Enseñanzas obtenidas -Adolfo Castilla

Enseñanzas obtenidas (I)

Los últimos posts han estado dedicados a revisar la situación de pobreza y desigualdad en los países desarrollados, fundamentalmente USA, en la primera mitad del siglo XX. La Gran Depresión del 29 fue un episodio clave para el tema del Bien Común y su deterioro que tratamos en este blog. Las dos grandes guerras también, las cuales, curiosamente, fueron terribles para la población, pero impulsaron las economías de los países beligerantes, especialmente las de los supuestamente ganadores de las dos contiendas. El presente post y el que lo sigue están dedicados a revisar las enseñanzas obtenidas.
(Imagen de arriba tomada de Contrapunto, el blog de Juan Francisco Martín Seco en República: http://acercatealassociales.blogspot.com/2013/06/la-pobreza-en-espana.html)
La pobreza permanente
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(Imagen tomada del blog Acércate a las sociales: http://acercatealassociales.blogspot.com/2013/06/la-pobreza-en-espana.html)
Como enseñanzas para nuestro trabajo sobre el bien común, hay varios aspectos de la revisión hecha de la primera mitad del siglo XX y de la Gran Depresión, que vale la pena destacar.
1.- Permanencia de la pobreza. En primer lugar, resulta sorprendente que el desempleo, la pobreza, la desigualdad y el sufrimiento de porcentajes importantes de las poblaciones de todos los países, incluidos los más desarrollados, sean fenómenos permanentes en nuestras sociedades. Incluso en las mejores etapas de crecimiento y orden hay personas y familias que lo pasan muy mal.
Aparte de los delincuentes, los que están en prisión, o los que viven de actividades ilícitas e indignas, hay siempre un porcentaje de pobreza severa (hoy en día en la población española del orden de un 6 %)  y una proporción bastante mayor de gente que vive mal.  Gente, como hoy se dice, que no llega con sus ingresos a mediados de mes, con todo lo que eso supone para una familia.

La pobreza necesita análisis

En mi opinión tendríamos que introducir más precisión en el estudio de la pobreza y añadir un grupo de algo así como “pobreza circunstancial e inevitable” sobre el que habría que actuar con medidas especiales.
Este grupo de pobres, reconozco que poco definido e incluso poco definible, es el que especialmente podría considerarse como una externalidad negativa de las crisis o del propio crecimiento, artificial o desequilibrado, ocurrido con frecuencia en nuestro mundo.  
Es, quizás, lo que en otras épocas se conocía como “pobreza vergonzante”. La pobreza imprevista de los que no han sido siempre pobres y cuando lo son no tienen a quien acudir

Problemas y conflictos

Llevando el tema a nuestros días, y han pasado ya casi cien años desde los procesos de crisis comentados, la pobreza está hoy entre nosotros con fuerza. Los desahucios mostrados a diario en la televisión, tanto de alquiler como de  viviendas en propiedad, son ejemplos de ello. Similarmente a los suicidios por estas y otras circunstancias que vemos con frecuencia.
Los asesinatos, conflictividad, familias destruidas y otros casos tristes de los que somos testigos a diario están con mucha frecuencia ligados a las necesidades económicas.
Como ha dicho en los días en que esto se escribe un responsable de temas de desahucio: “lo que vemos en TVE es una mínima parte de lo que ocurre, hay multitud de familias que aceptan a diario el desahucio y abandonan su domicilios en silencio sin saber adonde ir”.

Ignorancia

Son sucesos poco conocidos todos y que, de hecho, se quieren ignorar. Además de la Aporofobia (rechazo de la pobreza) a la que se han referido Adela Cortina (Nacida en 1947) y Jesús Conill (Nacido en 1952), como ya hemos comentado en posts anteriores,  existe también una ignorancia de los pobres.
Es decir, no es solo que haya gente que odie a los pobres y los rechace, sino que los ignoran porque creen que no existen. Desprecian e ignoran las estadísticas sobre el tema, a las que además critican, porque consideran que un país desarrollado es un país en que tales cosas no se dan o están resueltas por nuestros sistemas de bienestar.

