Modelos economicos . ¿se pueden cambiar por ley?


¿un viaje a ninguna parte?
Cuando al premio Nobel Daniel Kahneman le pidieron hace unas semanas su opinión sobre los modelos económicos, respondió con la historia de unos soldados que realizaban un ejercicio en los Alpes. El tiempo era espantoso y se perdieron.Durante varios días vagaron sin rumbo por las montañas, hasta que uno de los hombres recordó que tenía un mapa en la mochila. Gracias a él, lograron orientarse y regresar a la base. Allí el comandante les preguntó cómo habían encontrado el camino de vuelta. “Nos dimos cuenta de que llevábamos este mapa”, respondieron.



El comandante le echó un vistazo y dijo: “Perfecto, pero este mapa es de los Pirineos, no de los Alpes”.

Para Kahneman, en economía pasa algo parecido: los modelos por los que nos guiamos no tienen mucho que ver con la realidad. Pero el caso es que se siguen usando.

¿es posible implantar por  ley “un nuevo modelo productivo" para España?
...“Yo soy bastante escéptico”, comenta Federico Steinberg, investigador del Real Instituto Elcano. “Cualquier economista te dirá que nadie sabe más que el mercado, que los iPod no se inventan en los ministerios y que la mejor política industrial es la que no existe.Pero todos los gobiernos la practican.

Silicon Valley no está ahí por casualidad.Toyota o LG recibieron ayudas millonarias antes de convertirse en líderes mundiales”. En algún caso,no sólo se han reformado sectores aislados, sino países enteros. “Japón era una economía textil y siderúrgica en los años 60 y en los 80 se convirtió en una potencia electrónica”, dice José Antonio Alonso, director del Instituto Complutense de Estudios Internacionales.
“En Corea y Taiwán, la intervención del Gobierno fue aún más decisiva”.Y no hace falta irse tan lejos.
“En Europa, Irlanda y Finlandia han experimentado una revolución similar”.
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¿Tiene de verdad Zapatero el mapa de los Alpes?
“No discuto que haya habido algunos éxitos de política industrial”, dice JavierDíaz-Giménez, profesor de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad Carlos III. “Pero ha habido bastantes más desastres. Es la falacia del ganador: te acuerdas del que triunfa, no de los 100 que fracasan”.
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“No se puede decidir cuáles serán las industrias del futuro”, añade Juan Ignacio Crespo, director europeo de Thomson Reuters. “A veces las subvenciones sólo sirven para tirar el dinero”.
Apenas se recuerda que otro objetivo estratégico del Ministerio de Industria y Comercio de Japón, el todopoderoso MITI, era desbancar a IBM y que invirtió millones de yenes en ponerse a su nivel…para descubrir con horror que había escogido el blanco equivocado. A finales de los 80, las grandes computadoras agonizaban ante el avance de los ordenadores personales, un terreno en el queTokio carecía
de presencia.
No es que el Estado sea más tonto que los particulares. La historia de la empresa privada está llena de callejones sin salida. Lo único que tú puedes hacer como Estado es dejar que el mercado experimente, favorecer que haya muchos intentos y ver qué pasa. Lo que se llama política industrial consiste en grupos de presión tratando de captar rentas. ¿Por qué hay que darle dinero al automóvil? Es absurdo fabricar coches que no quiere nadie. Pero mientras lo nuevo no está aquí para aplaudir,lo viejo sí está para protestar”.

Para Díaz-Giménez, “no hay modelos de desarrollo; hay precios relativos e ideas....En los 70 tenía sentido que Ford montara una planta en Valencia, pero luego los salarios subieron, es decir, cambiaron los precios relativos y ahora lo lógico es que Ford se la lleve donde haya mano de obra más barata”. Y concluye: “Puedes frenar el proceso mediante subvenciones, pero únicamente prolongas la agonía”.

La lógica de los precios relativos es testaruda, pero ello no impide que gobiernos de todo el mundo la desafíen una y otra vez. Ahí está la llamada sustitución de importaciones.
Esta teoría causó furor tras la Segunda Guerra Mundial. Sostenía que sólo una industria poderosa garantizaba niveles de bienestar dignos y llevó a los ciudadanos de decenas de países a enterrar sus recursos agrarios y minerales en fábricas ineficientes, cuyos artículos caros y de baja calidad se veían obligados a comprar..

