Los Credit Default Swaps o Swaps de incumplimiento crediticio, son los instrumentos más modernos de Wall Street y constituyen, en su forma más simple, un contrato bilateral entre un comprador y un vendedor de protección. En este contrato el comprador se compromete a realizar una serie de pagos en el tiempo (primas) y el vendedor se compromete a cubrir parte o el total del crédito asegurado en caso de que éste no sea cancelado. Los CDS se utilizan en el aseguramiento de grandes corporaciones, en el aseguramiento de paquetes de referencia crediticia (CDO) o en el aseguramiento de los bonos de deuda soberana, y se dieron a conocer tras el estallido de la crisis subprime. Su monto mínimo de operación es de 10 millones de dólares. Pueden ser a 1 año, 2, 3, 5 años o 10 años. Pero también se aplican a plazos más cortos. Los CDS, o Swaps de incumplimiento crediticio, es el tema que abordamos hoy en nuestros Conceptos de Economía.
A la luz de lo expresado, la relación con los seguros se hace evidente, pero hay diferencias importantes. En primer lugar, frente a los seguros, existe en forma tangible el bien asegurado (una casa, un auto, una persona). En el caso de la cobertura de los CDS, no existe nada tangible, excepto los papeles. De ahí que esta importante innovación financiera sea considerada una forma de apuesta, como en el hipódromo, dado que aquí el apostador no es dueño del caballo, ni de la pista, sólo del boleto. Otra característica importante que se debe zanjar, es que los roles de comprador y el vendedor pueden ser intercambiables. El vendedor de CDS (usualmente un banco) transa el CDS con un inversionista (que es quien pone el monto inicial, los 10 millones de dólares mínimos). Pero el banco también puede tomar el rol de inversionista y asegurar la operación con otro banco. De esta forma se produce una clonación de aseguramientos donde no existe nada tangible, solo papeles. Y esta clonación puede ser infinita.
Los contratos de CDS han sido comparados con los seguros porque el comprador paga una prima y a cambio recibe una suma de dinero si el evento de impago especificado en el contrato se produce. Sin embargo, existen diferencias importantes con los seguros de las cuales las más relevantes son que el vendedor no requiere ningún tipo de regulación, y que no está obligado a mantener ningún tipo de reserva para pagar a los compradores. Además, mientras el contrato de un seguro ofrece una indemnización por las pérdidas efectivamente producidas por el titular de la póliza (incendio, robo, accidente de tránsito), los CDS establecen un pago similar a los titulares, sin que exista ninguna pérdida real para ellos.
Estas características de los CDS son las que permiten a los inversores asegurar el riesgo de sus operaciones. Pero también especular sobre la calidad crediticia de la entidad o del paquete de títulos. Es decir, se apuesta por un ventanilla comprando paquetes de inversiones, obligaciones de deuda colateralizada (CDO) o paquetes de deuda soberana, y por la otra ventanilla se adquieren los seguros CDS en caso de que la operación fracase (default). Esto fue así con las hipotecas subprime, como las de Fannie Mae y Freddie Mac, donde los grandes bancos, junto a comprar los paquetes de valores con respaldo hipotecario (Mortgage Backed Security, MBS), u obligaciones de deuda colateralizada (CDO), los aseguraban con CDS. De esta forma ganaban por la vía normal (el pago de intereses) y también por la vía de impago (el cobro del CDS, o seguro de incumplimiento). Por ello, si bien los CDS existen desde 1990, sólo se dieron a conocer tras el colapso de las hipotecas subprime.
Junto a estos paquetes de grandes inversiones como los Mortgage Backed Security, otra parte de las operaciones se hace con los bonos de deuda de los países. El inversionista compra bonos de deuda por los que puede recibir 50 puntos base (o el 0,5% de interés anual), pero además los asegura vía CDS, en caso de impago. Como puede verse, en las inversiones vía CDS el inversionista no pierde. Sin embargo, eleva el costo del seguro de impago al presionar esta forma de crédito. Por eso se dice que gran parte de los movimientos al alza para los rendimientos de deuda soberana, son producto de la especulación que ejercen los inversionistas al adquirir las permutas de incumplimiento crediticio (CDS). Esta presión por asegurarse del riesgo de impago fuerza al alza el costo de la colocación de bonos, como puede apreciarse en la gráfica superior, que refleja la tensión de los últimos meses.
