La economía es una ciencia de incentivos. Y los incentivos, incentivos son (el efecto cobra)
(A raiz de un tuit que tuvo buena acogida, decidimos convertirlo en entrada para NeG, por su capacidad pedagógica acerca de las intervenciones en economía. Algunos de los ejemplos derivan de ideas aportadas por otras personas, a las que cito en cada caso).
Los agentes responden a los incentivos. Y eso es la economía.
Veámoslo con un ejemplo paradigmático expuesto en Freakonomics (Levitt y Dubner, 2006). En la India bajo bandera de Reino Unido, hubo un problema con la población de cobras (serpientes) en las calles, que amenazaba a la ciudadanía. Para tratar de mitigarlo, el Gobierno colonial estableció un incentivo claro: una recompensa por cada cobra que fuese capturada.
Así, la ciudadanía internalizó dicho incentivo y, en busca de un mayor número de piezas capturadas, en lugar de matarlas en libertad, lo hicieron en cautividad. Es decir, la población se dedicó a criar cobras.
Pero el verdadero problema se dio cuando el Gobierno se percató de cómo estaban obteniendo las cobras quienes querían la recompensa. Inmediatamente acabó con esta ayuda y…¡aumentó el número de cobras, al ponerlas en libertad quienes las criaban!
Este ejemplo ilustra lo que la imagen resume: una medida bien intencionada (intervención pública, habitualmente), que consigue el efecto opuesto al pretendido. Pero esta anécdota no es, por desgracia, un caso aislado. Y, de hecho, múltiples políticas a lo largo de la historia han alcanzado similares efectos.
El objetivo de esta entrada es detallar alguno de ellos para que sirvan como ejemplo a docentes, ciudadanía y, sobre todo, a servidores públicos que deben velar por el bien común: no evalúen la intención sino el resultado.
Disfruten de los errores que a continuación les mostraremos. Son relatos salvajes….:
Fuente imagen: @sketchplanations
Tener muchos hijos para ganar guerras al enemigo, pero no al futuro…
David Cuberes resumía un post sobre Malthus y la isla de Pascua, basado en un artículo de De la Croix y Dottori (2008). En él se analiza por qué razón en la isla de Pascua (Chile), la población indígena prácticamente desapareció por sí misma, sin intermediar colonizadores.
Cuentan los autores que en la isla vivían varios clanes que se enzarzaron en guerra por el control de la isla. Y la tecnología bélica que existía allí consistía básicamente en mano de obra: los mayores ejércitos tenían una mayor probabilidad de ganar. Esto llevó a una rápida sobrepoblación de la isla por parte de los clanes (teniendo muchos hijos), y esta presión demográfica instó a los Rapa Nui a cultivar la tierra de una forma intensísima. Llegó un punto en el que, sencillamente, no había forma de alimentar a toda esta población y la hambruna se apoderó de la isla, diezmando su población.
En definitiva: los diferentes clanes decidieron un día tener muchos más hijos para garantizar su supervivencia y fue precisamente esto lo que les llevó a su casi total extinción.
Esclavo bueno, ¿esclavo muerto? (Video explicativo en Youtube.)
El 1787, el gobierno británico contrató capitanes de barco para que transportasen prisioneros hacia Australia. Las condiciones en el primer viaje condujeron a que un tercio de los convictos fallecieran y, además, con lesiones para el resto. Esto generó críticas sociales, no solo de la población británica alentada por los periódicos, sino también de la iglesia e incluso del Parlamento, que estableció regulaciones para que se dispensase un trato humano a los presos en esos viajes.
Todas estas críticas, ¿a qué condujeron? A nada. En los siguientes viajes, la población reclusa seguía sufriendo similares resultados que en el viaje original.
Y es aquí cuando los economistas hacen su aparición, generando los incentivos correctos. De esta forma, en lugar de pagarle al capitán del barco por cada recluso embarcado, el Gobierno comenzó a remunerar solo por aquellos que llegasen vivos.
¿Adivinan el resultado? ¡Efectivamente! La tasa de supervivencia pasó del 66% al 99%. Los incentivos hicieron más que las críticas de la calle, la iglesia y los consejos gubernamentales…..
Ayudar a comprar vehículos en España para que los precios aumenten.
Aunque no es política única del Gobierno de España, en múltiples ocasiones se han utilizado subsidios para la sustitución de vehículos por otros nuevos y, supuestamente, menos contaminantes.
Jiménez, Perdiguero y García (2016) evaluaron si estas ayudas públicas eran efectivas, incentivando la sustitución y no incidiendo en el precio. El resultado es contundente: de una parte, el incentivo no genera nueva demanda; y de otra, y a pesar de lo anterior, los productores se apropian de la mayor parte de la ayuda.
En otras palabras: el Gobierno invierte dinero público para abaratar los coches nuevos más eficientes y esta se convierte en un subsidio a la industria, que los encarece.
