DE PROFESIÓN: ECONOMISTA Nº 182

DE PROFESIÓN:
ECONOMISTA Nº 182

Colegio de Economistas de Madrid
Consejo General de Economistas 

 

 


 Tribuna
8 El economista de empresa: presente y futuro
Valentín Pich

15 Reflexiones sobre la profesión de economista
Gerardo Ortega Miguel
17 La economía, un privilegio de profesión
Juan E. Iranzo
18 Economistas origen
18 Los economistas y la modernización económica de España
Luis Perdices de Blas y José Luis Ramos Gorostiza
23 De las sociedades económicas a los economistas
Javier Morillas
32 La información económica a través de los medios de comunicación
Reyes Navarro


36 La formación

36 La universidad y la formación de los economistas
Eugenio José Luque Domínguez
46 La formación del economista
Ricardo Palomo
52 Economía y economistas: reflexiones y nuevas tendencias de la formación universitaria en España
Ana M. López y Gemma Durán

Servicios profesionales
65 Grandes retos de los servicios profesionales
Mario Alonso Ayala


69 El economista auditor
Francisco Martínez Casado


75 El economista y la contabilidad
Felipe M. Herranz Martín
83 Los economistas forenses
Alejandro Latorre Atance
89 La profesión de economista forense en 2023
Rubén García-Quismondo Pereda
97 El reto del economista asesor fiscal
Carlos Herrero Mallol
103 Lo oportuno del marketing en la actualidad
María Dolores Reina Paz


108 Administración
108 El economista del siglo XXI
Cristina Herrero
113 La función de los Técnicos Comerciales y Economistas del Estado
Ramón Tamames
115 El economista y las políticas: el ejercicio de una disciplina
que (nos) disciplina
Pablo Hernández de Cos
120 Empresa, banca y mercados financieros
120 La profesión de economista es cada vez más importante
Daniel Lacalle
124 La profesión de economista en banca
Juan Cerruti y Federico Gómez

Los economistas y los mercados financieros
David Cano
135 Los economistas en la empresa
Enrique Castelló Muñoz
142 La profesión del economista en la empresa: los nuevos retos y oportunidades profesionales
Miguel Cuerdo Mir y Gregorio Izquierdo Llanes
149 Los economistas y la sostenibilidad
Salvador Marín
153 Crónicas
153 Presentación del número extraordinario de Economistas:«España 2022. Un balance»
José Antonio Negrín de la Peña
159 El Colegio de Economistas de Madrid
Esther García

164 Reseñas libros

164 ¿Y esto quién lo paga?
Francisco de la Torre Díaz
por Jesús Domínguez

165 La profesión económica. Libro conmemorativo de la unificación
de economistas y de titulados mercantiles
José María Casado Raigón
por José Antonio Negrín de la Peña

Para acceder al contenido de la Revista Economistas número 182, puedes descargarla desde este enlace. Además, si te interesa ver la presentación completa, puedes acceder al vídeo en este enlace.

https://www.cemad.es/presentacion-del-no-182-de-la-revista-economistas-de-profesion-economista/

https://privado.cemad.es/revistas/online/Revistas/Economistas_Num_182.pdf/198

https://www.youtube.com/watch?v=Lf5eqE4x9w0


¿Qué es un ECONOMISTA?

 La respuesta la va a encontrar el lector en los escritos que conforman este monográfico dedicado a la profesión. Una profesión que comprende múltiples actividades y que responde a especialidades reconocidas en el ámbito laboral.
Algunas de ellas, con un término que recoge en sí mismo su esencia, como el auditor,el contable o el fiscalista. Otras, que van acompañadas de la expresión general, como el economista forense o el economista del Estado. En algunos casos es preciso identificar al economista dentro del cuerpo general, como los docentes, los asesores y consultores.
Y algunas denominaciones se confunden e identifican con la profesión, como los economistas de empresa.
Las profesiones evolucionan, se actualizan, se modernizan, se adaptan a los tiempos.
Sus razones de ser son las mismas que en origen, pero la investigación y el conocimiento conducen a teorías, prácticas, especialidades, que van configurando su esencia. Lo que aglutina a nuestra profesión es el objetivo, esto es, la gestión de los recursos y la creación de valor.

En las siguientes páginas descubrirá testimonios de personas que han sido decanos del Colegio, de investigadores, docentes, profesionales, que aportan explicaciones sobre la historia de la profesión y la formación de los economistas, y del trabajo que se desempeña hoy en día en las distintas áreas y sectores.
Los estudios que conducen a la profesión de economista (ahora denominados grados) se han multiplicado. De las tradicionales licenciaturas, y sin remontarnos a los orígenes, de Económicas y Empresariales, o Economía y Administración y Dirección de Empresas, la oferta de las universidades españolas y, concretamente, de las facultades de Economía, Empresa o Ciencias Sociales conduce a más de un centenar de títulos que reconocen tanto las nuevas y crecientes demandas del mercado como los cambios sociales y tecnológicos.

El ejercicio de la profesión en la empresa, en instituciones, en organismos o en la administración pública requiere perfiles de personas con conocimiento y capacidad de análisis, de interpretación, de gestión y con valores. La economía, entendida como la gestión de los bienes y recursos, está inmersa en la vida de las personas, en la empresa y en todos los sectores productivos: sanidad, educación, infraestructuras, comercio, turismo, agricultura, industria… Además, tiene un encaje específico en las finanzas, en el mundo laboral y en el marketing. Y a la tradicional clasificación entre los especialistas en micro o macroecono

En la administración pública y en las políticas públicas, el acceso al cuerpo identifica el cometido. Así es el cuerpo técnico por antonomasia, el de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado del Ministerio de Economía. También tienen su protagonismo

  8 El economista de empresa: presente y futuro-Valentín Pich-

Los economistas actúan en ámbitos muy variados y desarrollan múltiples actividades –asesor fiscal, laboral y financiero, experto contable, organización, administración y gestión de empresas, auditoría

de cuentas, temas periciales, tratamiento de las insolvencias…–,actividades estas que en muchas ocasiones ponen a disposición delas empresas a las que prestan servicios.

El profesional economista –tanto si ejerce por cuenta propia como ajena– constituye un elemento fundamental para el buen funcionamiento y crecimiento de las compañías para las que trabaja y,
por tanto, para el desarrollo económico y social del país en general,dada la importante contribución de estas últimas para la generaciónde riqueza.

Siempre a la vanguardia, los economistas suman ahora a sus tradicionales desempeños otras funciones, por ejemplo, en materias como la gobernanza, la sostenibilidad o la digitalización, que constituyen
elementos estratégicos en los que, sin lugar a duda, la economía del siglo XXI tendrá que seguir avanzando.

Los nuevos requisitos formales y de mercado en cuanto a la información no financiera de las empresas, en materia de sostenibilidad o responsabilidad social corporativa, están suponiendo un profundo cambio en la elaboración de los informes de las empresas.

 La Directiva (UE) 2022/2464 del Parlamento Europeo y del Consejo de 14 de diciembre de 2022 (6), cuyo plazo de transposición finaliza el 6 de julio de 2024, supone la necesidad de modificar la legislación española con el fin de establecer el régimen jurídico aplicable a la presentación de la información sobre sostenibilidad y regular la actividad de verificación de dicha información.
La demanda de trabajos en relación con cuestiones de sostenibilidad (esto es, los factores medioambientales, sociales, relativos a los derechos humanos y de gobernanza, incluida toda información relacionada con el personal y la lucha contra la corrupción y el soborno) va a ser uno de los principales motores de crecimiento de los despachos de economistas en los próximos años.

Al comienzo de este artículo alababa la labor callada que realizan muchos economistas. También señalaba que, aunque en esta ocasión me iba a centrar en la figura del economista dedicado al ejercicio libre de la profesión, también existen otros muchos ámbitos en los que actuamos –académico, institucional…–. Pues bien, es en todas estas áreas en su conjunto donde hemos de ofrecer lo mejor de nosotros mismos. Tenemos un compromiso con la sociedad y por ello ponemos nuestros conocimientos al servicio de la ciudadanía para intentar aumentar su bienestar. Además, nuestro colectivo siempre ha contribuido a la reflexión y al necesario debate que toda sociedad democrática debe llevar a cabo ante los problemas y los retos. Es precisamente en esta línea en la que debemos seguir abundando

y, para ello, hemos de continuar trabajando con ahínco como hasta ahora.
 

15 Reflexiones sobre la profesión de economista
Gerardo Ortega Miguel

El artículo revisa la regulación legal de la profesión de economista en España tras los cambios introducidos por la llamada Ley Ómnibus en la Ley de Colegios Profesionales, para concluir que la
colegiación es obligatoria para la utilización del título profesional de economista y que los colegios de economistas son las organizaciones más idóneas para elaborar una normativa técnica y deontológica
de aplicación obligatoria por sus miembros que garantice el control de su práctica profesional en aquellas actividades en las que puedan verse afectadas, de manera grave y directa, materias de especial interés público.


