Economías
cerradas, economías que no exportan, no importan, sin estar conectadas a los mercados internacionales de
capitales financieros de Keynes,,la
síntesis neoclásica,
el
monetarismo, la revolución de las expectativas racionales y los ciclos económicos
reales y la nueva economía keynesiana.
En la
escuela Clásica, la flexibilidad de precios y la competencia perfecta conducían
automáticamente al pleno empleo
La macroeconomía desde “La Teoría General del
Empleo, el Interés y el Dinero” (TG) de J. M. Keynes 1936, proponer el uso
activo de la política fiscal para reducir el desempleo;planteó, al
mismo tiempo, un marco de análisis de equilibrio general, sustituto al de la
escuela clásica, dando un notable impulso al desarrollo de la Teoría
Macroeconómica, se puso énfasis en la función consumo, el rol de las
expectativas en la determinación de la inversión, en la volatilidad de estas
expectativas, el poder de la política fiscal y la política monetaria para
afectar el nivel de actividad económica, y el mecanismo del multiplicador, que
amplifica el efecto de los cambios en la política macroeconómica o en las
expectativas de los inversionistas.
La
publicación de la TG generó las condiciones para un inusitado desarrollo de la
Teoría
Macroeconómica.
En primer lugar, Hicks (1937), “traduce” un libro complejo como la TG en un
esquema sencillo, denominado hoy el modelo IS-LM; y Modigliani (1963, 1954),
Friedman (1957) y Tobin (1969) desarrollaron los fundamentos microeconómicos de
las funciones de comportamiento presentadas en la TG tales como el consumo, la
inversión y la demanda de dinero. se formuló una teoría de la inflación
alternativa a la de los clásicos
Kalecki,
explicó con rigor las razones de la Gran Depresión, con importantes desarrollos de la macroeconomía latinoamericana alrededor de la
CEPAL
Síntesis
Neoclásica; se intentó conciliar los postulados clásicos con los keynesianos.
Las
herramientas keynesianas parecían las
mejores en una situación de
desempleo
generalizado de factores productivos; pero que, una vez reestablecido el pleno
empleo, el instrumental clásico recupera plenamente su vigencia.
Milton
Friedman y sus colegas de la universidad de Chicago, en las décadas
del
cincuenta y el sesenta, en plena hegemonía de la síntesis neoclásica,
continuaron defendiendo los postulados de la economía clásica. Rescata el rol
del dinero
para determinar la producción en el corto plazo, en el marco del modelo IS-LM, pone
en cuestión la Curva de Phillips, proponiendo una teoría alternativa donde la
variable que determina la inflación es la oferta monetaria, y corrige la manera
de modelar las expectativas en el análisis macroeconómico, endogenizándola. (
la Curva de Philips, la herramienta keynesiana para explicar la inflación, se
convirtió en deficiente para explicar los hechos de principios de los setenta,
de inflación creciente acompañada por la caída del nivel de actividad
económica, defendían el público tenía expectativas adaptativas sobre la
inflación, éstas se ajustan gradualmente y, en el largo plazo, la tasa de
desempleo tiende a su nivel natural o de pleno empleo, con lo que la Curva de
Phillips, en el largo plazo, es vertical.)
Robert
Lucas, discípulo de Milton Friedman en Chicago, introdujo, sobre la base del
trabajo de Muth (1961), la hipótesis de las “Expectativas Racionales”. Este
nuevo paradigma, basado en agentes optimizadores y mercados competitivos,
popularizado en el trabajo de Sargent y Wallace (1975) Defienden la
irrelevancia del uso sistemático de la política monetaria
para afectar a la producción y el empleo,indicando que la política
macroeconómica era inefectiva.
En este
momento, se podía afirmar que los ciclos económicos,( las
oscilaciones del PBI alrededor de su tendencia de largo plazo) estaban
explicados fundamentalmente por la política macroeconómica, la política fiscal según los keynesianos, o
por la política monetaria, según los monetaristas.
En la década del ochenta, nacen los modelos de los Ciclos Económicos
Reales, según los cuales los ciclos económicos están explicados por shocks
derivados del sector real de la economía, y no deben atribuirse a la política
monetaria o a la política fiscal.
La Nueva Macroeconomía
Keynesiana intentan responder es ¿cuáles son los factores que determinan la
inflexibilidad de los precios y los salarios y, por lo tanto, la naturaleza de
la oferta agregada? La explicación anterior de Keynes era por la rigidez de los
precios y los salarios (los cambios en la demanda agregada se traducen, en el
corto plazo, en cambios en el nivel
de actividad económica, sin que se observe un movimiento importante en los
precios) La nueva macroeconomía desarrolla modelos para tratar de dar fundamentos
microeconómicos
a la rigidez de los salarios y precios
Economias
abiertas: Hume, Mundell y Fleming, el
Enfoque Monetario de la Balanza de Pagos, el overshooting ,el Open Economy
Macroeconomics de Rudiger Dornbusch y los aportes
de Obstfeld y Rogoff, Foundations of International Macroeconomics.
Para los
mercantilistas, elevar la riqueza de las naciones requería de un superávit
permanente de la balanza comercial
Por el
contrario Hume (1752) argumento que la flexibilidad de precios para los ajustes
internacionales, según el cual si un país tuviese un superávit de la balanza de
pagos sus precios domésticos se elevarían, reduciendo su competitividad y
empeorando en consecuencia la balanza comercial.
