más contrasta la evolución del SMI y la del salario medio. Es sabido que la crisis económica de la pasada década tuvo un impacto fuerte y prolongado, lo que se refleja en el estancamiento del nivel del salario medio desde 2009. En cambio, el SMI ha crecido de forma muy destacable a partir del 2016: un 8% en 2017; un 4% en 2018 y un 22% en 2019, un hecho sólo comparable en el ámbito europeo al incremento del 25% que se produjo en Eslovenia en 2011 o a la introducción por primera vez, en 2015, de un SMI en Alemania; y un 5,5% en 2020.
Esto quiere decir que el SMI español ha tenido tres etapas diferenciadas en este siglo: creció un 35% en los años de bonanza, pasando de 537 a 728 euros entre 2004 y 2009 (prorrateados en 12 pagas); se mantuvo prácticamente estable en los peores años para el mercado de trabajo, llegando sólo a 764 euros en 2016; y ha crecido un 45% entre 2016 y 2021, a pesar de haberse mantenido estable en los 1.108 euros en el último año.
¿Qué significa la gran subida del SMI español en el contexto europeo? Si consideramos el aumento de la última década, el mayor progreso sin duda se ha producido en los países del este europeo (en la Ilustración 2, los países están ordenados de mayor a menor crecimiento en el periodo 2009-2021), que son precisamente los que tienen los niveles más bajos. Por otra parte, el crecimiento ha sido mucho más modesto en aquellos países caracterizados por los niveles más elevados (Bélgica, Francia, Alemania, Irlanda, Luxemburgo, Holanda). Esto supone un intenso proceso de convergencia en Europa, pues los países del este han conseguido al menos duplicar el nivel de sus SMI y reducir así las diferencias de las que partían, aunque éstas sigan existiendo. Este proceso de convergencia de los países del este refleja el que se ha producido también en sus niveles salariales, de renta y en sus economías en general.
Los países del Mediterráneo no han sido capaces de conseguir este alto grado de convergencia, pues el SMI no han crecido tanto en España y Portugal y ha incluso caído en Grecia. Sin embargo, las cosas son diferentes para España en el último lustro: la magnitud de la subida del SMI entre 2016 y 2021, aunque inferior a la de algunos países del este (Rumanía, Lituania, Chequia, Bulgaria y Eslovaquia), sitúa a España como líder en Europa occidental. Es ciertamente un cambio de tendencia remarcable y un paso importante hacia la ansiada convergencia con los países más ricos de Europa.
11 -Evolución SMI y Coste Laboral empresa 2017-2024:
Coste laboral empresa
real de 36,3% (de 1.286,7 a 1,752,71 euros 2023)
- Productividad estancada
- Afiliaciones SS: +2,4 millones (1,9 sector privado y 520 mil sector público)
Si hay mucho empleo lo lógico es subir el salario mínimo, si hay paro lo lógico es bajarlo o mantenerlo
Los jóvenes españoles tienen una tasa de paro del 27,9%, la más alta de la Unión Europea
La
subida de salarios No es la causa principal del cierre de empresas,
pero seguramente es la causa de que se contraten a menos jóvenes
12 -Salario publico y contratos publicos- Alberto Palomar
El índice de subida del SMI suma un 18% en los tres últimos años de la vida española. A partir de aquí, hay dos planos perfectamente diferenciados. El primero es, claro está, el de los trabajadores que ciertamente obtienen una mínima compensación en un marco de alta inflación y, por tanto, en una situación de pérdida de capacidad adquisitiva evidente. Los efectos sobre el empleo de esta decisión son, sin duda, uno de los debates más apasionantes de los últimos tiempos.
El segundo es su traducción en la posición de la Administración como empresaria cuando, mediante contratos, decide buscar en el mercado un servicio o un suministro en el mercado. En este caso, cuando el contrato es de proyección plurianual, se entiende que su ejecución es “a riesgo y ventura del contratista” y que, por tanto, existe una presunción de que se conoce la proyección económica de los costes y el empresario los asume con la oferta que presenta. Esta es la ortodoxia en la que se produce la adjudicación y la ejecución de los contratos públicos. La realidad empieza a ser una muy diferente.
Esta situación de imposición de las condiciones, de negociación de las revisiones de precios, de restablecimiento de las condiciones financieras de los contratos y, por tanto, de asunción – frente a beneficios o a pérdidas- de la responsabilidad financiera de los contratos es algo que, aunque justificado en el plano legal, introduce en el ámbito de la provisión de los bienes y servicios a la Administración una problemática que tiene como efecto la reducción de la concurrencia (cada vez le importa a menos empresas la contratación pública que comienza a no ser rentable) y, por ende, de la calidad de los servicios.
