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La
crisis financiera de 2008 ha puesto de manifiesto la necesidad de
profundizar en el estudio de las fluctuaciones económicas a nivel de
país y de cómo éstas se ven afectadas por los intercambios comerciales
con otros países. En este post, basado en dos trabajos previos
realizados con Mónica Correa-López (aquí y aquí),
argumentaré que una de las implicaciones de esta exposición
internacional es la existencia de fluctuaciones persistentes y duraderas
que suceden con menor frecuencia que el ciclo convencional. Analizaré
los mecanismos que determinan la transmisión de ciclos entre países,
centrándome en el papel de la tecnología y el comercio internacional.
FLUCTUACIONES ECONÓMICAS EN EL MEDIO PLAZO
Cómo caracterizar las fluctuaciones económicas no es un debate nuevo.
Parte de las discrepancias se centra en qué se entiende por ciclos y
cómo medirlos. Cómo se miden las fluctuaciones cíclicas importa (y
mucho, como comentaban Antonia Díaz y Luis Puch hace unos meses en NeG) para las conclusiones que podamos derivar sobre las expansiones, las recesiones y el comovimiento entre países.
En un estudio para Estados Unidos, Comín y Gertler (2006)
encuentran que el ciclo del PIB entre 1948 y 2001 se puede caracterizar
por fluctuaciones con una duración de entre cada 8 y 50 años. Esto
supone una menor frecuencia que la que el análisis tradicional sugiere
(con ciclos entre cada 2 y 8 años). Según estos autores, una manera de
explicar la mayor duración y persistencia en las fluctuaciones
económicas es a través de mecanismos más lentos como, por ejemplo, los
relacionados con la innovación, difusión y adopción de tecnología. Se
trata de procesos que llevan tiempo en asimilarse e incorporarse a la
cadena productiva, de ahí su persistencia. Comín y Gertler denominan
estas fluctuaciones de menor frecuencia ciclos a medio plazo.[1]
Pero, ¿es este un fenómeno observado sólo en las variables
macroeconómicas de Estados Unidos, o también está presente en otros
países? Y si es así, ¿es propio de cada economía, o se transmite entre
países, y cómo?
En un trabajo reciente (Correa-López y de Blas, 2019)
estudiamos las fluctuaciones en el medio plazo (en la línea de Comín y
Gertler para Estados Unidos) del ciclo en algunos países europeos, así
como su comovimiento con la economía americana.[2]
El trabajo documenta que el ciclo del PIB en estos países europeos
también parece ser un fenómeno de medio plazo. Sorprendentemente, se
trata de un ciclo más persistente y mucho más volátil que el de Estados
Unidos, como se puede apreciar en la Figura 1.
Figura 1. Componente de media frecuencia del PIB en Estados
Unidos comparado con la misma variable para España, Francia, Italia y
Alemania.
Fuente: Correa-López y de Blas (2019).
Nota: Componente de media frecuencia (8-50 años) del PIB por persona en edad de trabajar.
La figura muestra no sólo la fuerte correlación de los ciclos de
medio plazo de estos países y el ciclo de Estados Unidos (correlaciones
entre 0.69 para Alemania y 0.87 para España), sino también cómo este
último adelanta al ciclo a medio plazo en Europa (el adelanto medio es
de 2-3 años). Este hecho sugiere que Estados Unidos tiene un papel de
líder en el ciclo a medio plazo. Este tipo de fluctuaciones también se
observan en otras variables como la inversión mostrada en la Figura 2.
En este caso, las correlaciones van desde 0.45 para Alemania a 0.79 para
España, con un adelanto de EE.UU. de 3 años en promedio.
Figura 2. Componente de media frecuencia de la inversión en
Estados Unidos comparado con la misma variable para España, Francia,
Italia y Alemania.
Fuente: Correa-López y de Blas (2019).
Nota: Componente de media frecuencia (8-50 años) de la inversión por persona en edad de trabajar.
Hay varios elementos a tener en cuenta para entender qué puede estar
detrás de estas fuertes correlaciones. La difusión de tecnología a
través del comercio parece ser una variable relevante (Santacreu, 2015).
De hecho, uno de los principales resultados de nuestro trabajo es que
el precio relativo del capital (el ratio entre el deflactor de la
inversión y el deflactor del PIB) y la innovación (medida como el gasto
en I+D) en Estados Unidos adelantan y están fuertemente correlacionados
con el ciclo a medio plazo del PIB en España y en los otros países
europeos que consideramos. Podríamos pues concluir que cambios
tecnológicos en Estados Unidos adelantan al ciclo en algunos países europeos en el medio plazo.
PRECIOS RELATIVOS Y EL CICLO INTERNACIONAL
Estos datos sugieren la existencia de mecanismos de transmisión
internacional que funcionan a través de precios relativos: en la
tecnología e innovación probablemente incorporada en los bienes objeto
de intercambio comercial.
El precio relativo del capital capta el cambio tecnológico incorporado en las variedades de bienes de capital en el sentido de que una caída del precio relativo refleja un avance tecnológico.[3]
La idea es que las mejoras en el capital empleado en la producción
(bienes intermedios) suponen un avance de la productividad. Los datos
sugieren que la transmisión de ciclos a nivel internacional vía el
precio relativo del capital podría estar presente en la relación de
Estados Unidos con algunos países europeos (España entre ellos) a medio
plazo. De hecho, el precio relativo del capital en Estados Unidos
adelanta fuertemente el PIB de los países considerados en el medio plazo
como muestra la Figura 3. Para España la correlación es -0.85 con 3
años de adelanto por parte de Estados Unidos.
