Es posible que en el Consejo de Ministros del próximo viernes se aprueben los denominados “bancos malos” o, en la terminología del memorando de entendimiento (MOU, por sus siglas en inglés) las llamadas “Agencias Externas de Gestión de Activos”, artículo 21, AMC.
En España, varios gobiernos las rechazaron y especialmente se negaron a que se denominaran “bancos malos”, sin duda porque los políticos temieron que el solo nombre del organismo podría haber precipitado un proceso de intervención que habría llegado más allá del sector bancario. Pero no son algo nuevo. Tuvieron un notable éxito para resolver en menos de una década los activos tóxicos que acumuló Suecia en la década de los años noventa (inmuebles de todo tipo) y se consiguió sin que los contribuyentes tuvieran que pagar el saneamiento del sector bancario.
El caso de Irlanda es más reciente y guarda alguna relación con la situación de España por ser el resultado final de una burbuja inmobiliaria. Los precios de los activos inmobiliarios (especialmente las viviendas) se multiplicaron por un factor de cuatro entre 1997 y 2007. Anticipándose a España, en noviembre del año 2011 el país pidió un rescate bancario de 63 mil millones de euros. Se creó una “Agencia Nacional para la gestión de Activos” (NAMA) parecida a la que el MOU propone para España. Inicialmente se trató de transferir a NAMA activos inmobiliarios por un valor nominal de 80 mil millones de euros, pero se aplicó un descuento del 32% y el valor final fue de aproximadamente 54 mil millones de euros.
En España, los activos derivados de viviendas recuperadas, créditos sub estándar y créditos malos en general pueden aproximarse a 180.000 millones de euros. La cuestión es a qué precio se transferirían a las agencias de gestión de activos (AMC). El texto del MOU insiste en que los balances de los bancos deben sanearse rápidamente, especialmente los que tienen que ver con promotores inmobiliarios. Además, también deberán transferirse otros activos y créditos que presenten un grave deterioro en su valor recuperable.
¿Por qué valor deberían ser transferidos desde los balances bancarios? Por el valor económico a largo plazo (REV, por las siglas en inglés de “Real Economic Value”). Pueden presentarse matices, pues puede referirse al valor de mercado a largo plazo o bien al valor descontado de los precios futuros en los plazos de realización. En cualquier caso, se tiende al valor de mercado, que en el caso de suelo rústico tendrá un valor prácticamente nulo. El suelo urbano variará según se trate de suelo urbanizable en distintos tipos de ciudades. En cualquier caso, los bancos sufrirán pérdidas contables, que podrían recuperarse en parte.
El MOU especifica que las AMC pueden mantener hasta el vencimiento los activos que reciban. El FROB podría contribuir a su financiación con desembolsos en efectivo o bien mediante la entrega de títulos de buena calificación, pero no se determina el porcentaje exacto. Por lo que se refiere a los bancos, a cambio de los activos de que se desprendan y sean absorbidos por las AMC recibirían una participación representativa o bien bonos emitidos por las AMC con la garantía del Estado.
A lo largo del texto del MOU no existe ninguna referencia a la forma de gestionar esas agencias inmobiliarias, AMC. En Suecia, el éxito de la liquidación sin pérdida de los activos inmobiliarios tóxicos de debió, entre otros factores, a la importancia que la ley dio a la personalidad y habilidades de los gestores de los “bancos malos”. Textualmente, el que gestiona un banco bueno no necesariamente puede tener las capacidades que se precisan para sanear un banco malo. En España, la gestión de la banca, salvo escasas referencias (escritas al margen) no se ha dado suficiente importancia a las cualidades que deben tener necesariamente los gestores de activos tóxicos.
Para concluir, entre 2007 y 2012 la banca española puede haber dedicado al saneamiento de activos más de 200 mil millones de euros, lo que supondría el 20% del PIB de 2011 (gobernador del Banco de España, comparecencia en el Congreso). Los últimos saneamientos se refieren a los DL de febrero y mayo 2012, que supusieron unas provisiones de 59 mil millones y once mil millones de colchón de capital. Quedaba pendiente una de las piezas más importantes para que el crédito llegara al mercado. Los “bancos malos”.
Robert Tornabell. Profesor de Banca, Esade Business School.
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