Frente a este debate sobre la concurrencia y la calidad, la Administración (y lo acabamos de ver) aduce, como hemos indicado, el principio de riesgo y ventura y, por tanto, imputa los costes del crecimiento de los salarios a la empresa que debió de pensar y de prever que la Administración produciría un incremento salarial (adicional al tema de la inflación y de las materias primas) del 18% en tres años. Podemos discutir cuantos empresarios ordenados y previsores vieron o tuvieron la más mínima intuición sobre una subida de este orden, pero es cierto que si extraemos una secuencia histórica de muchos años llegaremos a la conclusión de que la previsión de un incremento así se acerca a la mera elucubración sin precedentes conocidos.
Sin embargo, las Administraciones insisten en la aplicación unilateral de las previsiones, en acudir al riesgo y ventura y en abocar a los contratistas a difíciles situaciones económicas que, finalmente, redundan en la calidad y la cantidad de los servicios prestados.
El incremento acordado y no trasmitido a la ecuación económica financiera de los contratos sí se traslada a la negociación colectiva y, por tanto, a los costes reales de la actividad que se 'vende' a la Administración. En el caso de los contratos de servicios la situación es ciertamente patológica y, se quiera o no, está afectando a la calidad de los servicios.
La contratación administrativa hecha en estos términos de insensibilidad a la ecuación económica contractual no es una gestión eficiente –como pretende indicarse- sino el traslado de la responsabilidad a terceros en la gestión de los propios servicios. Esta situación no conviene a nadie. Los contratistas se retraen, la concurrencia se empequeñece, la subsistencia del contrato resulta inviable, incluso, más que pagar las consecuencias del abandono del contrato. Y todo porque negar la transferencia de los incrementos de costes a los contratos públicos es una medida unilateral que, realmente, y, en términos vulgares, se convierte en “pan para hoy y hambre para mañana”.
A veces podemos llegar a no tener conciencia clara de qué finalidad cubre necesidades reales y que la pérdida de interés económico del contratista es un tema que no solo afecta a la posición del contratista sino, también, y sobre todo, de la Administración que recibe un servicio que, probablemente, no es el que espera.
La contratación pública tiene que abrir una reflexión interna evidente: los contratistas están para prestar servicios, pero no para financiar un sistema de prestaciones a precios que no son de mercado y que, además, están o se desvían con motivo de decisiones de la propia Administración, como la actualización del SMI. Esto habría que pensarlo porque sostenible no es y la imposición de los criterios unilaterales clásicos no va a soportar el sistema por mucho tiempo.
https://www.lainformacion.com/opinion/alberto-palomar-olmeda/salario-minimo-y-contratos-publicos/2897355/Al margen de las críticas, el escalamiento del SMI favorecerá en especial a algunos colectivos sociales. Lujan incluye “al sector del campo, empleadas del hogar, gente del sector servicios, trabajadores vinculados a contratas de la administración pública”. Para Vicente, el alza del 5% repercutirá, sobre todo, en “ aquellos que no tienen un convenio colectivo de referencia, los jóvenes y las mujeres que trabajan en sectores más desregulados o poco organizados con salarios bajos en algunas categorías”. “El acuerdo afectará de forma importante a en torno a un millón de mujeres y contribuirá a reducir la brecha salarial de género”, cierra. Su sindicato, CCOO, calcula que el 12,7% de las mujeres a jornada completa se han beneficiado del SMI y el 20,5% de la población joven hasta los 24 años. La incidencia relativa ha sido superior a la media entre los asalariados temporales (15,4%) y en agricultura (33%), otros servicios (28%) y comercio y hostelería (14,7%).
- https://www.infolibre.es/economia/apocalipsis-economico-produce-vez-patronal-cuestiona-subida-smi_1_1686699.html
- https://elpais.com/economia/2024-01-15/espana-a-dos-velocidades-solo-ocho-comunidades-habian-recuperado-en-2022-el-pib-precovid.html?ssm=TW_CC
- https://link.springer.com/epdf/10.1007/s11149-023-09466-x?sharing_token=Ft71ymYt5sZ7rpBrEeXGAfe4RwlQNchNByi7wbcMAY65nrTA8pEnyXkfs4K-_ALwdOeyHpdTHIjSw5rcMugoXHwV8BrkKSTAyzlHbfhDYPQN2vFbxAXjuBT1codkOaH2GFgKPF1gkBeWzfTxG5Z_sw8q_daukCD2yyJ1DYerJcM=
El reto de evaluar las politicas industriales
https://www.econpol.eu/publications/policy_report_44/rethinking-geoeconomics?
