- Los datos, más que las teorías económicas pasan a ser la materia prima de la Economía
- La inmensa mayoría de las cuestiones económicas tienen una respuestacondicional
- Necesidad de revisitar las cuestiones económicas continuamente a medida quesurgen nuevas ideas y nuevos datos están disponibles
- La Economía: Una ciencia empírica y multi-disciplinar
- Conclusión
La ciencia económica está más vigorosa y es másrelevante que nunca...
pero con lagunas que se resuelven aportando nuevas ideas y nuevos datos, no “resucitando” economistas difuntos...
sino caminando “a hombros de gigantes”... (IsaacNewton)
https://drive.google.com/file/d/1uR5h9skhNfFG9ZxBGZX8jPuEm9r3CgVy/view
En
mi época de estudiante de la licenciatura de Ciencias Económicas (hace
ya casi cuarenta años), la docencia de la economía se estructuraba
básicamente alrededor del estudio de las ideas de economistas difuntos.
Incluso asignaturas fundamentales, como la microeconomía y la
macroeconomía, se impartían mediante programas elaborados alrededor de
las contribuciones de las distintas “escuelas de pensamiento”. El
análisis de los problemas económicos se abordaba en un segundo plano y
siempre a través de la interpretación que los profesores hacían de las
enseñanzas de esos economistas. Aunque tuve la suerte de tener
magníficos profesores, siempre me quedó la sensación de que la enseñanza
del instrumental apropiado para analizar cuestiones económicas, el
juicio sobre la relevancia, causas y consecuencias de cada una de esas
cuestiones y el conocimiento acumulado en el pasado sobre ellas no nos
llegaba suficientemente entrelazados.
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La modernización (o no) de la formación de los economistas, en general...
Aunque dejé mi puesto de profesor de Economía hace unos quince años,
me he mantenido informado sobre la situación de los grados y postgrados
de Economía en universidades españolas y, a veces, he impartido
esporádicamente docencia en algunos de ellos como profesor invitado.
Desde mi actual posición de outsider creo que la formación de los economistas en España ha cambiado… pero no tanto.
Ahora hay excelentes programas de grado y de postgrado en
universidades y centros académicos españoles orientados, no a enseñar a pensar lo que pensaron
economistas difuntos fundadores de escuelas de pensamiento cuyas
principales aportaciones están bastante avejentadas, sino a enseñar cómo pensar sobre
problemas económicos y a tener criterios propios basados en la
aplicación del instrumental analítico adecuado a cada cuestión. En
ellos, el estudio de la Economía no se construye sobre la mera
taxonomía de economistas difuntos y de sus herederos, sino que consiste
en aprender a comprender y resolver cuestiones económicas.
Sin embargo, también siguen existiendo programas de estudios y
asignaturas sobre "Economía adjetivada” (con indicaciones de
posicionamientos a favor o en contra de determinadas escuelas de
pensamiento) que reproducen las manías de la vieja y superada docencia
de la economía por compartimentos estancos y donde se disfrazan
creencias como ideas, ideología como conocimiento y, lo peor de todo,
proselitismo (frecuentemente con ínfulas de superioridad moral) como
enseñanza. Más que de formar economistas, con ellas se trata de
configurar
mundos mentales cerrados propios de las sectas o círculos de elegidos en los que la independencia personal del estudiante no es precisamente valorada.
y en algún caso particular
Una experiencia reciente también alimenta mi preocupación sobre la
formación de economistas en España. Este año he vuelto a formar parte
del tribunal de
oposición al Cuerpo Superior de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado
(ya lo había hecho a finales del siglo pasado). Esta oposición es la
principal vía de entrada para los economistas que aspiran a desarrollar
su carrera profesional en el seno de las Administraciones Públicas. El
tercer ejercicio de esas oposiciones está diseñado para que los
candidatos demuestren sus conocimientos en micro y macroeconomía
(incluidas Economía y Finanzas Internacionales) con la exposición de dos
temas extraídos de un temario de noventa.
