La Gente más Rara del Mundo: Cómo Occidente Devino Psicológicamente Peculiar y Particularmente Próspero-Joseph Henrich-
Algunas reflexiones sobre "The Weirdest people in the World" de Joseph Heinrich¹
Esta no es la primera entrada en NeG comentando este libro. Marc Canal ya hizo una magnífica exposición de los temas principales por lo que me limitaré a resumir la tesis principal del libro, a saber, que el programa de casamiento y fertilidad (PCF) de la iglesia católica durante la edad media europea destruyó los antiguos clanes y la psicología y la actividad económica que les caracterizaba y forjó un carácter muy especial, WEIRD, extraño, y también acrónimo de Western, Educated, Industrialized, Rich, y Democratic. Este carácter es la base de nuestra prosperidad. El resto de esta entrada son mis reflexiones sobre esa hipótesis.
Antes que nada, me gustaría hacer notar que el libro está bien escrito y contiene multitud de datos fascinantes. Así nos cuenta como se veía el mundo desde la óptica musulmana en Toledo, 1068 (p. 433). Estaban las gentes civilizadas (hindúes, judíos, egipcios, persas, bizantinos y árabes) y los bárbaros a su vez divididos en una clase superior por su valor en la lucha (chinos y turcos) y los bárbaros-bárbaros (europeos y africanos subsaharianos). Y como Ibn Kaldun en 1377 se da cuenta que algo estaba cambiando en el país de los Francos (p. 434).
A pesar de todas las observaciones críticas que siguen, creo que este libro es una referencia obligada para toda persona interesada en historia económica y desarrollo. Y es posible que sea una parte de la explicación del éxito de los países "occidentales". Además, cualquier cosa que resalte los problemas de la endogamia, en cualesquiera de sus formas, tiene mi simpatía. En todo caso recordad que la historia económica no es mi campo de especialización. Es, simplemente, mi amor secreto. Empezamos.
Primeras dudas
No tengo duda de que la iglesia trató de acabar con los matrimonios entre parientes. Pero tengo muchas dudas de que eso se plasmara en algo efectivo. En primer lugar, reyes y príncipes se casaban entre ellos, nosotros tenemos a los campeones mundiales con nuestros católicos Austrias. Además, hasta hace muy poco, la gente común no viajaba. No existían muchos caminos ni las rutas estaban exentas de peligros humanos y no humanos. En ese mundo las posibilidades de casarse fuera del clan eran muy limitadas. Las mismas dudas me surgen con respecto a los matrimonios arreglados (p. 166).
Por otra parte, el incesto es tabú en muchas culturas. Aunque parece que la endogamia es más frecuente en medio oriente y África del norte, también lo es en Japón lo cual no parece haber hecho mucho daño a la performance económica de este gigante asiático. El caso de China (sobre el que volveremos) tampoco está claro. El “Kinship Intensity Index” de la p. 196 pone a China como un caso bastante malo de endogamia, mucho peor que algunos países europeos y sudamericanos que ahora, económicamente, están por detrás. Por lo demás hay evidencia de que es la educación obligatoria impulsada por el estado lo que termina con la endogamia y los matrimonios arreglados.
Los años de exposición a la iglesia en 1500, Figura 7.1, p. 236, parece un dato un poco temprano para explicar nuestra riqueza. Aunque cada vez hay más pruebas de que el crecimiento europeo empieza antes de la revolución industrial, éste es débil, un 4% de aumento de la productividad en cada década entre 1600 y 1810, que contrasta con el 18% en décadas posteriores. Tampoco parece que los países nórdicos tuvieran muchas abadías (que es la medida de intensidad del PCF) pero hoy están entre los más ricos del planeta, ver figura 11.2, p. 371.
¿WEIRD es necesario o suficiente para la prosperidad?
