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31 Premios Fronteras han ganado posteriormente el Nobel
Nobel de Economía para Daron Acemoglu, ganador del Premio Fronteras del Conocimiento en 2016
Daron Acemoglu, galardonado con el Premio Fundación BBVA
Fronteras del Conocimiento en Economía, Finanzas y Gestión de Empresas
en su IX edición, ha ganado hoy el Premio del Banco de Suecia en
Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel 2024 junto a Simon
Johnson y James Robinson. El jurado les ha concedido este reconocimiento
por demostrar la importancia de las instituciones sociales para la
prosperidad de un país.
14 octubre, 2024
El acta del premio ha destacado que las investigaciones de los
galardonados ayudan a comprender por qué “las sociedades con un Estado
de Derecho deficiente e instituciones que explotan a la población no
generan crecimiento ni cambios a mejor”. Además, ha remarcado que su
trabajo ha demostrado que “una de las explicaciones de las diferencias
en la prosperidad de los países son las instituciones sociales que se
introdujeron durante la colonización”, subrayando la relevancia de las
instituciones inclusivas para el desarrollo de poblaciones prósperas y
la consolidación de las instituciones democráticas.
“Reducir las enormes diferencias de renta entre países es uno de los
mayores retos de nuestro tiempo. Los galardonados han demostrado la
importancia de las instituciones sociales para lograrlo”, ha afirmado
Jakob Svensson, Presidente del Comité del Premio de Ciencias Económicas.
En 2016, Acemoglu (Estambul, 1967) recibió el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Economía, Finanzas y Gestión de Empresas.
El jurado destacó en aquella ocasión su contribución “por ayudar a
comprender los determinantes del desarrollo económico a largo plazo, con
especial énfasis en la importancia que tienen sobre éste las
instituciones y la organización de la sociedad. Lo novedoso de la
aportación de Acemoglu fue desarrollar una estrategia para encontrar
evidencia empírica, lo que le permitió establecer el efecto causal de
las instituciones sobre el desarrollo”.
“Para lograr un crecimiento económico sostenido se necesita
innovación y creatividad”, defendió Acemoglu en una entrevista concedida
tras el anuncio de su Premio Fronteras del Conocimiento. “La
importancia del papel que juega la tecnología, por ejemplo, o el de la
educación se comprenden bien”, aseveró el premiado, “pero lo que faltaba
era preguntarse por qué las naciones no invierten más en educación o
por qué no fomentan la adopción de las mejores tecnologías existentes”.
Estas decisiones, que conforman las instituciones propias de cada
sociedad, son determinantes para el grado de desarrollo económico de un
país. El desarrollo de este concepto de instituciones y el
establecimiento de su relación causal sobre el desarrollo económico es
lo que le valió a Acemoglu el Premio Fronteras del Conocimiento en 2016 y
que ha sido reconocido ahora por la institución sueca.
En 2012, Acemoglu publicó ¿Por qué fracasan las naciones? Orígenes del poder, la prosperidad y la pobreza
junto a James Robinson, también reconocido por los Premios Nobel en
esta edición. En él, profundizan en el concepto de instituciones
inclusivas, aquellas que incentivan la inversión y la innovación y
proporcionan igualdad de condiciones. En contraposición, definen las
instituciones extractivas como aquellas que “crean derechos de propiedad
volátiles, dificultan los contratos, desaniman la innovación y la
incorporación de tecnología y, lo que es más importante, generan normas
que benefician a un pequeño segmento de la sociedad, llegando incluso a
trabajar por sueldos muy bajos o a impedir el acceso a determinadas
ocupaciones”.
Los autores concluyeron que “no hay una manera fácil” de realizar la
transición de una sociedad basada en instituciones extractivas a
inclusivas, aunque reconocieron “que tampoco hemos encontrado otro modo
de asegurar la prosperidad a largo plazo”.
Una trayectoria pionera
Daron Acemoglu se graduó en la Universidad de York (Reino Unido) en
1989 y se doctoró en 1992 en la London School of Economics, donde
ejerció como profesor durante un año. En 1993, se convirtió en miembro
del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) donde actualmente ocupa la Cátedra Elizabeth and James Killian de Economía.
Ha publicado más de un centenar de artículos en revistas
internacionales como ‘American Economic Review’, el ‘Quarterly Journal
of Economics’ o ‘Review of Economic Studies’, además de cuatro libros.
Es miembro de la Academia Americana de las Artes y las Ciencias, de la
Asociación Económica Europea y de la Econometric Society. Además, con
solo 44 años fue director de la revista ‘Econometrica’.
Durante su trayectoria profesional ha recibido numerosas
distinciones, entre las que destacan la medalla John Bates Clark, que la
Asociación Americana de Economía otorga cada dos años al economista
estadounidense más influyente menor de cuarenta años, y que Acemoglu
recibió en 2005.
31 Premios Fronteras han ganado posteriormente el Nobel
Tras la concesión del Premio Nobel de Economía a Daron Acemoglu, son
ya 31 los galardonados con Premios Fronteras del Conocimiento que
posteriormente han ganado un Nobel.
Daron Acemoglu, Simon Johnson y James A. Robinson ganan el Nobel de Economía
La Academia destaca que los galardonados han
demostrado la importancia de las instituciones sociales para la
prosperidad de los países
La Real Academia Sueca de
Ciencias ha decidido otorgar el Premio Sveriges Riksbank en Ciencias
Económicas en memoria de Alfred Nobel 2024 a Daron Acemoglu, Simon
Johnson y James A. Robinson «por sus estudios sobre cómo se forman las
instituciones y cómo afectan la prosperidad».
Según ha destacado la institución, avanza Europa Press,
los galardonados este año han demostrado la importancia de las
instituciones sociales para la prosperidad de un país y han ayudado a
comprender por qué las sociedades con un Estado de derecho deficiente e
instituciones que explotan a la población no generan crecimiento ni
cambios para mejor.
En este sentido, los
trabajos de los galardonados han demostrado que una de las explicaciones
de las diferencias en la prosperidad de los países «son las
instituciones sociales que se introdujeron durante la colonización», que
para la Academia es una razón importante de por qué las antiguas
colonias que una vez fueron ricas ahora son pobres, y viceversa.
«Algunos países quedan
atrapados en una situación de instituciones extractivas y bajo
crecimiento económico. La introducción de instituciones inclusivas
crearía beneficios a largo plazo para todos, pero las instituciones
extractivas proporcionan ganancias a corto plazo para las personas en el
poder», explica.
«Reducir las enormes
diferencias de ingresos entre los países es uno de los mayores desafíos
de nuestro tiempo. Los galardonados han demostrado la importancia de las
instituciones sociales para lograrlo», ha destacado Jakob Svensson,
presidente del Comité del Premio de Ciencias Económicas.
Daron Acemoglu, nacido en
1967 en Estambul (Turquía), es profesor en el Instituto Tecnológico de
Massachusetts (EE.UU.), igual que el británico Simon Johnson, nacido en
1963, mientras que James A. Robinson, nacido en 1960, es profesor en la
Universidad de Chicago y publicó junto a Acemoglu en 2012 el influyente
libro ‘Por qué fracasan los países: Los orígenes del poder, la
prosperidad y la pobreza’.
El desafío de China
En sus primeras
declaraciones posteriores al anuncio del galardón, Daron Acemoglu, ha
reconocido desde Atenas estar «encantado», conmocionado, sorprendido con
la noticia, que le ha supuesto «un verdadero shock» y un «honor»
«Uno nunca espera algo
así», ha admitido Acemoglu, cuyo nombre ha estado en los últimos años en
las quinielas para el Nobel. «Creo que fue Napoleón quien dijo que,
cuando uno entra en la escuela de cadetes, sueña con convertirse en
general, pero no en presidente o rey», ha añadido.
En cuanto a las razones
que la Academia sueca ha esgrimido para conceder el galardón de este
año, el economista ha defendido que los países que se democratizan a
partir de un régimen no democrático terminan creciendo en unos ocho o
nueve años más rápido que los regímenes no democráticos, aunque ha
advertido de que «la democracia no es una panacea».
En este sentido, ha
recordado que introducir la democracia es muy difícil y, en particular,
en sociedades ya polarizadas, las elecciones pueden conducir a
resultados de corta duración que a veces no son de naturaleza
democrática en el sentido de que un partido gana el poder e implementa
las cosas de manera autoritaria, mientras que hay vías por las que los
países no democráticos pueden realmente crecer.
«Es algo que James
Robinson y yo hemos enfatizado mucho en nuestro libro, ‘Por qué fracasan
las naciones’, lo que llamamos crecimiento extractivo», ha explicado
Acemoglu en referencia a que estos países pueden movilizar rápidamente
recursos para sus sectores y empresas existentes, lo que puede conducir a
una recuperación del crecimiento.
Sin embargo, el economista
de origen turco ha defendido que este tipo de crecimiento autoritario
es a menudo más inestable y no suele conducir a una innovación muy
rápida y original, añadiendo que, si bien «China es un desafío», bajo su
perspectiva estos regímenes autoritarios, por diversas razones, van a
tener más dificultades para lograr resultados de innovación sostenibles a
largo plazo.
This year’s laureates have provided new insights into why there are such
vast differences in prosperity between nations. One important
explanation is persistent differences in societal institutions. By
examining the various political and economic systems introduced by
European colonisers, Daron Acemoglu, Simon Johnson and James Robinson
have been able to demonstrate a relationship between institutions and
prosperity. They have also developed theoretical tools that can explain
why differences in institutions persist and how institutions can change.
14 October 2024
“for studies of how institutions are formed and affect prosperity”
They have helped us understand differences in prosperity between nations
Los galardonados de este año en ciencias económicas - Daron Acemoglu, Simon Johnson y James Robinson - han demostrado la importancia de las instituciones sociales para la prosperidad de un país. Las sociedades con un Estado de Derecho deficiente e instituciones que explotan a la población no generan crecimiento ni cambios a mejor. Las investigaciones de los galardonados nos ayudan a entender por qué.
Cuando los europeos colonizaron grandes zonas del planeta, las instituciones de esas sociedades cambiaron. El cambio fue a veces drástico, pero no se produjo de la misma manera en todas partes. En algunos lugares, el objetivo era explotar a la población indígena y extraer recursos en beneficio de los colonizadores. En otros, los colonizadores crearon sistemas políticos y económicos integradores para beneficio a largo plazo de los emigrantes europeos.
Los galardonados han demostrado que una de las explicaciones de las diferencias en la prosperidad de los países son las instituciones sociales que se introdujeron durante la colonización. A menudo se introdujeron instituciones inclusivas en países que eran pobres cuando fueron colonizados, lo que con el tiempo dio lugar a una población generalmente próspera. Esta es una razón importante de por qué las antiguas colonias que antes eran ricas ahora son pobres, y viceversa.
Some countries become trapped in a situation with extractive
institutions and low economic growth. The introduction of inclusive
institutions would create long-term benefits for everyone, but
extractive institutions provide short-term gains for the people in
power. As long as the political system guarantees they will remain in
control, no one will trust their promises of future economic reforms.
According to the laureates, this is why no improvement occurs.
Sin embargo, esta incapacidad para hacer promesas creíbles de cambio positivo también puede explicar por qué a veces se produce la democratización. Cuando existe una amenaza de revolución, los gobernantes se enfrentan a un dilema. Preferirían permanecer en el poder e intentar aplacar a las masas prometiendo reformas económicas, pero es poco probable que la población crea que no volverán al viejo sistema en cuanto se calme la situación. Al final, la única opción puede ser transferir el poder e instaurar la democracia.