17 La economía, un privilegio de profesión
Juan E. Iranzo

La profesión de economista, desde el punto de vista formal, es muy reciente en España, puesto que la
Facultad de Ciencias Políticas y de la Economía inicia su andadura en 1941. De hecho, Keynes en una conferencia en la Residencia de Estudiantes en los años treinta del siglo pasado, denunciaba la falta de unos estudios formales de economía en nuestro país y los problemas que ello generaba.
La falta de economistas profesionales, en muchas ocasiones, provocó el triunfo del arbitrismo o la toma de caminos equivocados, como el proteccionismo y el intervencionismo, de la economía española, que solo generaron pobreza relativa respecto a nuestro entorno.

La economía es un privilegio de profesión puesto que como demostró David Ricardo, si se realiza una especialización en aquello para lo que se tienen ventajas relativas y se intercambian, todos pueden salir
beneficiados, por poder ser este un ejercicio de suma positiva, lo que resulta para muchos difícil de entender, aunque ya la división del trabajo genera efectos intuitivos muy favorables.

Los economistas profesionales de la quinta generación de la Escuela de Madrid, Juan Velarde, Enrique Fuentes Quintana, y Manuel Varela, entre otros, fueron quienes convencieron a los responsables políticos del momento de que era necesaria una apertura económica al exterior para impulsar el progreso de España.  

Nuestro país solo ha progresado a través de un modelo abierto que se inició en 1959, con el Plan de Estabilización, y que se ratificó con el Tratado Comercial Preferencial con la CEE en 1970, y sobre todo con la incorporación a la Comunidad Europea en 1986 y, posteriormente, al euro en 1999.


18 Economistas origen


18 Los economistas y la modernización económica de España

El presente trabajo se fija en una selección de grandes debates en los que intervinieron los economistas españoles, así como aquellos teólogos, juristas, arbitristas y reformadores que trataron temas económicos antes de la institucionalización y profesionalización de la Economía en los siglos XIX y XX, con la finalidad de mostrar su contribución al complejo proceso de modernización de la
economía española. Salvo contadas excepciones, los economistas españoles se han dedicado a resolver temas apremiantes y prácticos más que a teorizar.


Luis Perdices de Blas y José Luis Ramos Gorostiza


23 De las sociedades económicas a los economistas
Javier Morillas

Las Sociedades Económicas de Amigos del País constituyen un antecedente importante en España para la difusión de las ideas y planteamientos económicos. De ellas surgiría el conocido como
grupo economistas en 1854, poco estudiado y conocido, pero que tuvo brillantes e influyentes figuras, como José Echegaray y otros.
Y todo ello cuando aún la profesión de economista no era reconocida como tal en España. Su influencia y las publicaciones que les sirvieron de altavoz, como El Economista, cuasi coetáneo de The
Economist, pervivieron hasta la creación de la Facultad de Ciencias Económicas en los años cuarenta.


32 La información económica a través de los medios de comunicación

Este artículo repasa la difusión de la economía a través de los medios de comunicación, analizando la transformación significativa experimentada a lo largo de los años. Esta difusión es importante para
comprender cómo se está presentando y percibiendo la información económica por parte del público en general. El artículo realiza un repaso desde la llegada de las primeras revistas de economía, seguido
por la prensa económica, la radio, la televisión, así como los medios más actuales, entre los que se encuentran las redes sociales.

Reyes Navarro


36 La formación
36 La universidad y la formación de los economistas

La formación del economista en el siglo XXI está encomendada, básicamente, a la universidad. Los estudios, a pesar de ser relativamente recientes, han tenido una evolución notable y han condicionado,
no solo la propia evolución económica, sino los acontecimientos sociales y políticos más destacables. Además, la formación va a extenderse a lo largo de toda la vida, obligando a la universidad, primero, a modificar los contenidos y, segundo, a tener capacidad de adaptación a una realidad en continuo cambio, en la que se necesita alterar la estructura del profesorado y en la que la docencia debe recuperar su papel protagonista, con la necesaria implicación de la empresa en el proceso enseñanza-aprendizaje.


Eugenio José Luque Domínguez


46 La formación del economista

La variedad de denominaciones de los estudios ligados al ámbito de la economía y de la empresa, así como la creciente hibridación con otras titulaciones, parece desdibujar la identificación de los estudiantes universitarios en su propia consideración como economistas.
La ponderación de las diversas materias con las que se construye su conocimiento está rotando a consecuencia de las nuevas demandas del mercado y los intensos cambios sociales y tecnológicos. Además, las habilidades humanas y las características personales de los economistas son determinantes para su orientación laboral y progresión en la carrera profesional. El reto en la formación de las nuevas generaciones de economistas es lograr una visión integradora e interrelacionada de conocimientos, competencias y valores, evitando el riesgo de la compartimentación de los saberes y la especialización
no relacionada, más aún con la llegada de la inteligencia artificial como principal agente de cambio a futuro.

Ricardo Palomo


52 Economía y economistas: reflexiones y nuevas tendencias de la formación universitaria en España

La adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior y su regulación a través del Real Decreto de 1393/2007, de ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales, establece un marco de competencias a aplicar en las distintas disciplinas que adaptara la formación universitaria de los egresados a los requerimientos del mercado laboral y permitiera la comparabilidad de titulaciones en
el ámbito europeo. En el caso de los estudios de Economía o similares se adaptaron con el fin de incluir las habilidades necesarias para poder ejercer la profesión de economistas. La evolución del contexto socioeconómico y de la era 4.0, en el que las cuestiones de sostenibilidad, la Agenda 2030, el cambio climático o la economía circular van cobrando protagonismo, requiere ajustar de nuevo los
planes de estudio y formar a los futuros egresados economistas en materias y competencias profesionales nuevas pero alineadas con las necesidades empresariales y los requerimientos normativos. En este artículo se lleva a cabo una reflexión sobre estas cuestiones y su importancia para el ejercicio profesional.
Ana M. López y Gemma Durán

Servicios profesionales

 
65 Grandes retos de los servicios profesionales

Una de las áreas de especialización hacia la que se dirigen los economistas es la de los servicios profesionales. Actualmente las firmas que prestan este tipo de servicios se encuentran inmersas en un
proceso de profunda transformación, debiendo abordar cuestiones claves como la digitalización, el teletrabajo, la inteligencia artificial, los criterios ESG, el crecimiento, la globalización o la captación y retención del talento.
En este artículo se analizan los diez retos más relevantes a los que se enfrenta el sector, así como el cambio cultural exigido a los profesionales que lo lideran.
 Mario Alonso Ayala


69 El economista auditor

Los economistas nos identificamos por tener formación económica universitaria y ser miembros de un colegio de economistas.
Nuestra formación nos permite desarrollar distintas actividades relacionadas con la macroeconomía y la microeconomía, el asesoramiento económico a personas físicas o jurídicas, el estudio, la investigación y la docencia en materia económica. En este sentido el Estatuto Profesional del Economista, incorpora determinadas funciones para las que estamos facultados, entre ellas la Auditoría de Cuentas. A esta actividad nos dedicamos un gran número de economistas, que la desarrollamos como auditores individuales o mediante sociedades de auditoría.
Para ser auditor no es necesario ser economista, pero no cabe duda de que poseemos una formación y un apoyo colegial que facilita el acceso y desarrollo de esta actividad.
Francisco Martínez Casado


75 El economista y la contabilidad

El economista especializado en contabilidad tiene la posibilidad de ejercer la profesión con un amplísimo abanico de funciones y responsabilidades.
En la actualidad, el experto contable ha adquirido una importancia decisiva en todas las actividades económicas, lucrativas o no, tanto de particulares y de empresas como de todo tipo de organizaciones y administraciones, públicas y privadas. Nada que ver con la imagen estereotipada del contable con la visera y el manguito, relacionada con la mera teneduría de libros, actualmente automatizada.
En el trepidante mundo de los negocios de nuestros días, el experto contable protagoniza y dirige procesos de información, no solo para el cumplimiento de obligaciones legales frente a la Administración y terceros, sino para obtener datos que le permitan decidir y asesorar en múltiples facetas de la actividad económica de todo tipo de organizaciones. Desde la planificación, el seguimiento, el control y el análisis de las operaciones y sus desviaciones, hasta las valoraciones y estimaciones más sofisticadas relacionadas con inversiones y desinversiones, financiación, fusiones, arbitrajes y un
largo etcétera. A todo ello, se ha añadido recientemente la información y el control sobre sostenibilidad, de máxima importancia social y financiera.
Felipe M. Herranz Martín