Diagnósticos sesgados

2.- Explicaciones ideológicas. Por supuesto que en estas cuestiones existen explicaciones interesadas de unas ideologías y de otras. De un lado y de otro todos están de acuerdo en que lo que ocurre se debe a la mala actuación de los demás y a las políticas erróneas de determinados gobiernos. 
Son increíbles las explicaciones económicas a posteriori que hemos analizado sobre la Gran Depresión, sobre todo porque ninguna se refiere a los problemas en sí de la población, salvo por lo que tiene que ver con el desempleo. Con frecuencia son maneras de ver las cosas ideológicas y relativas a que se deberían de haber hecho de manera diferente. 

Irresponsabilidad

Nadie se preocupa por los que sufren las consecuencias, tanto de las crisis, como de las etapas de bajo crecimiento e, incluso, de las buenas etapas económicas, en las que la desigualdad crece y la pobreza permanece.
En debates sobre estas cuestiones y al tratar los grandes problemas económicos y sociales de la Gran Depresión, ha habido algunos participantes que inmediatamente se refieren a la mala actuación de la FED y al intervencionismo del Gobierno Federal. Y la verdad es que no es esa la cuestión básica. Para los que pasaron hambre y necesidades múltiples en aquellos años, fueron expulsados de sus tierras, tuvieron que emigrar y para los familiares de los que murieron, no son esas las cuestiones importantes.
A los que sufren de verdad no es la teoría económica lo que les interesa, ni tampoco el liberalismo o el intervencionismo.

Dedicamos este nuevo post a continuar presentando el resumen de enseñanzas deducidas de la reflexión sobre la pobreza y la desigualdad en la primera parte del siglo XX realizada a lo largo de diversos posts anteriores.
Nos detenemos en temas a los que no llamamos novedosos porque no hay nada nuevo bajo el Sol, pero que nos han parecido destacables.  Son, entre otros: el hecho de que el crecimiento económico no siempre  corrige la pobreza y la desigualdad y a veces la crea y aumenta; los  posibles daños colaterales del capitalismo, no solo medio-ambientales sino en términos de pobreza y sufrimiento de la población; las incompatibilidades entre cuestiones básicas que se dan en nuestro mundo; las carencias de la teoría económica; y las inexactitudes  de  la  ciencia económica.
(Imagen de arriba tomada del artículo “Daños colaterales del salario mínimo” de La Vanguardia Economía: https://www.lavanguardia.com/economia/20181104/452714041445/danos-colaterales-salario-minimo-interprofesional-900-euros.html)
(Continuación directa del post anterior)

El falso poder de la Economía

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(Portada del libro de Z. Bauman)
3.- La economía y el crecimiento resuelven todo. Lo ocurrido en la primera mitad del siglo XX es muy parecido a lo ocurrido en otras épocas. Sencillamente nos creemos que el bien común está más o menos garantizado en los países desarrollados por la dinámica misma del crecimiento y desarrollo, por las medidas relacionadas con la sociedad del bienestar que hemos adoptado y por las instituciones filantrópicas, de ayuda y de caridad existentes en nuestras sociedades.
La realidad es que no es así. El sufrimiento evitable de la gente se produce con liberalismo, con intervencionismo, con democracia, con dictadura y con todo tipo de organizaciones económicas y filosofías políticas.
El poco interés de los economistas por los problemas de la gente es otra enseñanza adquirida de la labor realizada. Los economistas han sido históricamente presuntuosos y han considerado el crecimiento económico como suficiente para todo. Para la organización de nuestras sociedades y para la consecución del bien común.
Todo para ellos tiene que ver  con los precios, la inflación, el equilibrio, el crecimiento y las políticas monetarias o fiscales de los gobiernos. No existe una teoría económica de la pobreza y de la desigualdad, por más que en los  últimos años estemos viviendo un despertar del interés, sobre todo por el segundo tema. Se ha producido de la mano de los trabajos de Thomas Piketty (Nacido en 1971), Angus_Deaton(Nacido en 1945), James K. Galbraith (Nacido en 1952), Branko MIlanovic (Nacido en 1953), Joseph Stiglitz (Nacido en 1943), Amartya Sen (Nacido en 1933), Jeffrey Sachs (Nacido en 1954), y el mismo Zygmunt Bauman (1925-2017). El último, formulador de una hipótesis, descubierta por nosotros independientemente, sobre la que hablaremos más adelante.