Los judíos, un grupo enormemente exitoso, quedan fuera del programa PCF. Y naturalmente tenemos el caso de China al que por una parte se le atribuye el programa PCF, pero realizado por el gobierno comunista sin que se explique por qué en Europa ese programa tardó tanto tiempo en dar frutos mientras que en China y en Corea parece haber causado efectos casi instantáneos (p. 447). Es más, el libro no parece de la opinión de que ese programa haya causado un gran efecto. Así leemos que "Rural China in the late 20th century did not create myriad of voluntary associations of like-minded strangers" (p. 357) y "Today in China... techniques remain coonfined to particular lineages" (p. 447).
Por no hablar de países emergentes como India, Indonesia y Vietnam que no tuvieron PCF y que han tenido junto con otros países de Asia y África un excelente crecimiento en los últimos 30 años. En este caso, ideas simplistas como el catch-up a la frontera tecnológica, la combinación de globalización, políticas promercado, mano de obra barata y una cierta seguridad jurídica parecen teorías más apropiadas para explicar lo que ha ocurrido en estos países.
Resumiendo, en el mejor de los casos WEIRD sería una condición suficiente, entre muchas otras, para obtener la prosperidad.
Tratamiento estadístico
El libro ofrece una enorme cantidad de estadísticas y correlaciones para apoyar sus tesis, lo que es de alabar. Los que me conocen, saben que mi estadística es rupestre y mi econometría, básica no, lo siguiente. Aun así, viviendo en una universidad que es uno de los mejores sitios de Europa en estas materias algo se me ha pegado. Así que aquí va mi lista de quejas.
Echo en falta los intervalos de confianza de los parámetros estimados, el grado de significación de las variables y los tests de causalidad. Si les pedimos a nuestros alumnos de TFG que hagan todos esos ejercicios no parece muy exigente pedírselas al autor de este libro. Repasando sus artículos, alguno habla de significación y ahí se queda todo (por cierto, recientemente, Alberto Abadie ha criticado que un alto nivel de significación provea más información que la falta de ello, ver aquí.
El lector puede hacer su propia búsqueda de papers aquí.
Y hay cosas que sobran como la continua interpretación a lo largo de todo el libro de correlación como causalidad. Algunas correlaciones tienen muy pocos datos como las presentadas en las págs. 201 y 212, ambas con el parentesco como variable "explicativa" de, respectivamente, el índice de conformidad de Asch -que mide la tendencia a no hacer caso de la evidencia y seguir a la manada- y de la cooperación. Y otras parecen estar causadas enteramente por un subgrupo de observaciones. Así la correlación entre la urbanización y las características psicológicas “no-weird” parece totalmente causada por 5 países (figura 11.4, p. 385). Y cuando se correlaciona la prevalencia del matrimonio entre primos con la democracia (p. 413. Figura 12.1), hay un grupo de países, que incluye a USA, Australia, Bélgica y Japón, para los que la variable explicativa no parece afectar mucho a la democracia. Y hay otro grupo (donde casi todos son países musulmanes) en donde pequeñas variaciones en esa variable tienen enormes consecuencias. Estas macro-correlaciones, sin una explicación adicional, son, en el mejor de los casos un semáforo tosco, que te indica si tu hipótesis va muy mal, o, como es mi opinión en este caso, solo regular.
Finalmente, este explosivo paper reciente arroja mucho escepticismo sobre todo intento naif de explicar el presente por un pasado remoto. Tales correlaciones pueden simplemente reflejar la correlación espacial entre regiones cercanas.
El autor y sus coautores han hecho un trabajo titánico con los datos que debería ser la primera fase de un trabajo mucho más fino. Y ahí lo dejo.
Fine Points
Y para finalizar una serie de observaciones menores
- Lo poco que sabemos sobre cambios en las preferencias viene de la economía evolutiva. Y ésta sugiere que cuando las interacciones ocurren en grupos pequeños (clanes) las preferencias que facilitan la cooperación son el equilibrio a largo plazo. Pero cuando las interacciones son en grandes grupos (mercados anónimos), sólo las preferencias egoístas permanecen a largo plazo, ver mi survey en SERIEs. La evidencia empírica que ofrece este libro (p. 216 y siguientes) no me convence.