Los CDS se emplean desde 1990 y fueron establecidos como un aseguramiento para las grandes corporaciones petroleras tras el derrame del Exxon Valdez, en 1989. Su facilidad de empleo y la inexistencia de regulación lo convirtieron en el más popular de los instrumentos en el mercados de derivados. Sin embargo, durante la primera década, permanecieron practicamente desconocidos, y el volumen de operaciones no alcanzaba los 200.000 millones de dólares anuales. Hacia fines de los años 90 manejaba montos cercanos a los 500.000 millones de dólares. El despegue de los CDS, como muestra la gráfica de The New York Times, se produce el año 2003, en una forma tan acelerada que al año 2007 alcanzó la suma de 45.500.000.000.000 dólares (US$45,5 billones), superando con creces las alternativas tradicionales. El año 2008 alcanzaron su nivel máximo: 65 billones de dólares, 1,35 veces la producción económica mundial.
Estos derivados de incumplimieto crediticio, constituyen un mercado grande pero oscuro, y es lo que se ha dado en llamar el “mercado en las sombras”. Se les culpa de la desaceleración económica por apostar a profundizar la crisis tras el estallido de la crisis subprime de julio de 2007. En este sentido, se aleja de los conceptos tradicionales de “cobertura de riesgo”, al precipitar y acelerar el proceso de riesgo. Además, producto de su caracter desregulado y su falta de transparencia, se han mantenido en una caja negra imposible de cuantificar. Su caracter de instrumento nuevo (se emplean en forma más amplia desde el 2003, pero por un puñado de inversionistas), hace que muchos ignoren su funcionamiento. El problema mayor de los CDS es el enorme volumen que han tomado (mayor a toda la econompía mundial) lo que plantea riesgos sistémicos. Para muchos, estos instrumentos son la génesis de los “activos tóxicos”, un verdadero monstruo creado, a lo Frankenstein, y que se tornó imposible de controlar.
Esta es la razón por la que muchas autoridades han comenzado a exigir su regulación. Y es parte de la reforma financiera que busca el presidente Barack Obama para Wall Street. Hasta el momento, no hay nada resuelto frente a los CDS. Sólo que sus inversionistas han sido los grandes beneficiados de la crisis.
Marco Antonio:
--> http://www.elblogsalmon.com/conceptos-de-economia/que-son-los-credit-default-swaps
-->
Los Credit Default swaps (CDS) son especialmente sospechosos, ya que pueden motivar montar ataques bajistas organizados.”
--> Los CDS no dejan de ser un contrato de seguro, en donde a cambio de pagar una prima, el tenedor de un crédito puede asegurarse ante el riesgo de impago de un crédito que haya concedido.Vamos a poner un ejemplo que es la forma más fácil de entenderlo.
Imaginemos una empresa denominada Sociedad Negra, a la que un Banco denominado Banco Verde le concede un préstamos por importe de 10 millones de euros a pagar en 10 años a un interés del Euribor + 60 puntos básicos. El Banco Verde, decide asegurarse el préstamos que ha concedido y contacta con el Inversor Azul. El Inversor Azul asegura el 50% del préstamo a cambio de percibir 30 puntos básicos. Es decir el Banco Verde se asegura cobrar unos intereses de 30 puntos básicos sobre el euribor y protege el 50% del importe del crédito que ha concedido a
En el caso de que
Atención que este último punto es importante, y es lo que ha provocado que el mercado de los CDS se haya desmadrado. Repetimos, el Banco Verde debe entregar al Inversor Azul títulos de deuda de
Lo único que tendrá que hacer el Banco Verde es acudir al mercado de deuda y comprar deuda por el valor nominal equivalente a los 5 millones de euros de
En definitivo, que lo que era una especie de seguro contra impagos se ha convertido en una especie de gigantesco mercado de derivados donde no se sabe de forma transparente quien tiene posiciones y que se estima que a Septiembre del 2008 tenía un volumen de unos 58 billones de dólares y cómo la especulación campa a sus anchas se estima que el volumen de CDS supera a la deuda real que cubre en una relación de
Así en el momento que tengamos una quiebra podemos encontrar fenómenos para normales, como fue el caso de Delphi, donde los volúmenes de los contratos de CDS superaban en 10 veces el valor nominal de los bonos de Delphi, lo que hizo que los tenedores de CDS se volvieran locos por poder adquirir bonos de Delphi que en teoría valían cero patatero pero debido a la necesidad de entregar estos bonos para que les pagaran el CDS llegaron a cotizar a 0,70 centavos el dólar. Finalmente los que no pudieron adquirir los bonos de Delphi para entregarlos acabaron recibiendo unos 366 dólares por cada bono de 1.000 dólares de valor nominal. Dandose la paradoja que igual consiguió recuperar más dinero un tenedor de los bonos de Delphi que no se había asegurado que uno que había comprado el seguro pero no tenía los bonos sino que tenía una posición especulativa.