.... “Es el sector privado quien debe protagonizar la transición”, matiza la vicepresidenta Salgado.
Se trata de imitar prácticas buenas y contrastadas. Empecemos por los tigres asiáticos. ¿Qué podemos aprender de su experiencia? “Poco”, advierte Steinberg.
“Son estrategias de desarrollo y España ya superó esa fase”.. “Es un método implanteable”, confirma el catedrático de Historia de la Economía Gabriel Tortella. “Corea y Taiwán cerraron sus fronteras para crear sus campeones industriales, Bruselas no nos dejaría”. Se trataba además de dictaduras.
“Era como en tiempos de Franco”, dice el profesor de Esade Luis de Sebastián. “Había un INI que decía: ahora vamos a hacer coches o ahora vamos a hacer presas”.Y hay que decir que la cosa no salió demasiado bien.“Las políticas de desarrollo de los 60 acabaron en las violentas reconversiones de los 80”, recuerda Fernando Eguidazu, presidente del Comité de Política Económica del Círculo de Empresarios.
O sea, que el caso de los tigres asiáticos no nos vale. Pero, ¿y los de Irlanda o Finlandia?
Eran democracias liberales cuando se modernizaron. Multiplicaron su renta per cápita en apenas una década sin violentar las leyes del mercado ¿Cuáles fueron las claves de su éxito?

-PACTO. En primer lugar, “había un amplio consenso para llevar a cabo las reformas”, dice Alonso.“El Parlamento suscribió un acuerdo que mantuvo las grandes líneas de la economía al margen de la lucha partidista. Los gobiernos podían cambiar, pero el rumbo se mantenía inalterable”.
 El profesor De Sebastián también cree que un pacto de Estado es indispensable, pero parece poco plausible en España: a los dos días de que Zapatero anunciara la supresión de las ayudas a la compra de la vivienda, Esperanza Aguirre las subía en la Comunidad
de Madrid.“Me lo decía el otro día un corresponsal extranjero”, se lamenta Díaz-Giménez. “Qué gran país, lástima que esté gobernado por niños”.

-El segundo ingrediente de los modelos irlandés y finlandés fue la apuesta por la educación, otra materia en la que no sobresalimos. “Para exportar tecnología hace falta una gran universidad”, dice  Tortella,“y Zapatero ni siquiera sabe qué universidad quiere: la ha cambiado ya dos veces de ministerio”.
¿Y Bolonia? “Nos homologa con las universidades de Europa continental, que son muy mediocres”, responde Tortella “Parecernos a las facultades italianas no nos va a ayudar. Lo que hay que imitar es el modelo anglosajón, que da plena autonomía a los centros para competir por los alumnos y los profesores”.
-Pero aunque Zapatero tuviera claro que ése es el camino a seguir, los sindicatos no se lo iban a permitir. “Para ellos lo fundamental es tener un puesto seguro, aunque esté mal pagado. No quieren ni oír hablar de competencia”.

