Esther Duflo : de Mónica Martínez-Bravo ,Premio Princesa de Asturias en Ciencias Sociales 2015

Esther Duflo: Premio Princesa de Asturias en Ciencias Sociales 2015

por ADMIN el 22/05/2015
“Transformando la Investigación Académica en Políticas Efectivas para la Lucha contra la Pobreza”
http://nadaesgratis.es/admin/esther-duflo-premio-princesa-de-asturias-en-ciencias-sociales-2015-transformando-la-investigacion-academica-en-politicas-efectivas-para-la-lucha-contra-la-pobreza
http://articulosclaves.blogspot.com.es/2015/05/la-ciencia-avala-un-plan-para-intentar.html
http://articulosclaves.blogspot.com.es/2015/05/esther-duflo-experimentos-sociales-para.html
http://articulosclaves.blogspot.com.es/2015/05/la-economista-francesa-esther-duflo.html

http://www.ted.com/talks/esther_duflo_social_experiments_to_fight_poverty?language=es
http://www.editorialtaurus.com/uploads/ficheros/libro/dossier-prensa/201202/dossier-prensa-repensar-pobreza.pdf
El pasado 13 de Mayo se concedió el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales. Este año la premiada fue Esther Duflo, una economista del más altísimo nivel que no sólo ha revolucionado el campo de la economía del desarrollo, sino que también ha tenido un gran impacto en el diseño de los programas de ayuda a los países más pobres. La pasión de Esther ha sido siempre averiguar cuáles son las mejores palancas para ayudar a millones de personas a escapar de la extrema pobreza. A continuación intentaré resumir la relevancia de su trayectoria y el acierto de este premio.
Esther Duflo nació en París en 1972 y tras completar el grado en economía en la École Normale Superior, puso rumbo a los EEUU para realizar su doctorado en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), que completó en 1999. MIT, así como todo programa de doctorado que se precie, tiene una regla implícita que le impide contratar a sus propios estudiantes al acabar el doctorado. Pues bien, la producción de Esther durante su doctorado fue tan espectacular y su agenda de investigación tan innovadora, que MIT decidió no dejarla escapar: rompieron la regla y le ofrecieron una plaza de profesora (Assistant Professor) que ella aceptó. Tres años más tarde, cuando Esther tenía 29 años, la ascendieron a profesora titular (Associate Professor with tenure), siendo una de las personas más jóvenes de la historia en conseguir una plaza de profesor/a titular en el departamento de economía de MIT.
Desde entonces ha seguido una carrera profesional meteórica, acumulando una lista de importantes publicaciones y consiguiendo numerosas distinciones como, por ejemplo, el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en 2009, el Premio Calvó-Armengol en 2009, la Clark Medal en 2010 (al/a la mejor economista menor de 40 años y, según muchos, la antesala del premio Nobel), y el reciente Premio Princesa de Asturias. Para una lista completa de sus logros, podéis ver su CV aquí.
¿A qué se debe este gran número de distinciones que ha recibido Esther? En primer lugar, Esther ha realizado importantes contribuciones en diferentes ramas de la ciencia económica. Por ejemplo, uno de sus primeros artículos contribuyó a contestar una pregunta clásica del campo de economía laboral. Durante décadas los economistas habían sospechado que la educación tenía un impacto positivo en los salarios, pero hasta ese momento sólo se habían aportado correlaciones para documentar este impacto. Esther utilizó un masivo programa de construcción de escuelas que tuvo lugar en Indonesia en 1973 para estimar el impacto causal de la educación en los salarios. Esther encontró que cada año adicional de escolarización permite a los individuos acceder a salarios un 10% superiores. Otra de sus contribuciones más destacadas es en el campo de la economía política. Esther y su coautor Raghabendra Chattopadhyay (Indian Insitute of Management) (ver artículo aquí) quisieron investigar si las políticas públicas que se implementaban a nivel local eran diferentes si el alcalde era hombre o mujer. Contestar a esta pregunta es difícil dado que es probable que los municipios que tienen una alcaldesa sean muy diferentes de aquellos que tienen un alcalde. Para estimar el impacto causal del género del alcalde, Esther y su coautor utilizaron el hecho de que en India se introdujo un sistema que reservaba el cargo de alcalde a mujeres en 1/3 de los pueblos. La selección de estos pueblos fue aleatoria y, por lo tanto, pudieron estimar el impacto causal. Los autores encuentran que las alcaldesas gastan una mayor parte del presupuesto en la mejora del acceso al agua potable, un bien público que las mujeres demandaban especialmente. En cambio encuentran que los alcaldes masculinos gastan más en educación y carreteras, bienes que los hombres de estos pueblos preferían. Este artículo fue uno de los primeros en aportar evidencia de que la identidad de los líderes políticos tiene un impacto en las decisiones de políticas públicas y, por lo tanto, estas decisiones no son sólo el resultado de las preferencias del votante mediano. Esther tiene una larga lista de otras contribuciones a la literatura. El lector interesado puede leer este resumen de algunos de sus artículos escrito por Chris Udry en 2010.