83 Los economistas forenses

El incremento de las transacciones económicas y su creciente litigiosidad ha hecho nacer hace pocas décadas una nueva actividad, la del especialista en economía forense, que, en sus diferentes vertientes
(perito, experto independiente, árbitro, administrador…), configura una variante de la profesión que atiende a las especificidades de la actividad procesal, paralelamente los colegios profesionales y el
Consejo de Economistas han respondido con el Registro de Economistas Forenses para cubrir las necesidades de homogeneización y metodología común de los trabajos mediante la publicación de un
código deontológico y con notas técnicas que facilitan y elevan la calidad de los trabajos del economista y permiten la incorporación de nuevos profesionales sin barreras de entrada por inexperiencia
Alejandro Latorre Atance


89 La profesión de economista forense en 2023

Desde la aprobación de la Ley 16/2022 de 5 de septiembre por la que se ha realizado la transposición de la Directiva de la Unión Europea de 2019/1023 del Parlamento Europeo, nuestro contexto
profesional ha ampliado en gran medida las necesidades de expertos en materia económica y empresarial.
Con la Directiva europea los países miembros han adoptado nuevos
mecanismos que permitan prevenir la entrada en concurso de
acreedores de aquellas empresas que sean viables. A tal efecto se han
configurado los planes de reestructuración en los que se extienden en
gran medida las herramientas para garantizar la viabilidad de la compañía.
Del mismo modo, el nuevo marco normativo fomenta en gran medida la venta de aquellos negocios cuya viabilidad siga existiendo, aunque no lo sea así en la sociedad mercantil en la que se encuentra.
A continuación, se procede a estudiar las diferentes intervenciones que puede realizar un economista a la vista del nuevo marco preconcursal y concursal en el que nos encontramos.
Rubén García-Quismondo Pereda


97 El reto del economista asesor fiscal

Este artículo sitúa la profesión de economista asesor fiscal en la actualidad, sus dificultades y sus retos. Relaciona los principales elementos que la caracterizan. Su formación en las diferentes opciones posibles.
La forma de ejercicio según sea persona física o jurídica. El contenido de la actividad, los certificados digitales para representación, las funciones de gestión, de asesoría, de planificación… El estatuto del asesor fiscal. El apoyo informático del asesor fiscal. La responsabilidad civil y la responsabilidad penal derivadas de esta actividad. Con especial incidencia en el tema del blanqueo de capitales. Así como la normativa de la Unión Europea y las reglas de la OCDE en la materia. En síntesis, algunos de los aspectos más significativos a tener en cuenta para el adecuado ejercicio de la profesión.
Carlos Herrero Mallol


103 Lo oportuno del marketing en la actualidad

A través de este artículo se pretende mostrar cuál es el entorno actual y las oportunidades del marketing; disciplina científica cuyos pasos llevan dejando huella en la historia de la economía desde principios del siglo XX y como profesión desde que tiene su origen el comercio.
El objetivo es mostrar aquellos escenarios en los que los investigadores y profesionales del marketing actúan para que, en adelante, el lector sepa dónde hay marketing y pueda reconocerlo. En todos esos
entornos actuales podremos encontrar actuaciones de marketing desarrolladas con objetivos concretos muy diferentes, pero con una única visión global: la de lograr el intercambio de una manera satisfactoria, aportando valor para las partes que participan en dicho intercambio.


María Dolores Reina Paz


108 Administración
108 El economista del siglo XXI

El siglo XXI está constituyendo un auténtico reto para los economistas.
Hemos visto condicionada nuestra profesión ante la concatenación de perturbaciones y crisis que han provocado un entorno de máxima inestabilidad, incertidumbre y volatilidad. A ello se une el origen extraeconómico de algunas de estas perturbaciones, como la pandemia o la invasión rusa de Ucrania, que nos está obligando a adentrarnos en ámbitos no muy conocidos para muchos de nosotros. En este contexto, los economistas en el siglo XXI hemos tenido que reinventarnos y evolucionar en paralelo con la sociedad, aunando inconformismo para desarrollar un aprendizaje y adaptación continuos, y humildad para asumir los errores cometidos en nuestros análisis y previsiones. Mis más de treinta años de carrera profesional en el ámbito público en puestos de responsabilidad en la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), la Secretaría General de Financiación Autonómica y Local (SGFAL) y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) me han enseñado la importancia de estas cualidades. Y en particular, mi actual puesto como presidenta de la AIReF ha sido especialmente enriquecedor en un contexto nada fácil de suspensión de reglas fiscales, tras una pandemia y una crisis de precios por la invasión rusa de Ucrania. En estos años la AIReF ha demostrado su capacidad de adaptación y se ha ido consolidando como una institución útil y
como referente en materia de política fiscal, tanto para sus gestores como para el conjunto de la sociedad. Estas últimas décadas han supuesto un reto, pero también una oportunidad para los economistas.
Toca reinventarse y no tener miedo a equivocarse si partimos de análisis transparentes y honestos.
Cristina Herrero


113 La función de los Técnicos Comerciales y Economistas del Estado

Los Técnicos Comerciales y Economistas del Estado (TCEE) son un cuerpo de funcionarios que se creó en 1930, con la Gran Depresión, para desde la Administración central ocuparse de todos los asuntos del comercio exterior y otros intercambios del país. Desde entonces hasta ahora, los TCEE han contribuido permanentemente a esa gestión exterior y en el más alto grado a las sucesivas políticas asumidas por el Estado: Plan de Estabilización de 1959, Pactos de la Moncloa de 1977, ingreso de España en las Comunidades Europeas (1986), cambios estructurales internacionales durante la Gran
Recesión (2008/2013), efectos de la pandemia, etc. En ese sentido, la renovación de cuestiones públicas es constante, y la preparación de los TCEE se mantiene en un nivel de capacidades muy considerable,
con la ayuda, día a día, del selecto cuerpo de funcionarios que son los Diplomados de Comercio Exterior.
Ramón Tamames

115 El economista y las políticas: el ejercicio de una disciplina que (nos) disciplina

Artículo del gobernador publicado en la Revista Economistas (Colegio de Economistas de Madrid)

Las aportaciones teóricas y empíricas de la ciencia económica permiten a los economistas afrontar con disciplina, rigor y objetividad un conjunto muy amplio de problemas sociales. Para optimizar el rendimiento y el apoyo social de las políticas públicas se requiere contar con la perspectiva económica -y complementarla con el de otras ciencias sociales- para identificar no solo los efectos agregados y de largo plazo de las mismas sino su impacto heterogéneo por grupos poblacionales y a lo largo del tiempo. De ahí que se deba avanzar para mejorar la disponibilidad de datos, su difusión y su tratamiento como base para la creación de una cultura de evaluación permanente de las políticas públicas. Engarzar esta cultura con el proceso decisorio permitirá a la sociedad obtener los beneficios de unas políticas públicas basadas en evidencias.

  • https://www.bde.es/f/webbe/GAP/Secciones/SalaPrensa/Articulos%20Prensa/AAAA-2023-12-11-hdc.pdf

 -Políticas públicas  

 -Análisis, economicismo y economía política  

 -Teoría y empirismo 

Ideología 

 - Datos

  • https://www.bde.es/wbe/es/noticias-eventos/actualidad-banco-espana/gobernador-revistaeconoomistas2023.html 
  • https://www.cemad.es/publicaciones/
El economista y las políticas: el ejercicio de una disciplina que (nos) disciplina Publicado en la Revista Economistas – Colegio de Economistas de Madrid
Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España

Como bien reflejan los distintos artículos incluidos en este número, los economistas ejercemos nuestras tareas en ámbitos muy diversos de la empresa, la administración pública y la sociedad en general. Pero, por razones tanto relacionadas con mi trayectoria vital como con mi actual condición de gobernador del Banco de España, quiero centrar esta contribución en las aportaciones que el economista —en tanto que portador del bagaje de conocimientos teóricos y empíricos de la ciencia económica— puede proporcionar a las fases de diagnóstico, diseño, ejecución y evaluación de las políticas públicas y que, en su conjunto, podemos denominar como la formulación de las políticas públicas.

Una primera consideración que debe realizarse en relación con esta cuestión se refiere al ámbito de consideración de las políticas públicas. En este sentido, por políticas públicas no me estoy refiriendo solo a las que tradicionalmente caracterizamos como política económica (política fiscal, presupuestaria, financiera, monetaria, etc.), sino que el terreno de aplicabilidad del corpus del análisis económico va mucho más allá hasta cubrir áreas tan diversas como la sanidad, la educación, la vivienda, la justicia o las políticas sociales, entre otras.

Esto es así, en mi opinión, porque lo que el economista aporta fundamentalmente a la sociedad no es solo un conjunto de leyes de comportamiento tanto micro como macro (lo que normalmente cubren los distintos «modelos económicos» y su contraste empírico) sino, sobre todo, un marco de reglas para el razonamiento que pone a los diferentes individuos, su bienestar y sus incentivos de actuación en el centro del debate de las políticas. Pertrechado con este bagaje, el economista puede afrontar con rigor y objetividad un conjunto muy amplio de problemas sociales.

