La salida de la crisis: cómo y cuándo .J.F.Villaverde


Jesús Fernández – Villaverde
Catedrático de Economía en la Universidad de Pensilvania desde 2007 y miembro de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA), del Nacional Bureau of Economic Research (NBER), del «grupo de los cien» y del consejo editorial de varias e importantes publicaciones nacionales e internacionales. Es Licenciado en Derecho y en Ciencias Económicas y Empresariales por ICADE (E-3, promoción de 1996) y Doctor en Economía por la Universidad de Minnesota (EE. UU.).


Muchísimas gracias por haberme invitado; es un placer estar aquí con alguno de mis antiguos profesores y compañeros.
Yo terminé E-3 en julio de 1996 y cuatro semanas después cogí un avión y me fui a Minnesota. Llevo en EE.UU. desde entonces. Soy de la generación de internet, lo que quiere decir que quiere decir que todas las mañanas, cuando te levantas, lees el periódico y escuchas la radio española, lo que te hace seguir vinculado con España. En los dos últimos años, muy preocupado por la situación actual, intento contribuir un poquito en la discusión intelectual sobre la situación en España.


Una de las vinculaciones que tengo con España es que soy Director de Cátedra de FEDEA (Fundación de Estudios de Economía Aplicada), creada por Luis Ángel Rojo hace 25 años. Lo que intentamos hacer en FEDEA es un análisis objetivo, lo menos partidista posible, sobre la situación económica. En concreto, una de las cosas que yo hago para FEDEA es elaborar un índice sobre la evolución de la situación económica. Cogemos muchísimas series económicas distintas, utilizamos métodos estadísticos modernos y extraemos un índice de cómo está la economía española. La manera de interpretar este índice es muy sencilla: Cero quiere decir que la economía española está en su media histórica, que más o menos equivale a crecer el 2%-2,5% al año. El valor del índice equivale a desviaciones estándar, es decir, cómo de lejos estamos de la media histórica. La manera de entender este gráfico es que -1 quiere decir que estamos una desviación estándar por debajo de la media; -2 significa dos desviaciones estándar por debajo de la media, etc.

Gráfico 1: índice FEDEA sobre la evolución de la situación económica en España

El gráfico 1 representa la evolución del índice desde 2008. Lo que se ve aquí es que la economía española desde 2008 entró en una crisis muy profunda, que tocó fondo hacia abril de 2009, y luego tuvo una recuperación desde abril de 2009 a abril de 2010, que básicamente vino dada por un fuerte incremento del gasto público. Luego hemos tenido una caída más lenta que la que tuvimos durante el periodo 2008-2009, pero (lo que es más preocupante) que parece que no ha tocado fondo todavía. Estos datos que presento están actualizados a agosto de 2012. En estos momentos estamos en una desviación estándar de 1,5% por debajo de la media, que corresponde, más o menos, a un crecimiento de -2% anual. La economía española está en una situación muy mala y sufrimos esta situación desde enero de 2008; es decir, llevamos ya cuatro años y no hay ninguna evidencia de que esto empiece a subir.
Uno podría tener la sensación de que simplemente estamos pasando por una crisis coyuntural: “Nos dedicamos a construir casas en medio del desierto, nos dedicamos a pedir créditos como locos y una vez que logremos resolver estos problemas las cosas cambiarán”. No. Hay algo mucho más profundo.
En el gráfico 2 reflejo el nivel de renta per capita de los distintos países. Los años van desde 1820 hasta hoy día. España crece muy poco durante el siglo XIX. Tenemos los años 30 con una guerra civil y una posguerra muy, muy dura, pero a partir del comienzo de los 50 y, en especial, a partir del Plan de Estabilización de 1959, España crece muy deprisa y cierra la enorme distancia que teníamos con EE.UU.