"Reducir las enormes diferencias de renta entre países es uno de los mayores retos de nuestro tiempo. Los galardonados han demostrado la importancia de las instituciones sociales para lograrlo", afirma Jakob Svensson, Presidente del Comité del Premio de Ciencias Económicas.
They provided an explanation for why some countries are rich and others poor
El 20% de los países más ricos del mundo son ahora unas 30 veces más ricos que el 20% más pobre. Además, la diferencia de ingresos entre los países más ricos y los más pobres es persistente; aunque los países más pobres se han enriquecido, no están alcanzando a los más prósperos. ¿Por qué? Los galardonados de este año han encontrado pruebas nuevas y convincentes de una de las explicaciones de esta brecha persistente: las diferencias en las instituciones de una sociedad.
Providing evidence for this is no easy task. A correlation between
the institutions in a society and its prosperity does not necessarily
mean that one is the cause of the other. Rich countries differ from poor
ones in many ways – not just in their institutions – so there could be
other reasons for both their prosperity and their types of institutions.
Perhaps prosperity affects a society’s institutions, rather than
vice-versa. To arrive at their answer, the laureates used an innovative
empirical approach.
Acemoglu, Johnson y Robinson examinaron la colonización europea de amplias zonas del planeta. Una explicación importante de las actuales diferencias de prosperidad son los sistemas políticos y económicos que los colonizadores introdujeron, o decidieron mantener, a partir del siglo XVI. Los galardonados demostraron que esto condujo a una inversión de la fortuna. Los lugares que eran, en términos relativos, los más ricos en el momento de su colonización se encuentran ahora entre los más pobres. Además, utilizaron cifras de mortalidad de los colonizadores, entre otras cosas, y descubrieron una relación: a mayor mortalidad entre los colonizadores, menor PIB per cápita actual. ¿A qué se debe? La respuesta es que la mortalidad de los colonos (lo "peligroso" que era colonizar una zona) afectaba a los tipos de instituciones que se creaban.
The laureates have also developed an innovative theoretical framework
that explains why some societies become stuck in a trap with what the
laureates call extractive institutions, and why escaping from this trap
is so difficult. However, they also show that change is possible and
that new institutions can be formed. In some circumstances, a country
can break free of its inherited institutions to establish democracy and
the rule of law. In the long run, these changes also lead to reduced
poverty.
How can we see the traces of these colonial institutions in the
present day? In one of their works, the laureates use the city of
Nogales, on the border between the USA and Mexico, as an example.
A tale of two cities
Nogales is cut in half by a fence. If you stand by this fence and
look north, Nogales, Arizona, USA stretches out ahead of you. Its
residents are relatively well off, have long average lifespans and most
children receive high school diplomas. Property rights are secure and
people know they will get to enjoy most of the benefits from their
investments. Free elections provide residents with the opportunity to
replace politicians with whom they are not satisfied.
If you look south instead, you see Nogales, in Sonora, Mexico. Even
though this is a relatively wealthy part of Mexico, the residents here
are in general considerably poorer than on the north side of the fence.
Organised crime makes starting and running companies risky. Corrupt
politicians are difficult to remove, even if the chances of this have
improved since Mexico democratised, just over 20 years ago.
¿Por qué estas dos mitades de la misma ciudad tienen condiciones de vida tan diferentes? Geográficamente están en el mismo lugar, por lo que factores como el clima son exactamente iguales. Las dos poblaciones también tienen orígenes similares; históricamente, la zona norte estaba en realidad en México, por lo que los residentes de larga duración de la ciudad tienen muchos antepasados comunes. También hay muchas similitudes culturales. La gente come parecido y escucha más o menos el mismo tipo de música a ambos lados de la valla.
Traducción realizada con la versión gratuita del traductor DeepL.com
La diferencia decisiva no es, pues, la geografía o la cultura, sino las instituciones. Las personas que viven al norte de la valla viven en el sistema económico de EE.UU., que les da mayores oportunidades de elegir su educación y profesión. También forman parte del sistema político estadounidense, que les otorga amplios derechos políticos. Al sur de la valla, los residentes no son tan afortunados. Viven en otras condiciones económicas, y el sistema político limita sus posibilidades de influir en la legislación. Los galardonados de este año han demostrado que la dividida ciudad de Nogales no es una excepción. Al contrario, forma parte de un claro patrón con raíces que se remontan a la época colonial.
Colonial institutions
Cuando los europeos colonizaron grandes partes del mundo, las instituciones existentes cambiaron a veces drásticamente, pero no de la misma manera en todas partes. En algunas colonias, el propósito era explotar a la población indígena y extraer recursos naturales en beneficio de los colonizadores. En otros casos, los colonizadores construyeron sistemas políticos y económicos integradores para beneficio a largo plazo de los colonos europeos.
Un factor importante que influyó en el tipo de colonia que se desarrolló fue la densidad de población de la zona que se iba a colonizar. Cuanto más densa era la población indígena, mayor era la resistencia que cabía esperar. Por otro lado, una población indígena más numerosa -una vez derrotada- ofrecía oportunidades lucrativas de mano de obra barata. El resultado fue que menos colonos europeos se trasladaron a colonias ya densamente pobladas. Los lugares más escasamente poblados ofrecían menos resistencia a los colonizadores y menos mano de obra que explotar, por lo que más colonizadores europeos se trasladaron a estos lugares escasamente poblados.
A su vez, esto influyó en los sistemas políticos y económicos que se desarrollaron. Cuando había pocos colonizadores, éstos se hacían con el poder o establecían instituciones extractivas que se centraban en beneficiar a una élite local a expensas de la población en general. No había elecciones y los derechos políticos eran muy limitados. En cambio, las colonias con muchos colonizadores -colonias de colonos- necesitaban instituciones económicas inclusivas que incentivaran a los colonos a trabajar duro e invertir en su nueva patria. A su vez, esto llevaba a exigir derechos políticos que les dieran una parte de los beneficios. Por supuesto, las primeras colonias europeas no eran lo que hoy llamaríamos democracias pero, en comparación con las colonias densamente pobladas a las que se trasladaban pocos europeos, las colonias de colonos ofrecían derechos políticos considerablemente más amplios.
Reversal of fortune
Los galardonados de este año han demostrado que estas diferencias iniciales en las instituciones coloniales son una explicación importante de las grandes diferencias de prosperidad que vemos hoy en día. Las diferencias actuales en las condiciones de vida entre Nogales (Estados Unidos) y Nogales (México) se deben en gran medida a las instituciones que se introdujeron en la colonia española que más tarde se convirtió en México y en las colonias que se convirtieron en Estados Unidos. Este patrón es similar en todo el mundo colonizado y no depende de si los colonizadores fueron británicos, franceses, portugueses o españoles.
Paradoxically, this means that the parts of the colonised world that
were relatively the most prosperous around 500 years ago are now those
that are relatively poor. If we look at urbanisation as a measure of
prosperity, this was greater in Mexico under the Aztecs than it was at
the same time in the part of North America that is now called Canada and
the USA. The reason is that in the poorest and most sparsely populated
places, European colonisers introduced or kept institutions that
promoted long-run prosperity. However, in the richest and most densely
populated colonies, institutions were more extractive and – for the
local population – less likely to lead to prosperity.
This reversal of relative prosperity is historically unique. When the
laureates studied urbanisation in the centuries prior to colonisation,
they did not find a similar pattern: the more urban and thus richer
parts of the world remained more urban and richer. In addition, if we
look at the parts of the globe that were not colonised, we do not find any reversal of fortune.
The laureates have also shown that this reversal mainly occurred in
association with the industrial revolution. As late as the
mid-eighteenth century, for example, industrial production in what is
now India was higher than in the USA. This has changed fundamentally
since the start of the nineteenth century, which speaks to the reversal
primarily being a result of differences in institutions. The technical
innovations sweeping across the world were only able take hold in places
where institutions had been established that would benefit the wider
population.
Settler mortality
The most direct explanation for the type of colonial institutions was
thus the number of European settlers. The more European settlers, the
greater the probability of establishing economic systems that promoted
long-run economic growth. The laureates have shown that another factor
that contributed to institutional differences was the severity of the
diseases that spread through the settler communities.
The prevalence of deadly disease varied greatly between the northern
and southern areas of America, just as in African regions that are
closer to the equator than the southernmost regions. Similarly, the
diseases that were found in India were considerably more numerous and
dangerous to the British colonisers than those in New Zealand or
Australia. The incidence of disease, which can be seen in historical
statistics of mortality during colonial times, is strongly associated
with current economic prosperity. The places where diseases were most
dangerous for Europeans are where we now find dysfunctional economic
systems and the most poverty, as well as the greatest corruption and
weakest rule of law. One important reason for this is the extractive
institutions that the European colonisers either established or chose to
keep, if it benefitted them.
Los galardonados de este año han añadido una nueva dimensión a las explicaciones anteriores sobre las diferencias actuales en la riqueza de los países de todo el mundo. Una de ellas está relacionada con la geografía y el clima. Desde que Montesquieu publicó su famoso libro El espíritu de las leyes (1748), existe la idea de que las sociedades de las zonas climáticas más templadas son más productivas económicamente que las de los trópicos. Y existe una correlación: los países más cercanos al ecuador son más pobres. Sin embargo, según los galardonados, esto no se debe únicamente al clima. Si eso fuera cierto, no podría haberse producido el enorme cambio de fortuna. Una explicación importante de por qué los países más cálidos son también más pobres es, en cambio, sus instituciones sociales.
Escaping the trap
Acemoglu, Johnson y Robinson han descubierto una clara cadena de causalidad. Las instituciones creadas para explotar a las masas son malas para el crecimiento a largo plazo, mientras que las que establecen libertades económicas fundamentales y el Estado de Derecho son buenas para él. Las instituciones políticas y económicas también tienden a ser muy longevas. Aunque los sistemas económicos extractivos proporcionen ganancias a corto plazo a una élite gobernante, la introducción de instituciones más integradoras, menos extractivas y el Estado de derecho crearía beneficios a largo plazo para todos. Entonces, ¿por qué la élite no sustituye simplemente el sistema económico existente?
The laureates’ explanation focuses on conflicts over political power
and the problem of credibility between the ruling elite and the
population. As long as the political system benefits the elites, the
population cannot trust that promises of a reformed economic system will
be kept. A new political system, which allows the population to replace
leaders who do not keep their promises in free elections, would allow
the economic system to be reformed. However, the ruling elites do not
believe the population will compensate them for the loss of economic
benefits once the new system is in place. This is known as the
commitment problem; it is difficult to overcome and means that societies
are trapped with extractive institutions, mass poverty and a rich
elite.
Sin embargo, los galardonados también han demostrado que la incapacidad de hacer promesas creíbles también puede explicar por qué a veces se producen transiciones a la democracia. Aunque la población de una nación no democrática carezca de poder político formal, dispone de un arma temida por la élite gobernante: son muchos. Las masas pueden movilizarse y convertirse en una amenaza revolucionaria. Aunque esta amenaza puede incluir la violencia, lo cierto es que la amenaza revolucionaria puede ser mayor si esta movilización es pacífica, porque permite que el mayor número de personas se una a las protestas.
Las élites se enfrentan a un dilema cuando esta amenaza es más aguda; preferirían permanecer en el poder y simplemente intentar aplacar a las masas prometiendo reformas económicas. Pero tal promesa no es creíble porque las masas saben que la élite, si permanece en el poder, puede volver rápidamente al viejo sistema una vez que la situación se haya calmado. En este caso, la única opción para la élite puede ser entregar el poder e introducir la democracia.