La segunda consideración que me gustaría efectuar en relación con la contribución de los economistas a las políticas públicas se refiere al modo de enfrentarse al análisis de los problemas que se le plantean. Muchas veces se acusa al economista de practicar el «economicismo», entendido este término de forma peyorativa como una suerte de reduccionismo metodológico que simplifica en exceso y colapsa a los individuos y su comportamiento en una suerte de carrera por la riqueza material. Y nada más lejos de lo que el economista puede hacer para afrontar en el plano teórico complejos problemas sociales
 
En realidad, dotado de sólidas herramientas analíticas, el economista puede abordar la complejidad de motivaciones y la inmensa diversidad de objetivos individuales y sociales, pero siempre dotado de una disciplina metodológica de razonamiento que permite dotar de objetividad a sus conclusiones. Y el origen de esa disciplina proviene esencialmente de reconocer la importancia de los incentivos de toda índole (no solo monetarios) a la hora de explicar los comportamientos humanos.

En esencia, el economista puede abordar el análisis de los problemas sociales identificando los objetivos, instrumentos de actuación y motivaciones o incentivos de los individuos ante un problema dado. Y en no pocas ocasiones lo más relevante en relación con muchos problemas sociales es precisamente aquello que no se observa directamente: el coste de oportunidad, el precio sombra, el contrafactual. Al igual que el biólogo cuenta con el microscopio para poder ver más allá de la capacidad de su vista, el economista cuenta con un instrumental teórico y empírico muy poderoso para adquirir esa mirada que va más allá de lo directamente observable.
Lo anterior no debe interpretarse como una suerte de dominancia del enfoque económico sobre el de otras disciplinas sociales de cara a abordar la formulación de las políticas públicas, sino como la necesidad de contar con los economistas y su perspectiva como una condición necesaria, pero no suficiente, para su adecuada formulación.
Así, por ejemplo, en ocasiones los economistas no han prestado suficiente atención a la importancia del proceso político y administrativo en el que se desarrollan las políticas como condicionante fundamental de su diseño y ejecución. La “economía política” subraya precisamente la necesidad de que el enfoque económico se complemente con el de otras ciencias sociales para optimizar el rendimiento y el apoyo social de las políticas.
Del mismo modo, en no pocas ocasiones el enfoque de los economistas en la propuesta y análisis de las políticas públicas ha tendido a subestimar—cuando no directamente a ignorar— los efectos asimétricos de las mismas en distintos individuos o los efectos diferenciales que se producen durante la transición hacia un estado estacionario, para concentrarse casi exclusivamente en los resultados agregados y de largo plazo de las políticas
Siendo este análisis agregado y de largo plazo totalmente necesario para evaluar la conveniencia de distintas alternativas de política, más recientemente se ha puesto en evidencia la necesidad de realizar un análisis más granular que contemple explícitamente la heterogeneidad entre individuos y la secuencia temporal de los efectos de las políticas públicas. Se evita así caer en un nivel de simplificación que ignore elementos esenciales para asegurar la factibilidad práctica de la puesta en marcha de unas políticas que, en las sociedades democráticas, deben contar con el consentimiento ciudadano y ser impulsadas por sus representantes.

En definitiva, una de las cuestiones fundamentales en relación con las políticas públicas no es tanto saber qué es lo que hay que hacer —aun siendo esto lógicamente esencial— sino cómo hacer lo que hay que hacer y que tales medidas sean apoyadas consistentemente por una mayoría de ciudadanos. También en esto creo que la ciencia económica ha avanzado mucho en los últimos años, tanto en el plano teórico como en el empírico, incrementando así la aportación potencial de los economistas en el proceso de formulación de las políticas.

Una tercera consideración relevante se refiere al reconocimiento de las limitaciones del análisis económico y el papel del contraste empírico. Es evidente que, ante problemas complejos del mundo real, abordar la inherente heterogeneidad y multiplicidad de objetivos, instrumentos e incentivos de los individuos no es una tarea sencilla y exige un alto grado de competencia técnica y de rigor intelectual. Rigor no solo para analizar la problemática, sino también para interpretar con cautela los resultados de los análisis y las limitaciones de los mismos, ya que necesariamente hay que alcanzar un cierto equilibrio entre las hipótesis simplificadoras que facilitan el tratamiento de los problemas y la complejidad del mundo real.
No obstante, enfrentado a estas limitaciones en el plano teórico, el economista también se encuentra bien pertrechado, pues la ciencia económica es, ante todo, una ciencia empírica. Es decir, contamos también con herramientas que nos permiten contrastar la bondad de nuestros desarrollos teóricos con la realidad.

Una formulación óptima de las políticas necesita tanto de las contribuciones teóricas como de las empíricas del análisis económico. Las fases de diagnóstico y diseño de las políticas requieren de un diálogo fructífero entre ambas contribuciones en la medida que necesitamos un marco teórico sólido, informado por la realidad, para poder diseñar políticas públicas que sean eficaces de cara a abordar los problemas sociales. Y las fases de ejecución y evaluación requieren de un constante «chequeo de realidad» que, a su vez, debe servir como input para el rediseño de las políticas. 
Esta aproximación metodológica no es novedosa y valga recordar lo que ya en 1948 señalaba el profesor Enrique Fuentes Quintana, quien a la postre en su vida encarnó el economista como hombre de acción:que la realidad viva quede dominada a su luz es la aspiración del teórico, y es el político el que debe, en fin, convertir los propósitos teóricos en abundante cosecha de realidades venturosas. Mas lo que no puede pretenderse —sería cocear contra el aguijón— es enfrentarse a la realidad con el desamparo de ridículos instrumentos teóricos. Tan solo podrá conseguirse la amargura de la impotencia.

En suma, la aportación fundamental que, en mi opinión, pueden hacer los economistas en la esfera de las políticas públicas es ofrecer con rigor y honestidad intelectual sus conocimientos para que la sociedad pueda obtener los beneficios de unas políticas públicas basadas en evidencias. Y para ello resulta necesario, como ya he señalado en otras ocasiones4, que el proceso de formulación de las políticas incorpore una cultura de evaluación continua y rigurosa. En una sociedad democrática, esta evaluación promueve la transparencia sobre las actuaciones de los responsables políticos y sobre sus resultados,lo que facilita la rendición de cuentas y el control democrático por parte del Parlamento y de los ciudadanos. Asimismo, permite alimentar el proceso de toma de decisiones con información valiosa para mejorar su eficacia y su eficiencia.

Una cuarta consideración se refiere precisamente a cómo engarzar esa cultura de la evaluación de las políticas públicas con el proceso político. Es evidente que no todo en el ámbito de las políticas públicas puede ni debe estar sustentado en evidencias cuantitativas o en juicios técnicos. La ideología tiene, en mi opinión, al menos, un doble papel: aporta, por un lado, una noción ética sobre lo que es bueno o malo para la sociedad; y esto no puede ni debe estar sometido a evaluación, pues es una cuestión de preferencias personales y sociales. Por otro, aporta puntos de partida tentativos sobre cómo cabría, a priori, abordar estos fines cuando no contamos todavía con una sólida evidencia sobre el mejor curso de acción para su consecución. En esta segunda función, la ideología viene a cubrir en ocasiones las lagunas de conocimiento derivadas de una falta de evaluación rigurosa basada en datos fiables.
Pero el economista debe estar siempre muy precavido para no mezclar ambos planos de análisis: que la ideología no interfiera con la aplicación sistemática de su arsenal analítico y estar siempre atento a los datos para poder ofrecer a los decisores evaluaciones rigurosas e independientes. Y así podremos conseguir, poco a poco, que la ideología juegue su legítimo papel ético en la sociedad, pero que vaya cediendo terreno en ese papel supletorio como sustituto imperfecto de la sólida evidencia que el análisis económico puede ofrecer para muchos problemas sociales.

El alcance de las políticas basadas en evidencias se topa, no obstante, con claros límites, impuestos por la compleja naturaleza de los problemas, por la disponibilidad de la información o por el estado de las ciencias sociales. Y, como ya he señalado, una de las labores fundamentales de los economistas debe ser precisamente evidenciar estos límites y, en la medida de lo posible, cuantificarlos, de manera que se interpreten adecuadamente y con las debidas cautelas los resultados de las evaluaciones y análisis. Pero reconocer y poner en evidencia estos límites no debe frenar nuestra ambición de que estas evaluaciones informen cada vez más el proceso decisorio. Por supuesto, estas limitaciones teóricas y empíricas afectan de manera especialmente intensa a la fase de diseño de las políticas en lo que, en ocasiones, se denomina evaluación ex ante de las mismas.