Gurus blog nos pone un interesante gráfico publicado por el New York Times donde compara el tamaño del mercado de CDS con el de la bolsa norteamericana, el de deudas hipotecarias o el de bonos del tesoro.
Los CDS aunque tiene las virtud de proteger de las pérdidas que provocan los impagos de créditos, debido a la especulación y a su uso como derivado tendrán la virtud de multiplicar las pérdidas que podría suponer el impago de un crédito en la economía real.
http://www.gurusblog.com/archives/%C2%BFque-son-los-cds-credit-default-swaps/20/10/2008/
El mercado de derivados sobre coberturas de tipos de interés, es con mucha diferencia el que tiene un mayor volumen en el mundo. En valor nominal bruto, estamos hablando de un mercado de 500 billones de dólares (el billones en cifras europeas). Para que os hagáis una idea de la magnitud, el mercado mundial de bonos, la deuda que soporta el mundo asciende a 82,2 billones y el PIB mundial en 2009 fue unos 58 billones de dólares y el tamaño del mercado de CDS ascendió a 36 billones de dólares. Teniendo en cuenta que los CDS (Credit default swaps) se cargaron a elefantes como Bear Stearns o AIG, no quiero ni pensar que puede pasar si algún día el mercado de coberturas de interés empieza torcerse.
Las posiciones en derivados de coberturas de tipo de interés superan en 10 veces el PIB mundial.
Teniendo en cuenta que el grueso de este mercado opera OTC que no controla nadie, y es imposible saber cual es la exposición neta… no sé a vosotros pero me entra un escalofrío…. cifras de semejante magnitud ya escapan totalmente a mi comprensión y un producto financiero que tiene 10 veces el tamaño del PIB mundial, suena a peligroso y a burbuja incontrolada.
¿Qué es las cobertura de tipos de interés?
Pues a diferencia de los CLO, CDS o CDO, lo más probable es que si la empresa con la que trabajáis tiene deuda bancaria o tenéis una hipoteca, ha sido bastante habitual que en lo últimos años el banco os haya colocado una cobertura de tipos de interés. En principio el producto puede tener sentido, a vosotros os protege contra una subida de tipos de interés, limitando el incremento de la cuota mensual.Entre las más habituales tenemos:
Cobertura CAP: Protege de las posibles subidas de los tipos de interés fijando un tipo máximo que sirva de freno en caso de que el mercado fije los tipos de interés por encima de este límite establecido y te permite beneficiarte de cualquier bajada de tipos de interés.
Cobertura IRS: Te permite convertir el tipo de interés variable en fijo y así eliminar los riesgos de subidas de los tipos de interés.
Cobertura Collar: Permite establecer un tipo de interés máximo y otro mínimo durante un periodo y para un importe concreto, y así creará bandas de protección. El mercado nunca le sacará de dichas bandas y jamás tendrás que pagar más que el máximo ni menos que el mínimo escogidos.
Estas son las normalitas, que más o menos todo el mundo puede entender pero cómo os podéis imaginar la cosa no quedó así…. puestos a crear derivados sobre coberturas de tipos de interés porque no hacer algún que otro producto original y exótico.
Así que han ido apareciendo coberturas de tipos de interés con nombres realmente curiosos que asustan: Power Reverse Dual Currency Note, Target redemption note, CMS steepener, Snowball…. mmm me gusta este nombre de SnowBall, no se de que va pero me dan ganas de tener uno en la cartera, Inverse floater, Strips of Collateralized mortgage obligation, Ratchet caps and floors, Bermudan swaptions ¡Wow Bermudan Swaptions suena de narices ! Ni os atreváis a preguntarme como funcionan estos productos… no tengo ni la más remota idea.
En fin si ya tenemos ya hay muchos particulares que están sufriendo las consecuencias de haber firmado una cobertura de tipos de interés en su hipoteca (también conocidos popularmente como swaps o clips), que han visto cómo ese producto maravilloso que era “gratis” a la que ha bajado el euribor tiene un coste o que si quieren cambiar la hipoteca a otra entidad tienen que abonar cantidades importantes de dinero para cancelar el swap, mejor no imaginar que pasará si algún día los tipos de interés empiezan a subir con fuerza, con 500 billones de dólares repartidos por el mundo, igual los que deben cubrir esa subida empiezan a caer como moscas.