La introducción de instituciones más inclusivas, menos extractivistas y el Estado de Derecho generarían beneficios a largo plazo. Entonces, ¿por qué las élites no sustituyen simplemente el sistema económico existente?
El modelo de los galardonados para explicar las circunstancias en las que se forman y cambian las instituciones políticas tiene tres componentes.
-El primero es un conflicto sobre cómo se asignan los recursos y quién tiene el poder de decisión en una sociedad (la élite o las masas).
-El segundo es que las masas tienen a veces la oportunidad de ejercer el poder movilizando y amenazando a la élite dirigente; el poder en una sociedad es, por tanto, algo más que el poder de tomar decisiones.
-El tercero es el problema del compromiso, que significa que la única alternativa es que la élite ceda el poder de decisión a la población.
El modelo se ha utilizado para explicar el proceso de democratización en Europa Occidental a finales del siglo XIX y principios del XX. En Gran Bretaña, el sufragio se amplió en varias etapas, cada una de ellas precedida por huelgas generales y protestas generalizadas. La élite británica no pudo hacer frente de forma creíble a esta amenaza revolucionaria con promesas de reformas sociales, sino que se vio obligada, a menudo a regañadientes, a compartir el poder. La situación en Suecia fue similar, donde la decisión sobre el sufragio general en diciembre de 1918 se tomó después de amplios disturbios tras la revolución rusa. El modelo también se ha utilizado para explicar por qué algunos países alternan entre la democracia y la no democracia. También puede utilizarse para mostrar por qué es tan difícil para los países que no tienen instituciones inclusivas lograr un crecimiento igual al de los que sí las tienen, y por qué las élites gobernantes pueden beneficiarse a veces del bloqueo de nuevas tecnologías.
Daron Acemoglu, Simon Johnson y James Robinson han aportado investigaciones innovadoras sobre lo que afecta a la prosperidad económica de los países a largo plazo. Su investigación empírica demuestra la importancia fundamental del tipo de instituciones políticas y económicas que se introdujeron durante la colonización. Su investigación teórica ha contribuido a nuestra comprensión de por qué es tan difícil reformar las instituciones extractivas, al tiempo que señala algunas de las circunstancias en las que, no obstante, esto puede suceder. El trabajo de los galardonados ha tenido una influencia decisiva en la investigación continua tanto en economía como en ciencias políticas. Sus ideas sobre la influencia de las instituciones en la prosperidad demuestran que la labor de apoyo a la democracia y a las instituciones inclusivas es una importante vía para promover el desarrollo económico.
Further reading
Additional information on this year’s prizes, including a scientific
background in English, is available on the website of the Royal Swedish
Academy of Sciences, www.kva.se, and at www.nobelprize.org, where you
can watch video from the press conferences, the Nobel Lectures and more.
Information on exhibitions and activities related to the Nobel Prizes
and the Prize in Economic Sciences is available at
www.nobelprizemuseum.se.
The Royal Swedish Academy of Sciences has
decided to award the Sveriges Riksbank Prize in Economic Sciences in
Memory of Alfred Nobel 2024 to
DARON ACEMOGLU Born 1967 in Istanbul, Türkiye.
PhD 1992 from London School of Economics and Political Science, UK.
Professor at Massachusetts Institute of Technology, Cambridge, USA.
SIMON JOHNSON Born 1963 in Sheffield, UK. PhD
1989 from Massachusetts Institute of Technology, Cambridge, USA.
Professor at Massachusetts Institute of Technology, Cambridge, USA.
JAMES A. ROBINSON Born 1960. PhD 1993 from Yale University, New Haven, CT, USA. Professor at University of Chicago, IL, USA.
Science Editors: Tommy
Andersson, Peter Fredriksson, Jakob Svensson and Jan Teorell, members of
the Committee for the Prize in Economic Sciences in Memory of Alfred
Nobel. Illustrations: Johan Jarnestad Translator:Clare Barnes
Prize amount: 11 million Swedish kronor, to be shared equally between the laureates. Further information: www.kva.se and www.nobelprize.org Press contact: Eva Nevelius, Press Secretary, +46 70 878 67 63, eva.nevelius@kva.se Experts:
Tommy Andersson, +46 73 358 26 54, tommy.andersson@nek.lu.se, Peter
Fredriksson, +46 76 806 70 80, peter.fredriksson@nek.uu.se, Jakob
Svensson, +46 70 177 67 17, jakob.svensson@iies.su.se and Jan Teorell,
+46 70 868 18 91, jan.teorell@statsvet.su.se, members of the Committee
for the Prize in Economic Sciences in Memory of Alfred Nobel.
¿Cómo se forman las instituciones (políticas y económicas) y cómo afectan al comportamiento económico de un país?
Dos buenas preguntas que merecen un Premio Nobel en Economía ..
Lo que impulsó el cambio en Sudáfrica no fue la oposición blancos contra negros, ni entre burguesía y proletarios, sino entre quienes se beneficiaban del apartheid (propietarios agrícolas y mineros y trabajadores especializados blancos) y quienes se perjudicaban (propietarios industriales y de servicios, trabajadores no especializados y población negra).
They have helped us understand differences in prosperity between nations
Los galardonados de este año en ciencias económicas - Daron Acemoglu, Simon Johnson y James Robinson - han demostrado la importancia de las instituciones sociales para la prosperidad de un país. Las sociedades con un Estado de Derecho deficiente e instituciones que explotan a la población no generan crecimiento ni cambios a mejor. Las investigaciones de los galardonados nos ayudan a entender por qué.
Cuando los europeos colonizaron grandes zonas del planeta, las instituciones de esas sociedades cambiaron. El cambio fue a veces drástico, pero no se produjo de la misma manera en todas partes. En algunos lugares, el objetivo era explotar a la población indígena y extraer recursos en beneficio de los colonizadores. En otros, los colonizadores crearon sistemas políticos y económicos integradores para beneficio a largo plazo de los emigrantes europeos.
Los galardonados han demostrado que una de las explicaciones de las diferencias en la prosperidad de los países son las instituciones sociales que se introdujeron durante la colonización. A menudo se introdujeron instituciones inclusivas en países que eran pobres cuando fueron colonizados, lo que con el tiempo dio lugar a una población generalmente próspera. Esta es una razón importante de por qué las antiguas colonias que antes eran ricas ahora son pobres, y viceversa.
Algunos países quedan atrapados en una situación con instituciones extractivas y bajo crecimiento económico. La introducción de instituciones inclusivas crearía beneficios a largo plazo para todos, pero las instituciones extractivas proporcionan ganancias a corto plazo a las personas en el poder. Mientras el sistema político garantice que mantendrán el control, nadie confiará en sus promesas de futuras reformas económicas. Según los galardonados, por eso no se producen mejoras.
Sin embargo, esta incapacidad para hacer promesas creíbles de cambio positivo también puede explicar por qué a veces se produce la democratización. Cuando existe una amenaza de revolución, las personas en el poder se enfrentan a un dilema. Preferirían permanecer en el poder e intentar aplacar a las masas prometiendo reformas económicas, pero es poco probable que la población crea que no volverán al viejo sistema en cuanto se calme la situación. Al final, la única opción puede ser transferir el poder e instaurar la democracia.
"Reducir las enormes diferencias de renta entre países es uno de los mayores retos de nuestro tiempo. Los galardonados han demostrado la importancia de las instituciones sociales para lograrlo", afirma Jakob Svensson, Presidente del Comité del Premio de Ciencias Económicas.
“True, genuine, inclusive democracy matters, very clearly”
Simon Johnson, economic sciences laureate 2024, learnt of the award from
the congratulatory text messages piling-up on his phone. In this short
conversation, recorded just moments after he had heard the news, he
highlights the importance of participatory decision-making in making the
most of human potential.
https://www.nobelprize.org/
- Comprender la investigación ganadora del Nobel sobre instituciones y prosperidad
Claves de su investigación
Lección
clave: los países que crecen son aquellos en los que las instituciones
inclusivas salvaguardan los derechos políticos y económicos y limitan el
poder de las élites para expropiar los derechos de los ciudadanos.
Por su gran relevancia, extensión y variedad de temas, Nada es Gratis
dedicará varias entradas a comentar la obra de los recién galardonados
con el premio Nobel de economía Daron Acemoglu, Simon Johnson y James
Robinson, desde distintos ángulos y en sus diferentes vertientes. Aquí,
la primera de ellas.
El pasado lunes, Daron Acemoglu, Simon Johnson y James Robinson recibieron el premio Nobel de Economía por sus contribuciones al estudio de la formación de las instituciones y cómo estas afectan a la prosperidad de los países. El timing no podría haber sido más perfecto. Dos días antes había sido 12 de octubre.
Todo tiene que ver con todo.
Acemoglu se doctoró en la London School of Economics and Political
Science y actualmente es profesor en el departamento de economía en MIT.
Johnson es profesor en la Sloan School of Management, también en MI.
Por último, Robinson, quien alguna vez se definió como un “economista en
recuperación”, trabajó en los departamentos de ciencias políticas de
Berkeley y Harvard antes de unirse a la Harris School of Public Policy
de la Universidad de Chicago.
Los tres han publicado juntos y/o separados casi 300 artículos en
revistas de economía, ciencias políticas, finanzas e historia. Entienden
la economía como una ciencia social, rigurosa y multidisciplinar. La
obra de estos tres premiados es inabarcable, se mire por donde se la
mire. Permítanme hacer un recorrido parcial y breve por ella, inspirado
en el viaje de La Niña, La Pinta y La Santa María.
¿Qué tienen en común los galardonados con el “Día de la Hispanidad”?
Uno de los artículos más citados de estos autores, con más de 18,000
citas, se titula “The Colonial Origins of Comparative Development”. En él, investigan cómo las instituciones coloniales afectan la prosperidad de los países en la actualidad.
¿Pero cómo puede ser que instituciones establecidas hace 500 años
tengan algún efecto hoy en día? Simplificando, los autores argumentan
que hay dos tipos de instituciones: extractivas e inclusivas. Las
primeras benefician económicamente a una pequeña élite que también
ostenta el poder político (de jure y/o de facto). Dicha élite tiene incentivos a mantener el statu quo (es decir, las mismas instituciones) durante el mayor tiempo posible.
Por otra parte, las instituciones inclusivas reparten mejor el
pastel. Con un poder económico y político menos concentrado se facilitan
los acuerdos que benefician al conjunto de la sociedad, haciendo
aumentar su riqueza. Típicamente, se garantizan los derechos de
propiedad, lo que a su vez fomenta la inversión y el desarrollo.
En resumen, las instituciones de hoy dependen de quienes ostentaron poder (económico y político) ayer.
¿Y cuáles eran esas instituciones coloniales extractivas? Uno de los
ejemplos que mencionan los autores es el de las plantaciones de azúcar
en Brasil y el Caribe, cuyo objetivo era extraer la mayor cantidad de
recursos posible mediante el uso de mano de obra esclava. Otro ejemplo
es el de las minas del virreinato de lo que hoy es Perú. Melisa Dell,
una estudiante de Acemoglu, ha demostrado el efecto persistente de la
Mita, una institución utilizada por los colonos españoles que requería
trabajo forzoso en estas minas. Dell cuantificó el impacto negativo de la Mita en las instituciones y el desarrollo económico de las regiones afectadas y sus alrededores.
En otro artículo, titulado “Reversal of Fortune”,
Acemoglu, Johnson y Robinson fueron más allá y mostraron que la
revolución industrial acentuó las diferencias generadas entre países con
instituciones inclusivas o extractivas. Para poder aprovechar
innovaciones “científicas”, las sociedades debían proteger la inversión
en nuevas tecnologías.