Por su parte, las evaluaciones ex post de políticas ya aplicadas están mucho más desarrolladas a nivel práctico, y sus beneficios como parte del proceso integral de las políticas públicas se encuentran muy asentados en los países de nuestro entorno. En este ámbito, España presenta cierto retraso, aunque esperemos que iniciativas recientes encaminadas a la institucionalización de la evaluación de políticas públicas ayuden a superar las deficiencias del aparato administrativo español para que el diseño de programas públicos incorpore la eventual evaluación ex ante o, al menos, una evaluación a posteriori sistemática. Estas carencias limitan no solo la capacidad propia de la Administración Pública para realizar evaluaciones rigurosas, sino también el completo aprovechamiento de los resultados de las evaluaciones externas. Y no se trata solo de carencias en el sector público. También en el sector privado o en la sociedad civil, las instituciones y los foros dedicados a la evaluación rigurosa de políticas públicas en España son comparativamente escasos en comparación con otros países de nuestro entorno, y sus opiniones tienen escasa influencia en el debate público.

Por todo ello, considero que los organismos públicos independientes podemos y debemos desempeñar un papel relevante para aportar rigor e imparcialidad en las evaluaciones de las políticas públicas. En el Banco de España estamos comprometidos con esta cultura de la evaluación, tanto a través de la función de asesoramiento al Gobierno que nos atribuye nuestra Ley de Autonomía como de la evaluación de nuestras propias actuaciones mediante un programa de evaluaciones externas

El potencial de mejora en el proceso de toma de decisiones sobre políticas públicas en España es, en todo caso, significativo; una mejora de la que podrían beneficiarse tanto el poder ejecutivo, a la hora de diseñar y aplicar las políticas públicas, como el poder legislativo, en su papel de control al Gobierno.
El potencial de mejora en la formulación de las políticas públicas adquiere una dimensión aún mayor en el contexto actual cuando lo ponemos en conexión con el despliegue masivo de fondos europeos previsto para los próximos años, los cuales entre transferencias y préstamos, suponen un importe potencial superior al acumulado por todos los fondos europeos recibidos por España desde nuestra adhesión hasta la pandemia, y que tienen el objetivo declarado de transformar la economía y aumentar su potencial de crecimiento.

En un contexto en el que se requiere alcanzar un impacto duradero para propiciar la transformación estructural, la evaluación constante de los proyectos financiados con dichos fondos es la respuesta más eficaz para alcanzar este objetivo y para reforzar los necesarios mecanismos de control del dinero público. La evaluación constante facilita la experimentación con nuevos proyectos transformadores y minimiza el peligro de seguir aportando recursos a proyectos atractivos a priori, pero que no rinden los resultados esperados. Es más, considero que, incluso si esto supusiera algún retraso en el uso de los fondos, sería un tiempo y un esfuerzo bien empleados, de ahí que desde el Banco de España defendamos la conveniencia de que se contemple una extensión temporal en el uso de los fondos NGEU por parte de las autoridades comunitarias.

La necesidad de que los fondos europeos sirvan para favorecer, precisamente, una transformación de nuestra economía está también determinada por la exigencia de que su uso venga acompañado de la aplicación de las reformas que permitan abordar las deficiencias estructurales que, conforme a la evidencia, han lastrado el crecimiento y el bienestar de nuestra sociedad desde hace décadas, como las relacionadas con la baja productividad o el funcionamiento inadecuado de nuestro mercado laboral6. Los análisis disponibles ponen de relieve la presencia de importantes sinergias entre la ejecución de grandes planes de inversión y la aplicación de reformas estructurales en los principales mercados de productos y factores dirigidas a mejorar el funcionamiento de los mismos7. De hecho, los fondos podrían emplearse también para mitigar los costes que estas reformas, en ocasiones, acarrean para algunos colectivos a corto plazo, en pos de los beneficios que generarían para el conjunto de la sociedad a medio y a largo plazo. 
 
Además,el diseño de estas medidas compensatorias se podría beneficiar en gran medida de los avances experimentados en los últimos tiempos en la evaluación del impacto heterogéneo de las reformas entre distintos grupos poblacionales y distintos plazos a los que me he referido anteriormente.
Una quinta y última consideración es la relativa a la necesidad de mejorar los datos, su difusión y su tratamiento como base de la creación de una cultura de evaluación permanente de las políticas públicas y, por tanto, para incrementar el papel de los economistas en su formulación.
Sin la disponibilidad de datos adecuados, de calidad, y dotados de la suficiente granularidad, la evaluación y la generación de evidencias sólidas para las políticas públicas no son posibles.
El sector público no puede quedarse atrás en el tratamiento de los datos. El incremento de la capacidad de almacenamiento y tratamiento de los datos ha aumentado de manera exponencial las posibilidades de ampliar el conocimiento sobre la realidad. En su actividad diaria, la Administración Pública acumula un volumen ingente de información que, convenientemente tratado puede resultar crucial para realizar un diagnóstico certero de los problemas a los que se enfrenta la sociedad, así como de las políticas más adecuadas para afrontarlos. El cruce de los datos de que disponen las distintas administraciones amplía de manera acelerada las capacidades de diagnóstico y de evaluación.
Asimismo, la puesta de esos datos —convenientemente anonimizados— a disposición de la comunidad investigadora representa una oportunidad para mejorar nuestro conocimiento. Y añade también un mecanismo adicional de control de las autoridades que refuerza la calidad del debate público y de la democracia. En España se han puesto en marcha diversas iniciativas en este sentido (algunas de ellas auspiciadas por el propio Banco de España), pero creo que debemos aspirar a una mayor ambición en este ámbito.

En definitiva, instaurar una cultura de evaluación de las políticas públicas y de fomentar su diseño y ejecución sobre la base de las evidencias disponibles en cada momento es una tarea de todos. En el Banco de España creemos que, desde el rigor y la independencia, podemos contribuir decisivamente a este objetivo, 
i) adoptando una cultura de evaluación permanente de las actuaciones derivadas de nuestras responsabilidades,
ii) proporcionando a otros decisores de política económica los mejores análisis y propuestas para aumentar el crecimiento económico y el bienestar de los ciudadanos, 
iii) facilitando y colaborando con la comunidad investigadora en el uso de la información de que disponemos y 
iv) promocionando —también en colaboración con el sector público y el sector privado— la educación económica y financiera a los ciudadanos, que les permita, por un lado, valorar adecuadamente las políticas públicas y, por otro, tomar las mejores decisiones financieras acerca de los asuntos que les afectan.
Esto es parte integral de nuestro compromiso con la sociedad española, a la que servimos. En todo caso, difundir esta cultura es una misión a la que animo a todos los economistas. Es la mejor contribución que podemos hacer al bienestar de nuestros conciudadanos.


NOTAS

1 Becker, Gary S. (1993). "Nobel Lecture: The Economic Way of Looking at Behavior". Journal of Political Economy, 101(3), pp. 385-409.
2 Blinder, Alan S. (2018). Advice and Dissent: Why America Suffers When Economics and Politics Collide. Basic Books. 

3 Fuentes Quintana, Enrique. (1948). «Efectos económicos de la política fiscal: comentario a las tesis suecas», Anales de Economía, 8(32), pp. 487-497.
4 Hernández de Cos, Pablo. (2021). «Las consideraciones de largo plazo en la política económica. El papel de las políticas basadas en evidencias». Discurso en el acto de entrega al Banco de España de la Gran Cruz al Mérito en el Servicio de la Economía 2021 del Consejo General de Economistas, 19 de octubre.
https://www.bde.es/f/webbde/GAP/Secciones/SalaPrensa/IntervencionesPublicas/Gobernador/Arc/Fic/hdc191021.pdf.

5 Véanse las directrices y resultados del Programa de Evaluaciones del Banco de España en https://www.bde.es/wbe/es/sobre-banco/transparencia/informacion-institucional-planificacion/programa-evaluaciones-banco-espana/
6 Véase el capítulo 2 del Informe Anual 2022, Banco de España.
7 Albrizio, Silvia, y José Federico Geli. (2021). «Un análisis empírico de los factores que pueden potenciar la efectividad del programa Next Generation EU». Boletín Económico - Banco de España, 4/2021, Artículos Analíticos.
 https://repositorio.bde.es/handle/123456789/19031.