Piensen Uds. en el caso de España en 1959. Éramos un país atrasado, con una dictadura y, en cierto sentido, lo único que teníamos que hacer era copiar un poquito las instituciones y la tecnología de otros países. Y veníamos de tan atrás que era muy fácil crecer muy deprisa. Eso es lo mismo que cuando uno no sabe nada de la Historia de Polonia, por poner un caso totalmente aleatorio, y llega a una clase de Hª de Polonia. Las dos primeras semanas uno aprende muchísimo, es muy fácil aprender. El problema surge cuando uno está mucho más cerca del límite. Y eso es lo que nos pasó en España. España a finales de los años 90 había llegado a una situación en la cual este proceso histórico de convergencia con los EE.UU. se había agotado. Nos habíamos abierto al exterior, nos habíamos incorporado a la Unión Europea, habíamos mejorado mucho nuestras instituciones, pero esto se había agotado. El problema que tuvo España fue que, en vez de sentarnos a intentar establecer las bases del crecimiento económico para las siguientes décadas, tuvimos la gran burbuja
El problema de la burbuja no fue que nos dedicásemos a construir casas en la mitad de Teruel, sino el que nos olvidáramos de que España había llegado al límite de sus instituciones y de su modelo de crecimiento económico y de que era necesario cambiar España de una manera muy profunda. Pero era muy difícil en el 2002/2003 ir al público, al electorado, o a los políticos y decirles: “tenemos que sentar las bases de nuestro crecimiento en el largo plazo”. Con lo cual ahora nos encontramos en una situación en la que tenemos que hacer: primero salir de la crisis coyuntural y, segundo, intentar sentar
las bases del crecimiento a medio plazo. Y esto, además, en una situación en la que el mundo ha cambiado de manera muy profunda. Lo que ha cambiado en el mundo es China, de repente tenemos 1.300 millones de personas que se han incorporado a la economía mundial, y también India de una manera más limitada. Y esto está haciendo que por completo el mundo esté cambiando. Y está cambiando a una velocidad y de una manera tan profunda que es muy difícil no intentar sentarse y decir: ¿qué va a hacer España en este mundo que va a cambiar de una manera tan radical

¿Cómo estamos nosotros en esta situación de crisis coyuntural, pero también de agotamiento de nuestro modelo productivo en el largo plazo?
Algunas ventajas tenemos:
Somos un país donde hay una democracia que, más o menos, funciona.
Estamos integrados en la comunidad internacional, lo cual para la gente de mi generación es muy obvio, pero no lo era para la España de los años 50.
Somos un país que todavía es relativamente próspero. Es verdad que tenemos un 25% de desempleo, que estamos en una crisis, pero no es un país en el que la gente se muera de hambre en la calle y tenemos ciertas empresas punteras a nivel internacional (esto es algo a lo que voy a volver más tarde). Uno camina por EE.UU. y ve el BBVA y el Banco de Santander y en China no hay nada que les guste más a los chinos que Zara; lo primero que preguntan los chinos al salir de Barajas cuando llegan a España es por Zara. Es decir, que somos capaces de hacer las cosas bien.
A la vez, tenemos problemas:
Somos un país con muy poca capacidad de influencia, porque somos un país pequeño, con 44 millones de habitantes, frente a los 1.300 millones de China o, incluso, con los 310 millones de EE.UU. Esto es particularmente importante en este momento porque España requiere, nos guste o no, de la ayuda internacional. Dependemos de la buena voluntad de nuestros socios europeos.
Somos un país que tiene problemas muy serios y parece que todavía no nos hemos convencido de que tenemos que afrontarlos.
Esta es una lista no exhaustiva, pero sí bastante completa, de los problemas que tenemos.
1. Tenemos una estructura institucional que no funciona. Es un poco fuerte decirlo y quizás me hace ser un poco radical (algo que no va con mi personalidad, pues soy una persona muy conservadora, en el sentido tradicional del término, siempre un poco reacia a los cambios y a la idea de no seguir la tradición), pero creo que realmente en estos momentos estamos en una situación en la que hay que cambiar nuestra estructura institucional.
2. Tenemos un creciente dualismo de nuestra estructura económica. Era a lo que me refería antes con Zara: tenemos unas grandes empresas punteras, pero tenemos muchísimas empresas de baja productividad.
3. Tenemos un agudo envejecimiento demográfico, que es extraordinariamente grave (volveré a esto más adelante).
4. Tenemos un fortísimo problema de endeudamiento privado.