Pero los ganadores del Nobel ya anticiparon nuestra siguiente
preguntar: Entonces, ¿las instituciones son inmutables? Su respuesta fue
“no”. En otro artículo multicitado,
Acemoglu y Robinson explicaron cómo una sociedad civil organizada puedo
lograr concesiones institucionales que aseguren una mejor distribución
de la riqueza. Cuando la élite se enfrenta a la posibilidad de perder el
poder, esta ofrece concesiones. Es decir, intenta otorgar beneficios a
quienes desafían su autoridad. En el siglo XIX, las élites de muchos
países occidentales introdujeron el voto universal como respuesta a la
amenaza de una revolución. De esta forma, el votante decisivo dejaba de
ser un miembro de estas élites y podía asegurar transferencias futuras a
su clase social. Este análisis sobre el conflicto y las concesiones
está desarrollado en mayor profundidad en su libro El pasillo estrecho, del que Gerard nos habló en su momento.
Hasta aquí he hablado de élites, clases sociales y poder económico y
político. Con esto no he querido sugerir que los recién premiados
aboguen por una revolución socialista (que yo sepa), pero sí que
entienden el devenir de las sociedades a través del conflicto de
intereses entre agentes con objetivos e incentivos distintos, que a su
vez se ven determinados en parte por las reglas y leyes del momento.
Como buenos agentes racionales, estos actores sociales también quieren
cambiar las reglas y leyes para favorecerse. Independientemente del
nombre que les demos a estos grupos, estudiar cómo las instituciones
resuelven el conflicto de interés entre ellos es clave para entender la
evolución histórica de las sociedades.
En el artículo que mencioné al principio, los tres premiados
mostraron que las instituciones coloniales determinan, en parte, las
instituciones actuales. En particular, utilizando la terminología
anterior, las instituciones coloniales inclusivas han contribuido a
aumentar la protección de la propiedad privada, disminuir el riesgo de
expropiación y fomentar el crecimiento. Yendo aún más al detalle del
artículo, la exogeneidad de las instituciones está dada por la
mortalidad de los colonos: en aquellas regiones donde los occidentales
tenían más probabilidad de sobrevivir, las instituciones fueron más bien
inclusivas. En cambio, en áreas con alta mortalidad (por ejemplo, por
malaria o fiebre amarilla) era más probable que las instituciones fueran
extractivas. Ademas del caso Latinoamericano, los autores también
exploraron las experiencias coloniales en África, como la del Rey
Leopoldo de Bélgica en el Congo.
En el segundo párrafo de ese mismo artículo, los autores escriben
“…que las instituciones son importantes no es una novedad”. En otras
palabras: Acemoglu, Johnson y Robinson no han ganado el Nobel por decir
que las instituciones son importantes. Lo han ganado por explicar, de
forma sistemática, cómo y por qué las instituciones son importantes,
cómo resuelven los conflictos, cómo determinan ganadores y perdedores. Y
cómo eso afecta el devenir de esas mismas instituciones, del
crecimiento económico y la desigualdad social. En cierto modo, han
complementado el trabajo de Ronald Coase,
quien recibió el Nobel por esclarecer el rol de los costes de
transacción y los derechos de propiedad dentro de las instituciones y la
economía. O el de Douglass North,
quien compartió el galardón con Fogel por haber contribuido a explicar
el cambio institucional desde un punto de vista histórico.
Acemoglu, Johnson y Robinson han escrito varios artículos sobre la
experiencia colonial, pero sobre éste, que nos provee de “una estimación
confiable de cuán importante son las instituciones”, Manuel Arellano ha escrito que se trata de “la regresión con variables instrumentales más importante de la historia”.
Todavía se habla de Cristóbal Colón y el nuevo mundo. De cómo ha
expandido la frontera de lo conocido, borrando los límites del viejo
mundo. A través de su obra, además de expandir el área de la economía
política, los recién premiados nos invitan a reflexionar sobre el avance
de la ciencia y la compartimentalización de la investigación, borrando
los límites entre historia, ciencia política y economía
Hoy segunda entrada de nuestra serie sobre las contribuciones de
los galardonados al premio Nobel de Economía 2024. Tras la entrada de Agustín Casas (CUNEF) ayer,
repasando algunos de los artículos más destacados de los premiados, hoy
damos la bienvenida a nuestro colaborador habitual y anterior editor
del Blog, José Luis Ferreira (UC3M), que nos ilustra sobre las vías de transmisión del conocimiento científico de los galardonados al gran público.
Muchos economistas han estudiado la interacción entre las
instituciones y la economía. Lo que distingue a estos tres galardonados
es el uso del análisis económico para sus investigaciones, haciendo
hincapié en los incentivos individuales a la hora de formular hipótesis y
modelos, y la búsqueda de validación estadística. Esto es distinto a lo
que, por ejemplo, hacía J.K. Galbraith, representante de la escuela de
economía institucional, cuando proponía que las relaciones entre grandes
empresas y gobierno obedece a dinámicas propias ajenas al mercado.
Partir de la premisa «las relaciones de poder importan» no es
formular una teoría, sino abrir una línea de investigación que puede dar
lugar a teorías muy distintas. Lo relevante es el poder explicativo de
cada una de ellas. Así, se puede desarrollar una teoría en términos de
lucha de clases, de grupos de presión, de coaliciones de interés, de
clanes o de castas, por poner unos ejemplos. Cada una de ellas deberá
mostrar un mecanismo causal explicativo y su alcance, es decir, el
conjunto de sociedades cuya evolución económica explica. De esta manera
podremos evaluar los méritos de cada una. Por poner un ejemplo, Acemoglu
y Robinson proponen que lo que impulsó el final del régimen de
apartheid en Sudáfrica no fue la oposición entre blancos y negros, ni
entre burguesía y proletarios, sino entre quienes se beneficiaban del
régimen y quienes se veían perjudicados. Los propietarios agrícolas y
mineros se beneficiaban de una gran cantidad de mano de obra que no
podía dedicarse a otras labores. Los propietarios industriales y de
servicios, más necesitados de mano de obra especializada, no podían
contratar para esos trabajos a trabajadores negros. Los trabajadores
blancos especializados no tenían competencia, los no especializados
tenían demasiada. Obviamente, la población negra era la gran
perjudicada. El cambio de régimen fue debido a la coalición de todos los
perjudicados, la alianza arcoíris.
Por qué fracasan los países
En este libro se recogen investigaciones como la anterior para
sostener la tesis principal: las instituciones explican el progreso de
las sociedades y sus cambios requieren coaliciones ganadoras que los
promuevan. En estas luchas, los ganadores podrán imponer instituciones
extractivas o inclusivas. Si las mafias, el estado, el colonizador o los
funcionarios corruptos se apoderan de gran parte de los ingresos de
trabajadores y empresarios ajenos al poder, los incentivos para invertir
en mejoras económicas serán muy pequeños. Las élites extractivas
tampoco tendrán incentivos en mejorar. Por una parte, encuentran
lucrativa la situación actual. Por otra, un cambio a otro tipo de
instituciones más inclusivas no garantiza su continuidad como parte de
las élites dominantes. No es fácil convencer a un grupo de familias que
dominan la economía de un país de que seguirán teniendo garantizadas sus
rentas en una economía más abierta.
Hay otras teorías sobre por qué unas sociedades son más ricas que otras. Por ejemplo, Dared Diamond, en su libro, Armas, gérmenes y acero
(1997), sostiene que las diferencias geográficas, con su influencia en
el clima, la biodiversidad y las comunicaciones, son la causa. Frente a
ello, Acemoglu y Robinson presentan numerosos casos en los que esa no
puede ser la explicación. Estos incluyen las diferencias entre las dos
Coreas y las dos Alemanias, entre los mexicanos que quedaron a uno y
otro lado de la frontera entre México y EE. UU., entre las regiones
peruanas del altiplano con diferentes instituciones coloniales en el
pasado y entre países vecinos como Botsuana y Zimbabue, por nombrar unos
casos. Otras teorías, como la diferencia cultural o religiosa son
igualmente rebatidas con este tipo de ejemplos y con otros en los que se
muestran sociedades que, sin cambiar cultura ni religión —ni, claro
está, geografía—, pero sí cambiando las instituciones, progresan o se
estancan según las nuevas que adopten.
El pasillo estrecho
Aquí, los autores desarrollan su teoría sobre las dinámicas que
subyacen a los cambios institucionales en una sociedad. Una sociedad con
un estado demasiado fuerte —una monarquía del antiguo régimen o un país
de la antigua Europa comunista— carecerá de un contrapeso en la
sociedad que presione para la adopción de instituciones inclusivas. En
el caso opuesto, un estado demasiado débil —una sociedad feudal o una
tribal— no podrá oponerse a los grupos de poder en la sociedad (clanes,
mafias o grandes propietarios, entre otros) ni proporcionar a la
sociedad los bienes públicos necesarios para su desarrollo. El pasillo
estrecho se refiere al equilibrio que debe haber entre el poder del
estado y el de la sociedad civil. Un país en el que las instituciones
civiles como medios de comunicación, centros de enseñanza, agrupaciones
culturales, sindicatos, etc., están al servicio del gobierno y su causa,
no tendrá una sociedad civil que controle mínimamente al estado. De ser
cierta esta teoría, comités de defensa de la república, de la
revolución o grupos paramilitares serían contrarios a este necesario
equilibrio en el estado que defenderían.
Acemoglu y Robinson repasan numerosos ejemplos históricos para
validar su teoría: países en que ha habido una revolución y países
aparentemente semejantes en los que ha habido cambios más graduales, y
también países a uno y otro lado del pasillo. Reconocen, sin embargo,
que un caso moderno podría refutar su teoría: China. Según ellos, al
carecer de una sociedad civil fuerte e independiente del estado, China
terminará estancándose. Su periodo de expansión tiene su analogía en el
desarrollo de la industria soviética tras la guerra. En este caso, el
progreso duró mientras extendía y adaptaba las tecnologías existentes,
pero terminó al ser incapaz de adoptar las nuevas de una manera
eficiente. Está por ver cómo será el caso chino, aunque de momento
parece no seguir claramente las predicciones de la teoría. Podemos ver
que China lidera en los sectores de baterías, vehículos eléctricos,
drones comerciales, robots industriales y de construcción, y
telecomunicaciones. Está atrás en farmacéutica, biología,
semiconductores, inteligencia artificial e informática. ¿Es esto
suficiente para decantarse de un lado o de otro? En la pandemia, este
país ofreció un ejemplo interesante. Por una parte, fue capaz de
construir grandes hospitales en muy poco tiempo, pero, por otra, tuvo
problemas para desarrollar una vacuna eficaz contra el Covid-19, en
comparación con las conseguidas por otros países.
Cómo valorar estas aportaciones
Juzgar si un trabajo particular de estos autores está mejor o peor
sustentado por la evidencia es la discusión normal en ciencia. Por
ejemplo, si para medir una diferencia en la protección de los derechos
de propiedad entre países se usa un índice imperfecto, el resultado que
se obtenga deberá ser leído con cautela y, en cualquier caso, mejorado
en cuanto se tengan datos más precisos. La polémica más importante, sin
embargo, se refiere al alcance de todos los trabajos acumulados para
sostener la tesis principal de la influencia de las instituciones en el
desarrollo, y en contraposición a otras influencias. Igual que estos
autores descartan la geografía como explicación, otros autores
encuentran casos de países con instituciones semejantes con desarrollo
desigual, o países en los que la geografía ha precedido y condicionado
las instituciones.