https://www.nice.org.uk/process/pmg36/chapter/economic-evaluation
https://nadaesgratis.es/luis_corchon/economia-y-medicinaEn los siguientes enlaces hay artículos a favor y en contra, ventajas e inconvenientes
Teoria economica
https://articulosclaves.blogspot.com/2020/03/la-subida-del-smi-y-el-empleo-juan-j.html
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https://direct.mit.edu/rest/article-abstract/102/2/339/96749/Do-Lower-Minimum-Wages-for-Young-Workers-Raise?redirectedFrom=fulltext
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https://nadaesgratis.es/juan-luis-jimenez/evaluaciones-recientes-de-los-efectos-del-salario-minimo-interprofesional
https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0939362520301679
https://www.institutostrom.org/2022/11/14/informe-el-impacto-de-la-subida-del-salario-minimo-interprofesional-en-la-desigualdad-y-el-empleo/
https://wol.iza.org/articles/effects-of-minimum-wages-on-youth-employment-and-income/lang/es
Comparativas otros paises
https://articulosclaves.blogspot.com/2016/12/el-salario-minimo-en-espana-empieza.html
https://articulosclaves.blogspot.com/2018/10/el-salario-minimo-en-alemania-es-deojo.html
Debates
https://articulosclaves.blogspot.com/2018/10/salario-minimo-mas-datos-para-el-debate.html
https://articulosclaves.blogspot.com/2020/01/salario-minimo-de-800-900-de-900-950.html
https://articulosclaves.blogspot.com/2019/07/el-salario-minimo-y-la-ideologia-samuel.html
https://articulosclaves.blogspot.com/2018/10/salario-minimo-mas-datos-para-el-debate.html
https://articulosclaves.blogspot.com/2020/01/garzonsi-no-puedes-pagar-un-sueldo.html
https://articulosclaves.blogspot.com/2022/09/salario-minimo-o-maximo.html
https://articulosclaves.blogspot.com/2023/02/subida-salario-minimo-necesario-si-es.html
https://articulosclaves.blogspot.com/2020/12/efectos-del-salario-minimo.html
https://articulosclaves.blogspot.com/2021/06/espana-deja-atras-sus-jovenes.html
https://articulosclaves.blogspot.com/2021/06/una-subida-del-salario-minimo-tiene-un.html
https://articulosclaves.blogspot.com/2021/09/subida-del-salario-el-debate-continua.html
https://articulosclaves.blogspot.com/2021/09/paises-sin-salario-minimo-muy-exitosos.html
https://articulosclaves.blogspot.com/2021/10/si-la-subida-del-smi-no-afecta-un-pais.html
Consecuencias
https://articulosclaves.blogspot.com/2018/10/los-paises-sin-salario-minimo-tienen.html
https://articulosclaves.blogspot.com/2021/09/slario-minimo-vs-paro-juvenil.html
https://articulosclaves.blogspot.com/2021/12/paro-juvenil-en-espana-un-gravisimo.html
https://articulosclaves.blogspot.com/2022/12/la-subida-del-smi-y-su-impacto-en-el.html
https://articulosclaves.blogspot.com/2022/11/jovenes-sin-futuro-j-ignacio-conde-ruiz.html
Propuestas
https://articulosclaves.blogspot.com/2019/10/la-union-europea-ya-baraja-un-salario.html
https://articulosclaves.blogspot.com/2020/01/bruselas-da-el-primer-paso-hacia-un.html
Realidad economica de España
https://articulosclaves.blogspot.com/2021/09/estructura-economica-espana.html
https://articulosclaves.blogspot.com/2021/09/muy-malos-datos-en-educacion-de-los.html
https://articulosclaves.blogspot.com/2020/05/nuevo-ingreso-minimo-vital-contra-la.html
https://articulosclaves.blogspot.com/2023/01/si-la-producitividad-se-incrementa-es.html
https://articulosclaves.blogspot.com/2023/01/los-efectos-corto-plazo-del-salario.html
Avisos
https://articulosclaves.blogspot.com/2018/10/el-fmi-llama-la-atencion-espana-por-la.html
He repasado todo lo que había leído hasta hoy, y sigo pensando, que depende de la empresa, a unas afectara y a otras no.
El punto clave, es analizar que relación tiene con el paro juvenil, con más o con menos salario, el paro juvenil en España es muy alto.