5. Tenemos un altísimo déficit público, alrededor del 5% estructural. Este año cerraremos alrededor del 8%, pero estamos en medio de una recesión.
6. Tenemos lo que voy a llamar “una generación perdida”: 750.000 españoles que ni estudian ni trabajan ni hacen nada con su vida, excepto ver la televisión.
7. Y (personalmente creo que es lo más grave) un alto segmento de la población no ha interiorizado lo grave de nuestra situación y seguimos sin tener un gran consenso nacional acerca del profundo conjunto de reformas que necesitamos para solucionar los problemas de España.
Voy a entrar en discusión de cada uno de estos temas en un poco más de detalle.
1. La estructura institucional.
Si hay algo que me ha enfadado, en un sentido profundo de la palabra, durante los últimos cuatro años es que creo que hay un abismal problema de falta de liderazgo en España. Hemos tenido dos Gobiernos, uno de un lado y otro del otro, que no han sabido afrontar los problemas, que se les han dicho las cosas una y otra vez y siempre se han pospuesto para el día siguiente. Las culpas son exactamente iguales para un lado y para el otro. Y no solo es un
problema de falta de acción; es un problema mucho más profundo, conceptual, de no entender realmente los problemas en los que estamos inmersos y de creer que con paños calientes esto se soluciona. Y no es una casualidad que nos hayan tocado los Presidentes de Gobierno que hemos tenido. Es una consecuencia del proceso de selección de las élites políticas y sociales que es horrendo, que hay que cambiar. Es un proceso de selección en el cual tenemos unos partidos políticos muy cerrados, en los que lo que importa es la lealtad a los jefes y no el haber demostrado en algún momento una capacidad intelectual o
profesional. Tenemos una Alta Administración del Estado (y lo siento por aquellos de ustedes que sean funcionarios) que tiene un sistema de selección de personas que no es el que España necesita en el 2012. Y tenemos una estructura en la vida social y económica que ha sido capturada por los partidos políticos y que ha destrozado por completo nuestra capacidad de reaccionar ante nuestros problemas.
En la página siguiente pueden ver uds. la página web del Ayuntamiento de Majadahonda. Yo no vivo en Majadahonda, no he vivido nunca en Majadahonda ni tengo nada que ver con Majadahonda. ¿Por qué he cogido Majadahonda? Majadahonda tiene 60.000 habitantes y es una ciudad en las afueras de Madrid de clase media-alta profesional. Resulta que yo vivo en Lower Merion, que es una ciudad también de 60.000 habitantes, de clase media-alta profesional, en las afueras de Filadelfia. Lo que estoy intentando decir aquí es que Majadahonda y Lower Merion son ciudades con características sociológicas semejantes; estoy comparando naranjas con naranjas. Por ello estás dos ciudades deberían, más o menos, funcionar igual.
¿Qué es lo que ve uno en el ayuntamiento de Majadahonda? Lo primero que uno ve es la foto de su Alcalde, a su mayor gloria. ¿Cuáles son las noticias que el ayuntamiento de Majadahonda considera que son importantes? Que el Alcalde De Foxá felicita a los ganadores de las becas de la Universidad Francisco de Vitoria; que el Alcalde de Foxá ha ido a abrir el rastrillo de no sé qué en Madrid…