Llegados a este punto, echo en falta una discusión más ordenada. Las
distintas teorías que compiten para explicar las diferencias de
desarrollo entre las sociedades no tienen por qué ser excluyentes. Un
análisis empírico ideal nos diría, por ejemplo, qué parte de la riqueza
se explica por cada una de las distintas causas. El que no tengamos
datos para hacer este análisis no implica que debamos optar por una u
otra. Si acaso, iremos acumulando casos que lleven a concluir que una de
ellas es más importante en algunas circunstancias. Eso ya será mucho.
Permítanme concluir esta reseña con unas reflexiones acerca de cómo
leer este tipo de libros que parecen explicarlo todo. Algo que debe
evitarse hacer en todo momento es llegar a decir cosas del tipo: estoy
de acuerdo con el libro X, pero no con el Y. O bien, del libro Z estoy
de acuerdo con la aplicación de la tesis al caso A, pero no al B. Y debe
evitarse porque uno no es la vara de medir la verosimilitud de una
hipótesis. Las explicaciones que se dan en cada libro serán buenas en la
medida que los datos disponibles casen mejor con esas teorías que con
otras y, para eso, solo el contraste científico tendrá algo que decir.
Yo puedo leer el libro X y dejarme impresionar por su discurso, además
de encontrar lógicos y adecuados sus argumentos, pero mi opinión no
aportará un ápice de prueba a la evidencia científica. Por la misma
razón, el que yo concuerde en un primer momento con el libro tampoco
debería ser motivo para que yo mismo lo encuentre veraz, sino para
alertarme sobre posibles sesgos de confirmación. A no ser que yo sea un
experto en la materia, no es en la valoración de la teoría en donde debo
usar mi conocimiento, sino en la manera en que se ha desarrollado esta.
¿Son los datos presentados todos los relevantes? ¿Hay sesgos? ¿Qué
teorías alternativas se han descartado? Las explicaciones que yo veo
lógicas, ¿lo son en verdad? Para contestar a estas preguntas uno debe
saber qué filtros han pasado esas teorías. Después de leer a Acemoglu y
Robinson tendré que estar atento a confirmar si todos los episodios
relevantes en la historia económica de las naciones están recogidos en
el libro o si acaso se han dejado de lado algunos que no encajan en su
teoría.
1. Élites extractivas vs instituciones inclusivas.
2. Poder estatal vs poder social.
3. Poder vs tecnología
1.Élites extractivas vs instituciones inclusivas. Esta es la clave que relaciona instituciones y progreso. Las élites extractivas controlan la propiedad y las instituciones. Su interés principal es mantenerse como élites. Es un sistema ineficiente que impide el desarrollo
Podría pensarse que se les podría sobornar:
«Ahora ganáis 100, os garantizamos que seguiréis ganando esos 100 a cambio de que permitáis unas instituciones inclusivas».
Sin embargo, este contrato es difícil.
Una vez que existan nuevas élites, las viejas no tendrán garantizadas su supervivencia.
No es imposible. Los trabajos de Acemoglu y Robinson muestran cómo ha sucedido históricamente.
2. El estrecho corredor. Según esta tesis, estado y sociedad tienen que tener un equilibrio de poder y este tiene que responder a los intereses legítimos de cada parte
Un estado demasiado fuerte no es legítimo y terminará por acallar y atenazar a la sociedad y por caer en la corrupción. Un estado demasiado débil no podrá oponerse a los grupos de poder de la sociedad (clanes, mafias,…) ni proporcionar bienes públicos adecuadamente
El poder de la sociedad debe ser un contrapeso al del estado. Un estado sostenido por organizaciones que controlan la sociedad está en el comienzo de algunos totalitarismos del siglo XX (y alguno del XXI).
En España, hay partidos que quieren esto (procés, asalto al cielo…).
3. La tecnología no es suficiente. La tesis viene a decir que la tecnología puede beneficiar solo a una élite y ampliar las desigualdades sociales.
(su pesimismo sobre el impacto de las nuevas tecnologías y, más concretamente, la inteligencia artificial, no lo veo bien sustentado)
Todos los análisis se hacen teniendo en cuenta los incentivos de cada parte, grupo e individuo, sin caer en funcionalismos ingenuos y teniendo en cuenta el análisis económico.
Con métodos rigurosos y análisis histórico para incorporar la política a la comprensión de la economía (y viceversa).
Institutions as the Fundamental Cause of Long-Run Growth
D. Acemoglu, Simon Johnson, James A. Robinson
El documento analiza la importancia de las instituciones económicas como causa fundamental de las diferencias de crecimiento económico y prosperidad entre países. Sostiene que las diferencias en las instituciones económicas, más que la geografía o la cultura, son el principal motor de las disparidades de renta entre las naciones.
Las pruebas empíricas de los experimentos coreano y colonial sugieren claramente que las diferencias en las instituciones económicas, más que la geografía o la cultura, son el principal determinante de los resultados económicos a largo plazo.
El marco teórico subraya cómo los problemas de compromiso, la amenaza de los perdedores políticos y la inseparabilidad de la eficiencia y la distribución conducen a la aparición de instituciones económicas ineficientes que benefician a quienes detentan el poder."
The Colonial Origins of Comparative Development: An Empirical Investigation
D. Acemoglu, Simon Johnson, James A. Robinson
"El estudio pretende comprender las causas fundamentales de las grandes diferencias de renta per cápita entre países. Se centra en el papel de las instituciones y los derechos de propiedad como posibles determinantes del desarrollo económico.
Los investigadores encuentran una fuerte relación entre las tasas de mortalidad de los colonos y las instituciones actuales. Los lugares donde los colonos se enfrentaban a tasas de mortalidad más elevadas desarrollaron peores instituciones que protegían menos los derechos de propiedad. Utilizando la mortalidad de los colonos como instrumento, estiman un gran efecto de las instituciones en la renta per cápita. Su especificación más parsimoniosa sugiere que las diferencias en las instituciones pueden explicar alrededor de tres cuartas partes de las diferencias de renta entre países."
¿Cuál es la contribución de los nuevos premiados a la economía?
. ¿Por qué la calidad de las instituciones es fundamental para el desarrollo económico?
¿Qué posición ocupa España a nivel internacional?
¿Y qué importancia pueden tener en los bancos centrales y, en concreto, en el Banco de España estas aportaciones?
Hay países ricos y países pobres. Algunos de estos últimos consiguen progresar y desarrollarse desde posiciones retrasadas, como España o los países asiáticos en las últimas décadas. ¿Cuáles son las causas últimas de estas diferencias en la riqueza de los países? ¿Por qué fracasan los países?
La respuesta de los economistas galardonados es la calidad de las instituciones, que determinan la relación entre los que ostentan el poder (las élites gobernantes) y el resto de la sociedad. Cuanto mejores son, mayor es la prosperidad y mayores son las posibilidades de desarrollo económico.
Acemoglu, Johnson y Robinson distinguen entre dos tipos de instituciones:
Las instituciones inclusivas, que se fundamentan en el respeto de los derechos de propiedad y al Estado de Derecho y que suelen estar asociadas a sociedades democráticas. En estas instituciones las élites permiten a la ciudadanía desenvolverse, de forma que alcance sus objetivos económicos y sociales. De este modo, este tipo de institución incentiva los comportamientos que facilitan el buen funcionamiento de la economía, la creación de riqueza y el desarrollo de la sociedad civil. Y una sociedad civil fuerte demanda mejores instituciones, con lo que se genera un círculo virtuoso de crecimiento económico y progreso social (esquema 1).
Las instituciones extractivas, donde se conculcan derechos básicos y no hay seguridad jurídica. Aunque suelen ser más comunes en autocracias, también pueden estar presentes en democracias. En este caso, las élites persiguen extraer los recursos del resto de la sociedad para su propio beneficio. Este contexto limita el incentivo de la sociedad a generar riqueza, emprender e innovar y menoscaba el desarrollo social.
FUENTE: Banco de España.
Las instituciones inclusivas facilitan la creación de riqueza y el desarrollo de la sociedad civil, conformando un círculo virtuoso de crecimiento económico y social
Un punto importante que se deriva de su teoría es que la brecha de desigualdad entre las naciones no es fácil de cerrar. La fortaleza institucional puede activar un círculo virtuoso que favorece no solo el crecimiento económico, sino la mejora continua de las instituciones. Pero la debilidad institucional obstaculiza no solo el desarrollo, sino también el propio crecimiento institucional, lo que muchas veces impide cerrar la brecha.
Otro corolario es que las reformas, para que sean efectivas, requieren del contexto adecuado. Este punto lo probaron en un artículo sobre la independencia de los bancos centrales, precisamente. En las últimas décadas la mayoría de los bancos centrales se han convertido en independientes de los gobiernos. Y esta independencia se considera una de las razones para la reducción de la inflación en muchos países. Lo que demostraron los tres laureados es que en los países con instituciones extractivas los resultados en términos de control de la inflación fueron peores. La razón que dan es que las demandas de las élites seguían requiriendo un cierto nivel de distorsiones en los precios que acababan generando inflación.
¿Cómo romper el círculo vicioso entre instituciones y prosperidad? A través de los cambios en el equilibrio social. Un problema de las élites extractivas es la falta de confianza y credibilidad por parte del resto de la sociedad. Para mantener el poder están tentados a prometer cambios para mejorar el bienestar de la población, que raramente cumplen. Esta situación genera descontento, que puede acallarse con más opresión o, también, con la constatación por parte de la élite de la necesidad de reformas y de ceder parte del poder político a la ciudadanía. Estos cambios pueden darse de modo gradual y pacífico, como en las transiciones democráticas, o de repente y de modo convulso, como en las revoluciones.
Acemoglu y Johnson, en su reciente libro Poder y progreso, también han analizado el papel de la tecnología y la innovación en el crecimiento económico y, también en la configuración del poder. Por un lado, reconocen el efecto positivo del progreso tecnológico (democratizador) sobre las instituciones a lo largo de la historia. Por otro lado, alertan de que la revolución tecnológica actual, liderada por la internet y la inteligencia artificial, y concentrada en grandes corporaciones, puede tener un impacto negativo sobre el empleo y la propia calidad de la democracia.
¿Cómo ha evolucionado la calidad de las instituciones en España?
Desde hace 25 años, el Banco Mundial elabora unos Indicadores Globales de Gobernanza en los que valora cuatro grandes áreas de calidad institucional: el control de la corrupción, la efectividad del gobierno, la calidad regulatoria y el Estado de derecho. El análisis tiene un ámbito global y permite las comparaciones internacionales. Y el Banco de España está prestando cada vez más atención a estas cuestiones, a través de la investigación de sus economistas.
¿Cómo queda España en estas clasificaciones? El gráfico 1 muestra un retroceso. En la parte superior del gráfico se observa una caída en cada una de las cuatro áreas desde mediados de los años noventa. Y en la parte inferior se observa que, aunque la mayoría de los países ha registrado una pérdida de calidad institucional en los últimos años, la de España ha sido mayo. Esto supone una caída en la clasificación global y situarse por debajo de la media europea.
Gráfico 1 LA CALIDAD DE LAS INSTITUCIONES EN ESPAÑA SE HA REDUCIDO
FUENTE: Banco de España, Indicadores Globales de Gobernanza (Banco Mundial), BCENOTAS: Cada uno de los índices de calidad institucional, elaborados por el Banco Mundial, agrega varias dimensiones en una escala de -250 (baja calidad) a 250 (alta calidad). Una puntuación de 250 reflejaría que un países es el mejor una subcategoría específica o en las cuatro subcategorías mostradas.