Figura 3. Componente de media frecuencia del precio relativo
del capital en Estados Unidos (-) y del PIB (--) en España, Alemania,
Italia y Francia.
Fuente: Correa-López y de Blas (2019).
Nota: Componente de media frecuencia (8-50 años).
El precio del capital en Estados Unidos nos afecta porque comerciamos
con ellos y entre otras cosas les compramos bienes de capital
intermedios. Para un país que importa gran parte de sus bienes de
inversión, en particular bienes de equipo, una perturbación originada en
el país del que se importa principalmente, le puede afectar de lleno.
Los efectos no se materializarían inmediatamente, sino que llevaría
tiempo, el necesario hasta que esas variedades importadas de bienes de
equipo se incorporaran plenamente en el proceso productivo del país
importador. La fuerza de este mecanismo dependerá de la capacidad del
país seguidor de sustituir importaciones entre países, o incluso por su
propia producción.
Igualmente, shocks domésticos también pueden afectar al ritmo de
incorporación de cambios tecnológicos. Una perturbación negativa
reduciría los rendimientos de invertir en investigación, la tasa de
adopción de bienes intermedios más avanzados tecnológicamente, y
finalmente la productividad, que experimentaría una caída permanente
respecto a su comportamiento tendencial. Si además, estos bienes son
importados, las bases para una futura recuperación se debilitarían. Como
resultado, de nuevo se generarían fluctuaciones económicas de mayor
duración que los ciclos convencionales, dando lugar a los ciclos a medio
plazo.
Una de las principales moralejas que sacamos de este análisis es que
sería conveniente que el modelo productivo europeo se hiciera menos
dependiente de las importaciones tecnológicas. Un área económica
exportadora de tecnología, en vez de receptora y continuamente con la
necesidad de tener que ponerse al día.
UN MODELO DE DIFUSIÓN TECNOLÓGICA ENTRE PAÍSES
Nuestro estudio
también evidencia la necesidad de contar con modelos que incorporen
estos mecanismos duraderos en la transmisión internacional de ciclos.
Por eso, proponemos un marco de análisis que intenta captar esta
evidencia. En Estados Unidos son las empresas grandes las que innovan y
exportan innovación. A partir de esta observación, construimos modelo
con dos países grandes, uno de ellos es el líder tecnológico que innova y
el otro es el seguidor que importa y adopta tecnología para su
producción de bienes intermedios de capital.
El modelo funciona mejor que otros anteriores: reproduce las
correlaciones a nivel internacional entre los principales agregados
macroeconómicos. Además, encontramos que las empresas exportadoras del
país líder (heterogéneas en productividad) contribuyen fuertemente al
ciclo del PIB e inversión del país seguidor, ambos en el medio plazo.
EVIDENCIA PARA ESPAÑA
El caso de España es particularmente interesante y lo analizamos en un trabajo anterior.
En él encontramos que el ciclo a medio plazo del PIB español es más
volátil y persistente que el ciclo tradicional. Estas fluctuaciones más
largas y persistentes parecen fuertemente influidas por las variables
tecnológicas de Estados Unidos, en la línea de nuestro argumento.
Veíamos antes cómo el precio relativo del capital en EE.UU. adelantaba
al ciclo del PIB en Europa y en España. La Figura 4 muestra el tirón del
gasto en innovación en Estados Unidos sobre el ciclo y la inversión
española (la correlación entre el I+D en Estados Unidos y el PIB en
España es de 0.61 con un adelanto de 5 años). Es decir, si ellos innovan
más, nos beneficiaremos de ello con un cierto retardo, pero ojo
¡también al revés! Este patrón parece variar a partir de los años 1990.
Está por ver si detrás subyace un cambio en el modelo productivo español
hacia componentes de la inversión distintos de la innovación, en la
línea de lo apuntado por Antonia y Luis.
Figura 4. Componente de media frecuencia del gasto en I+D
sobre el PIB de Estados Unidos (-) y algunos macroagregados a medio
plazo en España (--).
Fuente: Correa-López y de Blas (2019).
Nota: Componente de media frecuencia (8-50 años).
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Si tenemos en cuenta que en España los bienes intermedios de capital
son en su mayoría importados y que estos bienes incorporan gran parte de
los avances tecnológicos disponibles a nivel mundial, entonces, el
mecanismo explicado anteriormente cobra toda relevancia. Al mismo
tiempo, nuestra propia situación económica importa. En una recesión hay
recortes, tanto en lo público como en lo privado. Desgraciadamente, se
recorta en áreas de las que depende el futuro de una economía, como
investigación y desarrollo. En esta situación, y siendo dependientes del
ciclo en otros países, sería bueno replantearse el modelo de país que
estamos construyendo y si queremos seguir “tan lejos estando tan cerca” o
ponernos a la par en la carrera por la innovación y el desarrollo
tecnológico.
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Notas:
[1]
El ciclo a medio-plazo se obtiene de la suma de dos componentes, el de
alta-frecuencia (oscilaciones que se repiten entre cada 2 y 8 años) y el
de media-frecuencia (oscilaciones que se repiten entre cada 8 y 50
años). El componente restante, esto es el tendencial o de
baja-frecuencia, incluye periodicidades de 50 años o más. Así, la fuerte
variación registrada en la media-frecuencia se queda incorporada en la
definición de ciclo, en lugar de ser asimilada por la tendencia como
ocurre en la definición convencional.
[2] Estas economías son: Estados Unidos, España, Francia, Alemania e Italia. El período considerado va de 1950 a 2014.[3] Esta variable ha sido utilizada en la literatura (aquí y aquí entre otros) para reflejar el cambio tecnológico incorporado en el capital.
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