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¿Qué sabemos de los efectos de las prestaciones por desempleo en España sobre resultados laborales de los desempleados?
¿Qué sabemos sobre las repercusiones de modificar las prestaciones y los subsidios por desempleo en España?
analiza los estudios causales más recientes en nuestro último Policy Reaction
Partiendo
de la evidencia causal más reciente, recogemos cuáles han sido los
resultados de los cambios introducidos por la reforma del 2012 en las
prestaciones por desempleo para comprender mejor sus repercusiones y
anticipar lo que debería tenerse en cuenta en futuras reformas.
En
2012 se introdujo una reducción (del 60% al 50%) de las prestaciones
por desempleo a partir del 6º mes de recibirlas. El estudio de
Rebollo-Sanz & Rodríguez-Planas examina los efectos de la reforma
sobre la probabilidad de volver al empleo y la calidad del empleo
encontrado
Según su análisis:
→ La reforma aumentó la probabilidad de pasar del desempleo al empleo en un 41% en las primeras 64 semanas.
→ Mayores posibilidades de reincorporación al empleo para los hombres, trabajadores con más de 30 años y con hijos.
→
Además, esta mayor probabilidad de conseguir empleo no parece venir
acompañada de peores condiciones salariales, al no encontrar efecto de
la reforma sobre este aspecto.
¿Y
qué sabemos de cambios en el subsidio?
La reforma aumentó de los 52 a los 55 años la edad mínima necesaria para
acceder al subsidio extraordinario de desempleo, ayuda económica
destinada a personas desempleadas de larga duración que han agotado sus
prestaciones por desempleo
Arranz
& García-Serrano(2023) comparando dos grupos de trabajadores con
similares probabilidades de salir del desempleo antes de la reforma pero
donde unos dejarían de recibir la prestación en julio de 2012 y otros
la reciben durante todo el periodo de estudio analizan su efecto.
Atendiendo
a sus estimaciones:
→ Aumentó la probabilidad de reincorporarse al empleo en un 83% a lo
largo de un periodo de tres años entre los individuos afectados por la
reforma
→ Este aumento implicó una disminución media del periodo de paro para
esos individuos de 330 días
Empleando otros datos (MCVL) y una estrategia similar a la anterior, Domènech-Arumú y Vannutelli(2023) encuentran:
→ Aumento en la probabilidad de volver al empleo durante el primer año de un 12%
→ Reducción en el tiempo pasado en situación de desempleo (de media, 142 días)
Además,
la repercusión sobre las posibilidades de volver al empleo del cambio
legislativo no fue la misma para todos los trabajadores, siendo mayor
(casi el doble) para aquellos trabajadores que ya habían perdido el
derecho a la prestación
Sin embargo, según su análisis este cambio de la reforma en el subsidio extraordinario tuvo dos efectos indeseados:
Aumentó el porcentaje de trabajadores que abandonó el mercado laboral
Redujo los salarios de los empleos encontrados por los parados afectados en un 8%
En la nueva legislatura se está abriendo
un debate sobre la reforma del sistema de prestaciones y subsidios por
desempleo, con visiones aparentemente contrapuestas incluso dentro del
propio Gobierno.
Recogemos aquí la evidencia publicada más
relevante que identifica efectos causales de reformas recientes para
España, que permiten anticipar qué efectos podrían tener reformas en
este ámbito:
La reducción progresiva y escalonada implementada en la reforma de
2012 de las prestaciones de desempleo a partir del sexto mes incrementó
significativamente la probabilidad de retorno a la fuerza laboral
(+41%). El efecto fue más significativo para hombres, trabajadores de
más de 30 años y con hijos, sin observarse reducción de salarios en los
nuevos empleos (Rebollo-Sanz y Rodríguez Planas).
El incremento de la edad mínima para percibir el subsidio
extraordinario de desempleo de 52 a 55 años también incrementó la
probabilidad de volver a ocuparse: en un +12% durante el primer año
(según Domènech-Arumú y Vannutelli); y hasta en un a +83% a lo largo de los tres primeros años (según Arranz y García-Serrano).