-QUE INVENTEN ELLOS. Finlandia e Irlanda también cuidan mucho la investigación, otra importante diferencia con España, aunque aquí Tortella exculpa al Gobierno. “El problema del I+D no es el gasto público, que es similar al de nuestro entorno. El problema es la inversión privada”. ¿Y por qué las empresas españolas no dedican más fondos a la investigación?
Tortella lo atribuye a distintos factores. “Es una tradición, nunca fuimos muy inventores. Incluso en la época en que éramos grandes productores de lana, no se nos ocurría elaborarla aquí. Preferíamos importar el paño”. La estructura productiva del país tampoco se presta a la investigación. “Si tienes sol gratis y miles de kilómetros de playa”, apunta Díaz-Giménez, “lo lógico es que desarrolles un poderoso sector turístico y mucha construcción”, que no son sectores intensivos en I+D: de nuevo la tiranía de los precios relativos.
Otro aspecto inimitable es el tamaño. Irlanda y Finlandia tienen menos población que la Comunidad de Madrid. Son sociedades y economías homogéneas, en las que es más fácil aunar voluntades, para cambiar el patrón productivo.
Finalmente, Steinberg señala la relevancia del idioma y la cultura en el caso de Irlanda. “El hecho de que se hable el inglés y de que haya una importante comunidad irlandesa en Estados Unidos hacía a la isla atractiva para las firmas americanas que pretendían acceder al mercado europeo”. Cuando Dublín fijó además unas ventajosas condiciones fiscales, se produjo una avalancha inversora. “Pero si en España bajáramoslos impuestos, me temo que se produciría una caída de la recaudación y no aumentaría proporcionalmente la
entrada de capitales”.
¿Qué podemos hacer, entonces? ¿Estamos condenados a ser los camareros de Europa y la reserva hortofrutícola de Occidente?
-En realidad, no nos ha ido tan mal.Y tampoco existe la opción perfecta.
-“Nadie está a gusto con su modelo”, observa Crespo. “El presidente de Siemens dice que Alemania depende demasiado de las exportaciones, Reino Unido quiere reducir el peso de sus finanzas, Estados Unidos no sabe qué hacer con el automóvil…”
Ni siquiera en la economía del conocimiento crece la hierba tan verde como Zapatero cuenta.

AÑADIR VALOR. En junio de 1993, el entonces presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, explicó en la cumbre de Copenhague que la raíz del paro en la Unión era la falta de competitividad, y propuso un programa  de inversiones en infraestructuras y alta tecnología. Es más o menos lo que 16 años después ha venido a repetir Zapatero en el Congreso. “Aspiramos a renovar un modelo […] basado en el conocimiento y la innovación, que contribuya a hacer más competitiva nuestra economía”. La idea es que, si nos especializamos en actividades de tecnología punta, produciremos artículos de gran valor añadido que impulsarán la competitividad, el empleo y las condiciones laborales y nos permitirán “retomar una senda de prosperidad sostenible”.
Pocos meses después de que Delors expusiera sus planes ante los jefes de Estado la UE, Paul Krugman se preguntaba en la revista Foreign Affairs qué entendía el presidente de la Comisión por competitividad. En el caso de una empresa, basta con mirar su cuenta de resultados.
Pero, ¿cuál es la cuenta de resultados de un país? ¿La balanza de pagos?
En ese caso, no tiene sentido tanta insistencia en la alta tecnología. China fabrica artículos intensivos en mano de obra y acumula un aparatoso superávitcomercial. Estados Unidos es la sede de Silicon Valley y Microsoft y tiene un abultado déficit. “El problema no es la especialización productiva, sino la gestión de la economía general”, dice Feito.
“Por muy avanzado que sea un país, si no controla su gasto acaba por tener problemas de balanza de pagos”.
Tanto Delors como Zapatero dan también por supuesto que alto valor añadido es más o menos sinónimo de tecnología punta, pero no es lo que se desprende de las cifras, según Krugman. “Las industrias estadounidenses de mayor valor añadido están en sectores intensivos  en capital, como los cigarrillos y el refino de petróleo”, que no son nada políticamente correctos. Por el contrario, “la aeronáutica o la electrónica apenas tienen una productividad media”.
¿Y el empleo? Bueno, Finlandia nunca ha sido un alumno aventajado. Su tasa de paro y su temporalidad han estado tradicionalmente entre las más altas del continente.Aunque en 2007 redujo el desempleo al 6,9%, este año se irá al 9,5%.
En cuanto a las condiciones laborales en la economía del conocimiento, El País publicaba hace poco un reportaje titulado Ingenieros arrepentidos que arrancaba así: “Me pagan una miseria. No aprendo nada. Mi jefe no tiene ni idea.No veo futuro. Quienes pronuncian estas frases no se dedican a la construcción ni
a la industria automovilística, sectores ciegos de paro. Son ingenieros informáticos y de telecomunicaciones”. 