Mercado de trabajo y jovenes
La juventud atracada - ¿Lo jóvenes de ahora lo tienen más difícil o más fácil que otras generaciones cuando eran jóvenes?; ¿En qué sentido las sucesivas crisis (financiera, covid, Ucrania) dejan cicatrices en las condiciones laborales de los jóvenes? ;¿Por qué España siempre ha tenido una tasa de desempleo (general y juvenil) muy superior a la media europea?; ¿Por qué España tiene un mercado de trabajo más precario que la media europea?; ¿Es la última reforma laboral tan buena como indica la caída en la tasa de temporalidad, que la ha situado prácticamente en la media europea?; ¿Cómo afectara la revolución digital a futuro del empleo? En este capítulo contamos con Samuel Bentolila, Julián Messina y Jorge Fernández Orellana. La juventud atracada es un PODCAST de Fedea dirigido por J. Ignacio Conde-Ruiz y producido por Pedro Artiles.
- https://www.youtube.com/watch?v=7sb7yfI_Uik&list=PLn2dXCZDGEuioTP0K7_OyVSFzMOo4Nqlv&index=3
¿En qué sentido la mala situación fiscal puede perjudicar a los jóvenes?;¿Qué habría que hacer desde el punto de vista tributario?;¿Cómo diseñaríais el nuevo sistema impositivo?. Parece que hay consenso internacional en subir el IVA e impuestos indirectos, ¿Como convenceríais a los jóvenes que esto es una buena idea?, ¿Cono debería ser la fiscalidad de las Empresas Multinacionales?; ¿Qué relación hay entre la Fiscalidad y la Desigualdad de la Riqueza? ¿Creéis que sería necesario rediseñar un nuevo impuesto de sucesiones o las herencias? ¿Cómo lo haríais? España tiene un déficit estructural (i.e. déficit estimado que tendríamos si la economía estuviera a pleno funcionamiento o capacidad) del 4% del PIB, la Deuda Pública en el 110% del PIB, y varios organismos advierten de que la Deuda Pública por el gasto asociado al envejecimiento superara con creces el 200%. La juventud atracada es un PODCAST de Fedea dirigido por J. Ignacio Conde-Ruiz y producido por Pedro Artiles.
- https://www.youtube.com/watch?v=0Ve6g4btvXY&list=PLn2dXCZDGEuioTP0K7_OyVSFzMOo4Nqlv&index=4&t=117s
¿Por qué votan menos los jóvenes? ¿Por qué los jóvenes son irrelevantes para los políticos? ¿Por qué votan menos?
En este capítulo contamos con Vincenzo Galasso, Pablo Simón y Fernando de Lis. Reflexionamos en que medida el envejecimiento de la población afecta a la política. Este cambio demográfico ha provocado que, en los ochenta, en el censo electoral uno de cada seis votantes fuera mayor de sesenta y cinco, mientras que ahora es uno de cada cuatro votantes. La pérdida de peso electoral de los jóvenes ha llevado a los políticos a pensar solo en el aquí y ahora. Se ha perdido el enfoque a largo plazo, pues se necesita tener en cuenta a las futuras generaciones para afrontar los grandes retos globales.
- https://www.youtube.com/watch?v=V4bqOTvUYjw&list=PLn2dXCZDGEuioTP0K7_OyVSFzMOo4Nqlv&index=1
- https://www.youtube.com/watch?v=7sb7yfI_Uik&list=PLn2dXCZDGEuioTP0K7_OyVSFzMOo4Nqlv&index=2
Los politicos no han estudiado bien las causas del paro juvenil , deben revisarse las causas porque las medidas adoptadas hasta la fecha no han servido.
Nada es gratis
Las rentas entre 23.000 y 32.500 euros pagarán hasta 1.000 euros más de IRPF
Esto indica que la subida del SMI lo acaban pagando la clase media con mas impuestos
Ademas del tema de las pensiones
https://articulosclaves.blogspot.com/2024/02/pensiones-y-reglas-fiscales-europeas.html
Soluciones
La mejor forma para aumentar los salarios en España es mejorar el mercado laboral, haciendo la oferta y la demanda más compatible.
Por ello, debemos fortalecer las políticas activas de empleo y los modelos duales de formación.
También debemos atajar reformas estructurales en el ámbito educativo que permitan una mejor inserción en el mercado laboral.
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https://forosenar.blogspot.com/2024/01/como-impulsar-la-formacion-profesional.html
https://articulosclaves.blogspot.com/2018/10/que-pasaria-si-cada-uno-de-los-306.html
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