II- Bioeconomía- Martínez Coll, J.C. (2005)

Martínez Coll, J.C. (2005) Bioeconomía, tesis doctoral de 1984 en la Universidad de Málaga.
Se utilizan modelos de teoría de juegos diseñados por biólogos para el análisis de los conflictos interespecíficos, para el estudio de las estrategias en los conflictos entre empresas y agentes económicos. Es una visión dinámica y evolutiva.

Martinez Coll, estudia la Bioeconomía, dinámica, estrategias, conflicto y cooperación, evolución... estos conceptos le permiten ver y entender la sociedad humana desde otra optica.


En un prologo posterior a la tesis inicial nos indica “ pocos podían sospechar en 1984 que el Neo-institucionalismo llegaría a convertirse en tan poco tiempo en la escuela triunfante, en el nuevo paradigma dominante. El Neo-institucionalismo es hoy un programa de investigación que actúa como poderosa locomotora arrastrando con fuerza y aceleración una gran cantidad de vagones, viejos y nuevos y de todos los colores. Es casi obligado hoy que nos enganchemos a ese tren y pongamos de relieve los conceptos institucionalistas existentes en Bioeconomía..."

La consagración en pocos años del neo-institucionalismo en el mundillo de la ciencia económica me resulta sorprendente, pero también encuentro muy sorprendentes los cambios en otras partes del mundo. Me explico: que el mundo cambie no es una sorpresa, lo que sorprende es la especificidad de los cambios, el hecho de que tal cambio concreto no hubiera sido previsto. Para ilustrar lo sorprendente de los cambios políticos, económicos y tecnológicos, impredecibles hace 21 años, basta aludir a la desaparición del muro de Berlín, a la pujanza comercial de China y a la extensión y penetración de la Internet por todo el planeta. Sabemos que el mundo cambia, nos esforzamos en predecir los cambios, pero la realidad siempre nos sorprende.

Los modelos teóricos sobre los que se construyó la tesis siguen siendo de interés hoy entre los científicos sociales y siguen siendo abundantemente citados. Fundamentalmente son los conceptos bioeconómicos del economista estadounidense Jack Hirshleifer, los modelos evolutivos del biólogo británico John Maynard Smith, (1920-2004) y los experimentos pioneros del politólogo canadiense Robert Axelrod. Hace 21 años los trabajos de Axelrod eran una novedad. El libro de Axelrod “The Evolution of Cooperation” se publicó en inglés aquel mismo año, 1984, y en español un par de años después, en 1986. Maynard Smith era un prestigioso biólogo pero solo recientemente sus propuestas habían llamado la atención de algunos economistas y científicos sociales. Los trabajos de estos dos autores se han popularizado hoy y son citados abundantemente en revistas y libros de muy diversos campos científicos.
La influencia intelectual de Jack Hirshleifer sobre la tesis fue más profunda y tuvo un efecto muy duradero sobre mi proyecto de vida e investigación. Hirshleifer fue un gran economista pionero en la teoría de la información, de los conflictos y de la bioeconomía.


La utilización por economistas de analogías biológicas, anatómicas o fisiológicas, data de los tiempos de W. Pelly y F. Quesnay. Y los conceptos económicos elaborados por Malthus fueron fundamentales para elaboración por Darwin y Wallace de sus modelos evolutivos. El mayor grado de conciencia de la proximidad entre ambas ciencias fue alcanzado por A. Marshall. Para él, la economía "es una rama de la biología ampliamente interpretada". Durante el presente siglo, los biólogos han seguido enriqueciéndose con instrumentos y técnicas económicas. Fruto de ellos es la moderna ciencia ecológica. En cambio los economistas hemos mostrado una profunda desconfianza a todo concepto o analogía biológicos. Como muchos autores han denunciado, esto es la consecuencia de las aberraciones metodológicas de los darwinistas sociales. Sólo muy recientemente algunos economistas americanos están planteando de nuevo la necesidad de una visión biológica para comprender algunos aspectos de la realidad económica.

Pero la desconfianza persiste y cualquier análisis bioeconómico debe proceder previamente a una cuidadosa y clara toma de postura metodológica. Los enfoques bioeconómicos son reduccionistas por naturaleza. El reduccionismo ofrece posibilidades de análisis diferentes al holismo, pero debe ser consciente de sus limitaciones. Cualquier utilización de conceptos biológicos en economía que quiera trascender la simple analogía, debe tener especial cuidado en no caer en generalizaciones infundadas. La bioeconomía rompe con el antropocentrismo, pero eso exige una cuidadosa definición de conceptos y delimitación del campo de aplicación para evitar caer en el antropomorfismo. Las fronteras entre el hombre y el resto de los animales no están tan claramente delimitadas como habitualmente se cree. La cultura no es exclusivamente humana. En todas las especies animales se encuentran ejemplos de comunicación conductual más o menos compleja, innovaciones e invenciones culturales, y sofisticadas formas sociales de intercambio de bienes y servicios cuya determinación no parece ser directamente genética. Por otra parte, muchos comportamientos humanos, entre ellos algunos de carácter económico, encuentran un paralelo en conductas animales y los sociobiólogos ven en ellos una determinación genética muy directa.