Daños colaterales

4.- No existencia de una teoría económica de la pobreza. Nadie, entre los estudiosos, presta atención en términos de teoría económica a la pobreza. Sencillamente no hay teoría económica sobre ella. Entre otras cosas porque los economistas, como hemos dicho anteriormente, creen que es algo solucionable con el crecimiento y el desarrollo. Para muchos es una consecuencia de la buena marcha de una economía, algo fácil de arreglar.
5.- La pobreza y la desigualdad como daños colaterales. Aunque la revisión histórica sobre el Bien Común que hemos hecho en este blog, no confirma la hipótesis del punto anterior. Más bien, y a esto se ha referido Zygmunt Bauman en su libro, DAÑOS COLATERALES Desigualdades sociales en la era global, la pobreza es un daño colateral del crecimiento y del desarrollo, o usando términos algo más económicos, una externalidad negativa de la riqueza de muchos.
De los mencionados anteriormente son Amartya Sen y Jeffrey Sachs los que más directamente han tratado el tema de la pobreza. El primero desde sus primeros trabajos como economista en la Universidad de Cambridge y el segundo desde siempre también a partir de su doctorado en 1980, pero muy especialmente desde que fue nombrado Director del “Proyecto del Milenio de las Naciones Unidas” en el año 2000.
En 2005 publicó, The End of Poverty: Economic Possibilities for Our Time,  un libro cuyas tesis han sido ampliamente criticadas desde diversos puntos de vista y diversas ideologías. Se refiere, por supuesto, a la pobreza en el mundo y su enfoque es sobre la pobreza de los países menos desarrollados. Apuesta por la ayuda masiva de los países más ricos a los países más pobres y también por medidas de corte neoliberal.

Contradicciones  

6.- Incompatibilidades. Por no hablar de las incompatibilidades, contradicciones o antinomias si se quisiera utilizar un término procedente de la lógica y de la filosofía, tan frecuentes en nuestras economías y en nuestras sociedades. Hemos tomado en posts anteriores como modelo de incompatibilidad, básica o prototípica, la de la “eficiencia versus igualdad”, pero hay muchas más. Hay fórmulas de resolver algunas de ellas pero pensando en el corto plazo en la mayoría de las economías, por lo menos actualmente, se podrían mencionar otras como: “gasto público versus déficit y endeudamiento”, “productividad versus empleo”, “economía financiera versus crecimiento”, “afán de riqueza fácil versus equilibrio y estabilidad”, “especulación monetaria versus pobreza”.
Hubo un economista muy destacado que mostró su interés por estos temas, pero desgraciadamente murió relativamente joven. Se trata de Arthur Okun (1928 – 1980), autor de la ley que lleva su nombre y creador del Índice de Miseria. Fue un estudioso del desempleo y el crecimiento del PIB y diagnosticó que en determinadas circunstancias un  aumento del 1% del primero puede llevar consigo un decrecimiento del 2% del segundo, medido en PIB potencial.
En cuanto al Índice de Miseria, muy utilizado hace años y que todavía se analiza y se tiene en cuenta, se deduce de la suma simple de la tasa de inflación y la de desempleo. Nuestro país, de acuerdo con el último ranking de países realizado por Bloomberg, es la octava peor economía del mundo según este índice. Solo tiene siete economías peor que ella: 1.- Venezuela; 2.- Sudáfrica;  3.- Argentina; 4.- Egipto; 5.- Turquía; 6.- Grecia; 7.- Ucrania.

Errores de la teoría económica

7.- Inexactitudes de la teoría económica.  Se podría hablar por último, y como un ejemplo de aspectos muy específicos, de las inexactitudes de la teoría económica al utilizar valores promedio de variables con frecuencia muy poco robustas. El caso de la masa monetaria es uno de esos casos. La famosa ecuación “ecuación de intercambio” formulada por Irving Fisher (1867-1947):
 M x V = P x Q (M= masa monetaria; V= velocidad de movimiento del dinero; P= precios; Q= productos vendidos o producción), es en mi opinión una ecuación de poca utilidad desde hace mucho tiempo.
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https://economiayfuturo.es/ensenanzas-obtenidas-y-ii/

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