La calidad institucional ha sufrido un retroceso en los últimos años a nivel global, pero en España ha sido mayorLa importancia de la calidad institucional ha ganado enteros en las últimas décadas, gracias a las contribuciones de los nuevos laureados. No obstante, algunas conclusiones son poco consistentes con lo que estamos observando últimamente. Por ejemplo, ¿cómo conciliar esta teoría y el fuerte desarrollo económico experimentado por distintas economías con regímenes no democráticos, como China? ¿O el retroceso institucional reciente en las democracias desarrolladas, contraviniendo la idea del círculo virtuoso? Todo ello no debilita la tesis principal de los Premio Nobel: que unas instituciones fuertes potencian el crecimiento. Es un recordatorio oportuno en estos tiempos inciertos y todas las instituciones públicas debemos trabajar para mejorar nuestra calidad
Estudios sobre cómo la calidad de las instituciones (entre ellas, los bancos centrales) influye en la prosperidad económica relativa de los países.
"Los países se convierten en Estados fracasados por el legado de las instituciones extractivas, (que) contribuyen directamente al fracaso del Estado al descuidar la inversión en los servicios públicos más básicos"
"¿Por qué el camino del cambio institucional difiere de una sociedad a otra? La historia es clave, ya que son los procesos históricos los que, a través de la deriva institucional, crean diferencias que pueden ser cruciales en coyunturas críticas"
"¿Qué se puede hacer para activar el desarrollo de instituciones inclusivas?". Proponen:
a) Cierto grado de orden centralizado
b) Instituciones políticas pluralistas
c) Control del poder
d) Papel determinante medios de comunicación (el autoritarismo lucha en su contra)
"La capacidad del Estado es su habilidad para conseguir sus objetivos, (y) depende en parte de cómo se organizan sus instituciones, pero de manera aún más decisiva depende de su burocracia, (que) tenga los medios y la motivación para (ejecutar) su misión"
Leviatán "encadenado" (control del poder):
"Sus (políticos y) burócratas están sujetos a examen y supervisión. Es poderoso, pero coexiste con una sociedad a la que escucha y está atenta y dispuesta a implicarse en la política y a cuestionar el poder"
Leviatán "despótico":
"El Leviatán encadenado puede convertirse con rapidez en uno despótico. Necesitamos la competencia de la sociedad para mantener el Leviatán bajo control, y cuando más poderoso sea el Leviatán, más poderosa y vigilante debe hacerse la sociedad".
El Leviatán de "papel":
"El Leviatán de papel tiene algunas de las peores características de los leviatanes ausente y despótico. El Leviatán de papel con frecuencia no quiere controlar el saqueo, sino (que se manifiesta en) una economía plagada de corrupción"
Este capitulo 11, el de los leviatanes de papel, describe adecuadamente nuestra política y les expone a la lógica de restricciones al poder para tener sociedades incluyentes
La pregunta que se hacen estos autores conviene plantearla también en un contexto institucional tan degradado como el nuestro:
"¿A quién le gustan los controles y los contrapesos?"
Es obvio que nuestra clase política no los acepta, e incluso los desprecia con sus actuaciones
Roosevelt afirmó en 1944:
"La verdadera libertad no puede existir sin seguridad e independencia económica. Los hombres necesitados no son hombres libres. La gente que tiene hambre y está desempleada son el material con el que se hacen las dictaduras"
"Vivir con el Leviatán encadenado es una obra en marcha. (Hay que) crear y recrear el equilibrio entre el Estado y la sociedad, entre quienes tienen poder y quienes no. El poder de la sociedad tiene que ver con la organización y movilización social"
No es nuestro caso.
" ...las relaciones de poder importan» no es una teoría, es una línea de investigación que puede dar lugar a teorías muy distintas
Se puede desarrollar una teoría en términos de lucha de clases, de grupos de presión o de coaliciones de interés, entre otras. El poder explicativo de cada una será distinto y deberán evaluarse por ello " Jose Luis Ferreira
Las instituciones son cruciales, pero si la sociedad no tiene formas efectivas de controlar al gobierno, esas instituciones pueden volverse inútiles. Modelos de 4-5 hélices pueden ser mas efectivos. Las instituciones supranacionales deben ser reformadas cuando no cumplen sus objetivos
Resumen de R.Cobby:
El Nobel reconoce la importancia del análisis histórico y el papel de las instituciones en el desarrollo. Esto es clave, porque subraya que no solo las dinámicas económicas, sino las estructuras políticas, sociales y jurídicas, moldean el crecimiento de un país
El foco en instituciones nos permite entender el desarrollo como un proceso más complejo y multidimensional, algo que a menudo se pasa por alto en otros enfoques más cuantitativos o mecanicistas. Esto incluiría colonialismo e imperialismo, y su división desigual del trabajo
El trabajo de Acemoglu y cía. sitúa las clases sociales y los conflictos entre ellas en la evolución política y económica. Reconocen relaciones de poder no mercantiles, fuera de oferta y demanda
"Los conflictos entre élites, clases trabajadoras y otras fuerzas sociales han sido fundamentales para entender las transiciones históricas en las instituciones políticas y económicas, desde la Revolución Francesa hasta las luchas por los derechos laborales y de las mujeres
La crítica: Sin embargo, su visión del desarrollo en Occidente puede resultar simplista. Argumentan que el crecimiento en Europa y EE.UU. fue el resultado del respeto a los derechos de propiedad y mercados abiertos, pero esto no siempre fue siempre así.
Ejemplos como los enclosures en Inglaterra, los monopolios privados en varios sectores o la política industrial muestran que el desarrollo fue mixto, excluyendo a grandes sectores de la población o imponiendo medidas que no respetaban de forma universal los derechos de propiedad
Acemoglu, Robinson y Johnson han hecho contribuciones valiosas al resaltar la importancia de instituciones y conflictos sociales en el desarrollo.
Pero su visión de cómo ocurre en la práctica, tanto en Occidente como en el resto del mundo, no coincide con el registro histórico
Su marco no explica bien el auge de Asia Oriental, China y su rápida innovación tecnológica. Aquí es donde otros economistas y especialistas en desarrollo como Alice Amsden, Mushtaq Khan, Ha-Joon Chang,@yuenyuenango Erik Reinert ofrecen una visión del mundo real." Roy Cobby
"Estos autores destacan que el éxito de China no se ajusta al guion de instituciones "inclusivas" en el sentido occidental, sino a un enfoque más complejo de desarrollo, que incluye intervenciones estatales estratégicas y una gestión de las élites muy distinta al puro mercado"
https://x.com/RoyCobby/status/1846107268862935061
Es capitalismo de estado, un modelo dual, interveniendo con ingenieria económica donde interese para ser competitivos, y con su sobreproducción poder inundar con sus productos a Occidente, desindustrializandolo por no tener Europa una política industrial
¿Huy una limitada capacidad del estado de organizar la economía?. Es una crítica desatinada en los trabajos sobre instituciones extractivas vs inclusivas o en la tesis del «estrecho corredor» Si el estado permite el libre comercio, esto es una institución que no necesita de un estado con capacidades extraordinarias de organizar la vida económica de la sociedad
El ejemplo es China, con sus planes quinquenales organizando su economica, es un capitalismo de estado,
han pasado en dos decadas del modelo parasitario al modelo tecnologico, incentivando la
sobreproducción para inundar Occidente sin posibilidad de competir, con
una OMC sin actuar de forma precisa
Es más atinada la crítica cuando se centra en las conclusiones de lo que puede hacer el estado con respecto al desarrollo, extensión y uso de las nuevas tecnologías.
El Premio Nobel de Economía 2024, otorgado a Daron Acemoglu, Simon Johnson y James A. Robinson, llega en un momento crítico para la evolución de la sociedad y economía mundial. En un momento de fuerte desapego social
“En todos los debates de desarrollo económico y crecimiento hay algo del ‘huevo y la gallina’. Por ejemplo, si vos tenés tecnología de avanzada, entonces crecés más, o si es porque sos rico que podés invertir más en tecnología. Ellos lo que propusieron fue un zoom out, y buscan el último factor exógeno real, para separarse de las cuestiones endógenas de la economía, y llegan a la generación de instituciones fundacionales de un país”, dice Judzik, sobre un aporte en el que los autores trabajaron en diferentes papers académicos, analizando fundamentalmente la historia moderna de algunos países y el rol de la colonización.
“Eso no quita que haya factores macroeconómicos que empujan ese sendero de crecimiento, para bien o para mal, pero, en promedio y de largo plazo, sostienen que ese desarrollo lo explican las instituciones”, agrega el docente de UTDT.
Para Andrés López, titular de la cátedra de Desarrollo Económico en la facultad de Ciencias Económicas de la UBA y director del IIEP, el aporte de los ganadores del Nobel 2024 fue haberrenovado el interés por el estudio del rol de las instituciones
“Lo que plantean tiene tres claves. Primero, es cierto que los economistas creen que el crecimiento viene del capital humano, el progreso tecnológico y la inversión en capital, pero todo eso depende de factores últimos que hacen que haya más o menos progreso e inversión, y eso son las instituciones, las reglas de juego. Segundo, que esas instituciones se explican por procesos históricos, y que el origen pueden ser los procesos de colonización. Y tercero, que cuando las instituciones son disfuncionales para el crecimiento, pueden ser difíciles de cambiar, y por eso la persistencia de los países pobres”, resume López.
“Acemoglu está preocupadísimo por la desigualdad y la marginación social que va a traer la aplicación masiva de la IA en los procesos productivos, y su impacto distributivo”, dice Judzik, quien retoma algunas de las ideas sobre el tema en Automatizados, el libro publicado este año junto a Eduardo Levi Yeyati.
Los receptores del premio Nobel en economía de 2024, D. Acemoglu, S.
Johnson y J. Robinson, han proporcionado una interpretación de las
diferencias que se observan en el grado de progreso económico entre
distintas regiones y países, así como de su persistencia en el tiempo,
apelando a la calidad de su estructura institucional como un factor
determinante. A su juicio, otros factores que se han aducido como
explicativos del distinto grado de desarrollo, como la localización
geográfica, o los avances culturales, están relacionados con la
estructura institucional de los países, pero no pueden explicar las
diferencias observadas en el progreso de los países sobre periodos
dilatados de tiempo.
Su investigación sobre este tema, realizada lo largo de décadas, se
basó inicialmente en el examen de las experiencias de colonización de
amplias regiones del mundo por parte de países europeos. Observaron que,
en regiones altamente pobladas, en las cuales la resistencia a la
colonización podía ser mas fuerte, el propósito de los colonizadores fue
explotar la fuerza de trabajo aportada por la población indígena y
extraer sus recursos naturales. La elevada densidad poblacional también
favorecía la expansión de enfermedades, generando una mortalidad
elevada. No pudiendo consolidar su permanencia masiva debido a la alta
mortalidad, los colonizadores se asociaron con una élite local para
llevar a cabo su experiencia colonizadora, basada en instituciones
extractivas, y generando un beneficio para los países colonizadores
durante un período relativamente corto.
En otras zonas, generalmente menos densamente pobladas, hubo menor
mortalidad y mayor número de colonizadores, quienes pudieron construir
sistemas económicos y políticos inclusivos, en beneficio de la población
local. En estos casos, los países colonizadores obtuvieron un beneficio
más duradero.
La diferencia de estructura institucional tuvo un efecto
trascendental a largo plazo: las regiones más pobladas, inicialmente más
ricas, prosperaron poco y son hoy regiones menos ricas; cuentan
actualmente con instituciones económicas y políticas de menor calidad, y
mayores niveles de corrupción. Por el contrario, las que estaban
inicialmente poco pobladas y contaban con pocos recursos, son hoy
algunas de las áreas más prósperas, y cuentan generalmente con
instituciones económicas y políticas de mayor calidad, y menores niveles
de corrupción política y legal.