La formalización matemática de los modelos bioeconómicos es el mejor camino para sortear los peligros metodológicos. El modelo que he elaborado en este trabajo está basado en la formalización de un modelo darwiniano. Los flujos de información que circulan entre los entes biológicos y los económicos, pueden ser descritos en términos similares. La selección y difusión de esas informaciones, se producen como consecuencia de su eficacia diferencial que a su vez puede ser medida en términos de costes y beneficios en ambos ámbitos de aplicación. Los genes -la unidad informativa biológica- son seleccionados naturalmente en función de que sean más o menos eficaces que otros genes de similares características. El gen que permita a su portador obtener mayores beneficios reproductivos a un menor coste, verá crecer su tasa de multiplicación. Las unidades informativas económicas, tecnología y know how, sobrevivirán y se difundirán también en función de su eficacia diferencial, es decir, si la relación beneficios/costes derivados de ellas es mayor en la empresa que los porta que las demás del entorno social.

He concretado mis análisis en un tipo determinado de know how: las estrategias en los conflictos entre empresas. Una estrategia es una regla que define la conducta a seguir en cualquier tipo de enfrentamiento. Las conductas en esas situaciones pueden ser de dos tipos: las pacificas, respetuosas con las reglas del "juego limpio" y que no pretenden perjudicar a la empresa competidora¡ y las agresivas mediante las cuales se trata de perjudicar a la empresa competidora para forzar a abandonar el recurso objeto del conflicto. Estos dos tipos de conducta pueden combinarse de distintas formas teniendo en cuenta también el comportamiento manifestado por la empresa competidora. Como consecuencia de la competencia entre empresas por la adquisición de recursos escasos, y dependiendo de las formas en que se desarrollen los conflictos, la tasa de crecimiento de la producción de las empresas implicadas se verá afectada. La proporción que la producción de una empresa represente sobre el total de un grupo determinado, aumentará, disminuirá o permanecerá constante según que su tasa de crecimiento sea mayor, menor o igual que la media ponderada de las tasas de crecimiento de todas las empresas del grupo.

Los posibles resultados de los conflictos entre empresas de diferentes estrategias pueden ser representados en una matriz de pagos. Pero la estrategia a elegir no puede depender únicamente del posible resultado de un conflicto concreto. Los programas de ordenador me han permitido estimar las consecuencias a largo plazo de un gran número de conflictos sobre la producción de empresas con diferentes estrategias.

No es posible deducir recomendaciones generales sobre la mejor estrategia a seguir, ya que el éxito o fracaso de una estrategia depende en gran medida del ambiente concreto en que se esté manifestando. Sin embargo se pueden definir ciertas características que son deseables para cualquier tipo de estrategia. Una de ellas es la robustez. Las estrategias robustas son las que tienen éxito en gran variedad de ambientes. Otra característica deseable es la estabilidad evolutiva, que asegura que, una vez que la estrategia es mayoritaria, no existe ninguna otra más eficaz.


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3 comentarios:

JOAKO dijo...

Supongo que la clave está en la anticipación, en ser el primero en implemetar la ventaja competitiva o la estrategia ganadora.
Muy interesante

Anónimo dijo...

Joako, primero alegrarme de que empieces esta nueva "aventura" en los estudios de empresariales. Cualquier cosa que pueda ayudar, ya lo sabes. Este tema de la bioeconomia también me resulta complejo, cuando estudiaba los heterodoxos no tenían casi lugar, se principalmente la ec. Ortodoxa. Ahora recordar la leyes de Física (termodinámica) cuesta lo suyo....pero aprender nuevos enfoques, es motivador...sobretodo para los que pensamos que se deben crear nuevas teorías (mas sostenibles, que tengan en cuenta mejor los limites, las externalidades, y el enfoque sistémico interdisciplinario con otras teorías, socioeconomía, psicoeconomia, nanoeconomia, neuroeconomia, etc)
Te aconsejo leas a Arkeloff y la metodología económica y biológica http://brujulaeconomica.blogspot.com/2009/02/8e.html

Ramon.Morata dijo...

Un tema de actualidad.....
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