Arriba tienen ustedes la página web de Lower Merion, de mi ciudad. Aquí no ven ustedes al Alcalde por ningún sitio. Lo que ven en la foto de la parte central es la inauguración de la nueva biblioteca municipal y el señor con corbata que hay en la foto es su Director, no el Alcalde. Si ven a las noticias, dicen que van a fumigar para los mosquitos.
Esto es así porque nosotros no tenemos Alcalde. Tenemos un City Manager. En EE.UU. las ciudades como Lower Merion han dicho: “Esto es un poco como una Comunidad de Vecinos. A mí qué me importa que mi Ayuntamiento esté a favor o en contra de la negociación con ETA; a mí que me importa que mi Ayuntamiento esté a favor o en contra de la legalización del aborto o de la ampliación de la U.E. Lo que yo quiero es un tipo que sepa manejar los problemas de mi ciudad”. En Lower Merion tenemos un señor que estudió Administración de Empresas, que luego hizo un Master en Administración Pública y que lleva toda su vida trabajando en administración pública. Y ni sé ni me importa su afiliación política. Es un extraordinario Director y el
Ayuntamiento de Lower Merion funciona absolutamente como la seda. Eso sí, le pagamos 275.000 dólares. Y se los merece.
La situación en la que estamos en España es absurda, porque básicamente los españoles elegimos un alcalde politizado. Como es un alcalde politizado, que nunca ha hecho nada en la vida profesional o privada, nos parece mal pagarle, con lo que su sueldo es 50.000 €… y el tipo tiene una tentación muy grande de hacer corrupción. Y una vez que es corrupto, de manera directa o indirecta, nos enfadamos mucho con él. No, esto hay que romperlo, hay que tener un sistema distinto de selección de élites.
Vayamos de nuevo a internet. Uno quiere saber acerca del ayuntamiento de Majadahonda, p.ej., cuánta gente hay designada a dedo en el ayuntamiento, cuánto se gasta el ayuntamiento en cargos de libre designación. ¡Buena suerte! En la web del ayuntamiento se encontrará que toda la información económica del ayuntamiento tiene un gran total de 7 páginas. Si se las bajan, verán que, además del total de ingresos, total gastos, total gastos de personal y total gastos en jardines, no tiene ninguna información. Es imposible saber nada de lo que se gasta el Ayuntamiento de Majadahonda. Imagino que, si fuera concejal o si tuviera interés, podría intentarlo averiguar, pero me va a ser muy difícil.
En la página web de Lower Merion hay 340 páginas con un informe detallado de lo que se gasta el ayuntamiento en todas y cada una de las cosas. Pueden encontrar hasta lo que se gastaron el año pasado en conexión con internet.
Hablaba de selección de altos cargos del Estado. Sobre esto hemos escrito bastante en los últimos meses en “Nada es gratis”, el blog que tenemos en FEDEA. En España seguimos con un sistema de oposiciones en el que se favorece más que nada la capacidad de prepararse unos temas y de exponerlos, pero en donde no se mide la flexibilidad de una persona, su capacidad de dirección, su capacidad de ser un funcionario que realmente va a cumplir con sus labores y, lo que es más importante, es un sistema que dificulta de manera tremenda el movimiento de gente entre el sector público y el sector privado, en el mejor sentido de la palabra: no es que gente del sector público, después de llevar muchos años en el sector público, se cambie al sector privado; es que alguien que lleve diez años en el sector privado encuentre que en un determinado momento le apetece trabajar para el sector público.
En Inglaterra, que es uno de los países que tiene la selección de funcionarios que más me gusta en el mundo, tienen, p. ej., lo que se llama “Civil Service First Stream”, que es con lo que se selecciona a los altos miembros del funcionariado británico. ¿Se les hace aprender 250 temas en una oposición? No. Se les sienta en una habitación, se les dan correos electrónicos y se mide la capacidad que tienen de procesar esos correos electrónicos, de presentar la información de manera adecuada y de proponer soluciones a los problemas ficticios que tienen esos casos. Es un poco como cuando se estudia Derecho: en España sigue habiendo mucho la tradición de “bola y tema”; en cambio, en EE.UU. los exámenes de Derecho son siempre un caso práctico. Es un poco la misma idea: mirar la capacidad de la gente de comportarse en la realidad, no la capacidad de la gente de memorizarse un tema.
La señora de la foto es Mary L. Schapiro es la actual Chairman de la Securities and Exchange Commission, el equivalente a nuestra Comisión Nacional del Mercado de Valores. ¿Qué hizo esta señora? Estudió Derecho en Georgetown; de 1980 a 1988 fue abogada en temas de mercado de valores; en 1988 fue nombrada, por Ronald Reagan, comisaria de la CNMV americana; fue confirmada por G. Bush padre y de 1994 a 1996 fue Chairman de la Commodity Futures Trading Commission; de 1996 a 2009 fue miembro de la National Association of Securities Dealers; en 2009 ha sido nombrada Presidente de la Securities and Exchange
Commission. Es una persona que lleva desde 1980 dedicándose a la regulación del Mercado de Valores, que tiene 29 años de experiencia en el sector, que ha sido nombrada para distintos cargo por R. Reagan (republicano), G. Bush (republicano), B. Clinton (demócrata), G. Bush, hijo,(republicano) y B. Obama (demócrata).
Ayer miré la noticia del nombramiento de Elvira Rodríguez. Cuando uno pone el nombre de Elvira Rodríguez en Google Images, el hecho de que la primera imagen salga con un fondo del PP creo que ya lo dice todo. Licenciada en CC Económicas por la Universidad Complutense de Madrid y Auditora del Estado, lo cual es un cargo importante, pero no está relacionado directamente con el Mercado de Valores; ha sido Directora General de Presupuestos en 1996, Secretaria de Estado de Presupuestos y Gastos, Ministra de Medio Ambiente, Consejera
de Transportes, Presidenta de la Asamblea de Madrid y Senadora. Todo muy bonito y fantástico. No sé si fue buena o mala Consejera de Transportes, o buena o mala Presidenta de la Asamblea de Madrid; lo que sí sé es que uno puede ser Presidente de la CNMV cuando cumple uno de los tres siguientes requisitos:
Es un jurista con experiencia en el mercado de valores; Es un economista que sabe de mercados financieros; Es una persona de la industria que lleva muchos años trabajando para los servicios financieros.
Elvira Rodríguez no cumple ninguna de las tres características. Y lo que es más importante: es una persona con una connotación política tan profunda que cómo le voy yo a explicar a un inversor extranjero, en Alemania o en EE.UU., que, si va a haber una OPA y la CNMV tiene que decidir si es adecuada o no, va a poner los intereses de los inversores de los inversores por encima de los intereses de Cristobal Montoro.