Acemoglu, Johnson y Robinson también mostraron la importancia de
preservar la calidad institucional, pues cuando las instituciones se
deterioran, la tendencia es difícil de romper. Explicaron cómo en
sociedades desiguales, algunos grupos pueden apropiarse del poder
político informal (o de facto), promoviendo instituciones
económicas favorables a sus intereses, en el intento de que los
mecanismos de distribución perpetúen la disparidad inicial de renta y,
con ello, puedan mantener su influencia sobre el poder político [Acemoglu et al. (2005)].
Es una visión de la organización social que contempla una jerarquía
natural, en la que las instituciones políticas influyen sobre la
naturaleza de las instituciones económicas, cuestión de la mayor
trascendencia, puesto que éstas últimas determinan los resultados
económicos y su distribución en la sociedad. Los grupos próximos al
poder tratarán también de impedir cambios en las instituciones políticas
formales (de iure), para mantener su posición de privilegio.
Por tanto, en estas sociedades, las instituciones políticas serán
duraderas y también lo serán las características de las instituciones
económicas.
De este modo, la endogeneidad de las instituciones económicas
confiere a la calidad institucional una fuerte inercia que es difícil de
truncar. Los ciudadanos perciben que la estructura institucional
garantiza a quienes están en el poder su continuidad en el mismo, por lo
que las promesas de reformas que puedan hacer no serán del todo
creíbles, y no afectarán al comportamiento de los ciudadanos, ni al modo
en que toman sus decisiones, generándose una brecha creciente entre
clases sociales.
En tal contexto de deficiente calidad institucional, el deterioro
social puede llegar a producir un conflicto político que altere la
relación de fuerzas entre los distintos grupos que configuran la
sociedad; alternativamente, en algunos países el cambio se ha producido
mediante un proceso de reforma aperturista por parte de la clase
dirigente. También puede producirse una mejoría democrática si el
mecanismo distributivo de la renta es mínimamente equitativo,
permitiendo el acceso de nuevos ciudadanos a las clases dirigentes. Sus
valores pueden pasar entonces a jugar un papel relevante en la evolución
a través del tiempo de las instituciones políticas formales e
informales, es decir, en la evolución de las normas y leyes promulgadas y
en su grado de cumplimiento.
En buena parte como consecuencia de las investigaciones llevadas a
cabo por los tres profesores galardonados con el Nobel, la calidad
institucional es aceptada actualmente como una de las causas que explica
las diferentes características que adopta el desarrollo en distintos
países. [Aquí, aquí y aquí
se analizan algunas deficiencias en calidad institucional que pueden
estar lastrando la eficiencia de la economía española]. También pusieron
en lugar prominente en su análisis la calidad de las reglas y prácticas
que regulan las decisiones de los agentes (las instituciones económicas
de carácter informal). En particular, sabemos que el crecimiento
económico puede reducir la desigualdad cuando unas adecuadas
instituciones económicas redistribuyen convenientemente la riqueza
generada por el mayor crecimiento. También sabemos que puede suceder que
un sistema redistributivo de baja calidad provoque que el crecimiento
económico beneficie a los más favorecidos, acentuando las desigualdades.
Por otra parte, aunque las estrategias de reducción de la pobreza
continúan basándose, justificadamente, en impulsar el crecimiento
económico, Bourgignon (2003)
mostró que éste explica únicamente una cuarta parte de la reducción de
la pobreza. En efecto, algunos países experimentan episodios de fuerte
crecimiento sin apenas reducción de la pobreza, mientras que otros
países alivian la pobreza sin disfrutar de un crecimiento económico
potente. Fosu (2017)
mostró que otros factores relevantes para explicar los descensos en el
nivel de pobreza cuando una economía crece son el nivel de desigualdad, y
la calidad institucional. [Aquí y aquí
se analizan en detalle las relaciones entre crecimiento económico,
desigualdad y pobreza]. Suele decirse que la reducción de la desigualdad
ofrece un doble dividendo en la lucha contra la pobreza, porque una
menor desigualdad favorece el crecimiento económico, y también hace que
el crecimiento tenga un mayor efecto reductor de la pobreza. Exactamente
lo mismo puede decirse de la mayor calidad institucional, por idénticas
razones.
La investigación de Acemoglu, Johnson y Robinson ha prestado atención
generalmente a periodos históricos amplios, y ha abierto grandes vías
de pensamiento en el desarrollo económico. Otras áreas de pensamiento
podrían favorecerse de sus aportaciones, quizá incluso en el análisis de
períodos más reducidos. En particular, los análisis comparados de
productividad, que tan importantes son para España, continúan sin hacer
suficiente referencia a la calidad institucional como causa de las
diferencias entre países, lo que, en cambio, resulta evidente a partir
del análisis de los autores galardonados con el premio Nobel.
De Acemoglu, Johnson y Robinson hemos aprendido, en definitiva, que
no cabe analizar las posibilidades de progreso social y económico de un
país sin considerar su calidad institucional. Tampoco es riguroso
anticipar los posibles resultados de una determinada política económica
al margen de la calidad de sus instituciones políticas, legales y
económicas, tanto de carácter formal como informal. Velar por la mayor
calidad institucional debe ser tarea permanente de todo gobierno
plenamente democrático, porque cualquier deterioro es difícil de
revertir, pero requiere un firme convencimiento y la colaboración de
muchos actores, cuya confianza todo gobierno debe saber lograr y
mantener.
Por Alfonso Novales (Universidad Complutense y Real Academia de Ciencias Morales y Políticas) y Carlos Sebastián (Universidad Complutense)
La calidad de vida de las personas está determinada, no tanto por su
talento o empeño, sino por el lugar en el que nacen. Un individuo que
nace en un país en donde tiene acceso a servicios básicos, educación y
salud de calidad, tendrá posibilidades de desarrollo totalmente
distintas a alguien que nace en un país en donde el acceso a ellos es
escaso. Es por eso que una pregunta central en la economía es: ¿Por qué
algunos países son ricos y otros pobres?
Reflexiones finales
La conclusión de los autores es que el desarrollo económico
sostenible depende de la creación y el mantenimiento de instituciones
inclusivas. Esto implica fomentar la participación política,
limitar el poder de las élites y asegurar el respeto al estado de
derecho. Rechazan explicaciones simplistas que atribuyen el éxito o
fracaso de las naciones únicamente a factores como la cultura, la
geografía o los recursos naturales, argumentando que, aunque estos
factores son importantes, es la calidad de las instituciones lo que
determina el destino económico de un país.
El Premio Nobel de Economía 2024 sirve como recordatorio de la
importancia de las instituciones en el desarrollo económico y social.
Las investigaciones de Acemoglu, Johnson y Robinson muestran que la
prosperidad no depende únicamente de los recursos naturales o de la
ubicación geográfica, sino de las buenas instituciones que gobiernan
nuestras sociedades. La clave para un desarrollo inclusivo y sostenible
radica en fortalecer las instituciones y garantizar que estas sean
inclusivas, favoreciendo la participación de todos en la vida económica y
política.
Rafael Pampillón. Catedrático emérito de la
Universidad CEU-San Pablo, doctor por la Universidad de Barcelona y MBA
por el IESE, Pampillón ha sido decano de la Facultad de Economía de la
Universidad de Extremadura.
Según
los investigadores premiados con el Nobel de Economía 2024, las
instituciones, antes que los recursos naturales, son clave para el
desarrollo económico
En la imagen, el puerto de Tanjung Perak, en Indonesia (CC Hernawan
Widhi)
Daron Acemoglu, Simon Johnson y James A. Robinson,
premiados con el Nobel de Economía 2024, han sido reconocidos por sus
innovadoras teorías sobre la relación entre instituciones y desarrollo
económico. Su trabajo sostiene que las instituciones –entendidas como
los marcos legales, políticos y económicos que organizan la sociedad–
son esenciales para la prosperidad o el fracaso de las naciones.
Esta perspectiva ha sido particularmente influyente, pues desestima
la idea de que factores como la geografía, la cultura o los recursos
naturales sean, por sí solos, los motores del crecimiento. A través de
sus estudios y publicaciones, como el libro Por qué fracasan los países,
Acemoglu, Johnson y Robinson redefinen el campo del desarrollo
económico, creando un marco que dialoga con teóricos previos y aporta
una visión complementaria y, en ciertos aspectos, disruptiva.
El concepto central de su teoría radica en la distinción entre instituciones inclusivas y extractivas.
Las instituciones inclusivas son aquellas que promueven la
participación económica y política de la mayoría, incentivando la
innovación y protegiendo los derechos de propiedad. Este tipo de
instituciones permite que los empresarios inviertan (aumenten la
capacidad productiva) sin temor a expropiaciones arbitrarias, lo que
permite generar un crecimiento sostenido.
En contraposición, las instituciones extractivas están diseñadas para
concentrar el poder y los recursos en manos de una élite. De esta
manera, bloquean la competencia y limitan las oportunidades para la
mayoría. Bajo estas instituciones, el crecimiento económico pierde
dinamismo y depende de circunstancias específicas, como la explotación
de recursos o el control coercitivo de la población.
Para los tres economistas premiados, el desarrollo de las
instituciones inclusivas es el verdadero motor de una prosperidad
sostenible, idea que contrasta con enfoques de figuras previas como
William Easterly y Ross Levine. Conviene recordar que Easterly y Levine
reconocen la importancia de la calidad institucional, pero dan más
importancia a factores macroeconómicos y a la inversión en capital
humano.
Un diálogo con teorías anteriores
El enfoque de Acemoglu y sus colegas se conecta, aunque con
diferencias marcadas, con la obra de Douglass North y Robert Fogel,
quienes también recibieron el Nobel de Economía. North sostenía que las
instituciones son esenciales para la economía, pues reducen la
incertidumbre y fomentan la cooperación. Sin embargo, mientras North
planteaba que las instituciones evolucionan de forma gradual, Acemoglu y
Robinson sostienen que el cambio institucional depende de rupturas, de
crisis. En esos momentos, la sociedad puede experimentar una
transformación inclusiva o consolidar el poder de la oligarquía
dominante.
El trabajo de Acemoglu, Johnson y Robinson ha resaltado
la importancia de las instituciones para el crecimiento económico y ha
influido en el diseño de políticas públicas alrededor del mundo
La investigación de Acemoglu y Johnson sobre crisis y cambio
institucional añade cierto dinamismo a las teorías de North y Fogel.
Argumentan que los cambios repentinos, como las guerras, las crisis
económicas o las revoluciones, no solo marcan un punto de inflexión,
sino que representan una oportunidad para que las instituciones
inclusivas reemplacen a las extractivas. Esto contradice en cierto modo
la teoría del cambio incremental de North y se alinea con la perspectiva
histórica de Fogel. Éste último resaltaba la importancia de los cambios
tecnológicos y sus impactos en el desarrollo económico.
Casos que no encajan
Aunque las teorías de Acemoglu, Johnson y Robinson han sido
ampliamente aceptadas y citadas, existe un debate en torno a su
aplicabilidad en contextos específicos. Especialmente en casos de
desarrollo económico rápido bajo regímenes autoritarios, como los de
Taiwán y Corea del Sur en las décadas de 1960 y 1970. Durante este
periodo, ambos países experimentaron un crecimiento económico acelerado
con regímenes dictatoriales, que lograron implementar reformas
industriales y educativas significativas antes de transitar hacia la
democracia.