- En las p. 281 y 379 se avanza la teoría de que la "domesticación del hombre" (sic) se debe al PCF. Pero Gregory Clark avanzó una teoría alternativa hace muchos años que ni siquiera se discute. Antonio Cabrales hizo un excelente resumen de la tesis de Clark aquí. En muy resumidas cuentas, Clark afirma que la fertilidad de los triunfadores económicos era superior a la del resto y por aquí se fueron colando valores como la ética del trabajo, el ahorro, el amor por la ley y el orden que hicieron también ricos a sus (muchos) sucesores.
- La cita de Adam Smith "Cuando la mayoría de la gente son mercaderes, las virtudes principales de la nación son la honradez y la puntualidad" (p. 360) es totalmente contraria al espíritu del libro. En Smith (un adelantado de la interpretación económica de la historia) los cambios en la economía traen cambios en la psicología. De ahí se sigue nuestro poco afán en estudiar ésta, porque la vemos como un derivado de las fuerzas económicas. No es que supongamos que la psicología está fija (como se dice en la p. 374), es que es un subproducto de las fuerzas económicas.
- Se afirma que "Dissolution of intensive kinship... made easier to implement laws concerning individuals" (p. 398). No soy especialista en historia del Derecho, pero no creo que se pueda obviar el impacto del derecho Romano (muy anterior al PCF) en nuestras leyes. Aunque podría argüirse que las organizaciones más complejas en la baja edad media, como los monasterios, la iglesia, los estados, etc. se dotaron de reglas jurídicas que bebían del derecho romano.
- La discusión de los derechos naturales (p. 399) olvida la importante contribución de la escuela de Salamanca. Por cierto, la motivación de esos escolares para estudiar los derechos naturales vino del descubrimiento de américa y el consiguiente problema de los derechos de los pobladores de aquellas tierras.
- El autor parece adscribir el anglicanismo (British, British) al protestantismo (alemán, Vade Retro) lo cual no será apreciado por muchos anglicanos que se ven a sí mismos en una posición intermedia entre los protestantes y los católicos (esto de la posición intermedia también es muy British, por cierto), p. 425.
- Y finalmente se critica a "Guns, Germs and Steel" de Jared Diamond. Según este libro, la orientación este-oeste de Eurasia nos dio una temprana ventaja para aprovechar los inventos agrícolas y ganaderos -que funcionaban igual de bien en el mismo paralelo- a diferencia de la orientación norte-sur de América y África que dificultaba tal adaptación. La estupenda entrada de Miguel Laborda Pemán discute el estado de la cuestión Heinrich señala que el enfoque de Diamond no es muy útil para entender por qué la revolución industrial ocurrió en Inglaterra (págs. 474-76). Es cierto, pero tampoco el suyo que, en el mejor de los casos, podría explicar porque los europeos católic
os en la edad media se volvieron ricos unos siglos más tarde. Por otra parte, no creo que, siendo importante como es, la Revolución Industrial en Inglaterra tenga que ser la piedra de toque de las teorías sobre el desarrollo de la Humanidad, como si no hubiera nada más que explicar. Cosas como la desigualdad a través de la historia (aquí) o la longevidad (ver) son cruciales. Y si, al final, todo se resume en explicar el crecimiento sostenido, ya hemos visto que éste es anterior a la Revolución Industrial y posterior al PCF medieval.
[1]Gracias a Álvaro Delgado por llamar mi atención sobre este libro y por sus comentarios a una versión preliminar de este trabajo que también se benefició de la atenta mirada de Carmen Beviá, Antonio Cabrales, Federico Masera, Lourdes Moreno y Esther Ruiz. Asumo la plena responsabilidad de cualquier error en este manuscrito.
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