Una cosa que me dijeron cuando me enseñaron a dar clase a los MBA en EE.UU. es que más o menos a mitad de la presentación siempre es importante poner la foto de un artista o de un actor de cine. El de la foto es Arnold Schwarzenegger, que fue Gobernador de California. El
que está a su lado es Mark Yudof; es el Presidente de la Universidad de California, que es probablemente la más grande del mundo y una de las más distinguidas (Berkeley, San Diego, UCLA, etc. son parte de la Universidad de California). ¿Cómo llega Mark Yudof a ser
Presidente de la Universidad de California? Primero, porque es un administrador, ha trabajado como administrador en la universidad y lo hizo muy bien. Fue Presidente de la Universidad de Minnesota, luego fue Presidente de la Universidad de Texas y ahora es Presidente de la Universidad de California. Es una persona muy buena, reconocido por todos como uno de los mejores Presidentes de Universidad de EE.UU. Fue seleccionado por un comité de notables, que hizo una búsqueda seleccionada de gente, miraron currículos, los entrevistaron y se lo propusieron a Arnold Schwarzenegger, que dijo: “si esta es la persona que ustedes han seleccionado, pues muy bien”. ¿Es Mark Yudof de derechas o de izquierdas? No lo sé ni me importa; ni lo sabe Arnold Schwarzenegger ni le importa. Por cierto, cobra 1 millón de dólares, porque el talento hay que pagarlo y, si un tipo es lo suficientemente listo para gestionar una universidad como la de California, hay que pagarle, igual que hay que pagar a Cristiano Ronaldo.
Esto es un artículo en el País el día después de las elecciones a Rector de la Complutense: “La izquierda mantiene su bastión en la Complutense con la victoria de Carrillo”. Esto es una vergüenza. ¿Cómo puede ser posible que, cuando uno vote a Rector en España, importe si uno es de derechas o de izquierdas? Voy a llegar mucho más lejos: ¿cómo es posible que en España creamos que una manera lógica de seleccionar a un Rector sea una votación? No tiene ni pies ni cabeza. Por ejemplo, Telefónica tiene que elegir nuevo Presidente y votan todos, No, eso no va a funcionar, La universidad funciona mal en España porque los rectores no están preocupados porque la universidad tenga el máximo nivel, como Mark Yudof, sino que loestán porque el personal administrativo le apoye en las siguientes elecciones o porque los estudiantes estén contentos. No podemos seleccionar rectores de esta manera. Yo siempre cuento la siguiente anécdota: un día intenté explicar a un profesor colega de la universidad cómo seleccionamos a los rectores en la universidad española y me dijo: “Jesús, me estás tomando el pelo. No puede existir un país en el mundo sensato que elija a los rectores de esta manera”. Y se enfadó conmigo.