En estos casos, los países construyeron instituciones que promovían
la industrialización y la educación sin haber implementado antes un
sistema político inclusivo. Estos casos parecen refutar la teoría de
Acemoglu y Robinson de que el poder centralizado en manos de una élite,
sin instituciones inclusivas, bloquea el desarrollo sostenido. Corea del
Sur y Taiwán, en cambio, lograron un avance significativo en términos
de renta nacional y calidad de vida sin democratizarse completamente,
aunque el crecimiento institucional hacia la democracia fuera un paso
posterior.
Este punto crítico sugiere que, en ciertos contextos, especialmente
en economías en vías de desarrollo que necesitan medidas rápidas,
directas y eficaces, las instituciones extractivas pueden desempeñar un
protagonismo temporal en la mejora de la infraestructura y el bienestar
general. La experiencia de Taiwán y Corea del Sur parece indicar que el
autoritarismo puede, en ciertos casos, guiar el desarrollo. Aunque, a
largo plazo, es necesaria una transición hacia instituciones inclusivas
para sostener dicho crecimiento. China, también es una excepción: desde
1978 disfruta de un elevado crecimiento económico, basado en una fuerte
apertura al exterior, bajo un sistema político dictatorial.
Limitaciones y retos de la teoría institucional
El desarrollo de esos países ilustra las limitaciones del enfoque
institucional de Acemoglu, Johnson y Robinson. Una de ellas es su dudosa
aplicación a regiones con una larga historia de instituciones
extractivas profundamente arraigadas. En estos casos, una transición
hacia instituciones inclusivas provoca resistencias estructurales y
culturales significativas. En estos contextos, el cambio institucional
plantea desafíos profundos, que requieren más que rupturas o momentos
críticos.
Se discute si las ideas de Acemoglu, Johnson y Robinson
son de aplicación universal o más bien requiere modificaciones según el
contexto específico
Además, parece obvio que, aunque las instituciones son fundamentales,
no pueden explicarlo todo. Existen factores culturales y geográficos
que influyen en las probabilidades de éxito o fracaso de un país. Aunque
los autores no desestiman por completo estos elementos, su enfoque a
menudo se interpreta como un modelo que no les concede suficiente peso.
Por otro lado, la teoría de instituciones inclusivas también ha sido
cuestionada por su aplicabilidad a economías en desarrollo que dependen
de recursos naturales. En estos casos, el poder político y económico
suele estar inevitablemente vinculado a la explotación de estos
recursos. Si bien las instituciones extractivas pueden ser
problemáticas, la transición hacia un sistema inclusivo es compleja
cuando los recursos naturales ejercen una influencia tan poderosa. Esto
plantea preguntas sobre si la aplicación de las ideas de Acemoglu,
Johnson y Robinson puede ser universal o si, en cambio, requiere
modificaciones según el contexto específico.
Contribuciones al desarrollo económico
A pesar de estas críticas, la investigación de Acemoglu, Johnson y
Robinson ha dejado una huella profunda en el estudio del desarrollo
económico. Su trabajo ha promovido la importancia de las instituciones
como un factor clave para el crecimiento económico sostenido y ha
influido en el diseño de políticas públicas alrededor del mundo. Al
enfatizar que la inclusión económica y política es esencial para un
desarrollo sostenible, estos economistas han proporcionado un marco
teórico valioso, que complementa y extiende los trabajos de economistas
anteriores como North y Fogel.
Además, su teoría sobre instituciones inclusivas ha ganado relevancia
en un momento en el que la desigualdad global es un problema creciente.
Al poner de relieve la necesidad de sistemas inclusivos que distribuyan
el poder y los recursos de manera más equitativa, su trabajo ofrece una
guía no solo para el desarrollo económico, sino también para la
construcción de sociedades más justas.
En última instancia, el legado de Acemoglu, Johnson y Robinson radica
en haber transformado la comprensión de las causas fundamentales del
desarrollo y el fracaso de las naciones. Pues cuestiona la visión
tradicional de que el bienestar económico de un país depende,
fundamentalmente, de los recursos naturales o la ubicación geográfica.
Según ellos, la estructura de las instituciones tiene un papel clave. Si
bien su teoría puede no ser una solución universal para todos los
contextos, su impacto en la teoría económica y en la formulación de
políticas sigue siendo innegable. En efecto, aporta una perspectiva que
ayudará a los economistas y responsables políticos a construir economías
más inclusivas y resilientes. En definitiva, como dijo hace años Felipe
González, en tono reflexivo, hay que ver si los líderes son parte del
problema o parte de la solución.
Rafael Pampillón Olmedo
Universidad CEU San Pablo y Universidad Villanueva
Por qué fracasan los países
Rafael Ortiz Calzadilla
Qué determina que un país sea rico o pobre. Cómo se explica que, en
condiciones similares, en algunos países haya hambrunas y en otros no.
Que algunas naciones sean más prósperas que otras, ¿se debe a cuestiones
culturales?, ¿a los efectos de la climatología?, ¿a su ubicación
geográfica? Ninguna cuestión relativa a la prosperidad de un país está
relacionada con estos factores sino que proviene de otro mucho más
sutil: sus instituciones. Los profesores Daron Acemoglu del
Massachussets Institute of Technology (MIT) y James A. Robinson de la
Universidad de Chicago acaban de obtener el Nobel de Economía de 2024
junto a Simon Johnson. Acemoglu y Robinson son autores de una obra
titulada 'Por qué fracasan los países: los orígenes del poder, la
prosperidad y la pobreza' en la que realizan un análisis riguroso desde
el punto de vista histórico de cómo algunos países han evolucionado y
otros no. Dicha obra se editó en España en 2012 y alcanzó siete
ediciones en poco más de un año.
Las instituciones de cada país determinan la prosperidad o la pobreza
y así ha ocurrido en todos los períodos de la historia. Los países que
se han dotado de instituciones inclusivas cuentan con un ordenamiento
que dota de seguridad jurídica tanto a los individuos como a las
empresas lo que favorece el bienestar económico y social. En cambio, los
países con instituciones extractivas que no gozan de autonomía e
independencia del poder ejecutivo, no garantizan la libre competencia,
los derechos de la propiedad industrial ni los derechos sociales y están
abocados a la pobreza. Las instituciones son las responsables del éxito
o del fracaso de los países y es donde radican las claves para
comprender la prosperidad y la pobreza.
Países con grandes recursos naturales se encuentran en situación de
penuria económica y social por la existencia de instituciones
extractivas. En cambio, países con escasos recursos naturales que han
desarrollado instituciones inclusivas favorecen la iniciativa privada
compensando la escasez de dichos recursos naturales de tal forma que,
paradójicamente, dichos países han llegado a ser más prósperos a pesar
de la falta de dichos recursos. Es la tesis que explica el distinto
desarrollo económico de los países latinoamericanos respecto a los
países colonizados por Inglaterra en América. Señalan que Cortés y
Pizarro encontraron abundantes recursos naturales e indígenas para
explotar dichos recursos. Las expediciones de los primeros colonizadores
españoles estaban formadas fundamentalmente por soldados y clérigos.
Crearon la encomienda, la mita y el trajín para controlar el trabajo de
los nativos lo que provocó duras críticas de clérigos como Bernardino de
Sahagún o Bartolomé de las Casas lo que hizo que la Corona dictara
normas para tratar de evitar dichos abusos.
En cambio, los ingleses llegaron a una zona escasa de recursos e
indígenas con lo que los primeros colonizadores tuvieron que organizarse
para subsistir. Uno de los pioneros de la colonización anglosajona,
John Smith, declaró que si no había indígenas para explotarlos sí que
había colonos y solicitó a la Virginia Company, agricultores, albañiles,
carpinteros, herreros y otros oficios para fundar colonias basadas en
la explotación agrícola y ganadera. Dictó las denominadas 'Leyes
divinas, morales y marciales' que establecían que «quien no trabaja, no
come» y otras normas como «no escapar, no robar y no vender nada fuera
de la colonia». En paralelo, en la metrópoli la revolución política de
1688 provocó la caída de Carlos I y el advenimiento del período
republicano de Oliver Cromwell, cambió las instituciones de Inglaterra
dotando al Parlamento de competencias antes detentadas por la Corona lo
que propició un clima favorable a instituciones inclusivas que
favorecieron la revolución industrial mientras que en otros países con
instituciones extractivas el poder político se opuso a la revolución
industrial.
La tesis defendida por los citados autores la contrastan
empíricamente con el ejemplo de la ciudad de Nogales, dividida por un
muro en dos partes, la del sur en Sonora, México, y la del norte en
Arizona, Estados Unidos. Los indicadores económicos (renta), sanitarios
(esperanza de vida, mortalidad infantil) y culturales (alfabetización,
estudios secundarios) de ambas partes de la ciudad son muy diferentes,
aunque comparten clima, geografía y procedencia demográfica. El tema me
resultó tan interesante que lo divulgué en varias conferencias
complementando el análisis realizado por los citados autores con un
estudio comparado de otros países en los que concurrían circunstancias
similares. Era el caso de la República Democrática Alemana frente a la
República Federal o el de Corea del Norte frente a Corea del Sur. En
ambos casos los indicadores económicos, sociales, sanitarios y
educativos son muy diferentes. En Alemania, a pesar de haber
transcurrido muchos años desde la reunificación y del establecimiento
del impuesto de solidaridad para ayudar a un más rápido desarrollo de la
zona oriental. Dicha contrastación empírica pone de manifiesto la gran
interrelación entre política, derecho y economía para comprender la
historia de las naciones.
La tesis defendida por los autores citados enlaza con la defendida
por el profesor Gary Becker, Nobel de Economía 1992, que puso de
manifiesto la importancia del capital humano para el desarrollo
económico y social de los países y, por ende, para el fortalecimiento de
las instituciones inclusivas, favorecedoras de la libertad y de la
iniciativa privada. Fue un tema que me atrajo veinte años antes, en
1972, cuando acometí el tema de la inversión en capital humano en
España, que constituyó mi trabajo de tesis doctoral, por mi interés en
poner de manifiesto cómo el gasto en educación constituye la mejor
inversión que puede realizar un país no solo para su desarrollo
económico sino también como el mejor medio de promoción social de sus
ciudadanos.
La tesis de los autores citados debería servir de meditación para el
poder político, enfrascado en debates inútiles con polémicas estériles y
empeñados en restar independencia y autonomía a las instituciones con
el riesgo de convertirlas en instituciones extractivas con efectos muy
nocivos para el país. También el cuarto poder, reflejado en los medios
de comunicación, tiene un papel fundamental para crear un clima de
opinión favorable a las instituciones inclusivas divulgando temas tan
importantes como el que ha hecho acreedores a sus autores del Nobel de
Economía 2024. Como indicaba el profesor de la Universidad de Stanford,
Ian Morris, la obra citada, «nos transmite un mensaje esperanzador y de
suma importancia: la riqueza del mundo radica en la libertad».
Rafael Ortiz Calzadilla es catedrático de Economía Aplicada en la Universidad Complutense de Madrid.
Este artículo, publicado originalmente en ABC, se reproduce al amparo de lo establecido en la legislación nacional e internacional (ver cobertura legal).
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Encuestas
¿Daron Acemoglu y James Killian, por sus investigaciones acumulación de recursos y dinero han contribuido en la creación dispositivos tecnológicos. Joshua David Angrist la influencia de la economía en los movimientos migratorios y en educación.?
Currie ..por sus análisis económicos pioneros sobre el desarrollo de los niños ?- Mauro por sus estudios sobre los efectos de la corrupción en las inversiones y el crecimiento económico.?
El británico Partha Dasgupta, un experto en economía del medio ambiente y de los recursos humanos