Pero la relevancia de Esther Duflo no puede entenderse como la suma de un número de artículos académicos de gran impacto. Esther ha sido una de las principales promotoras del uso de experimentos aleatorios para la evaluación de políticas públicas en países en vías de desarrollo. Los experimentos aleatorios consisten en asignar una política (por ejemplo, el acceso a microcréditos) a un grupo de tratamiento (por ejemplo, a un conjunto de pueblos) y comparar los resultados con un grupo de control que no obtiene la política. La clave es que los pueblos son asignados aleatoriamente al grupo de tratamiento o de control y, por lo tanto, podemos estar convencidos de que cualquier diferencia en sus resultados se debe a la implementación de la política. Esto permite una evaluación rigurosa de si la política pública en concreto funciona o no. En Nada es Gratis se ha hablado sobre experimentos, por ejemplo aquí y aquí. Pero quizás nadie mejor para explicar qué son los experimentos que la propia Esther en su TED talk de 2010.
La metodología de los experimentos aleatorios requiere grandes dosis de pragmatismo y humildad, dado que parten de la base de que no sabemos si la política en cuestión tiene un impacto positivo o si la magnitud del potencial impacto justifica el coste del programa. Esta metodología supuso un refrescante cambio respecto a los debates que impregnaron la economía del desarrollo durante las décadas de los 80 y 90, que se dividían entre los defensores delConsenso de Washington (liberalización comercial y financiera, y privatizaciones) y sus detractores. Estos debates se nutrían mucho más de diferencias ideológicas previas, que de evidencias empíricas rigurosas.
La idea de que las políticas deben evaluarse antes de ser implementadas a gran escala, puede parecer obvia para muchos de nosotros. En cambio, la inmensa mayoría de programas en países en vías de desarrollo han sido tradicionalmente implementados porque sus promotores (ya sean organismos internacionales, ONGs o gobiernos) “saben” (es decir, tienen la intuición) que funcionan. De hecho, los resultados de los estudios de Esther no siempre son bien recibidos. Los efectos que estiman de manera rigurosa, incluso cuando son positivos, no suelen ser tan milagrosos como algunas ONGs u organismos internacionales prometen. Esto en concreto sucedió con la evaluación de los efectos de los microcréditos. En el libro que Esther escribió junto a Abhijit Banerjee (también profesor en MIT) “Repensar la pobreza”, explican como con su evaluación del impacto de los microcréditos se ganaron la enemistad de las principales instituciones de micro-finanzas en India.
Para fomentar el uso de los experimentos aleatorios en países en vías de desarrollo Esther fundó en 2003 J-PAL (Jameel Poverty Action Lab), junto con sus colegas Abhijit Banerjee (MIT) y Sendhil Mullainathan (Harvard). A día de hoy J-PAL ha colaborado en la realización de 619 experimentos en 62 países y ha formado a 6,643 personas en la evaluación de políticas públicas. Esther ha inspirado a toda una generación de economistas del desarrollo y su defensa de la evaluación rigurosa de los programas del desarrollo ha influenciado las prácticas habituales de implementación y evaluación de programas de diversas organizaciones, incluido el Banco Mundial.
Uno de los logros más recientes de Esther y de J-PAL consiste en la firma de un Memorandum of Understanding con el gobierno de Tamil Nadu en India. En este acuerdo el gobierno de Tamil Nadu reconoce la importancia de basar sus decisiones de políticas públicas en base a la evidencia rigurosa de lo que funciona y lo que no. Este gobierno y J-PAL colaborarán en el diseño y evaluación de políticas en el ámbito de la sanidad, educación y lucha contra la pobreza.