En los años
treinta, con el colapso del régimen de tipo de cambio fijo y la generalización
del desempleo, el marco analítico que suponía el pleno empleo y la flexibilidad
de precios viró
a otro que suponía precios rígidos y desempleo.Se planteó la opción de la
devaluación para enfrentar simultáneamente a los problemas de la balanza
comercial y de falta de
empleo, haciendo renacer, las ideas mercantilistas. La importancia del
dinero en
los ajustes externos pasó a un segundo plano y la atención empezó a
concentrarse en las elasticidades de las exportaciones y las importaciones, y
en el cumplimiento o no de la llamada condición “Marshall-Lerner”.
Despues
de la Segunda Guerra Mundial, las principales economías operaban cerca al pleno empleo, el efecto reactivador
de una devaluación se puso en cuestión y una de las alternativas que surgió, en
su reemplazo, fue el “Enfoque Absorción” postulado por S. Alexander. (si hay pleno empleo, el efecto favorable de
una devaluación sobre la balanza comercial
se produce cuando, al elevar el nivel de precios doméstico, reduce la absorción doméstica
con relación a la capacidad productiva)
Meade
“The Balance of Payments” de Meade (1951), presenta por primera vez de una
manera sistemática los problemas y las opciones de política de la macroeconomía
de una economía abierta, consiguiendo, entre otros objetivos, la reconciliación
entre el enfoque absorción y el enfoque elasticidades.
Milton
Friedman (1971) en el debate de ventajas y desventajas de los regímenes
cambiarios presenta un conjunto de argumentos para inclinarse por un régimen de
tipo de cambio flexible; y, en el caso de optarse entre el tipo de cambio fijo
y otro de minidevaluaciones, se inclinó por el primero.
En
el marco de la integración internacional de los mercados de capitales y la
disyuntiva entre
adoptar un sistema de tipo de cambio fijo o tipo de cambio flotante, surgieron
dos trabajos que revolucionaron la macroeconomía de las economías abiertas:
Mundell (1963) y Fleming (1962). En estos trabajos, se extiende el modelo IS-LM
para una economía cerrada desarrollado por Hicks, para el contexto de una
economía abierta, incorporando la balanza comercial como parte de la demanda
agregada y permitiendo la existencia de libre movilidad de capitales financieros.
El
Departamento de Investigación del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el departamento
de Economía de la Universidad de Chicago, con Jacques Polak, Harry Johnson y
Robert Mundell, desarrollaron una forma particular de analizar la balanza de
pagos, denominada el Enfoque Monetario de la Balanza de Pagos (EMBP ) En este
enfoque, la variación de las reservas internacionales netas de los bancos
centrales puede interpretarse
como reflejo de un desequilibrio en el mercado monetario. Los problemas
de la balanza de pagos son el resultado directo de los desequilibrios en el
mercado monetario y, en consecuencia, la cura suficiente puede provenir de la
política monetaria.
En
la década de los 70, en medio de los tipos de cambio flotante, y como
consecuencia de la obra de Stanley Black (1973), las expectativas racionales no
tardaron en introducirse en la macroeconomía de las economías abiertas, al
mismo tiempo que el enfoque del mercado de activos desarrollado por Tobin
(1969) vino a desafiar el modelo de flujos de Mundell.
Las
hipótesis de expectativas racionales y de diversas velocidades de ajuste llego
a su punto máximo con el “overshooting” de Dornbusch (1976).
En
1973, Nixon, rompió con los tipos de cambio fijos del sistema de Bretton Woods,
el trabajo de Dornbusch es el primer intento sistemático para explicar por qué
el tipo de cambio fluctúa virulentamente luego que se le deja flotar.
Es
la etapa del Open Economy Macroeconomics de Dornbusch (1980), popularizando la
Macroeconomía de la Economías Abiertas.
Una
extensión del trabajo de Dornbusch consistió en la proposición de que una
expectativa de
una futura devaluación puede desembocar en una crisis de balanza de pagos, como
resultado de la pérdida de confianza en el banco central para mantener el tipo
de cambio en el futuro.
Krugman en (1979) dio el primer gran paso en
este campo.
A
principios de los ochenta empezó a privilegiarse el análisis intertemporal de
la cuenta corriente
de la balanza de pagos, destacando que el ahorro y la inversión se derivan de
una decisión
óptima que toma en cuenta las expectativas sobre el futuro Contrasta con la
visión keynesiana donde la balanza comercial está determinada por el nivel de ingresos
y los precios relativos.
Recientemente
el libro de Obstfeld y Rogoff (1996) se
pueden leer los tópicos más importantes de la moderna macroeconomía para economías
abiertas.
Existe una amplia literatura para el estudio de la macroeconomía de las economías
abiertas. La revisión la hemos iniciado con el trabajo de Hume, pasando luego a estudiar
los importantes aportes de Mundell y Fleming, la del Enfoque Monetario de la
Balanza de Pagos,
el overshooting y el Open Economy Macroeconomics de Rudiger Dornbusch y
culminamos con
la literatura más reciente, condensada en el libro de Obstfeld y Rogoff,
Foundations of International
Macroeconomics .
EL ESTADO ACTUAL DE LA TEORÍA MACROECONÓMICA
Waldo
Mendoza Bellido
Ricardo
Huamán Aguilar
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En diciembre del 2007 se puso en marcha
extraido de FEdea
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