Francamente, las implicaciones, ramificaciones y consecuencias son del todo imprevisibles, como ejemplo os dejo lo que les ha ocurrido a algunas entidades o empresas en EEUU que tenían firmadas coberturas de tipos de interés.
otro enlace:
http://www.elpais.com/articulo/primer/plano/Hay/controlar/valores/sinteticos/elpepueconeg/20100502elpneglse_5/Tes
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Los mercados derivados. Futuros y opciones por Xavier Puig
Es imposible comprender el estado actual de los mercados de crédito sin aclarar cómo se han realizado las coberturas del riesgo de impago de préstamos por parte de la banca. Éstas se han operado en los mercados de derivados de deuda mediante opciones precisamente sobre la cobertura del impago. Aquí es donde entran los famosos CDS o Credit Default Swaps.
¿Cuál es la naturaleza de este instrumento? Los swaps de deuda son una forma de cobertura sobre el riesgo crediticio, algo parecido a una póliza de seguro para cubrir el posible impago de una deuda. Ese contrato derivado tiene la apariencia de una operación estándar de seguro: hay una prima y una transferencia de dinero cuando ocurra el evento definido en el contrato (por ejemplo, si la empresa X es incapaz de pagar sus deudas, el asegurador paga al acreedor asegurado el monto del crédito). Pero hay grandes diferencias. Para empezar, estas operaciones no están reguladas al mismo nivel que los están los seguros. Es decir, las entidades que ofrecen este tipo de contratos no están obligadas a mantener reservas relacionadas con estas operaciones. Algo que sí sucede en un contrato de seguro estándar, y que en caso de ser excesivas las reservas de cobertura requieren diluir el riesgo mediante reaseguros.
Los CDS fueron inventados por los bancos precisamente para eludir los requerimientos crecientes de reservas que suponía provisionar un mayor riesgo de impago. Si un tercero (otra entidad como AIG, por ejemplo) absorbía el riesgo a cambio de una prima, el banco podía liberar sus reservas e incrementar en consecuencia sus operaciones. Los CDS también fueron usados para darle la vuelta a restricciones que tenían inversionistas institucionales (como fondos de pensión) para prestar recursos a empresas o productos financieros con una calificación insuficiente. Pues al quedar asegurado el riesgo en el mercado de derivados de deuda se podía mejorar la calificación de los bonos de estas empresas o los produstos financieros.
El gran problema viene porque los que compran los swaps de deuda no nos propietarios del instrumento subyacente (digamos, de la deuda original), del mismo modo que una opción o un futuro sobre una materia prima no supone la compra de esa materia prima, sino sólo supone una opción de compra. Es decir, en contraste con un contrato de seguro, el comprador de un CDS no tiene obligación legal para demostrar que en caso de impago, él será directamente afectado y deberá cubrir la morosidad. Por eso los swaps de deuda dejaron de parecerse a operaciones de cobertura de riesgo crediticio y se fueron convirtiendo más en apuestas sobre si tal o cual empresa caería en bancarrota.
Otra diferencia es que las compañías aseguradoras administran riesgos sobre la base de un análisis estadístico en el que las pérdidas son estimadas a través de variantes de la ley de los grandes números (que no es otra cosa que un teorema probabilístico). En cambio, el riesgo en los swaps de deuda es administrado sobre la base de coberturas financieras y transacciones en los mercados secundarios de deuda.
¿Cuál es la naturaleza de este instrumento? Los swaps de deuda son una forma de cobertura sobre el riesgo crediticio, como una póliza de seguro para cubrir el posible impago de una deuda. Ese contrato derivado tiene la apariencia de una operación estándar de seguro: hay una prima y una transferencia de dinero cuando ocurra el evento definido en el contrato (por ejemplo, si la persona X es incapaz de pagar su hipoteca, el asegurador paga al acreedor asegurado el monto del crédito). Pero hay grandes diferencias. Para empezar, estas operaciones no están reguladas al mismo nivel que los están los seguros. Es decir, las entidades que ofrecen este tipo de contratos no están obligadas a mantener reservas relacionadas con estas operaciones. Algo que sí sucede en un contrato de seguro estándar. Y que además, en caso de ser excesivas las reservas de cobertura, la prudencia en el negocio obliga a diluir el riesgo mediante reaseguros.
