Uno de los argumentos empíricos a favor de las desastrosas políticas de austeridad que ha seguido en la zona Euro en los últimos años (aparte del realmente importante, que es que el norte no quiere poner el dinero) ha sido la investigación de historia económica de Reinhart y Rogoff, primero en su libro (nunca un libro vino tan a tiempo), que no está bajo sospecha, y luego en un trabajo publicado en los “Papers y Proceedings” de la American Economic Review de Mayo del 2010, que ha provocado ayer una tormenta gigante en la blogosfera.
El principal resultado de este último trabajo era que cuando la tasa de endeudamiento público de un país sobrepasaba el 90%, el crecimiento económico bajaba brutalmente, hasta hacerse negativo. Tres investigadores de la Unviersidad de Massachussets, Thomas Herndon, Michael Ash, y Robert Pollin, acaban de colgar una dura crítica de la metodología y los resultados deReinhart y Rogoff. (el link incluye todos los datos, o sea que es un buen trabajo para los que sois profes les pongáis a los estudiantes a replicar). Básicamente, acusan a Reinhart y Rogoff de tres errores garrafales. Reinghart y Rogoff acaban de publicar (a 17/4/2013) su respuesta.
1) Excluir del cómputo algunos países y algunos años, específicamente, Australia, Nueva Zelanda y Canadá en los años 46-50, años de mucho crecimiento y alta deuda.
2) Errores en el código. En la hoja de Excel (pero estos señores hacen trabajo empírico… en Excel?!) excluyen cinco países, Australia, Austria, Bélgica, Canadá y Dinamarca, del análisis. Estos países tienen alta deuda y alto crecimiento (ver Bélgica). Estos errores son aceptados por Reinhart y Rogoff en su respuesta, (“Herndon, Ash and Pollin accurately point out the coding error that omits several countries from the averages in figure 2. Full stop. HAP are on point. The authors show our accidental omission has a fairly marginal effect on the 0-90% buckets in figure 2. However, it leads to a notable change in the average growth rate for the over 90% debt group.”)
3.) Ponderar de manera extraña los países, de forma que las observaciones de muchos años de deuda excesiva quedan reducidas a una observación. Aquí Reinhart y Rogoff en su respuesta se defienden, y dicen que a ellos les interesan los “episodios” y no las observaciones individuales. Sinceramente, no es forma de hacer el trabajo empírico.
Reinhart y Rogoff, en su respuesta, dicen que su trabajo también presentaba las regresiones en medianas, y que estas llegaban a la misma conclusión que sus críticos, Herndon, Ash y Pollin- una caída media del 1% del crecimiento del PIB con deuda por encima del 90%. Obviamente, no era eso lo que se acentuaba en los medios, sino la conclusión de que con deuda por encima del 90%, el crecimiento se volvía negativo. El Economist presenta un bonito gráfico que resume bien las diferencias y muestra el error clarísimamente en el “over 90″ :
En la práctica, esta debacle no altera ninguno de los argumentos que hemos hecho aquí, dado que nuestra visión no ha sido la de Schauble de llegar al crecimiento por la austeridad; al revés, hemos dicho, y seguimos diciendo, que es prácticamente imposible desapalancar una economía sin que el sector público rellene, al menos parcialmente los huecos que va dejando el sector privado (ver esta entrada de Tano del 2009 por ejemplo) y que la clave son las reformas estructurales, combinadas con los impagos privados necesarios (si este blog ha tenido un tema, este ha sido “las bancarrotas necesarias” de bancos y cajas y empresas privadas) no la austeridad—de hecho, como hemos dicho desde el principio el peligro era dejar que la austeridad matara el impulso reformista, es decir, hemos visto la austeridad como enemiga de las reformas necesarias para mejorar el crecimiento económico (ver el artículo del FT de Jesús y mío de agosto del 2012″)
Dos lecciones más, para economistas:
1) Por favor, prohibido usar Excel para hacer trabajo empírico, que somos todos mayorcitos.
2) Los Papers and Proceedings de la AER, el volumen de Mayo, no son sometidos a “refereeing”. El volumen se compone de las sesiones a las que invita el Presidente de la American Economic Association, es decir suponen su visión de lo que es la investigación más importante del momento. Es decir, este problema nos recuerda lo importante que son los procesos de revisión, en los que, sin duda, los revisores (referees) hubieran exigido muchas más pruebas antes de aceptar el trabajo a publicar.
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