-Al parecer, en la tierra prometida a la que Zapatero quiere conducirnos tampoco atan los perros con longaniza.
Queda, finalmente, la sostenibilidad. ¿Es más sólida una economía basada en el conocimiento?
En Irlanda no pondrían la mano en el fuego. “Las firmas de software que Dublín atrajo son muy fáciles de deslocalizar”, observa Díaz-Giménez.
Por eso fue tan explosivo su desarrollo. “Pero lo mismo que vienen se van”. El Banco Central de Irlanda calcula que la economía se contraerá este año el 6%.
Finlandia tampoco ha sorteado mejor la crisis. La caída del PIB prevista para 2009 es del 4,7%. Además, ¿qué pasará cuando los gestores de Nokia cometan un error? El 20% de las exportaciones del país dependen de la firma de telecomunicaciones. “El éxito de Finlandia se apoya mucho, quizás demasiado, en Nokia”, reconocía un asesor del Gobiernoen 2004. “Yo no estaríamuy tranquilo con ese modelo”, dice Díaz-Giménez
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REGRESO AL PASADO. La tesis de que existe un modo ideal y definitivo de organizar una economía es muy moderna, pero no en el sentido de reciente, sino en el de Era Moderna; del siglo XVII, vamos. Fascinados por la elegancia de la física newtoniana, muchos intelectuales creyeron entonces que también
las cuestiones sociales (la pobreza, la injusticia) tenían una y sólo una respuesta y que, una vez hallada, quedarían resueltas para siempre. Por desgracia, la economía se parece más a una partida de ajedrez en la que, como escribe Arnold Kling, “los sucesivos movimientos cambian el tablero en formas imposibles de anticipar”. Cada avance que propone la humanidad no se aloja dócilmente en un hueco previamente asignado en el casillero de las soluciones, sino que, como en una mesa de billar, golpea a todas las demás bolas, descolocándolas y descolocándonos.
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En un mundo así, es ingenuo pretender tenerlo todo previsto de antemano. Como dice Kahneman, “es posible que, sencillamente, no haya mapa de los Alpes”.
A lo más que podemos aspirar es a disponer de una economía flexible, en la que los factores se desplacen fácilmente a las actividades que en cada momento son más rentables.

¿Y no había que hacer nada con la construcción? Su peso en la economía era sin duda excesivo, pero, como observa Eguidazu, es tarde para preocuparse........
“No hace falta que el Gobierno cambie el modelo; ya ha desaparecido por falta de  financiación”.





El prf.  Luis de Sebastián realizó las declaraciones que aparecen en este reportaje el jueves 21 de mayo, pocos días antes de su repentino fallecimiento

UN VIAJE A NINGUNA PARTE




Fecha:
29/05/2009
EN PORTADA
Actualidad economica
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comentario
Es un articulo que pone palos en todas las ruedas, en parte es como bien indica su titulo un viaje a ninguna parte, exageración que solo nos indica que el camino nunca sera ni ha sido fácil. Nos deja claro que la responsabilidad es de todos. No se cambiara el modelo por ley, sera una lenta transición que convivirán con los sectores de siempre. Cuando las pymes y emprendedores tengan otra vez financiación, crearan nuevas empresas y nuevos empleos.Aqui si que el gobierno debe poner los incentivos, allanar el camino.
 La otra reflexión es que nuestro país debe tender hacia el equilibrio, buscar el equilibrio es estar en las medias de educación, investigación, justicia, peso industrial, numero de funcionarios, gasto estatal, déficit publico y déficit comercial  igual a  las medias europeas. No podemos aspirar a mas pero tampoco a menos. Lastima que en las épocas de bonanza no se ha sabido avanzar en las reformas necesarias, la euforia temporal nos cego de las verdaderas prioridades del pais.
En todo caso, si defiendo la economía del conocimiento, la gestión del conocimiento como un pilar mas solido de nuestra economía. 
-  Las opiniones de Kruggman como siempre en su linea, direccionadas
-. En todo caso-Avanzar es una obligación porque los demás no se quedaran parados, puntualizando que China hace ya tiempo que se dedica a otros segmentos,( no  intensivos en m.de obra, ni de de bajo precio) ....finalmente decir que si hay algo cierto es que nos hemos dormido, con cierta huida a ..ninguna parte.

1 comentario:

JOAKO dijo...

Uno de los problemas es que la relatividad del pensamiento es algo poco hispano, es decir aquí nos van las verdades categoricas, plano tiene que haber, porque si intentas convencer de que hay cientos de planos, pierdes inmediatamente la atención del electorado.

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