Los CDS fueron inventados por los bancos precisamente para evitar los requerimientos crecientes de reservas que suponía provisionar un mayor riesgo de impago. Si un tercero (otra entidad como AIG, por ejemplo) absorbía el riesgo a cambio de una prima, el banco podía liberar sus reservas e incrementar en consecuencia sus operaciones y su riesgo. Los CDS también fueron usados para darle la vuelta a las restricciones que tenían inversionistas institucionales (como fondos de pensiones) para prestar recursos a empresas o comprar productos financieros con una calificación insuficiente. Pues al quedar asegurado el riesgo en el mercado de derivados de deuda, se podía mejorar la calificación de los bonos de estas empresas o de los productos financieros relacionados con deuda.
El gran problema viene porque los que compran los swaps de deuda no son propietarios del instrumento subyacente (la deuda original), del mismo modo que una opción o un futuro sobre una materia prima no supone la compra de esa materia prima, sino sólo una opción o derecho de compra. Es decir, en contraste con un contrato de seguro, el comprador de un CDS no tiene ninguna obligación legal para demostrar que en caso de impago él será directamente afectado y en consecuencia deberá cubrir la morosidad. Por eso los swaps de deuda dejaron de parecerse a operaciones de cobertura de riesgo crediticio y se fueron convirtiendo cada vez más en apuestas sobre si tal o cual empresa caería en bancarrota.
Otra diferencia es que las compañías aseguradoras administran riesgos sobre la base de un análisis estadístico en el que las pérdidas son estimadas a través de variantes de la ley de los grandes números (que no es otra cosa que un teorema probabilístico). En cambio, el riesgo de cobertura en los swaps de deuda es administrado con los parámetros de los mercados de derivados.
Es decir, las coberturas de riesgo de impago evolucionaron desde una forma de seguro tradicional hacia otra más sofisticada e innovadora con futuros y opciones sobre la propia deuda. Por eso es tan importante comprender un poco esos mercados si queremos descubrir por qué se ha paralizado el mercado del crédito y han tenido que intervenir finalmente los gobiernos. De forma muy pedagógica, Xavier Puig explica qué son los mercados de derivados, los motivos que los originaron y sus mecanismos de entrega y liquidación. Una excelente introducción, amena y muy pedagógica, que facilita la comprensión de estos mercados tan sofisticados.
Texto modificado del artículo de Alejandro Nadal en La Jornada Swaps de deuda. El monstruo sigue vivo.
https://rssnews.wordpress.com/2009/05/20/los-mercados-derivados-futuros-y-opciones-por-xavier-puig/
https://www.youtube.com/watch?v=v9_W3twy3HI
En este blog:
-Tabla en marzo 2009.
-Tabla sep 2009
-Productos financieros
En 1998, Brooksley Born,(jefa de la Comisión del Comercio en Futuros sobre Mercancías de EE.UU) indico que se debían de regular los nuevos productos financieros, en especial los derivados “credit-default swaps” (CDS) instrumentos que permiten apuestas a la baja.
La complejidad y magnitud de las operaciones, crea inseguridad y mas riesgo al no saber con exactitud la posición financiera del otro ni tan siquiera de la propia).El Secretario del Tesoro, Robert Rubin, su Secretario-Adjunto, Larry Summers, y Greenspan,no movieron pieza.
1 comentario:
Impresionante post, por fin me he enterado de que son y como funcionan los CDS, confieso que lo sospechaba, pero no sabía como funcionaban exactamente, el ejemplo del Negro-verde-azul es genial para entenderlo. Alguien me contó que se podía ganar dinero con una acción /tiulo de deuda que no valia nada cediendo su control a alguien que lo utilizaba y te pagaba por ello, haciendo posible la que la compra de titulos en caida fuese rentable, era muy difícil para mi entenderlo hasta hoy.
En mi época (hace un año) de comercial que captaba hipotecas pàra ser subrogadas, me encontré con algunos CLIP´s o Swaps que algunos particulares habían subscrito con sus bancos aprovechando el miedo a las subidas de tipos de finales del 2008, estas personas estaban arrepentidisimas de haber subscrito estos clip´s, porque ahora no podian subrogarse, y no podian beneficiarse de la bajada del Euribor, estaban cautivos de su banco por el periodo del clip, es curioso que cuando el clip beneficia al banco el subscriptor está jdido y la respuesta del banco es que el trato es de todo punto irreversible, veremos que pasa si de repente los tipo se disparan...entonces los bancos querran ayudas...que saldrán de los impuestos de los que tiempo atrás fueron convencidos de que no podian revertir ese trato...en fin otra como la de las Subprimes, pero mucho más aterradora como bien dices.
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