120 Empresa, banca y mercados financieros
120 La profesión de economista es cada vez más importante

El papel de los economistas es cada vez más importante en una sociedad compleja y globalizada. La tecnología y la diversidad de literatura nos ayudan a mejorar la calidad del análisis y no debemos olvidar la importancia de ofrecer una visión realista que ofrezca verdadero valor añadido a los ciudadanos. La inteligencia artificial no hace que el economista sea menos necesario, sino todo lo contrario.
Daniel Lacalle


124 La profesión de economista en banca

Rigor científico, mirada amplia a los efectos económicos y sus consecuencias, visión estratégica, anticipación y habilidades de comunicación son algunos de los rasgos que debe tener un economista
en una entidad bancaria. Entender y explicar el contexto económico y financiero y evaluar su probable evolución futura es parte clave de su rol. Como también contribuir a la toma de decisiones
informadas que apoyen la correcta evolución del negocio de un banco. Todo ello apoyado en las herramientas a su alcance (modelos y datos). Se trata de una función que es dinámica, para adaptarse a las tendencias del futuro, como el cambio climático, big data o inteligencia artificial, entre otras.
Juan Cerruti y Federico Gómez

Los economistas y los mercados financieros

En los últimos años estamos asistiendo a un cambio en el mecanismo de intermediación del ahorro en la zona euro. Aunque las entidades crediticias mantienen una elevada cuota, se constata una disminución de esta a favor de los mercados financieros, en un proceso que nos acerca, aunque manteniendo todavía gran distancia, a EE.UU. Las implicaciones de este cambio de la arquitectura financiera sobre aspectos como la transmisión de la política monetaria, la capacidad de financiación del tejido empresarial, la estructura de su pasivo, la importancia de los reguladores bancarios y de los mercados de capitales, la cultura financiera de las familias o la evolución de los ciclos económicos son numerosas. Los mercados financieros están incrementando su importancia relativa y es obligación de los economistas entender, seguir y analizar la evolución de las cotizaciones de los distintos activos financieros, así como sus implicaciones. 

 
David Cano
135 Los economistas en la empresa

La enseñanza universitaria de los economistas se imparte en las Facultades de Ciencias Económicas y Empresariales, y en los centros universitarios privados. Los estudios específicos del Management se
enmarcan en las Escuelas de Negocios.
En la actualidad se observa en las empresas signos de cambio de valor y de paradigmas, y se abren nuevos horizontes para los economistas.
Concretamente, a las funciones tradicionales de estos profesionales en los niveles de dirección y gestión empresarial, se añaden nuevos perfiles en áreas de conocimiento emergentes (sostenibilidad, digitalización y emprendimiento).
Sin embargo, hay que dotar de formación y habilidades necesarias a los profesionales para atender a la demanda del mercado laboral apostando por la profesionalización de los economistas del futuro.


Enrique Castelló Muñoz
142 La profesión del economista en la empresa: los nuevos retos y oportunidades profesionales

Los economistas son profesionales que cuentan con herramientas teóricas y prácticas multidisciplinares, por lo que pueden desempeñar un papel muy relevante dentro de las empresas, tanto como
especialistas en áreas concretas como, desde un punto de vista más global, como gestores y estrategas que mejoren la eficiencia y la rentabilidad de los recursos empleados. No obstante, el principal
reto para los economistas del futuro va a suponer la transformación de sus conocimientos, habilidades y competencias, condicionados por la revolución tecnológica, los mercados emergentes y los nuevos
riesgos y oportunidades. Siendo estos unos retos para los que están perfectamente posicionados, dado el bagaje de partida de conocimientos científicos con el que acceden a los mercados y asisten en la gestión empresarial.
Miguel Cuerdo Mir y Gregorio Izquierdo Llanes

149 Los economistas y la sostenibilidad

La información que deben elaborar y publicar las corporaciones no solo se restringe a la información financiera tradicional, incluida en sus estados financieros, sino que también incluye la información no financiera o de sostenibilidad. Los economistas podemos y debemos asesorar a nuestras empresas, entidades e instituciones, donde trabajamos, somos socios o son nuestros clientes sobre cómo pueden adoptar prácticas de gestión sostenible, dentro de las denominadas ESG, y mejorar su desempeño en sostenibilidad. Sin duda, tenemos un papel crucial que desempeñar en el apoyo a la búsqueda de la sostenibilidad y por una economía sostenible en la UE. Esto presenta un doble desafío, es decir una oportunidad y una responsabilidad significativas, para las que, sin duda, nuestra profesión está preparada y seguirá creciendo en los próximos años.

La información no financiera es aquella que recoge los datos corporativos referidos a todo lo relacionado con la protección del medio ambiente, la responsabilidad social y el tratamiento de los trabajadores, el respeto por los derechos humanos, anticorrupción y soborno y la diversidad en los consejos de administración, según lo recogido en la Directiva 2014/95/EU, que a su vez modificaba a la Directiva 2013/34/EU. Si bien, inicialmente, se denominaba a esta parcela informativa de las corporaciones (empresas, entidades, instituciones) como información no financiera para diferenciarla de la información financiera, durante el proceso de desarrollo de la nueva directiva europea en la materia se cambió la denominación. De manera que ha pasado a llamarse información de sostenibilidad, sobresostenibilidad, en materia de sostenibilidad, o cualquier otra acepción similar, del término original Sustainability information recogido en la Corporate Sustainability Reporting Directive (2022/2464/EU). 

No obstante todos estos términos siguen coexistiendo y se suelen utilizar como sinónimos.
Por lo tanto, la información que deben elaborar y publicar las corporaciones no solo se restringe a la
información financiera tradicional, incluida en sus estados financieros, sino que también incluye la información no financiera o de sostenibilidad, reflejada en los estados de sostenibilidad, estados de información no financiera (EINF), que a su vez se incluyen en los estados financieros. No obstante, con independencia de dónde se incluya a la hora de publicarse una u otra información las dos partes que conformanla información corporativa, es un hecho que cada vez más tienen la misma relevancia, son las dos caras de una misma moneda.
En este sentido, y en línea con el objetivo de este artículo, podemos decir que las principales características y desarrollo de la información no financiera o en materia de sostenibilidad hacen que tengan que tenerse en cuenta dos aspectos clave a efectos de nuestra profesión de economista: su elaboración y publicación, así como su adecuada verificación.
En efecto, nuestra profesión de economista debe ser parte de la solución y el crecimiento de esta información corporativa, de hecho ya lo está siendo, pues tanto desde un punto de vista económico-contable, como financiero y de gestión, las cuentas anuales, el estado de información no financiera o informe en materia de sostenibilidad, y otros documentos que recogen cualquier otro tipo de información sobre la empresa y/o entidades, contribuyen a ponerla en valor y a diferenciarla. Sin duda, aquellas corporaciones, empresas, instituciones y entidades que operan en un mundo cada vez más globalizado –ya sea por inversión directa, exportación, otros negocios internacionales, acceso a financiación y/u otros intereses nacionales– deben elaborar y publicar, no solo información financiera tradicional sino también información no financiera o de sostenibilidad, y no únicamente ya por su propio interés de gestión, sino por la necesaria traslación al mercado e incluso, desde el año 2018, de forma obligatoria en España para algunas de ellas, entre las que se encuentran las empresas de más de 250 trabajadores.
Además, no solo grandes y medianas corporaciones, sino que cada vez más en pymes y otras entidades,
la revelación de información no financiera o en materia de sostenibilidad se convierte en una pieza clave
para, por ejemplo, tener un primer acceso a los mercados, obtener financiación de forma más ágil,
despertar el interés para establecer los primeros contactos con clientes, proveedores, inversores, socios,
partícipes y/o donantes o, por ejemplo, cumplir los requerimientos de información sobre sostenibilidad que es demandada por ser parte de la cadena de valor (proveedores, clientes, socios, entre otros) de otras corporaciones obligadas. Y más teniendo en cuenta la publicación en España de la Ley 11/2018, de 28 de diciembre, por la que se modificó el Código de Comercio, el texto refundido de la Ley de Sociedades de Capital aprobado por el Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio, y la Ley 22/2015, de 20 de julio, de Auditoría de Cuentas, en materia de información no financiera y diversidad. A través de esta ley en España se concluyó la transposición de la primera directiva europea al respecto, a la que ha sucedido la recientemente aprobada Directiva (UE) 2022/2464 del Parlamento Europeo y del Consejo de 14 de diciembre de 2022, que deberá ser traspuesta antes de mediados de 2024.


Todo ello hace que resulte muy apropiado que los economistas, por un lado, sigan adquiriendo los conocimientos y habilidades necesarias para coordinar y elaborar un estado de información no financiera (EINF) o informe de sostenibilidad, lo que sin duda implica el estudio, análisis y comprensión de todo aquello relacionado con la sostenibilidad (taxonomía, estándares, requerimientos, etc.) que contribuyan a adoptar la cultura de la sostenibilidad y por tanto cumplir los requerimientos de información corporativa en el ámbito medioambiental, social y de gobernanza (ESG), y por otro actualicen y desarrollen los conocimientos básicos para su verificación.
 

2. Los economistas y la sostenibilidad 

 
Siguiendo lo recogido por la EFAA for SME (2021) y señalado además por Marín y cols. (2022), las diversas maneras y formas en las que los economistas tienen, tenemos, una oportunidad y responsabilidad para contribuir a la sostenibilidad estarían principalmente centradas a través de la elaboración, publicación y verificación de esa información corporativa, y lo podemos resumir en los siguientes aspectos.Asesorando sobre las mejores prácticas en sostenibilidad

Los economistas podemos y debemos asesorar a nuestras empresas, entidades e instituciones, donde trabajamos, somos socios o son nuestros clientes sobre cómopueden adoptar prácticas de gestión sostenible, dentro de las ESG, y mejorar su desempeño en sostenibilidad.
 