Ahora bien, esta última modificación en el subsidio implicó costes según estos mismos estudios:
Un incremento variable pero significativo de la probabilidad de abandonar por completo del mercado laboral.
Una reducción salarial del entorno del -8%.
Una menor hospitalización por lesiones (-13%) o diagnóstico de
problemas de salud mental (-2p) para hombres que mantuvieron el
subsidio.
Una preocupación razonable en este debate
sería que reducir prestaciones podría ser una política regresiva, algo
que se desprende de observar que, según los datos de la Encuesta de
Condiciones de Vida, los subsidios y prestaciones suponen un volumen
notablemente mayor de la renta de los hogares de menos. Sin embargo, los
eventuales efectos en generación de empleo podrían compensar cualquier
regresividad de partida.
Esto sería especialmente cierto si se
complementara el cambio con una reforma más ambiciosa y profunda que las
recientes sobre las políticas activas de empleo, incluyendo, pero no
limitado a los servicios de formación. A la espera de medir y evaluar
los efectos de la recientemente aprobada Ley de Empleo, España tiene un
amplísimo margen de mejora en potenciar acciones de apoyo integral,
personalizado, centrado en la orientación y en el mejor encaje entre
oferta y demanda de trabajo para romper ciclos de desempleo de larga
duración y “trampas de bajas habilidades” que afectan de manera
diferencial precisamente a aquellos perfiles laborales más vulnerables.
Qué sabemos de los efectos de las prestaciones por desempleo en España sobre resultados laborales de los desempleados?
En
España tenemos dos tipos de trabajos estudiando este tema, los que
aprovechan los cambios legislativos que introdujo la reforma de 2012 y
aquellos que realizan ejercicios de modelización sobre la probabilidad
de salir del desempleo para medir el papel del sistema actual
El primer grupo se divide a su vez en dos, evaluando los dos cambios legislativos de la reforma laboral de 2012:
1. Recorte del 60% al 50% de la base reguladora en las prestaciones a partir del sexto mes.
2. Aumento de 52 a 55 años para acceder al subsidio extraordinario
Solo
para situar a todos, la primera reforma se produce en las prestaciones
contributivas, mientras que la segunda cambia las normas para acceder a
la última prestación asistencial del sistema. Me valgo de esta imagen de
Domènech-Arumí & Vannutelli (2023) para explicarlo
Empecemos
con la primera reforma ¿Qué efecto tiene que las prestaciones caigan de
un 70% a un 50% a partir del sexto mes en vez de caer solo al 60%?
Rebollo Sanz & Rodríguez-Planas (2020) nos dan la respuesta,
empleando microdatos de la Muestra continua de vidas laborales (MCVL
Las
autoras aprovechan la discontinuidad que genera la reforma para usar
una estrategia de diferencias en diferencias sobre la probabilidad de
abandonar el desempleo. Encuentran que esta probabilidad aumenta en un
41% gracias a la reforma en las primeras 64 semanas de paro.
Estos
resultados son especialmente relevantes porque, en contra de lo que
cabría esperar, una gran parte del efecto se produce antes del sexto
mes. Es decir, la reforma incrementó la probabilidad de salir del paro
al empleo antes incluso de producirse el recorte en el sexto mes.
Este
efecto que encuentran las autoras del paper es muy heterogéneo, mayor
entre hombres, entre 30 y 50 años y con hijos en el hogar. En total, el
periodo medio en el desempleo se redujo en casi seis semanas. El efecto
sigue siendo significativo usando otras estrategias.
Por
último, es razonable pensar que esta mayor salida del desempleo al
empleo se ha hecho a costa de aceptar empleos con menores salarios. Sin
embargo, aplicando la misma estrategia, las autoras no encuentran efecto
de ello. Más empleo sin menores salarios
In the aftermath of the Great Recession, the Spanish government reduced
the replacement rate (RR) from 60 percent to 50 percent after 180 days
of unemployment for all spells beginning on or after July 15, 2012.
