De Mr. Spock a Homer Simpson: Notas Presidenciales sobre la Economía del comportamiento
Siempre resulta agradable comprobar que aquello a lo que se uno se dedica alcanza un estado de madurez tal que los demás lo reconocen. Los que nos dedicamos a la Economía del Comportamiento nos hemos sentido un poco reivindicados en este mes de enero con motivo de la charla del actual presidente de la
Asociación Americana de Economía,
Richard Thaler, en la conferencia anual de este año, celebrada en San Francisco. Thaler es considerado como uno de los mayores impulsores de éste área de investigación que, como él define, pretende
"dejar de ignorar otras ciencias sociales, en especial la Psicología, cuando se estudian decisiones económicas".
Seguramente, muchos de ustedes le conocerán por su libro
Nudge, aunque desde aquí les recomiendo que, si les interesa el tema, lean su libro más reciente,
Misbehaving, cuyo título
(traduzcámoslo como "Comportándose fuera de las Normas"
) indica en un estupendo juego de palabras su contenido: por una lado, trata de cómo los seres humanos se comportan de forma muy distinta a lo que los economistas hemos asumido tradicionalmente en nuestros modelos; por otra, cuenta las dificultades de la propia vida académica del autor en su lucha porque su investigación fuera aceptada por la economía tradicional. Observando la tribuna desde la que nos habla hoy Thaler, parece que este segundo tema ya ha sido superado. Por ello, les invito a que directamente le escuchen hablarles de, por ejemplo, las nefastas consecuencias que puede tener el basar las prescripciones de política económica en modelos que asumen que los agentes económicos son seres que se alejan mucho de las personas que usted y yo conocemos (y probablemente somos). Thaler lo llama "
hacer política para Mr. Spock, cuando realmente nos parecemos más a Homer Simpson". Pueden encontrar el video de la charla y el material gráfico de apoyo
aquí. Por si no tienen tiempo, y sin estar de acuerdo en todo lo que dice (aunque apreciando el tono provocador de sus palabras) les resumo algunas píldoras interesantes de su discurso.
1. "La economía tradicional no es incorrecta, pero se puede mejorar": los modelos tradicionales asumen que los seres humanos nos regimos por el principio de optimización que supone que siempre tomamos la decisión que es mejor para nosotros, teniendo en cuenta las circunstancias. Además esa optimización se hace asumiendo fundamentalmente principios como que lo único que nos hace felices es nuestro propio interés, que no tenemos problemas de autocontrol o que nuestras creencias y opiniones no están sesgadas. Es decir, somos una mezcla curiosa del mejor ajedrecista del mundo y Gandhi.
2. "¿Es acaso siquiera el supuesto de optimización plausible?": Si así fuera, siempre tomaríamos la decisión correcta, no cometeríamos errores. A la vista de que hay tareas que nos resultan más difíciles que otras, es decir, en las que cometemos más errores, y que hay personas más inteligentes que otras, es decir, que comenten menos errores que otros, no parece éste un supuesto muy razonable. Está bien comenzar con un modelo poco realista, al igual que en física los experimentos iniciales se hacen en un laboratorio en el vacío, pero si vamos a hacer prescripciones de política económica, o enviar un cohete al espacio, igual debemos antes enriquecer el modelo y entender que las fricciones existen, y que como no tengamos en cuenta la existencia de la atmósfera el cohete probablemente explote.
3. "¿Qué puede ser la economía sino una ciencia sobre el comportamiento?": Lo que nos interesa a los economistas es el comportamiento de los individuos cuando toman decisiones económicas. Por tanto, toda la economía es sobre comportamiento ("behavioral"). El problema surge cuando asumimos en nuestros modelos que las motivaciones que provocan ciertos comportamientos no son todo lo realistas que debieran. No se trata de perder el rigor y asumir todo tipo de motivaciones psicológicas sin fundamento. Los seres humanos cometemos "errores" sistemáticos y queremos entender de dónde vienen y a qué llevan.
4. "!Basta ya de excusas!": Decir que los modelos económicos son relativamente sencillos para que podamos resolvernos, es hasta cierto punto una excusa. De nada sirve decir que aunque las motivaciones de los modelos sean simplificaciones, al final los sujetos se comportan "como si" esos modelos fueran ciertos. Eso es una excusa. En la mayor parte de las situaciones...!no nos comportamos como predicen los modelos! Los economistas que creen que no debemos enriquecer nuestros modelos con más y mejor psicología alegan que si los incentivos son suficientemente altos y que si las decisiones están tomadas por verdaderos profesionales que han aprendido sobre la situación por haberla repetido muchas veces, entonces su comportamiento no diferirá del de sus modelos. El problema es que hay una contradicción en esta frase: resulta que precisamente aquellas decisiones donde los incentivos son más altos, comprar una casa, contraer matrimonio, elegir una profesión.... son aquellas que decidimos pocas veces y sobre las que es difícil aprender por propia experiencia.