Dos cosas me han sorprendido. Una es que el
perfil típico
del opositor ha cambiado (muy) poco. Otra es que, tanto tiempo después,
buena parte del temario (y, por tanto, de las presentaciones que
realizan las opositores) sigue estructurada alrededor de la "doctrina"
económica de cada “escuela” de pensamiento, en lugar de estar diseñada
para indagar sobre la capacidad de los futuros economistas del estado a
la hora de analizar (y asesorar sobre cómo solucionar) problemas
económicos. Y que no se me interprete mal. Conozco a muchos TECOs que
son magníficos profesionales y excelentes economistas. No tengo dudas de
que algunos de los que aprueben la oposición en esta convocatoria
también lo serán. Pero a esto no contribuye significativamente la manera
en que han de encarar su preparación para superar el examen de entrada
en el cuerpo.
Consejos (bienintencionados) para futuros estudiantes
¿Por qué estudiar Economía y para qué debería servir? Desde luego no
debería ser para reproducir las ideas de economistas difuntos. Como se
dice (brillantemente)
aquí
(y lo dice una estudiante que va a iniciar sus estudios de doctorado en
breve), debería ser para “coquetear con la lógica del caos glorioso de
las transacciones e interacciones humanas” y para “comprender cómo las
políticas pueden cambiar el mundo real, con todas sus desigualdades e
ineficiencias, y cómo el mundo se configuró de esta manera”, explotando
“la habilidad de hacerse preguntas, ni demasiado trascendentes ni
demasiado irrelevantes, y que puedan ser respondidas con los datos y los
métodos estadísticos y experimentales apropiados”.
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Para conseguir estas metas, conocer cómo economistas anteriores
afrontaron problemas similares es muy útil. La historia del pensamiento
económico debe estar presente en la formación de un economista (confieso
que yo mismo impartí clases de historia del pensamiento económico en
una vida anterior), aunque probablemente no debería ser una asignatura
separada del resto impartida por profesores desconectados de
la actualidad de la ciencia económica.
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Como regla general, cualquier idea que se nos pueda ocurrir sobre
cualquier cosa ya se le ha ocurrido antes a alguien más en el pasado.
Pero el análisis de cuestiones económicas relevantes no puede limitarse a
la repetición de ideas (más o menos brillantes, con mayores o menores
sesgos políticos) formuladas en relación con contextos económicos y
sociales muy diferentes al actual.
Cualquier tiempo pasado fue anterior
y los economistas de entonces no dispusieron del instrumental y las
evidencias acumuladas de las que se dispone hoy día. Todas las
cuestiones económicas relevantes son contextuales, es decir, dependen
del momento y las circunstancias en las que se presentan. Los contextos
cambian y también lo hace el instrumental disponible para analizarlos
(datos, métodos estadísticos y experimentales, resultados empíricos
sobre la importancia de determinadas hipótesis, etc.), y a velocidades
vertiginosas tanto unos como otros.
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Así pues, si Vd. querido lector está ahora pensando en iniciar
estudios de Economía, o de seguir con estudios de postgrado, elija bien.
Importan, sobre todo, la exposición a los métodos de análisis
(matemáticas, estadística y econometría, computación y, en general,
instrumentos cuantitativos) y el compromiso por la actitud científica,
mucho más que otras apelaciones basadas en adscripciones (a favor o en
contra) a determinadas escuelas de pensamiento (o de doctrinas
políticas). No es solo cuanto aprenda o qué investigue, sino cómo lo
haga. Y tenga en cuenta también que, a efectos de desarrollo de su
futuro profesional como analista economico, no importa lo que piense u
opine sobre una determinada cuestión, sino solo lo que sea capaz de
demostrar (científicamente).
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Dicho todo esto y para finalizar evitando conflictos de intereses,
solo me queda confesar a qué escuela de pensamiento creo pertenecer
(aunque ya lo he hecho en alguna otra ocasión). A efectos de abordar
cuestiones económicas, soy un economista…de la especie “madridista”, en
el pasado de la familia “Mourinhista”, luego mutado al “Zidanismo” y
ahora con perspectivas de seguir evolucionando
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http://nadaesgratis.es/juan-francisco-jimeno/taxonomia-de-economistas-a-quien-le-importa