Using Social Security data and a differences-in-differences approach, we
find that reducing the RR by ten percentage points (or 17 percent)
increases workers’ odds of finding a job by 41 percent relative to
similar workers not affected by the reform. To put it differently, the
reform reduced the mean expected unemployment duration by 5.7 weeks (or
14 percent), implying an elasticity of 0.86. A regression discontinuity
approach indicates that the reform increased the job-finding rate by 26
percent. We find strong behavioral effects as the reform reduced the
expected unemployment duration right from the beginning of the
unemployment spell. While the reform had no effect on wages, it did not
decrease other measures of post-displacement job-match quality. After 15
months, the reform decreased unemployment insurance expenditures by 16
percent, about one-half of which are explained by job seekers’
behavioral changes.
Pasemos
ahora al cambio de la edad legal para acceder al subsidio
extraordinario de 52 a 55 años. Tenemos tres paper al respecto, Arranz
& García-Serrano (2023) sobre su efecto en el desempleo,
Domènech-Arumí & Vannutelli (2023) que incluyen más variables y por
último..García-Pérez,
Serrano-Alarcón & Vall Castelló (2020), que estudian efectos
agregados sobre el empleo y salud de los trabajadores (tanto
hospitalizaciones como diagnósticos)
Arranz
& García-Serrano (2023) emplean microdatos del SEPE para estimar
modelos de supervivencia en el desempleo empleando, de nuevo, una
estrategia de diferencias en diferencias donde los parados de entre
52-54 son tratados y los que tienen 55-57 serán el grupo de control
Aplican
esa estrategia a un modelo de supervivencia en el desempleo. Ambos
grupos tenían funciones de supervivencia idénticas antes de al reforma,
es decir, antes de la reforma tratados y controles encontraban empleo
con la misma rapidez, esto cambia radicalmente tras la reforma
Encuentran
que la probabilidad de abandonar el desempleo por el empleo se
incrementa en un 83% como consecuencia de la reforma en un periodo de 3
años, reduciendo el periodo medio de desempleo en 330 días, generando un
ahorro para el estado de alrededor de 600 millones de €
Sin
embargo, por el tipo de base de datos que manejan los autores, no les
es posible estudiar el efecto sobre los salarios o las condiciones
laborales, puesto que el SEPE no proporciona esos datos. Para ello,
pasemos a leer a Domènech-Arumí & Vannutelli (2023)
Domènech-Arumí
& Vannutelli (2023) emplean la MCVL en vez de microdatos del SEPE,
lo que les permite ver el tipo de empleo en el que acaban los
trabajadores entre otras cosas. La estrategia es muy similar,
diferencias en diferencias, aunque amplían algo el grupo de control.
Además,
la selección de su muestra de cara a la estimación de los modelos
incluye a trabajadores que aún no han agotado su derecho a las
prestaciones contributivas (UI) lo que, como veremos, será muy relevante
de cara al análisis de heterogeneidad del efecto en el empleo
Encuentran que la reforma:
1. Incrementó la probabilidad de recibir otro subsidio (+90%)
2. Aumentó la probabilidad de encontrar empleo (+12%)
3. Redujo el tiempo medio en desempleo en 142 días (-32%)
4. Aumentó la probabilidad de abandonar la fuerza laboral (21%-40%
Este
rango en la probabilidad de abandonar la fuerza laboral es fruto de los
problemas que tiene la MCVL para medir correctamente este fenómeno,
cuando se amplia una definición más dura, el efecto baja al 20%.
5. Redujo el salario de los nuevos empleos encontrados en un 8%
Estos
resultados son mucho más fuertes entre los trabajadores que ya habían
agotado sus prestaciones contributivas. Concretamente, la probabilidad
de volver al empleo fue del 17,4%, la caída del tiempo medio en paro fue
de 300 días y la caída del salario fue del 17%.