Aumentar impuestos y pedir a sus ciudadanos que sigan comprando (gracias a Raúl Bajo, @raulbajob)
En febrero de 2016, el Gobierno portugués aumentó los impuestos a los hidrocarburos. Cuatro semanas después, en una ampliamente difundida entrevista al ministro portugués de Economía, este instó públicamente a sus ciudadanos, sobre todo a aquellos que viven cerca de la frontera con España, a no cruzarla para llenar los depósitos de combustible de sus coches en España, país donde los impuestos (y precios) eran menores.
Bajo-Buenestado y Morella Mas (2019) muestran que esta entrevista hizo más destacada la reforma fiscal para los consumidores y, paradójicamente, la mayor parte del impacto que la reforma tributaria tuvo sobre las estaciones de servicio españolas situadas en la frontera con Portugal fue inmediatamente después de la entrevista del ministro. Es decir, que el ministro tratando de reducir los efectos del impuesto, magnificó su existencia y alertó de la existencia de un incentivo, consiguiendo precisamente lo opuesto.
La política “One Child” en China (gracias a Javier Campos. Resumido por The Economist en este video).
La política “One Child” fue establecida en 1979 como medida de control de la natalidad para evitar el crecimiento de las zonas urbanas, principalmente. Para su éxito, las autoridades incluían multas en la renta y factores similares que garantizasen su ejecución. Esta política condujo a mujeres al aborto, sobre todo si el futuro bebé era una niña.
Abolida en 2015, datos de 2019 muestran unas consecuencias (quizás) inesperadas. Es costumbre en China que los padres concedan una “dote” a sus hijos varones, consistente principalmente en el pago de la boda, dinero y propiedades. Pero la política ha reducido el número de mujeres disponibles para el “mercado de matrimonios”, con lo que la escasez aumenta directamente su “precio”.
¿Implicaciones? El “precio” (disculpas por este tratamiento, solo transcribo la realidad) de las novias ha aumentado. Hace 10 años, la dote media estaba en 2-3 mil yuanes y en 2018 ronda los 200-300 mil. Ello supone que las familias deben ahorrar en torno al 38% de su renta y endeudarse para casar a su hijo varón.
Pero el aumento del ahorro y endeudamiento no son la única consecuencia. Al encarecerse las dotes, los jóvenes pobres, principalmente residentes en zonas rurales, no pueden acceder a casarse, con lo que se generan problemas sociales relevantes, generados por 60 millones de solteros, de baja renta, que de ser potenciales apoyos para la vejez de sus padres, suponen ahora una carga para sus familias. Algunos emigran a la ciudad en busca de mayores rentas pero, cuando ahorran, son “viejos” para casarse.
La salud, el gran incentivo…(gracias a este hilo de @AndreuOrestes)
Doleac y Mukherjee (2019) mostraron cómo en EEUU facilitaron el acceso a la naxolona (un medicamento para casos de sobredosis) y no consiguieron reducir los fallecimientos por abuso de opioides. ¿Por qué? Pues porque esta medida hizo “más seguro” el tener una sobredosis.
Respecto a políticas de natalidad, Pfeifer y Reutter (2020) estudiaron, principalmente en Alemania, el efecto sobre el número de embarazos al no tener que ir al médico para conseguir la pastilla del día después, sino conseguirla en una farmacia directamente. Contrariamente a lo esperado, aumentaron un 4%, ya que las mujeres entre 25-34 años relajaron su comportamiento respecto al uso de anticonceptivos.
Buckles y Hungerman (2016) evaluaron cómo el regalar preservativos a los adolescentes para evitar embarazos no deseados condujo a un incremento del 10% de tales embarazos en los años 90 en EEUU. Este resultado negativo se alcanzó en aquellas comunidades en las que no se aportó asesoramiento en materia sexual junto a esta facilidad en el acceso a los preservativos.
Los criterios de género en los procesos de selección de las universidades (Gracias a Gabriel Doménech, @GdomenechP; y Antonio Maudes, @amaudes)
Otro efecto cobra, este más reciente: El Tribunal Supremo avala que las universidades incluyan una variable de género en los criterios para seleccionar los departamentos donde crear nuevas cátedras. Esta política, aunque no ha sido evaluada, podría generar que aquellos departamentos de Universidades Públicas con mayor proporción de Catedráticos (hombres), puedan disponer de una ventaja adicional y, por lo tanto, prioridad para crear nuevas plazas.
Es decir, se estaría premiando con la posibilidad de nuevas plazas a los departamentos menos igualitarios, con el agravante, además, que el ganador/a de esa plaza no tenga por qué ser una mujer. ¡Con lo cuál, el mejor resultado para el Departamento es que la volviese a ganar un hombre!
Moraleja:
El cambio se genera solo por los incentivos. Evaluemos previamente cada política para conocer a qué incentivos afecta y cómo estos moldearán el comportamiento.
Nada es Gratis. Y los incentivos, incentivos son.
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