No deja de sorprender que, mientras en nuestro país algunos políticos desacreditan propuestas por haber sido diseñadas “usando hojas de cálculo”, gobiernos enteros en países en vías de desarrollo reconocen la importancia implementar políticas públicas en base a lo que se ha demostrado empíricamente que funciona. Esperemos que algún día, nos sepamos “aplicar el cuento” de lo que nos enseña Esther Duflo.
{ 14 comentarios… léelos a continuación añade uno }
JesusR mayo 22, 2015 a las 14:12
Leo en este artículo su contribución a la forma de investigar (usar la aleatorización para establecer relaciones causales) y algunos de sus hallazgos, pero no encuentro cuál ha sido el concreto “impacto en el diseño de los programas de ayuda a los países más pobres”.
 Monica mayo 25, 2015 a las 15:20
Gracias por tu comentario JesusR.
Como mencionaba el Banco Mundial, entre otros organismos, ha fomentado en sus programas de desarrollo la inclusión de evaluaciones que acrediten el impacto de dichos programas. Esto, en parte, se debe que académicos como Esther Duflo, han venido demandando a la comunidad internacional el diseño de políticas públicas en base a lo que se ha demostrado que funciona.
Por otro lado, algunos de los programas evaluados por Esther y sus colegas han sido implantados a gran escala y han beneficiado a 200 millones de personas. (https://www.povertyactionlab.org/scale-ups)
Además de esto, cada vez más personas quieren saber si sus donativos a ONGs tienen un impacto beneficioso (causal) en las personas a las que intentan ayudar. En esta organización (http://www.givewell.org) utilizan la información de experimentos aleatorios para evaluar el impacto de las diferentes ONGs.
Jordi Morrós mayo 22, 2015 a las 20:26
Tengo encima de la mesa del despacho el libro de Esther Duflo y Abhijit V. Banerjee que se cita en el post.
En inglés tiene la parte principal del título que en mi opinión desafía un poco al pensamiento económico tradicional, y lo titularon como “Poor economics”.
Uno de los capítulos lleva por subtítulo este enunciado “The (Not So) Simple Economics of Lending to the Poor” que a más de uno le recordará los innumerables cantos de alabanza que habrá escuchado y/o leído sobre la utilización de los microcréditos como recurso casi infalible para salir de las situaciones de extrema pobreza.
También reconforta constatar como una brillante académica como Esther es capaz de tratar cuestiones que no solo son refinamientos formales de investigaciones previas sino que también tratan cuestiones que afectan directamente a las condiciones de vida de millones de seres humanos.
 Monica mayo 23, 2015 a las 16:39
Gracias por el comentario Jordi. El libro de Esther y Abhijit es sin duda de recomendadísima lectura. Estoy de acuerdo también en que una de las principales virtudes de Esther es su capacidad de salir de la esfera académica y tener un impacto en el mundo real, y en concreto ayudando a los más pobres.
RDD mayo 22, 2015 a las 23:14
Es un gran premio, como todos los demás que tiene, que no son mas que un comentario del John Clark. A veces los premios llegan como trenes continentales de wagones y wagones de contenedores con premios.
Es un premio también moral también, que le damos muchos, cuando le vemos hablar, con su ademan directo, honesto, vestida con ropa no flashy, la belleza en las cosas sencillas.
_contrasta un poco con la indumentaria de las infantas, pero en fin.
Es una mujer especial.
Felicidades Esther.
 Monica mayo 23, 2015 a las 16:41
Gracias RDD por el comentario. Sin duda su humildad es una de sus cualidades más destacadas. Su prioridad es hacer un buen trabajo y ayudar a los más pobres. ¿Por qué gastar esfuerzos y recursos en cosas superfluas? Sin desmerecer esta cualidad personal de Esther, en mi experiencia en MIT, y en parte en el mundo académico, hay muchas otras personas con esta misma actitud frente a la vida. Vi a muchos académicos, incluidos premios Nóbeles, que no podían estar más despreocupados de la forma de vestir, de otras formas de ostentación y de formalismos varios. ¿Quizás se podría decir lo mismo de algunos empresarios en Silicon Valley? En fin, supongo que esto ya forma parte de otro debate.

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