Entre otros aspectos, y sin ánimo de ser exhaustivo,estos pueden ser cómo reducir la huella de carbono, o cómo cumplir con la regulación de salud, seguridad,medio ambiente, compliance, governance, cómo crear las bases de datos necesarias, etc.

Adoptando prácticas sostenibles Los propios economistas tenemos la responsabilidad de cambiar nuestra forma de trabajar para ser más sostenibles.

Por lo tanto, debemos adoptar las mejores prácticas de gestión sostenibles-ESG.

Preparando informes de sostenibilidad Los economistas tradicionalmente hemos colaborado
y/o preparado la información financiera y los informes, tanto para fines de gestión como informes externos, para nuestras empresas, entidades, instituciones y clientes. En el futuro, de hecho ya está ocurriendo así, los economistas debemos estar preparados pues un número creciente de clientes, o las propias empresas, entidades o instituciones en las que trabajamos, solicitarán o será muy necesario prepararles, coordinarles y/o elaborarles información e informes de sostenibilidad (EINF). De hecho, para muchas de ellas ya lo es de forma obligatoria según recoge la Ley 11/2018; siendo para otras muy recomendable por razones de competitividad y/o por razones de requerimientos desde su denominada cadena de valor.


Proporcionando garantía sobre la información de sostenibilidad Los economistas suelen realizar la auditoría o proporcionan otras formas de garantía/verificación sobre la información financiera y los informes de los clientes.


En el futuro, los economistas pueden esperar –de hecho ya está ocurriendo así– que un número cada vez mayor de empresas, entidades, instituciones y clientes busquen garantías sobre su información e informes de sostenibilidad que elaboran y publican (verificación del EINF), siendo además en España desde la Ley 11/2018 obligatorio y desde la nueva directiva de2022 también a nivel de la UE. Además, para las partes interesadas, stakeholders, es un requisito adicional prácticamente irrenunciable.


Por tanto, como ya he indicado, los economistas deberemos seguir desarrollando las capacidades para proporcionar servicios de sostenibilidad de alta calidad.
En los próximos años, los informes y verificación de sostenibilidad crecerán exponencialmente, tanto en
número como en sofisticación. Desarrollar estas nuevas capacidades será clave para ser competitivo en el mercado de informes de sostenibilidad y servicios de verificación (Marín y cols., 2021, y Ortiz y cols, 2023).


3. Conclusión

 
Sin duda los economistas tenemos un papel crucial que desempeñar en el apoyo a la búsqueda de la sostenibilidad y por una economía sostenible en la UE.
Esto presenta un doble desafío, es decir una oportunidad y una responsabilidad significativas. Sin duda
nuestras principales organizaciones relacionadas con la profesión, como son EFRAG e ICAC, ya han desdoblado su actividad y comités en dos ámbitos, los dedicados a la información financiera y los que se ocupan de la sostenibilidad, señal clara e inequívoca de que la sostenibilidad ha venido para quedarse y que nuestra profesión es y será un actor indispensable. Asimismo las organizaciones profesionales como IFAC, EFAA o IASB trabajan desde hace tiempo en el mismo sentido.


Desde el Consejo General de Economistas y los propios Colegios de Economistas se ha realizado y realiza una actividad pionera e intensa en este ámbito, tanto desde la esfera de la formación y preparación de guías y textos de apoyo y sus propios EINF como en lo que respecta a la colaboración con las autoridades nacionales e internacionales para el adecuado desarrollo normativo. Igualmente se han trazado los puentes entre la universidad, nuestras facultades de economía y empresa, y los representantes de la profesión para seguir creciendo en este ámbito. Los economistas hemos demostrado una y otra vez que podemos superar desafíos similares, aprovechar las oportunidades y cumplir con sus responsabilidades. Esta es la responsabilidad de la profesión, así como su propio interés.
Pero, lo que es más importante, es una cuestión de interés público, por una economía sostenible y competitiva en la UE y, por tanto, en España

BIBLIOGRAFÍA
EFAA for SME (2018), Survey of Non-Financial Reporting Requirements for SMEs in Europe, noviembre.
EFAA for SMEs (2021), Call to Action: SMPs Supporting Creation of the Sustainable Economy Sustainable EU Economy.
Marín, S. y Thompson, P. (2022), «SMPs and the sustainability agenda», International Accountant, Issue 125, págs. 16-18.
https://issuu.com/aiaworldwide/docs/ia_125_epdf. 

Marín, S.; Martín, R.; Ortiz, E., y Thompson, P. (2021), What SMPs and SMEs Need to Know About Sustainability Reporting.
www.efaa.com
Ortiz-Martínez, E., y Marín-Hernández, S. (2021), «European SMEs and non-financial information on sustainability», International Journal of Sustainable Development & World Ecology, 1-13. https://doi.org/10.1080/13504509.2021.1929548.
Ortiz-Martinez, E.; Marín-Hernández, S. y Thompson P. (2023), «The Role of Small –and Medium-sized Practices in the Sustainable Transition of Small– and Medium-sized Enterprises», Environment, Development and Sustainability EISSN 1573-2975. https://doi.org/10.1007/s10668-023-03507-3.
Salvador Marín


153 Crónicas


153 Presentación del número extraordinario de Economistas:
«España 2022. Un balance» José Antonio Negrín de la Peña

Decano de la Sección de Ciudad Real. Colegio de Economistas de Madrid
Profesor titular. Universidad de Castilla-La Mancha

El Banco Central Europeo empezó un proceso de normalización desde niveles muy expansivos, teníamos los tipos de interés en niveles negativos y, hasta junio del año 2022, seguíamos haciendo adquisiciones de deuda pública para afectar a la curva de tipos de la zona euro, recordando que, subimos los tipos en 250 puntos básicos en el año 2022, creamos el programa Transmission Protection Instrument (TPI) y frenamos las compras de activos, puntualizando más tarde que esta política
monetaria tuvo un impacto claro en las condiciones definanciación de la economía (…) desde el cuarto trimestre, se veía un endurecimiento de las condiciones de financiación y una caída muy intensa de la demanda de crédito tanto en las empresas como en las familias (especialmente en el ámbito de las hipotecas). Una situación que continúa en el primer trimestre del año 2023. Para concluir su repaso del año 2022, el vicepresidente puntualizó que es un año que no se puede entender si no miramos el pasado. La concatenación de shocks que hemos sufrido en los últimos años: el cierre de la economía por la pandemia, su posterior apertura y, por último, la guerra de Ucrania.

El apartado sobre Economía nacional, coordinado por José María Rotellar consta de los artículos: El comportamiento de la economía, de José María Rotellar; La economía española, análisis y expectativas, de Pedro Cortiñas Vázquez y Cristina Sánchez Figueroa; Recuperación del transporte de viajeros, de Mario González Medrano;
Esperando una reforma tributaria integral: un año de parches fiscales, de Juan José Rubio Guerrero y Santiago Álvarez García y Ranking anual de los think tanks españoles según su representación mediática especializada en temas económicos, de Fernando Castelló Sirvent yVanessa Roger Monzó.


El análisis sobre el Mercado laboral, capital humano y demografía es coordinado por Rafael Pampillón Olmedo y lo componen los siguientes trabajos: Un nuevo mercado laboral: tendencias en curso y otra reforma, de Juan Francisco Jimeno Serrano; Luces y sombras en el mercado laboral: creación de empleo, agotamiento y reforma laboral, de Valentín Bote Álvarez-Carrasco; Más de tres millones de parados, de Alicia Coronil Jónsson y Rafael Pampillón Olmedo, y Productividad laboral para que crezca el empleo, de Cristina Mingorance-Arnaiz y Rafael Pampillón Olmedo.

El apartado sobre Economía circular y sostenibilidad, coordinado por Gemma Durán Romero, lo componen los trabajos: El agua en la economía circular: indicadores de circularidad, de Amelia Pérez Zabaleta y Sofía Tirado Sarti; Impacto de la nueva fiscalidad de residuos en el sector empresarial, de Gemma Patón García; La gestión de los riesgos climáticos en la banca europea: primeros pasos
y retos futuros, de Francisco del Olmo García; Nueva directiva sobre información en materia de sostenibilidad:desarrollo previo, efectos a futuro y estándares de sostenibilidad, de Salvador Marín, y Formación y empleabilidad en el ámbito de la economía sostenible, de Enrique Castelló Muñoz.

El análisis sobre la Economía digital, coordinado por Ana M. López, consta de los trabajos: Digitalización,transformación y economía digital en España, de Ana M. López; España digital: la hoja de ruta para impulsar un país en clave de futuro, de Carme Artigas Brugal y La revolución del Big Data y el análisis económico, de Álvaro Ortiz y Tomasa Rodrigo.


