Por Pau S. Pujolas y Jack Rossbach

El 2 de marzo de 2018, el presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, tuiteó: "Cuando un país (EE. UU.) está perdiendo muchos miles de millones de dólares en comercio con prácticamente todos los países con los que hace negocios, las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar" (“When a country (USA) is losing many billions of dollars on trade with virtually every country it does business with, trade wars are good, and easy to win,” original en inglés). Esas palabras fueron recibidas de manera diferente por la gente común, que no parecía escandalizada por la idea de involucrarse en una guerra comercial, frente al economista profesional, que piensa que es un disparate.

Y es que en general, las guerras comerciales son un disparate. Encarecen los productos para los hogares del propio país y protegen a las empresas ineficientes. Los economistas lo saben desde, al menos, el influyente trabajo de Harry Johnson a mediados de la década de 1950. Johnson demostró elegantemente que los aranceles óptimos contra un socio comercial pueden ser beneficiosos si no hay represalias: pequeños aranceles alteran los términos de intercambio, empobrecen al socio comercial y consiguen abaratar los productos extranjeros. Al mismo tiempo, Johnson demostró que si el socio comercial toma represalias, los costos son mayores que las ganancias. En este caso, lo mejor sería no fijar aranceles y acordar mecanismos que eviten las guerras comerciales de empobrecimiento-del-vecino (beggar-thy-neighbor, en inglés). El GATT primero y la OMC después podrían entenderse como la respuesta política a estos resultados teóricos bien establecidos en economía internacional.

Un resultado menos conocido, también de Johnson, es que, en presencia de elasticidades de sustitución suficientemente diferentes entre bienes domésticos e importados, el país con la elasticidad más grande puede ganar la guerra comercial a pesar de las represalias.

En un artículo reciente (Pujolas y Rossbach, 2024), mostramos con el mismo modelo de Johnson que un déficit comercial es similar a tener una demanda más elástica que el socio comercial y, por lo tanto, un déficit comercial suficientemente grande podría permitir ganar una guerra comercial.

A continuación, procedemos a construir un Modelo de Equilibrio General Aplicado (Applied General Equilibrium Model, en inglés) de la economía mundial con muchos sectores (incluido el comercio en servicios), muchos países, vínculos input-output... y los desequilibrios comerciales observados en los datos. Calibramos el modelo al mundo que teníamos en 2014 y nos preguntamos: ¿podría Estados Unidos ser capaz de ganar una guerra comercial con China?

Para responder a esta pregunta en el contexto de un modelo cuantitativo como el que desarrollamos, necesitamos utilizar una gran potencia computacional. Calcular las tarifas óptimas frente a un vecino es fácil en un modelo sencillo con dos países y uno o dos sectores. Hacerlo en una economía como la que construimos, con muchos sectores y países, y vínculos input-output es... bueno, digamos que computacionalmente muy exigente (que es probablemente la razón por la que nadie lo había hecho antes).

Resulta que, en principio, Estados Unidos podría haber ganado una guerra comercial con China. ¿Los aranceles de Trump realmente generaron este tipo de ganancias? No; de hecho, nuestros resultados indican que los aranceles están lo suficientemente mal diseñados como para que ambos países, China y Estados Unidos, pierdan con la guerra comercial en curso.

El artículo tiene dos contribuciones: primero, muestra que los desequilibrios comerciales bilaterales afectan los beneficios derivados de una guerra comercial. Este resultado es, pues, importante para entender cómo será la próxima guerra comercial, las probabilidades de que ocurra y cuáles serán sus posibles repercusiones. Segundo, el articulo crea un modelo computacional que permite calcular la respuesta óptima cuando hay guerras comerciales.

Esta segunda contribución es particularmente importante en el clima de tensión arancelaria que vivimos. Consideren, por ejemplo, Canadá, socio comercial por excelencia de los Estados Unidos, que lleva semanas oyendo a Trump decir que introducirá aranceles del 25%. En un artículo spin-off, hemos utilizado el modelo computacional para estudiar qué debería hacer Canadá frente agresiones comerciales de los Estados Unidos. Descubrimos que, si bien Canadá perdería cualquier tipo de guerra comercial, los Estados Unidos también perderían si volvieran a elegir mal los aranceles (y ponerlos al 25% para todos los productos corresponde a elegir mal).  Quizás más importante, los Estados Unidos pueden ganar mucho más si se centran en su batalla comercial contra China y dejan de meterse con Canadá.

Creemos que nuestros resultados son muy importantes en el contexto actual. Los desequilibrios comerciales mundiales son mayores que nunca, y parece que van en aumento. Los políticos han reaccionado a estos desequilibrios con una mayor predisposición a meterse en disputas comerciales — una tendencia generalizada que existe más allá de la relación entre Estados Unidos y China (véase Delpeuch, Fize y Martin, 2024). Y, de hecho, conviene recordar que Joe Biden mantuvo los aranceles a China cuando alcanzó la presidencia de los Estados Unidos. Las tensiones geopolíticas globales son más intensas que en cualquier otro momento de la historia reciente. Es posible que haya que remontarse a antes de la caída de la URSS para tener niveles de confrontación comparables, pero en ese período no había comercio y, por lo tanto, no había desequilibrio comercial con la URSS.

De cara al futuro, los responsables de la formulación de políticas comerciales, deben comprender que los desequilibrios comerciales bilaterales cambian la manera de pensar en guerras comerciales. Los Estados Unidos podría iniciar una guerra comercial con China y, si se establecieran los aranceles correctos, ganarla. De hecho, nuestros resultados indican que, de mantenerse los desequilibrios comerciales bilaterales existentes, la política comercial óptima para Estados Unidos consiste en empezar un montón de guerras comerciales con varios países

Paper "grande": https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=5008591
Paper spin-off: https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=5102503

Guerras y Déficits en Comercio Internacional – Nada es Gratis