2. La dualidad en las empresas.
Hablaba antes de la dualidad y presentaba el caso de Zara, Telefónica, BBVA o Santander como empresas punteras.
Gráfico 3: Comparativa de la productividad de las empresas según tamaño

No es que nuestras empresas grandes no funcionen. El problema es que tenemos muy pocas de ellas y tenemos que cambiar las cosas para que los empresarios jóvenes que tienen buenas ideas puedan empezar a crecer. Para ello hay que cambiar muchísimo nuestra estructura regulatoria y nuestra estructura de mercado.
El gráfico 3 es muy interesante. Vemos en él la productividad del trabajo y el tamaño de las empresas españolas en comparación con EE.UU. Las grandes empresas (en azul) tienen una productividad igual en España que en EE.UU. España no tiene un problema de productividad en sus grandes empresas. El problema de España es otra cosa distinta. En primer lugar es que las empresas pequeñas son un poco menos productivas, aunque no radicalmente menos. El problema de España es que tenemos muchas empresas pequeñas. Imaginemos que yo soy un chaval joven de Cáceres que tiene una buena idea: va a vender bocadillos mejores que los que nadie hace. El problema que voy a tener es que hay tal nivel de regulación en España, tal problema de acceso a la financiación, con muy pocas compañías de capital riesgo, con muchísimas barreras al mercado interno, etc., que me voy a quedar con una tienda en Cáceres. Si yo soy una persona que tiene una idea similar en la mitad de la nada en Kansas, en EE.UU., en tres años tengo 400 tiendas de bocadillos por todo en EE.UU.
3. Nuestra demografía.
Es otro tema importantísimo. En el Gráfico 4 vemos la Pirámide de la Población de cuando estudiábamos ciencias sociales. A la izquierda los hombres; a la derecha las mujeres y en vertical la edad. Esta es la pirámide de 1970 y, claro, se llamaba pirámide porque parece una pirámide.
Gráfico 4: Pirámide de la Población Española en 1970
Vayamos al 2011 (Gráfico 5) Esto es la consecuencia de nuestra tremenda caída de la fertilidad y ahora parece una urna.
Gráfico 5: Pirámide de la Población Española en 2011

Mi profesor de demografía me explicaba que la demografía es como un superpetrolero, de esos que vienen de Oriente Medio cargado con 100.000 toneladas de petróleo: tiene que empezar a girar muchas millas antes de que uno quiera girar. Pues pasa lo mismo con la demografía, porque ¿quién va a estar vivo en el 2049? Esperemos que todos nosotros. Un niño que nace hoy va a tener 37 años en el 2049. Es decir, todo el mundo que va desde la flecha roja para arriba ya ha nacido, los podemos contar. Luego, tenemos que hacer cierta predicción acerca de la fertilidad. Esta otra pirámide está hecha de una serie de predicciones relativamente generosas de fertilidad. Claro, si España sigue teniendo un 25% de paro con un 50% de paro juvenil, la gente no va a tener niños, porque uno lo que no puede hacer es casarse y tener dos muchachos cuando está en el paro o está cobrando 600 euros.

¿Quién va a pagar nuestras pensiones en 2049? ¿Quién va a pagar la sanidad? Se habla mucho de las pensiones, pero la sanidad es más importante porque el gasto de la sanidad crece de manera exponencial con la edad de las personas y además hay un gran avance tecnológico en sanidad y vamos a querer dar sanidad a los mayores con los nuevos tratamiento médicos. Cuéntenme ustedes cómo vamos a encontrar dinero, a menos que España crezca muy rápidamente en los próximos años, para pagar esto.
Y de nuevo, esto no es la crisis, que es lo que quería decir antes. En España estamos siempre obsesionados con el regateo en el corto plazo, en qué va a pasar mañana o el mes que viene. Estos son problemas que tiene España en los próximos 30 años.


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