Esto
último ayuda mucho a entender las discrepancias con Arranz &
García-Serrano (2023), cuya muestra para la estimación es precisamente
gente que ya ha agotado la prestación contributiva. Cuando se
homogeneiza la muestra, los resultados se aproximan mucho
Aquí
dejo el enlace para quien tenga curiosidad por los detalles más
metodológicos del paper que, de nuevo, está publicado en una de las
mejores revistas de economía del mundo, "The Review of Economics and
Statistics".
https://t.co/jg2Fydi3f6
Llegamos
al último trabajo que evalúa la el incremento de 52 a 55 años.
García-Pérez, Serrano-Alarcón & Vall Castelló (2020) que, aunque
estima los efectos de la reforma sobre el empleo, tiene como objetivo
principal estudiar el efecto sobre la salud de los trabajadores
Esto
es algo muy positivo, porque amplia el foco de la evaluación, pero
lleva implícitas las limitaciones propias de los datos sanitarios en
este país. A diferencia de los datos laborales, lo habitual no es tener
microdatos que poder linkear con registros laborales.
Esto
hace que, aunque emplean la MCVL, su muestra no esté restringida como
en el resto de papers que hemos visto, sino que aplican un análisis de
cohortes (todos los trabajadores de un tramo de edad, tratados, todos
los de otro tramo de edad, controles) para estimar sus modelos
Como
hemos visto en el trabajo anterior, esto es garantía de subestimar el
efecto de la reforma. Concretamente, no encuentran efecto sobre la prob
de estar empleado (salvo para los hombres a partir del tercer año) y
encuentran un ligero efecto en la pro de abandonar el mercado
Esto
nos aporta información valiosa de cara al análisis sanitario, pero por
desgracia implica unos problemas de identificación muy serios.
Básicamente considerar como tratados a trabajadores con empleo o
desempleados con derecho a prestaciones, esto es lo que explica todo
Respecto
al efecto en salud, encuentran que mantener el subsidio respecto a
perderlo (se invierte control y tratados), redujo las hospitalizaciones
por lesiones en un 13% y los diagnósticos de enfermedades de salud
mental en 2 puntos porcentuales, pero únicamente entre hombre
Aquí tenéis el enlace al paper y un cuadro resumen de todos los trabajos que hemos visto hasta ahora.
Por
último ¿Qué nos dicen los ejercicios de modelización? Este reciente
ejercicio de Iseak encuentra que el sistema de prestaciones reduce la
probabilidad re volver al empleo (con datos del SEPE), aunque este
efecto negativo depende sustancialmente del ciclo económico
Concretamente,
estiman un efecto sustancialmente menor (linea azul) durante las crisis
económicas. La idea es bastante intuitiva, si no tienes expectativas de
que vaya a llegar una oferta mejor, es más probable que aceptes la
primera que llegue, limitando así el efecto negativo
Por
último, el BdE nos ofreció resultados preeliminares de un
microsimulador que han desarrollado Cristina Guillamón, Mario Izquierdo
& Sergio Puente (2023), de próxima publicación. ¿Qué efecto tendría
recortar un 5% la duración de las prestaciones aumentando su cuantía?
Pues
un efecto positivo sobre la probabilidad de reincorporarse al empleo a
un mes vista de un 0,11 puntos porcentuales, por desgracia carecemos de
datos para poner este dato en términos relativos, pero nos da una idea
del margen de mejora del sistema a recursos constantes.
Por
concluir, pese a que tenemos evidencia suficiente para afirmar que
introducir una mayor progresividad en las prestaciones incrementa el
empleo y que restringir el acceso al subsidio también lo hace, ambas
reformas e 2012 fueron derogadas por el ministerio de trabajo
Este
ministerio continúa enrocado en el dogma de que el sistema actual no
influye sobre la probabilidad de encontrar empleo, cuando toda la
evidencia que tenemos apunta en la dirección opuesta, indicando que hay
mucho que ganar con una reforma que alinee incentivos
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