El capítulo sobre las Perspectivas de futuro está coordinado por Julián Pérez García y lo componen los trabajos sobre: Inflación, exceso de pesimismo y elevada incertidumbre,de Julián Pérez García; Una ralentización gradual y el principio del fin del ciclo inflacionario, de Marta Domínguez Jiménez, y Claves y desafíos empresariales en clave sectorial, de Milagros Dones Tacero.

Finaliza el Balance con el recuerdo a los Nobel de Economía 2022 que premiaron a Ben Shalom Bernanke,Douglas Warren Diamond y Philip Hallen Dybvig por sus investigaciones sobre bancos y crisis financieras, y con la Crónica de Esther García García del acto del 3 de noviembre del pasado año en el que se realizó un merecido homenaje a los colegiados con 25 y 50 años de colegiación –tras dos años sin poder celebrar este acto–, en total 465 colegiados que, durante los años 2020, 2021 y 2022, habían cumplido 25 o 50 años (143 y 322), respectivamente.


Como ya es tradición en esta Crónica, y siguiendo el análisis general que nuestra decana esboza en
la presentación de este Balance, resumiremos en un dodecálogo conclusivo, lo que fue, en términos económicos el 2022. 

Doce ideas que, sin ánimo de ser exhaustivas, puedan servir para definir la economía de 2022.

1. 2022 era el año de la esperanza. La recuperación económica alcanzada en 2021, que se esperaba fuera acompañada de un mayor crecimiento económico en 2022, fue obstaculizada por la invasión rusa de Ucrania, lo que añadió –a la cruenta crisis humanitaria– un crecimiento de la inflación.
 

2. El balance 2022 ha tenido como principales protagonistas: la invasión rusa de Ucrania, la inflación y los fondos europeos.


3. La guerra de Ucrania –un gran drama humano–ha generado tensiones geopolíticas y una gran incertidumbre que tiene su impacto en el comercio mundial,agravando aún más los problemas de cuellos de botella en las cadenas de suministro, provocando el incremento de los precios de las materias primas y comprometiendo la seguridad alimentaria y la de energía.


4. La inflación, que ya despuntaba a finales de 2021,ha sido el problema económico más notable. Para combatirla se han tomado medidas de política monetaria, la subida de los tipos de interés. Los bancos centrales han respondido, en esta línea, al incremento de precios con bastante celeridad tomando medidas de política monetaria restrictivas. El Banco Central Europeo también ha incrementado los tipos situándose a fin de año en el entorno del 2,5%. Y esta es la senda que, de seguir la inflación, continuará en 2023 (en julio de 2023 el euribor estaba en 4,149%).


5. La economía española sigue manifestando los problemas clásicos: elevadas cifras de déficit público, de deuda pública y de paro. La inflación ha contribuido a incrementar los ingresos por recaudación de impuestos, y asimismo se ha incrementado la presión fiscal con la consiguiente pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores y pensionistas.


6. La política fiscal ha sido relativamente acomodaticia, con pocas medidas compensatorias que pudieran mitigar esa reducción de la capacidad adquisitiva.


7. A pesar de los hechos adversos, la economía mundial creció algo más de lo previsible, el 3,4%, con una inflación de 8,8%, mientras que la española experimentó un crecimiento del 5,5%. El crecimiento ha sido menor de lo esperado y deseable, pues se confiaba en que la llegada de los Fondos europeos del Mecanismo de Recuperación Transformación y Resiliencia viniera a acelerar la recuperación económica, pero su ejecución ha sido reducida. Con todo, la temida estanflación no se ha producido.


8. Nos encontramos ante un período de incertidumbre en el que es precisa la seguridad jurídica y
la estabilidad institucional, en el que se requiere de la colaboración público-privada. Incertidumbre acrecentada en España por los complicados resultados electorales del 23-J.


9. A esta incertidumbre se suman variables como las de los retos climático –en el que la sostenibilidad se ve en clave verde y digital– y demográfico –de la España despoblada, envejecida y descohesionada territorialmente–.


10. Hay que repensar nuestros modelos de negocio tradicionales –incluyendo el sector turístico–,
desde
la economía circular, con el objeto de incrementar la productividad.

11. Los bancos y las crisis financieras han sido el nexo del premio Nobel de Economía 2022 compartido por tres economistas: Ben Shalom Bernanke, Douglas Warren Diamond y Philip Hallen Dybvig. El repaso realizado sobre los premios Nobel –su historia, los economistas y la economía– permite descubrir otras facetas de la profesión y la estrecha relación o amalgama entre lo que denominamos economía real y financiera.


12. En el 2022 nos dejó Emilio Ontiveros, a quien mucho debemos en la profesión, en general, y esta revista Economistas, en particular.

 

Son los Balances de Economistas miradas del pasado para afrontar el futuro. Los diversos trabajos presentados por expertos economistas desde diferentes áreas de conocimiento y posicionamientos ideológicos, permiten tener una mirada amplia sobre los problemas acuciantes de nuestra historia económica más actual.


Pero lejos de acomodarnos en la reflexión pasada, lo acontecido debe ser enseñanza de futuro. Mucho de lo visto para 2022 sirve para 2023. Muchas de sus incertidumbres permanecen (y algunas se han añadido con el convulso panorama político que dejaron las elecciones generales del 23 de julio). En palabras de nuestra decana, ya entrado el 2023, seguimos con los retos precedentes, el control de la inflación y la recuperación económica.


Pero tenemos algunas claves para revertir esos problemas, es deseable la mejora en la productividad y,
en consecuencia, la competitividad de la economía española.


Siendo conscientes de que vivimos en un mundo globalizado y en una economía en la que la formación, la tecnología y digitalización, la sostenibilidad, en toda su extensión, y la cohesión territorial deben emplearse como fuertes motores para el cambio. ¡Todo un reto! Lo veremos, el año que viene en otra Crónica.


159 El Colegio de Economistas de Madrid
Esther García
164 Reseñas libros
164 ¿Y esto quién lo paga?
Francisco de la Torre Díaz
por Jesús Domínguez
165 La profesión económica. Libro conmemorativo de la unificación
de economistas y de titulados mercantiles
José María Casado Raigón
por José Antonio Negrín de la Peña

- La profesión económica
Libro conmemorativo de la unificación de economistas y de titulados mercantiles en
aplicación de la Ley 30/2011, de 4 de octubre (1).
José María Casado Raigón
 

Consejo General de Economistas de España, 2021.
228 páginas.

     El libro, que ahora se reseña con motivo de este número de Economistas dedicado a nuestro oficio,fue presentado el 22 de septiembre de 2021 en la sede del Consejo General de Economistas de España (CGE), editado por dicho Consejo General y elaborado por el economista José María Casado, catedrático de Economía Aplicada, y Jean Monnet, de la Unión Europea y miembro de la Comisión Permanente del citado Consejo (2).


    El libro, en su contraportada, afirma que pretende ser un homenaje a la unificación de Economistas y Titulares Mercantiles para conformar definitivamente la profesión económica.
Este alentador proceso se produjo –va a hacer ya doce años– con la aprobación de la Ley 30/2011, de
4 de octubre, sobre la creación del Consejo General de Economistas,unificación de las organizaciones colegiales de economistas y de titulares mercantiles que, en palabras de su autor, desempeñan las actividades propias de la más vieja de las Laartes y la más joven de las ciencias.
Según Lorenzo Lara, en aquel entonces vicepresidente segundo del Consejo General de Economistas, esta unificación de Economistas y Titulares Mercantiles ha sido la primera de Europa –y la única hasta la fecha– que se ha hecho de manera voluntaria (3).

   Históricamente, en España –en el ámbito económico y empresarial–confluyeron las actividades profesionales,por un lado, la de los Economistas y, por otro, la de los Titulares Mercantiles. Esta duplicidad multiplicaba esfuerzos y recursos en un mundo –el económico y empresarial–, que podía (y debía) aprovechar las sinergias comunes y evitar la dualidad de colectivos en el mercado de los servicios profesionales creando con ello un cuerpo profesional homogéneo al amparo de unos mismos estatutos profesionales, en palabras de Lorenzo Lara.


   Por su parte, Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas de España, afirmaba
que con este nuevo Consejo General hemos alcanzado una mayor eficacia y eficiencia en la consecución de los objetivos que debemos cumplir como corporación de derecho público, no
solamente por el ahorro de medios y recursos o la reducción de costes, sino también por las ventajas derivadas de la existencia de una única interlocución de las profesiones económicas ante las Administraciones públicas, que ha supuesto un mejor servicio a los consumidores y usuarios,
y ha sido de gran utilidad en cuanto a la ordenación y desarrollo de la economía en general y de la
empresa en particular.

  • https://articulosclaves.blogspot.com/2023/12/que-es-un-economista.html
  • https://articulosclaves.blogspot.com/2023/12/el-economista-y-las-politicas-el.html 
  • https://articulosclaves.blogspot.com/2023/11/economistassolo-sumar-y-falacias.html

 Siempre me resulta extraño, que estas instituciones presten poca atención a las pymes, que son las empresas mayoritarias en España

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gran información.







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