5. "Los mercados no son perfectos": Los modelos tradicionales de finanzas postulan que 1) "nada es gratis"( "there's no free lunch" en inglés, ¿les suena?), lo que se traduce en que no se puede "vencer" al mercado y por tanto poder beneficiarse del arbitraje y que 2) los precios de los activos son igual a su valor intrínseco, es decir, que realmente no existen las burbujas. Respecto a lo primero, como refuta con sorna Thaler, "puedes decirme que dos de las siguientes cosas son ciertas, pero las tres a la vez son incompatibles: 1) los inversores son perfectamente racionales, 2) los mercados son eficientes y 3) los beneficios de la intermediación financiera son aproximadamente un 9% del PIB americano". Es decir, los dos primeros supuestos habituales de los modelos contradicen el que puedan existir intermediarios que se benefician de los errores de los inversores o del mercado.. Respecto a lo segundo, ¿qué quieres que les diga? Por no hablarles de burbujas inmobiliarias, les cuento el ejemplo devastador sobre burbujas en el mercado laboral que Thaler atribuye a David Card. La traducción de que los mercados son eficientes, y por ello los precios son iguales al valor intrínseco de las cosas se plasma en el mercado laboral en que los salarios deben ser iguales a la productividad (lo que lleva a las recetas típicas para solucionar los problemas del mercado de trabajo sean o bien disminuir salarios o bien aumentar la productividad). Sin embargo, si eso es así, ¿cómo es posible que las remuneraciones de los CEOs de las principales empresas hayan aumentado en los últimos 10 años 99 veces más que los salarios de sus empleados? ¿realmente creemos que la productividad de los CEOs ha aumentado 99 veces más rápido que la de los asalariados?
6. "Demasiados factores supuestamente irrelevantes": De acuerdo con la economía tradicional, ni los llamados "costes hundidos" (los derivados de decisiones pasadas que no podemos recuperar) deberían afectar nuestras decisiones presentes (lo que llegamos a explicar en nuestras clases como "la falacia del coste hundido"), ni la forma de presentar un problema ("framing") importa, ni deberíamos cambiar nuestra elección porque nos dieran una opción u otra por defecto. No obstante, la mayoría de nosotros sigue invirtiendo en algo no tanto porque crea que vaya a rendirle en el futuro sino porque con todo lo que ya han invertido en el pasado es difícil asumir que se trata de dinero perdido, compartimos más cuando nos presentan la misma situación estratégica como una oportunidad de ser generosos en lugar de una en la que seríamos "tontos por compartir" o, mi preferida, se ha comprobado que la tasa de donación de órganos en distintos países es muy distinta si la opción por defecto al morir es que tus órganos se donan (para no donar tienes que "opt-out") en lugar de si por defecto debes expresar activamente que quieres ser donante ("opt-in"). Demasiados aspectos que los modelos tradicionales asumen como irrelevantes que empíricamente vemos que tienen importantes consecuencias en nuestras vidas.
7. "
Hacia las políticas basadas en la evidencia...y la teoría basada en la evidencia": Ya les hemos insistido muchas veces, que el tomar medidas políticas sin tener evidencia empírica sobre si va a funcionar nos parece, cuando menos, una temeridad. Por ello, les hemos contado el uso de experimentos de campo a pequeña escala que sirvan para diseñar y mejorar dichas medidas (lo que ya hacen desde hace unos años el gobierno británico, con su "
Nudge Unit", y
más recientemente el estadounidense). Thaler propone ahora un paso más: dejemos de hacer modelos teóricos basados en supuestos poco realistas sobre nuestras motivaciones y formas de razonar y empecemos a fijarnos más en el comportamiento observado para comprender qué aspectos de nuestra psicología pueden causar dichos fenómenos. Thaler cree que el problema viene de que usamos la teoría para dos funciones distintas: 1) encontrar la mejor manera de resolver un problema y 2) describir cómo la gente resuelve los problemas. Desgraciadamente, dado que nos parecemos más a Homer Simpson que a Spock, ambas funciones son distintas. Obviamente, en los últimos 20 años se han multiplicado las teorías económicas que incorporan aspectos psicológicos más realistas (la teoría "prospectiva", modelos de decisión intertemporal con sesgos, modelos de preferencias sociales, de puntos de referencia, de racionalidad limitada...), y poco a poco se van incorporando a todos los campos como algo estándar.
8. "Tampoco hemos inventado la rueda": Curiosamente, Thaler recurre a algunos de los "padres" de la Economía cuando busca las raíces de la Economía del Comportamiento. Por ejemplo, cita el "otro" libro de Adam Smith, "La Teoría de los Sentimientos Morales" (700 densas páginas que algunos leímos cuando hacíamos la licenciatura) como la base sobre la que luego se han construido modelos sobre exceso de confianza ("overconfidence"), aversión a la pérdida ("loss aversion") o los problemas de autocontrol. Igualmente, nombra a John Maynard Keynes como el primero en introducir aspectos psicológicos en el campo de las finanzas ("Behavioral Fiance") y hasta reivindica a Vilfredo Pareto, no tanto por su concepto de eficiencia, sin por su convicción en que los fundamentos de la Economía tienen que estar basados en la Psicología.
En fin, espero haberles convencido de que merece la pena escuchar la charla. Por lo que me cuentan, en la abarrotada sala en la que la dio, no quedó nadie indiferente.
http://www.chicagobooth.edu/faculty/directory/t/richard-h-thaler
Libros :NudgeUn Pequeno Empujon (Nudge): El Impulso que necesitas para Tomar mejores decisiones sobre Salud, Dinero y Felicidad = Nudge
Conferencia